INDEC, INFLACIÓN Y AJUSTE , por Adrián Corbella (para “Mirando hacia adentro”)

Los medios opositores y los ciudadanos comunes que se informan por ellos suelen quejarse reiteradamente por la inflación, y por las cifras que da el INDEC sobre ella. Sostienen que el INDEC dibuja las cifras para presentar un índice menor al real, y citan a “fuentes privadas” que generalmente duplican las cifras dadas por el organismo oficial. Como el objetivo de este artículo es hablar sobre la inflación y no sobre el INDEC, voy a aceptar en forma provisoria, y aún no estando del todo seguro de la fiabilidad de esos cálculos “privados”, las cifras que da la oposición.

Ahora bien: ¿Qué es la inflación?, ¿Por qué se produce?, ¿Cómo se la combate?, ¿Cuáles son sus consecuencias negativas?, ¿Tiene consecuencia positivas?,¿Sería deseable eliminarla completamente?, ¿Cuál es la responsabilidad de los gobiernos?, ¿Cuál es la responsabilidad de los sectores empresarios?, ¿Cómo juega aquí el concepto de “ajuste”?... Sobre éstas y otras preguntas similares quiero hacer aquí una breve (o no tan breve) reflexión.

Los argentinos hemos sufrido procesos altamente inflacionarios en diversas oportunidades, pero los más dramáticos fueron las “hiperinflaciones” (1) que se dieron en torno al fin del gobierno de Alfonsín y el comienzo del de Menem. Habíamos sufrido antes procesos análogos en sus consecuencias, como el “rodrigazo” de los años ’70.

El pánico que estos procesos inflacionarios produjeron en la gente llevó a Menem a transformar la lucha contra la inflación en uno de los ejes de su administración, y por ello generó, merced al mecanismo del 1 a 1, el efecto de planchar la inflación y lograr incluso alguna deflación (descenso de precios). Debemos aclarar que este “congelamiento” se dio en el marco de unos precios que, a valor dólar, eran altísimos, por lo que resultaba materialmente imposible que subieran más.

Ahora bien : ¿Era este congelamiento y posterior deflación deseable?... Porque debemos recordar que fueron acompañados de largos años de RECESIÓN (es decir, de decrecimiento económico), sumados a un agravamiento de la situación social (ampliación de la brecha ricos-pobres, desocupación, inseguridad, crecimiento de la marginalidad social y laboral).

En primer lugar, debemos señalar que la INFLACIÓN es un rasgo normal de una economía que crece. En este contexto (economía en crecimiento), la inflación es el aumento de precios provocada por el aumento de la demanda de productos. Es decir, al haber más gente con dinero como para comprar los productos, el dueño de los mismos regatea y pretende más dinero por ellos. Esta inflación como fenómeno normal de una economía no debe ser excesivamente alta ; cuando crece en exceso se transforma en un problema.
Hay tres maneras principales de controlar esta inflación :
a) Que los productores aumenten la oferta de productos para compensar el incremento de la demanda.
b) Que el Estado imponga compulsivamente precios controlados o llegue a “acuerdos de precios” con los productores (ésta última estrategia se ha realizado, con éxitos muy modestos, bajo este gobierno).
c) Que se realice un enfriamiento de la economía vía AJUSTE, es decir, adoptar una política de “austeridad” que baje el gasto público, congele o disminuya salarios y aumente impuestos para de esta manera disminuir la cantidad de dinero que la gente tiene en el bolsillo, lo que disminuye automáticamente la demanda. De esta “solución” hablaremos luego más extensamente.

