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martes, 15 de febrero de 2011

CARLOS HELLER : "ES BUENA IDEA RECREAR ORGANISMOS COMO LAS JUNTAS REGULADORAS CON PRECIOS SOSTÉN", por Alfonso Villalobos (para "Tiempo Argentino" )




El diputado del Frente para la Victoria responsabiliza a las grandes empresas y monopolios que actúan, sin regulaciones, en la puja distributiva generando inflación. Asegura que la única manera de poner un límite es con una reforma tributaria progresiva a la rentabilidad.

14.02.2011


Heller entrevistado por Tiempo Argentino

Por Alfonso Villalobos

Responsabiliza a las grandes empresas y monopolios que actúan, sin regulaciones, en la puja distributiva generando inflación. Asegura que la única manera de poner un límite es con una reforma tributaria progresiva a la rentabilidad.

Hombre versátil y polémico. Desde 2005 es presidente de Banco Credicoop, entidad cooperativa de la cual fue gerente general desde su fundación en 1979. Actualmente, luego de sumarse al espacio oficialista, es diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires, electo en junio de 2009. Fue vicepresidente de Boca Juniors durante 10 años.

Alfonso Villalobos : –Supongo que, finalmente, adelantamos la entrevista por el partido de Argentina, me llamó la atención que un hombre del fútbol hubiera acordado la cita en el horario del partido...


Carlos Heller : –No me di cuenta al principio, cuando me avivé dije que si vos no podías me jodía, pero nadie quiere perderse el partido...


A.V.: –Entonces si le parece arrancamos así llegamos... Leí declaraciones suyas recientes sobre el tema de los precios. En primer lugar, ¿cuáles son las causas a las que la atribuye?


C.H.: –Hoy a la mañana estuve en un acto que se hizo en Casa de Gobierno donde la presidenta habló mucho de la formación de precios y, para mi alegría, utilizó muchos de los conceptos que vengo diciendo. Para hablar de inflación hay que determinar los orígenes, porque la inflación es a la economía lo que la fiebre a las personas. No se trata de atacar el síntoma sino abordar el problema de raíz. En la Argentina y en el mundo siempre que se habla de este tema se apunta a atacar el gasto público y la emisión monetaria. Son las recetas ortodoxas que implican siempre enfriar la economía. La consecuencia es que la salida la pagan no los que generan la inflación sino las víctimas.


A.V.: –¿Ese concepto no sirve para explicar la realidad argentina?


C.H.: –Hace mucho que no hay déficit fiscal y la emisión monetaria ha ido por detrás del crecimiento del Producto Bruto Nominal. Esas, entonces, no pueden ser las causas. Los precios aumentan porque hay una puja distributiva donde los formadores de precios se reapropian de lo que el Estado distribuye a través de los planes sociales, la mejora de las jubilaciones y salarios. Los formadores de precios, si no tienen ninguna norma o forma de regulación que se lo impida, se reapropian de eso que el Estado primero les tomó vía impuestos y luego se lo dio a esos sectores. Eso es puja distributiva.


A.V.: –Estos son factores internos. Recientemente hubo acontecimientos internacionales, como en Egipto, que plantean un fenómeno inflacionario mundial por el precio de los alimentos. ¿Son dos aspectos que pueden alimentarse y configurar un peor escenario?


C.H.: –No. Son los países que no producen alimentos los que reciben el impacto, pero no es nuestro caso en la medida en que garanticemos lo que se llama seguridad alimentaria, desacoplando los precios internos e internacionales. Ese fue el debate de las retenciones o la fijación de cupos a la exportación en el caso del trigo.


A.V.: –La política monetaria estadounidense ha alimentado de dólares y provocado una devaluación del dólar, y hasta una especulación alrededor del precio de los alimentos... lo de Egipto, ¿no plantea una luz de alerta para los emergentes? El día que empezó la crisis subió el riesgo país en la Argentina...


C.H.: –No, nosotros podemos alimentar a 300 millones de personas, sería absurdo no tener políticas públicas para proteger a los ciudadanos argentinos. Hoy la presidenta recordaba cuando un referente de la Mesa de Enlace decía que el lomo tenía que costar 80 pesos y son esos mismos sectores los que hablan del impacto de los alimentos en el bolsillo. La realidad es que, si uno mira bien, los que hablan de esto son los formadores de precios, las grandes cámaras alertan sobre los riesgos de la inflación. Lo que quieren es enfriar la economía. Los precios suben porque ellos los suben, y lo hacen porque la gente tiene mayor poder adquisitivo. A fines de 2009 prácticamente hubo estabilidad de precios y fue un período de fuerte crecimiento del gasto público por las políticas contracíclicas del gobierno. Pero no hubo aumento, porque la gente estaba con miedo, había riesgo de empleo por la crisis internacional.


A.V.: –Otro argumento es que la inversión es insuficiente. En diciembre se alcanzó un pico en el uso de la capacidad instalada de más de un 82%, ¿eso tiene su impacto? ¿Hay un cuello de botella entre inversión, consumo y crecimiento?


