Publicado en el Correo de Lectores de TIEMPO ARGENTINO el 9 de Febrero de 2011
Por Julián G.
Viejo querido:
Vos que supiste contarme lo que viviste en el bombardeo a Plaza de Mayo, que junto a mamá se salvaron de las balas de Ezeiza, que lloraste cuando murió el General y tres días después llorabas la muerte de mi hermano, ferviente militante de la JP, hoy logro entenderte.
Quiero pedirte algo desde acá: hacia allá va un grande, alguien que estoy llorando desde hace días. La plaza estaba como en tus tiempos, viejo. Había personas grandes, jóvenes y niños que desfilaron para darle un último adiós al gran líder que supo ser. Estaban Madres y Abuelas despidiendo a su hijo pródigo.
¿Sabés a lo que se atrevió este “Flaco”? Hizo bajar los cuadros de Videla y compañía. Transformó la ESMA en el Museo de la memoria. Qué loco ¿no, viejo? Estaba su pueblo que le agradecía el no bajarse más los pantalones ante el FMI a costa del hambre de su pueblo, mientras los políticos hacían sus especulaciones y agoraban que nos iban a cerrar todas las puertas. No fue así viejo, nos empezaron a respetar.
¿Te acordas de Nino, tu yerno? Toda la vida laburando de albañil nunca pudo aportar un mango porque tenía que darle de morfar a mis seis sobrinos. Te cuento que se jubiló. A mamá, que fue toda la vida ama de casa, también la jubilo.
Tengo un trabajo digno, viejo. Me siento orgulloso, les enseño a mis hijos lo que vos me enseñaste, lo que es la justicia social. Ahora entiendo.
Vos que soñabas con un nuevo líder y ahí va mi favor: hacelo recibir con honores, su nombre es Néstor.
Acá lo despidieron como un grande.
Decile que su pueblo lo va a mantener vivo.
Lo voy a extrañar. Un abrazo.
Julián G.
(Correo de Lectores del Tiempo Argentino del 09-02-11)
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GRACIAS POR PUBLICAR MI CARTA ADRIAN UN ABRAZO A TODOS JULIAN
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