¿Hay otras causas del proceso inflacionario?...
Si. La más clásica tiene que ver con la emisión monetaria. En momentos de crisis económica, cuando el Estado tiene muy pocos recursos, muchas veces recurre a la emisión de billetes sin respaldo . Esto hace caer la cotización de la moneda en relación al dólar, y, como cada billete vale menos, hacen falta más billetes para comprar un bien determinado. Este fue el tipo de inflación que se dio muchas veces en la Argentina, en los años ´80 por ejemplo, pero no responde a la realidad actual, en la cual la economía crece y el gobierno acumula sin cesar divisas en el Banco Central, en valores muy superiores a los necesarios para sostener el valor del circulante.
Algunos economistas liberales ortodoxos señalan a los aumentos salariales como causa de la inflación. Esto no es demasiado exacto, ya que, en los costos de producción de una empresa figuran diversos factores (materia prima, energía, mano de obra, entre otros), por lo que la incidencia del valor de la mano de obra es un determinante PARCIAL de los precios (Es decir, un aumento del 10% de los salarios no tiene porqué producir un aumento de precios del mismo porcentaje, a menos que aumenten también los demás factores).

De todas maneras, ninguna de éstas dos causas son el determinante de la inflación en la Argentina actual.
EL PRINCIPAL MOTIVO DE LA INFLACIÓN, FUERTE SOBRE TODO EN ARTÍCULOS DE PRIMERA NECESIDAD COMO LOS ALIMENTOS, TIENE QUE VER CON LA INTENCIÓN DE LOS PRODUCTORES DE APROPIARSE DEL PLUS SALARIAL QUE SE ENCUENTRA EN LOS BOLSILLOS DE LA GENTE.
Es decir, si la gente tiene más dinero porque su sindicato ha logrado un aumento de salarios o porque el gobierno le paga la ASIGNACIÓN UNIVERSAL POR HIJO, el empresario, en lugar de aumentar la oferta de productos, pretende VENDER LA MISMA CANTIDAD DE PRODUCTOS A UN PRECIO MAYOR.
En otras palabras LA INFLACIÓN NO LA PROVOCA EL GOBIERNO SINO LOS EMPRESARIOS PRIVADOS, PERO LA GENTE NO SE ENOJA CONTRA ÉSTOS SINO CONTRA LAS AUTORIDADES.

Hasta aquí hemos contestado a las tres primeras preguntas. Vamos a hablar de las dos siguientes.
El efecto negativo de la inflación es un deterioro de la capacidad de compra de los salarios. No es igual para todo el mundo ya que afecta principalmente a aquellos que tienen ingresos fijos. Los mecanismos de discusión salarial (paritarias) son los que permiten disminuir el efecto negativo de ese proceso, y aquí todo depende de la capacidad de negociación de cada gremio, o de la condición laboral de cada trabajador (los trabajadores en negro son los más perjudicados).
Si suponemos que la cifra del INDEC no es correcta. ¿Cuál es el efecto de esa “mentira”?... Lo negativo sería que baja el techo de aumento en la discusión salarial de los gremios, pero el aspecto indudablemente positivo es que BENEFICIA A AQUELLOS QUE PAGAN ALQUILERES O TASAS HIPOTECARIAS QUE SE ACTUALIZAN SEGÚN EL ÍNDICE DE INFLACIÓN OFICIAL.

Pasamos a otra de las preguntas. ¿Sería deseable que no hubiera inflación?...
Y aquí me remito a lo que escribí al comienzo. LA INFLACIÓN ES UN SIGNO DE NORMALIDAD EN UNA ECONOMÍA EN CRECIMIENTO. LA DEFLACIÓN INDICA QUE LA ECONOMÍA ESTÁ MUERTA O GRAVEMENTE ENFERMA, como sucedió en los largos años de recesión del menemismo y delarruísmo.

