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domingo, 3 de julio de 2011

GENERAR SOBERANÍA SUDAMERICANA, por Alfredo Eric y Eric Calcagno (para "Miradas al Sur", 03-07-11)

Foto de Telam


Miradas al Sur Año 4. Edición número 163. Domingo 03 de julio de 2011
Por
Eric Calcagno, senador de la Nación, y Alfredo E. Calcagno, doctor en Ciencias Políticas
politica@miradasalsur.com



Durante el decenio de 1990, los regímenes políticos sudamericanos neoliberales declinaron soberanía a favor de los países poderosos y de los organismos financieros internacionales. Las consecuencias fueron catastróficas. Ahora, en sentido inverso, varios de esos países han emprendido una política firme de recuperación de la soberanía. La característica sobresaliente de ese movimiento es que, además de sus acciones nacionales, utilizan organismos o medidas estatales plurinacionales para generar soberanía a escala sudamericana.Con esa orientación, el miércoles y el jueves pasados se cumplieron tres actos importantes: primero, el Senado de la Nación ratificó la constitución del Banco del Sur; segundo, la cumbre de jefes de Estado del Mercosur refirmó su voluntad de constituir sociedades más justas e inclusivas; y tercero, la Presidenta de la Argentina y el presidente de Bolivia inauguraron un importante gasoducto.
Generar soberanía financiera.

El 29 de junio, el Senado de la Nación aprobó por unanimidad la ratificación de la constitución del Banco del Sur. Confirma así la nueva orientación política de Sudamérica, que no sólo impulsa la defensa de la soberanía nacional, sino que está generando una nueva soberanía supranacional, que podrá cambiar la configuración política y económica de la región.

El Acta de constitución del Banco es de diciembre de 2007 y fue suscripta por Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela. Sus objetivos son: financiar el desarrollo económico y social de la países de Unasur que se incorporen como miembros, en forma equilibrada y estable, utilizando el ahorro intra y extra regional; financiará “proyectos de desarrollo en sectores clave de la economía, orientados a mejorar la competitividad y el desarrollo científico y tecnológico, agregando valor de los Estados miembros”. También costeará “proyectos de desarrollo en sectores sociales, para reducir la pobreza y la exclusión social”.
Tendrá recursos adecuados para emprender sus tareas.

El capital suscripto será de 7.000 millones de dólares, con un capital total autorizado de 20.000 millones. Es un organismo financiero igualitario. En el FMI y el Banco Mundial, cada país tiene el poder de voto que le da su contribución; en consecuencia, es manejado por los países ricos y no son instituciones democráticas sino plutocráticas. En cambio, el Banco del Sur se regirá por el principio democrático que otorga a cada país un voto.La creación del Banco del Sur no significa abandonar otras fuentes de financiamiento, si fueran favorables; pero rompe el monopolio del FMI y de la gran banca internacional, y suprime las condicionalidades que imponían. Así, la deuda externa dejará de ser un instrumento de dominación para los acreedores y de sometimiento para los deudores.

En síntesis, genera una fuente de financiamiento que depende de nuestros recursos y nuestra voluntad y, sobre todo, que nos independiza del establishment financiero mundial. El endeudamiento externo dejará de condicionar nuestra economía.


Generar soberanía institucional.


La 41ª Reunión de jefes de Estado del Mercosur, realizada en Asunción del Paraguay, refirmó las líneas básicas del proceso de integración.En primer lugar, es una integración entre países política y jurídicamente iguales (un país, un voto). Una de las tareas fundamentales consiste en la progresiva desaparición de las desigualdades económicas. Ya se había resuelto la preparación de un conjunto de “proyectos e iniciativas destinados a la superación de las asimetrías del bloque y a la inserción competitiva de las economías menores en la Unión Aduanera” (decisión 56/10); en esta Cumbre se creó un grupo de trabajo para cumplir con esa norma (decisión 13/11).En el proceso de afirmación de la justicia social, se aprobó el Plan estratégico de acción social del Mercosur y se encomendó a los ministros la propuesta de acciones y plazos para el período 2012-1017, con la identificación de las fuentes de financiamiento.
Los ejes del Plan son los siguientes:

1) Erradicar el hambre, la pobreza y combatir las desigualdades sociales.

2) Garantizar los derechos humanos, la asistencia humanitaria e igualdades étnica, racial y de género.

3) Universalización de la salud pública.

4) Universalizar la educación y erradicar el analfabetismo.

5) Valorizar y promover la diversidad cultural.

6) Garantizar la inclusión productiva.

7) Asegurar el acceso al trabaja decente y a los derechos de previsión social.

8) Promover la sustentabilidad ambiental.

9) Asegurar el diálogo social.

10) Establecer mecanismos de cooperación regional para la implementación y financiamiento de políticas sociales.

Como es normal en estas reuniones, se discutieron temas comerciales, en los que surgieron disidencias entre los países; pero el hecho sobresaliente no fue la existencia de divergencias, sino la voluntad de resolverlas. Así lo expresó el ministro Héctor Timerman, quien señaló que lo fundamental “no está en nuestra capacidad para suprimir los conflictos de intereses, sino en la capacidad para enfrentarlos y resolverlos, a veces por los canales formales del Mercosur y otras apelando al diálogo entre los Estados”.Otro tema fue el respaldo unánime de los países a los, legítimos derechos de la Argentina en la disputa por la soberanía de los Islas Malvinas.


Generar soberanía a través de la infraestructura física.


No puede haber integración entre países dispersos y aislados. Es fundamental la construcción de una infraestructura común.El 30 de junio se inauguró el gasoducto Juana Azurduy, entre Bolivia y la Argentina, que tiene una extensión de 48 km y que permitirá abastecer con gas boliviano la demanda del norte argentino. En esta primera etapa, suministrará gas a 163 localidades de las provincias de Formosa, Santiago del Estero, Chaco, Corrientes, Santa Fe y Misiones. Transportará entre 7,7 y 11 millones de metros cúbicos diarios; y en una segunda etapa se extenderá al noroeste de la Argentina.Esta obra marca una indudable ventaja de la integración entre iguales. ¿Se acuerdan cuando un presidente de Bolivia pretendía exportar gas licuado bolivianoa Estados Unidos a precios ínfimos? ¿Y que ese intento terminó con la expulsión de ese presidente? Ahora la situación es la opuesta. En cumplimiento de un programa de integración, la Argentina paga precios justos por un recurso natural boliviano; y Bolivia vende gas a precios convenientes.


Conclusiones.


El resurgimiento en el plano internacional de Sudamérica, a través de Mercosur, de Unasur, del Banco del Sur y de todos los organismos sudamericanos y latinoamericanos que se han ido creando a través del tiempo, fortalecerán nuestra autonomía de acción y poder de negociación. Podrán encararse con una perspectiva diferente, problemas como el del endeudamiento externo, la construcción de infraestructura, el estímulo del mercado interno, el sistema fiscal y el perfil industrial. Generamos así soberanía plurinacional sudamericana.

Publicado en :
http://sur.elargentino.com/notas/generar-soberania-sudamericana

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