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lunes, 14 de junio de 2010

Entre el Nobel de la Paz y el tango. CARLOTTO EN SUDÁFRICA


NOTA APARECIDA EN "EL ARGENTINO", edición digital del 14 de junio de 2010.


14-06-2010 / Al inaugurar el Pabellón Argentino por el Mundial, Estela de Carlotto, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, aclaró que “recuperar un nieto vale mucho más que un Nobel”. Mañana visita a la concentración de la Selección en Pretoria, invitada por Diego Maradona.
Carlotto
En el corazón de Sandton City, una zona de Johannesburgo que se parece más a Manhattan que a San Pablo, y justo frente al Mandela Square, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, dejó inaugurado anoche el Pabellón Argentino en el World Football House, un espacio de difusión cultural, política y económica ideado por la embajada argentina en Sudáfrica para aprovechar el impulso del Mundial 2010 y que estará abierto al público hasta el 11 de julio cuando concluya el torneo. A las dieciocho en punto, justo cuando la noche se hace plena en Johannesburgo, el embajador Carlos Sersale Di Cerisano, invitó a la presidenta de Abuelas a cortar la cinta inaugural del pabellón, al tiempo que recordó su larga trayectoria por la justicia y la memoria en la Argentina y la posibilidad cierta de que esa lucha pueda ser galardonada con el premio Nobel de la Paz para el que la entidad está nuevamente postulada este año. Carlotto aprovechó la presentación para establecer similitudes entre el proceso de liberación del Apartheid que llevó adelante el pueblo negro sudafricano bajo el liderazgo de Nelson Mandela (que culminó en 1995 con el triunfo en las urnas del líder negro) y la larga resistencia a la dictadura en la Argentina. “Siento una gran emoción de estar en Sudáfrica y me pone muy feliz que sea el deporte el que sirva para unir a los pueblos de tantos países”. Aludiendo directamente a la candidatura al Nobel, Carlotto reiteró que la misma no puede ser tomada en términos personales, “yo soy la cara pública que represento al resto de las Abuelas, pero nosotras sentimos que un galardón de estas características tiene el valor simbólico de reconocer el trabajo de una organización y del pueblo argentino”. Con voz emocionada, la titular de Abuelas reconoció que “si se da lo de ganar el Nobel, bienvenido sea, porque hace más de treinta años que venimos trabajando para recuperar a nuestros nietos apropiados en más de quinientos campos de concentración que tenía la dictadura argentina. Pero no puedo perder de vista que para nosotras recuperar un nieto, vale mucho más que un premio Nobel”. Después, más distendida, elogió la presencia en el acto de Osvaldo Ardiles, pieza clave en la Selección campeón del mundo en 1978, y recordó: “Mi marido era fanático del juego de Ardiles y su fanatismo por el fútbol me lo fue contagiando con los años”. La mención futbolera de Carlotto no fue circunstancial, ya que mañana tiene en agenda una visita a la concentración de la Selección en Pretoria, por invitación especial de Diego Maradona. “Y si Diego me lo pide me pongo la camiseta y salgo a jugar”, bromeó. Después, se dedicó a recorrer la muestra fotográfica (del fotógrafo personal de Diego, Carlos Luengo), a bailar un tango –pese a tener una molestia en los meñiscos de su pierna derecha– y a sacarse fotos con las miss de cada país participante del Mundial.
Publicado en :

http://www.elargentino.com/nota-94749-Entre-el-Nobel-de-la-Paz-y-el-tango.html

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