Che, ¿Ponemos a Fontevecchia y a Lanata o pasamos un cacho del discurso de Cristina y lo analizamos? Me imagino esta pregunta en la producción del programa de Tenembaum en TN un rato antes de la salida al aire. Una pena, decidieron pasar las entrevistas a los dos periodistas –independientes, claro– que brindaron sus análisis hechos antes de escuchar el discurso. Básicamente comunicaron su desagrado con una virtual medida antidemocrática, autoritaria y dictatorial. Y los pusieron en el aire sin importarles que a esa hora ya todos conocíamos que la Presidenta había dejado la cuestión en manos de la Justicia y el Poder Legislativo. ¿Qué nos informaron Tenembaum y Zloto esa noche? Todavía me lo estoy preguntando.Entendería que hubieran hecho la crítica más dura sobre la acción del Gobierno. Pero eso les pareció poco y prefirieron mostrarnos sus peores sospechas. Es que el periodismo independiente es tan efectivo que puede prescindir de los hechos, a él le es suficiente con decir qué piensa sobre “eso-que-cree-que-el-otro-puede-llegar-a-hacer”. En el convencimiento de que también conoce ¡las intenciones ocultas que lo llevarán a hacer “eso-que-cree-que-el-otro-puede-llegar-a-hacer”!Nelson Castro, dos días después, por el mismo TN demostró que no hacía falta el bochorno ni bordear la psicosis. Simplemente habló por teléfono con Papaleo. Nelson está hecho en la gran industria periodística y debe saber que él mismo es la primera noticia que debe cuidar.
Lo obvio es propaganda.
El caso Papel Prensa es complejo y no alcanzo a retener todos los detalles. Lo que sí logré retener es que tres diarios se juntaron con Videla para comprar una empresa que fabricaba papel de diario. Una empresa que al parecer era del banquero de Montoneros. (Yo era chico pero me acuerdo porque fue tal la imagen que construyeron de Graiver, que ese barbudo fue uno de los monstruos de mi infancia.)Entonces, le pregunto al periodismo independiente: ¿por qué descarta que un grupito de empresarios, puestos a hacer negocios con Videla y Cía., para comprar una empresa de Montos ladrones enemigos de la patria, muy probablemente hayan planteado la cosa como “saquémosles la empresa a estos terroristas y que se vayan a la puta que los parió”? ¿No sospecha que sería muy raro ver a Videla hacer un negocio con judíos apátridas, y que los judíos apátridas quedaran satisfechos con el pago y el trato recibidos? ¿No sospecha ni por un momento que si los militares podían torturar sólo para divertirse –sobran los testimonios– cuánto menos les habría costado torturar para hacer un negocio fabuloso?
Lo importante no calienta.
El periodismo independiente se pregunta por qué el Gobierno hace “ahora” lo de Papel Prensa. ¿Por qué no lo hicieron antes? Y también se pregunta, ¿por qué en la confección del documento no pusieron a personas más refinadas, más académicas y más honorables que Moreno (quien perdió el honor la primera vez que insultó a un empresario para que no aumentara sus márgenes de ganancias)?Se me ocurre algo: ¿por qué en lugar de preguntarse por Moreno, se pregunta si la Sra. de Noble, Magnetto, Mitre no deberían haber hecho el negocio con gente de mayor integridad que los genocidas? ¿Por qué en vez de poner sus sospechas en el momento en que se hace la denuncia –ahora– no se pregunta por el momento en que se decidió la compra de Papel Prensa? ¿Qué tal si se pregunta por qué empresarios de bien habrían querido hacer un negocio limpio juntando a sus amigos dictadores en el poder con sus enemigos perseguidos? ¿Por qué le sigue pareciendo más grave un funcionario gritón y quilombero que genocidas golpistas y sus socios civiles?
Los débiles me copan, boludo.
En el caso Papel Prensa, el periodismo independiente se muestra indignado con el Gobierno porque asegura que ésta no es la manera de “honrar la memoria”. Pone en duda el origen evidentemente impuro de Papel Prensa y mezcla el tema de la memoria histórica con un caso judicial gravísimo. Nos quieren hacer debatir de qué manera debemos recordar, en lugar de debatir si queremos justicia o no queremos.Ejemplo Lanata, que no acordando con el estilo oficial de recordar, dice que se pone del lado de los débiles: Magnetto, Mitre, Biolcati, los débiles que anda defendiendo en los últimos tiempos. Lanata, junto al débil Mata (que dejó en la calle a sus poderosos empleados que confiaron en su proyecto Crítica) y con el débil Dr. Cavallo, que ahora defiende a la débil Sra. Noble en un caso de lesa humanidad. Los débiles que deben enfrentarse a Moreno y su bolsa de El Mundo del Juguete. Débil también Lanata, honra la memoria histórica explicando que Montoneros era un grupo de gente que asesinaba a otra gente en oscuros sótanos, como un Clan Manson peroncho. Es así cada vez que Tenembaum lo invoca como un chamán que le autoafirma que lo de Papel Prensa es una patraña más del loco Kirchner. Que está tan loco de poder que el boludo se pelea con el Grupo Clarín, una empresa que a decir del mismo Lanata/Tenembaum ¡no tiene poder! Como la bolsa de nylon de Moreno, el único patotero del mundo que en lugar de apretarte en un callejón oscuro con una sevillana se manda frente a cámaras y monta una escena con gritos y juguetes.
Galileo, el Ultra-K.
El periodismo es el arte de hacerse preguntas. Hay un periodismo que se pregunta, ¿qué pasó con Papel Prensa? y le hace un reportaje a Isidoro Graiver, protagonista de los hechos. Pero el periodismo independiente es más vivo y sospecha del Gobierno, entonces se pregunta: ¿por qué lo hacen?, ¿con quién lo hacen?, ¿por qué ahora?, ¿para qué lo hacen?, ¿cómo lo hacen? y se pregunta entre colegas –que se hacen las mismas preguntas– y responden con sus propias conjeturas. Y les pregunta a los políticos que comen en la casa del principal acusado, y ellos le responden con la boca llena.Es el periodismo independiente. Él cree que más allá del enriquecimiento ilícito y la corrupción estatal hay tortugas gigantes y un abismo donde se le acaba el mundo. Por eso rema en el aire mientras nos describe su interminable y catastrófica travesía.
por Carlos Barragán
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El subrayado es nuestro [Mirando hacia adentro]
Barragán es un poco como Gardel...
ResponderEliminarCada vez escribe mejor.
¡Grande Barra!