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lunes, 29 de agosto de 2011

Norma Giarracca : “El campo votó a Cristina porque le va muy bien”, entrevista de Eduardo Anguita (Miradas al Sur 28-08-11)



Miradas al Sur. Año 4. Edición número 171. Domingo 28 de agosto de 2011

Por
Eduardo Anguita
eanguita@miradasalsur.com


La socióloga Norma Giarracca analiza las razones del apoyo del campo al Gobierno Nacional en las elecciones primarias y provinciales. Además, el rol de la Mesa de Enlace y el modelo sojero en la visión de la especialista.


Es absurdo asombrarse como hizo la sociedad, o al menos una buena parte de ella, por el masivo apoyo que expresó el campo hacia la Presidenta. Y digo que es absurdo porque, al fin y al cabo, sería lo mismo que interrogarse sobre las razones por las cuales los científicos votan a la Presidenta. La política agraria, como la científica, es una política de Estado que ha favorecido al sector desde el 2003”, dice Norma Giarracca, profesora de sociología rural en las Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires e investigadora del Instituto Gino Germani. Entrevstada en el programa Hoy más que nunca, que se emite por Radio Nacional, Giarracca admitió, sin embargo, que el enfrentamiento ocurrido durante 2008 y 2009 entre el sector agropecuario y el Gobierno Nacional resulta, todavía hoy, una coyuntura difícil de entender. “Sin duda, la situación le restó al Gobierno apoyo en las zonas rurales en las legislativas de 2009. No obstante, incluso en pleno conflicto, los productores reconocían que meses atrás habían votado por Cristina. ¿Por qué volvieron a votar al Gobierno en las elecciones de este año? Porque, realmente, tienen una serie de ventajas y les va muy bien”, aseguró la especialista. Entre las ventajas destacó la suba de los precios internacionales y la gestión del ministro de Agricultura, Julián Domínguez. “Supo ordenar la relación con el sector”, subrayó Giarracca.


Eduardo Anguita–¿Y el rol de la Mesa de Enlace durante el conflicto?


Norma Giarraca–Un papel absurdo. Los dirigentes corporativos como Volando, Alchourrón o Bonetto, dejando de lado la etapa anterior al golpe del ’76 y la dictadura, hacían paros y tractorazos. Sin embargo, siempre dialogaban con el funcionario de turno sobre los problemas del sector. Esta vez, los señores de la Mesa de Enlace se convirtieron en algo así como sujetos políticos, aunque no lo son, y se vincularon con partidos políticos, con la Iglesia, el periodismo… Se los veía todos los días en la televisión y tomaron una dimensión que, como dirigentes, no tienen. Biolcati debió pensar que podía seguir dirigiendo la conducta de los productores. Le puedo asegurar, porque los conozco muy bien, que los productores tienen un sentido práctico del trabajo y de la vida. Les va bien y apoyaron al Gobierno que ellos consideran que los beneficia. Esa es la verdad.


E.A.–Si uno atraviesa cada familia por su historia, seguramente encontrará identidades partidarias. Pero esas identidades se diluyen a nivel sectorial. ¿Ocurre lo mismo en otros ámbitos sociales?


N.G.–Seguro. La cuestión de los partidos políticos, como entidad política fuerte de las personas o las familias, ha perdido peso. Hay nuevos reagrupamientos. Es cierto que había zonas de la pampa gringa donde el radicalismo tenía un fuerte arraigo, pero hace tiempo que no es así. Hay zonas de Tucumán, por ejemplo, que eran muy peronistas y, sin embargo, en determinados momentos no votaron al peronismo. La gente se está reagrupando políticamente. No digo que el factor económico sea el único, pero para el productor agrario es determinante. Lo que no vieron Biolcati y Buzzi es que al sector agrario le va muy bien. Alcanza con comparar la situación actual con la década del noventa. Digo esto sin estar totalmente de acuerdo con el modelo que se fomenta.


E.A.–¿Qué modelo es éste, en el cual predomina la soja y la expansión de la frontera agropecuaria detrás de la cual viene el desmonte? Algunos hablan de oligarquía…


N.G.–Lo que algunos llaman oligarquía, lo que tradicionalmente se agrupa en la Sociedad Rural Argentina, no creo que haya votado a Cristina. Ése sí es un voto ideológico. No creo que los amigos de Biolcati, que son pocos, porque la Sociedad Rural Argentina tiene unos dos mil socios, la hayan votado. Los que sí votaron a Cristina son los llamados nuevos sujetos; es decir: los grandes terratenientes concentrados que, generalmente, trabajan en pooles de siembra. Creo, aunque no podría asegurarlo, que esta gente tiene un comportamiento de capitalista avanzado. Vota por sus intereses. No dudan en darse vuelta si sus intereses están mínimanente amenazados. Son los que durante el conflicto estuvieron callados. Lo que a todos nos asombró fue la posición de la Federación Agraria. En lo personal quedé tan asombrada que pusimos gente becada a estudiar los cambios dentro de las bases de Federación Agraria para entender el fenómeno….


E.A.–Volvamos al tema del modelo…


N.G.–Tengo críticas. Espero que después del fuerte apoyo político que recibió, el Gobierno se meta en esta cuestión. Pero no de la manera en que lo hizo en 2008. Entiendo que hay que ir limitando el modelo, saliendo del modelo… Se necesita una ingeniería política muy habilidosa para las producciones que no están atadas al modelo sojero. Es la única forma de parar la expansión indiscriminada de la frontera y terminar sus efectos negativos. Le dejo un dato: Monsanto está por sacar al mercado una semilla que necesita menos de 400 milímetros de lluvia. Me parece que es ahí donde hay que dar con una política alternativa.


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