Páginas

lunes, 15 de noviembre de 2010

¿QUÉ ES LA GUERRA DE MONEDAS? -Y cómo nos afecta- , por Adrián Corbella (para "Mirando hacia adentro")


Los medios periodísticos de distinto tipo están hablando en estos días de la guerra de monedas, de los conflictos en el G-20 entre Estados Unidos y China, de las dificultades de países como Grecia , España, y Estados Unidos, para salir de las consecuencias de la crisis.
Para entender de qué nos están hablando debemos primero comprender ciertos conceptos que son centrales para la política económica y cambiaria.
Supongamos que usted tiene en Argentina una fábrica de tomates en lata. El valor de esa lata de tomates depende de una serie de factores muy diversos , de los valores de cosas tan dispares como la materia prima (tomates, lata, etiquetas, conservantes), el transporte, los salarios de los trabajadores, la energía, los impuestos, el costo de la publicidad y marketing, los seguros, el costo de mantenimiento y reposición del equipamiento de la fábrica, etc. Algunos de estos valores dependen exclusivamente de cuestiones internas (salarios, impuestos, entre otros) ; otros dependen de valores internacionales (por ejemplo la maquinaria que utiliza).
Mensurado todo esto, usted produce su lata de tomates a, vamos a redondear una cifra, 5 pesos. Si usted pretende exportar esa lata de tomates, y dado que el valor del dólar es de 4 pesos, usted puede venderla a 1 dólar con 25 centavos, y si la envía a Europa a un valor aproximado de 1 euro. (1)
Ahora bien : ¿Por qué en Argentina el valor de un dólar es de aproximadamente 4 pesos, y el de un euro es de cinco –pongo cifras enteras para hacer más simple el razonamiento-?...
Hay varias maneras de definir el valor de una moneda. Los liberales creen en la flotación libre, es decir, la moneda es una mercancía más en el mercado, y su valor depende de su escasez o abundancia. Si en ese mercado hay un exceso de dólares, esta moneda se deprecia y la local se fortalece ; si los dólares escasean, la moneda local pierde valor y la divisa norteamericana se aprecia.
La dificultad del sistema de flotación libre es que deja a los países desprotegidos frente a devaluaciones realizadas por otros gobiernos, e incluso frente a maniobras especulativas de sectores que generen un ingreso o egreso brusco de dólares en un mercado.
La otra forma de definir el valor de una moneda es fijarla por decisión política del estado, y dejando una flotación controlada. Es decir : cuando la cotización de la moneda local se empieza a alejar, hacia abajo o hacia arriba, de lo que las autoridades monetarias del gobierno consideran óptimo, el Estado (vía Banco Central en Argentina) sale a comprar o vender dólares, según sea necesario, para volver la moneda al valor que se desea.
La siguiente pregunta sería cuál es la importancia de que el dólar cueste 4, 3, 2 o 1 peso. Y aquí hay una cuestión clave. Del valor de la moneda local respecto a la divisa norteamericana (2) depende la competitividad de la economía. Es decir : si usted mantiene el dólar en un valor alto (como se viene haciendo en nuestro país desde el 2003), sus productos serán baratos para el mercado internacional, y podrá exportarlos. Generará trabajo interno y crecimiento económico.
Si, por el contrario, usted fija un dólar barato (como se hizo con el 1 a 1 y con la “tablita” de Martínez de Hoz), su producción interna no podrá competir con los valores internacionales, y toda la producción extranjera le resultará muy barata. Recibirá una invasión de productos importados baratísimos, que arrasarán su economía como si se tratara de un tsunami.
Una política de dólar barato, como la del 1 a 1, genera salida de capitales, destrucción del aparato productivo, desocupación … y sólo puede mantenerse en el tiempo con un continuo ingreso de capitales, es decir, generando una inmanejable deuda externa… El cierre de ese ciclo lo vivimos en el 2001.
¿Qué está pasando ahora en el mundo?...
Hay una crisis muy fuerte en algunas economías (como Estados Unidos, España y Grecia por citar algunas), comenzada en 2008. Un elemento central para salir de esa crisis sería devaluar sus monedas para aumentar la competitividad de sus economías. Pero esto es imposible para estos países.
Grecia y España no pueden devaluar porque carecen de moneda nacional. El euro es una moneda continental, y su devaluación no depende de la decisión de las autoridades nacionales.
Estados Unidos tampoco pueden devaluar, ya que su moneda es la de referencia, y por lo tanto no puede cambiarse la cotización del dólar respecto a sí mismo.
Pero tienen una salida para generar el mismo efecto que el de una devaluación : convencer u obligar a los otros países de que revaloricen sus monedas.
Los Estados Unidos han procurado en los últimos meses generar una revaluación de las monedas de China, América Latina y otros países a través de presiones directas , de las “recomendaciones” del FMI, y de la emisión sin respaldo de 600.000.000.000 de dólares (cinco veces la deuda argentina ; doce veces las reservas argentinas) para que esa superabundancia de dólares disminuya su valor, es decir, lo devalúe. Si el dólar se devalúa la economía norteamericana es más competitiva ; evita ciertas importaciones y puede exportar a mercados nuevos. Y entre las cosas que exporta, está su crisis.
Los países con políticas monetarias como la de Argentina, simplemente corrigen levemente su cotización del dólar para mantener la competitividad de sus economías.
Los países que sostenían una flotación libre de las divisas, se han visto en más problemas. El Brasil de Lula se manejaba con flotación libre. Por eso el real ha sido una de las monedas que más se valorizó frente al dólar (afectando la competitividad de los productos brasileños en el mercado norteamericano). Por ende, no debe extrañar que Dilma Rousseff ya ha anunciado que adoptará una política cambiaria más regulada, es decir, al estilo de la Argentina.
Visto desde el punto de vista local argentino, la conclusión sería que en tanto se mantenga la actual política de sostener desde el Estado un tipo de cambio competitivo, las olas de esta guerra cambiaria apenas van a salpicarnos.
El único riesgo para nuestra economía puede venir desde el sistema político, si le damos fuerza con el voto a aquellos candidatos que siguen atados a las concepciones neoliberales noventistas y que cuestionan las políticas intervencionistas del Estado en la economía.
Si en 2011 ganara un candidato que deje de sostener el valor del dólar, éste caería a una cifra mucho menor, lo que tornaría muy poco competitiva nuestra economía , generando un claro efecto desindustrializador. Eso además detendría el crecimiento , generaría mayor desocupación y obligaría a tomar nueva deuda externa.

Adrián Corbella, 12 de noviembre de 2010.


(1) : El valor concreto final al que esa lata de tomates podría venderse en un mercado extranjero sería algo mayor, debido a que, al exportar, se agregan otros costos, tal como impuestos y fletes.
(2) Hoy también se tiene en cuenta para fijar el valor óptimo del peso la relación con otras monedas, tal como el euro, el yen, el yuan y el real.

No hay comentarios:

Publicar un comentario