Publicado en TIEMPO ARGENTINO el 20 de Junio de 2011
Director de Proyectos. Ibarómetro.
Resta menos de una semana para el cierre de las candidaturas presidenciales y el panorama electoral parece estable, aunque en un clima de mayor tirantez. El oficialismo posee una estable aprobación de su gestión (que supera el 60%) y una intención de voto, encabezada en la persona de Cristina Fernández, que mejoraría la performance electoral del año 2007 (con un 48% de intención de voto y con una diferencia respecto a las otras fuerzas de casi 40 puntos porcentuales), si las elecciones fueran hoy.
La explicación de esta performance del oficialismo se encuentra, en buena medida, en el accionar de la oposición, que no para de fraccionarse día a día o de hacer alianzas percibidas por el electorado como meras herramientas electorales.
El Peronismo Federal llega con dos candidatos a presidente en dos estructuras políticas distintas: el ex gobernador bonaererense Eduardo Duhalde y el actual gobernador de San Luis Alberto Rodríguez Saá. El radicalismo se fraccionó después de que su único candidato presidencial, Ricardo Alfonsin, cerró el pacto con el líder de la Unión Celeste y Blanco, Francisco de Narváez. Una parte de la UCR de la provincia de Buenos Aires se fue con la referente del GEN, Margarita Stolbizer, que junto con el gobernador de Santa Fe, el socialista Hermes Binner, dejaron a Fernando “Pino” Solanas (Proyecto Sur), hasta el momento, fuera del Frente Progresista a nivel nacional. Todo intento por unificar la diversidad fue inútil y generó a la vez nuevas divisiones.
Por otra parte, la oposición parece actuar por acto reflejo a todo lo que el oficialismo hace. En vez de plantearse como alternativa superadora al kirchnerismo y mostrarse como continuidad del modelo de crecimiento económico, hace campaña contra el oficialismo. El electorado no ve a ninguna de las fuerzas de la oposición como una alternativa de gobierno, sólo la ven como un control del oficialismo. Cabe mencionar que un error parecido pareciera ejercer el kirchnerismo, como opositor del macrismo, en la Ciudad de Buenos Aires.
El rol de la oposición a nivel nacional, además del reconocimiento a la gestión y liderazgo de la presidenta, explica por qué el kirchnerismo se mantiene liderando en las encuestas para las elecciones de octubre. A medida que pasan los días, y aun con la fuerte embestida contra el gobierno desde los medios y la oposición, si las elecciones fueran ahora, los resultados son prácticamente cantados a favor de Cristina Fernández.
Publicado en :
http://tiempo.elargentino.com/notas/electorado-no-ve-ninguna-de-las-fuerzas-de-oposicion-como-una-alternativa-de-gobierno
Resta menos de una semana para el cierre de las candidaturas presidenciales y el panorama electoral parece estable, aunque en un clima de mayor tirantez. El oficialismo posee una estable aprobación de su gestión (que supera el 60%) y una intención de voto, encabezada en la persona de Cristina Fernández, que mejoraría la performance electoral del año 2007 (con un 48% de intención de voto y con una diferencia respecto a las otras fuerzas de casi 40 puntos porcentuales), si las elecciones fueran hoy.
La explicación de esta performance del oficialismo se encuentra, en buena medida, en el accionar de la oposición, que no para de fraccionarse día a día o de hacer alianzas percibidas por el electorado como meras herramientas electorales.
El Peronismo Federal llega con dos candidatos a presidente en dos estructuras políticas distintas: el ex gobernador bonaererense Eduardo Duhalde y el actual gobernador de San Luis Alberto Rodríguez Saá. El radicalismo se fraccionó después de que su único candidato presidencial, Ricardo Alfonsin, cerró el pacto con el líder de la Unión Celeste y Blanco, Francisco de Narváez. Una parte de la UCR de la provincia de Buenos Aires se fue con la referente del GEN, Margarita Stolbizer, que junto con el gobernador de Santa Fe, el socialista Hermes Binner, dejaron a Fernando “Pino” Solanas (Proyecto Sur), hasta el momento, fuera del Frente Progresista a nivel nacional. Todo intento por unificar la diversidad fue inútil y generó a la vez nuevas divisiones.
Por otra parte, la oposición parece actuar por acto reflejo a todo lo que el oficialismo hace. En vez de plantearse como alternativa superadora al kirchnerismo y mostrarse como continuidad del modelo de crecimiento económico, hace campaña contra el oficialismo. El electorado no ve a ninguna de las fuerzas de la oposición como una alternativa de gobierno, sólo la ven como un control del oficialismo. Cabe mencionar que un error parecido pareciera ejercer el kirchnerismo, como opositor del macrismo, en la Ciudad de Buenos Aires.
El rol de la oposición a nivel nacional, además del reconocimiento a la gestión y liderazgo de la presidenta, explica por qué el kirchnerismo se mantiene liderando en las encuestas para las elecciones de octubre. A medida que pasan los días, y aun con la fuerte embestida contra el gobierno desde los medios y la oposición, si las elecciones fueran ahora, los resultados son prácticamente cantados a favor de Cristina Fernández.
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