En lo referente a responsabilidades, ESTA INFLACIÓN QUE TENEMOS ES RESPONSABILIDAD EXCLUSIVA DE LOS SECTORES EMPRESARIOS QUE PRETENDEN GANAR MÁS SIN PRODUCIR MÁS, que pretenden apropiarse gratuitamente de los recursos que el Estado otorga a los sectores más desfavorecidos.
¿Qué responsabilidad tiene el Estado?... Se le puede echar en cara el escaso éxito al tratar de controlar los precios de los artículos de primera necesidad. Pero no debemos olvidar que, COMO LOS PRODUCTORES DE ALIMENTOS SE ENFRENTARON AL GOBIERNO EN 2008, TODA MEDIDA CONTRA ELLOS ES TOMADA POR LOS MEDIOS MONOPÓLICOS COMO UNA “VENGANZA POLÍTICA”, en lugar de verla como una medida destinada a mejorar la situación económica.

Dejé para el final a propósito el concepto de ajuste. Porque uno escucha a diario a ciudadanos con escasos conocimientos económicos que el ajuste ya se está haciendo vía inflación. Y aquí yo quería puntualizar algunas cuestiones.
AJUSTAR significa emprender políticas que RALENTICEN EL CRECIMIENTO, DISMINUYAN LOS INGRESOS DE LA GENTE Y GENEREN DESOCUPACIÓN. De esa manera, al haber menos dinero en la calle, al haber más desocupación y más marginalidad, disminuye drásticamente la demanda y los precios DE LOS ARTÍCULOS DE PRIMERA NECESIDAD se planchan o incluso disminuyen. Los servicios públicos son otra cuestión. Uno no puede dejar de pagar la luz, el gas o el agua, por lo que éstos servicios pueden aumentar, es incluso DESEABLE QUE AUMENTEN, pues ello incrementa el carácter “enfriador” de las medidas al dejar menos recursos en los bolsillos de la gente para comprar productos de primera necesidad.
De esta manera, LA INFLACIÓN DESAPARECE. Porque la inflación es una especie de enfermedad leve de las economías en crecimiento, pero LOS MUERTOS NO SE ENFERMAN. Una economía en recesión no tiene inflación ; por el contrario, como pasaba en los últimos años de Menem y con De La Rúa, tiene DEFLACIÓN, disminución de los precios.

ES DECIR :

CON INFLACIÓN SU SALARIO PUEDE DETERIORARSE LENTAMENTE (dependiendo de cómo negocie su sindicato), PERO USTED SIGUE TENIENDO TRABAJO, VIVIENDO Y EDUCANDO A SUS HIJOS.

CON AJUSTE, SU SALARIO SE DESPLOMA DRAMÁTICAMENTE, O QUEDA SIN TRABAJO Y DEJA DE COBRARLO, POR LO QUE LOS PRECIOS SE “PLANCHAN” O QUIZÁS INCLUSO DISMINUYEN, PERO USTED NO PUEDE COMPRAR NADA PORQUE QUEDA FUERA DEL SISTEMA.

Creo que, y con esto termino, mi conclusión (no sé cual será la suya) es bastante clara. Tenemos inflación. No sé si la que dice el gobierno o la que dicen los medios “independientes” (opositores). Frente a esta situación, hay dos alternativas :

EL GOBIERNO PRETENDE CONTROLAR LOS PRECIOS

LA OPOSICIÓN QUIERE HACER UN AJUSTE DRÁSTICO

EN 2011 HAY ELECCIONES PRESIDENCIALES ...

USTED ELIGE

Adrián Corbella, 9 de mayo de 2010.

(1) Algunos señalan que nuestra “hiperinflación” no llegó a serlo. Afirman esto porque comparan con la pavorosa hiperinflación alemana de los años ’20. En 1923, en Alemania, el valor de un kilo de carne subió en pocos meses de 1,5 marcos a 1.200.000.000 de marcos, debido a lo cual la moneda dejó de existir . Es decir que una cifra que pudiera tener ahorrada una familia de clase media, que alcanzaba para comprar, por ejemplo, una propiedad inmueble, a los pocos meses no alcanzaba ni para comprar un kilo de carne. Eso es hiperinflación. La moneda muere (y con ella los ahorros).