C.H.: –Es probable, pero el problema sería preguntarse por qué no se invierte. Hay otros datos que hay que analizar, la remisión de utilidades al exterior también fue récord y esas utilidades son ganancias generadas acá. La rentabilidad es excepcionalmente alta. Tendría que haber regulaciones que obliguen a reinvertir. El sector petrolero ha sido el que más ha remitido utilidades al exterior, entonces, ¿por qué aumenta los precios? ¿En qué han variado sus costos?, o sólo se aprovecha una situación internacional para lograr mayores ganancias.


A.V.: –Dice que estamos frente a una puja distributiva donde actúan las grandes empresas como formadoras de precios. ¿Cómo entran en esta puja los trabajadores?


C.H.: –Ese terreno son las paritarias. Hay que saludar que existan. Los mil convenios que se firmaron durante estos años expresan que hay una situación adecuada. Es muy positivo que se esté discutiendo la participación de los trabajadores en las utilidades. Los defensores de la “seguridad jurídica” se horrorizan cuando escuchan hablar del reparto, pero eso está en la Constitución Nacional. Sólo piensan en la seguridad jurídica en términos de la propiedad privada, es decir de su propios intereses. Han subido la apuesta porque ahora piden la intangibilidad de la rentabilidad empresaria. Piden que el Estado no se inmiscuya en los márgenes de rentabilidad de las empresas. Si eso se acepta, la distribución del ingreso es una quimera. Las empresas debe tener rentabilidad pero es necesario que haya un techo, que se logra con regulaciones impositivas y con políticas que permitan intervenir en el análisis de los costos de las empresas. Limitar el libre albedrío de los formadores de precios.


A.V.: –Si la inflación no debe ser abordada como un síntoma, ¿qué opina de la política de la Secretaría de Comercio que, indudablemente, es empírica? ¿Cómo sería una reforma tributaria que ataque la enfermedad?


C.H.: –Cuando usted tiene fiebre, mientras buscan la enfermedad que tiene, le dan algo para bajar la temperatura. No está mal que haya medidas para atacar la fiebre, lo que digo es que no alcanza. La gravación impositiva por rentabilidad apunta a poner ese techo, si usted quiere ganar más a través de una manipulación de precios se lo va a llevar el impuesto. Una reforma impositiva progresiva del tipo de las retenciones móviles establece techos a la rentabilidad posible.


A.V.: –¿Que no se haya aprobado, impactó en los precios?


C.H.: –En ese momento no, porque justo coincidió con una caída de los precios internacionales.


A.V.: –¿Considera que se puede aplicar una política de “precio sostén”? ¿Cómo sería?


C.H.: –El modelo de los ’90 culmina un proceso, que se inició con la dictadura, de desmantelamiento del Estado, de desregulación, de dejar todo en manos del mercado. Uno de los rasgos del modelo vigente desde 2003 es revalorizar el rol del Estado como representante de los intereses de todos los integrantes de la sociedad y, como consecuencia de eso, poner las reglas para regular las relaciones entre los distintos sectores. Volver a recrear organismos que funcionaron o fueron eficaces como las Juntas reguladoras es una buena idea. ¿Que hacen? Garantizan el precio para los pequeños productores para que no queden en manos de los grandes monopolios que aprovechan el apuro y las necesidad de los pequeños. Aquí el Estado garantiza un precio y luego vende en el mercado internacional cuando corresponde vender. Una medida que daría estabilidad y certeza.


A.V.: –Hay sectores que plantean que la competitividad por tipo de cambio se agotó por la inflación. ¿Son los mismos formadores de precios? ¿Cómo se explica?


C.H.: –Algunos sí y otros no. Eso es discutible porque medir la competitividad por tipo de cambio es una idea limitada. La Argentina tiene un comercio internacional diversificado. La moneda brasileña se ha valorizado y la competitividad no se ha modificado. La competitividad se mantiene.


A.V.: –¿Hay tasa de interés negativa en la Argentina?


C.H.: –La presidenta hoy planteó al sector financiero que hay muchos préstamos al consumo y que hay que prestarle más al sector productivo. Pero no alcanza con un pedido a la espera de buena voluntad del sector financiero. Por eso presentamos un proyecto de ley de servicios financieros que apunta a orientar el crédito a las pymes. La población percibe que obtiene financiación a tasas muy bajas. Estima que con un crédito a tasa fija del 13% a 5 años, la variación, ya no de los precios, sino de su propio salario le va a licuar el impacto de la cuota. Hay que agregar otra cosa, muchos economistas ortodoxos consideran que no tener un buen índice de inflación no permite tener una buena discusión sobre los salarios. Pero ¿por qué en vez de partir de la inflación no partimos de la rentabilidad empresaria para discutir las remuneraciones? El problema es cuánto se lleva el capital y cuánto el trabajo.


Entrevista a Carlos Heller realizada por Alfonso Villalobos para "Tiempo Argentino".

Publicado en :

http://www.elargentino.com/nota-126291-Juntas-reguladoras.html

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