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lunes, 28 de febrero de 2022

NO RECUERDO QUE ESTADOS UNIDOS HAYA SUFRIDO LAS MISMAS SANCIONES

 

Ucrania: la historia del Batallón Azov, por Gustavo Veiga (para "Página 12" del 28-02-22)


 
Cuando Putin habla de "desnazificar" se refiere a este grupo


Es un mosaico de jóvenes cautivados por la ultraderecha, nostálgicos de la Alemania de Hitler, barrabravas de clubes ucranianos, todos amalgamados ahora para defender su territorio de las tropas enviadas desde Moscú. 

Gustavo Veiga

Por Gustavo Veiga

28 de febrero de 2022




El Batallón Azov opera como una empresa para la guerra. Tiene su página de reclutamiento donde ensalza la gloria de sus muertos en la campaña del Donetsk. Su símbolo es el Wolfsangel, de inconfundible linaje nazi y prohibido en Alemania. Llamado igual que el mar cercano donde nació al este de Ucrania, tiene una fama temible de la que no puede ufanarse el ejército regular que intenta repeler la invasión rusa. El Departamento de Estado de EE.UU lo calificó como “grupo de odio nacionalista” y en eso coincide bastante con Vladimir Putin. Es un mosaico de jóvenes cautivados por la ultraderecha, nostálgicos de la Alemania hitlerista, barrabravas de clubes ucranianos, todos amalgamados ahora para defender su territorio de las tropas enviadas desde Moscú. Adiestran a inexpertos en el uso de armas, pero también reclutan a militares curtidos. No son improvisados y sí el presidente ruso habló de desnazificar a su país vecino, se refería sin duda a ellos. 


No son los únicos en esta disparada a tomar los fusiles Kalashnikov o usar bombas Molotov convocados por el presidente ucraniano Volodimir Zelenski. El exdiputado popular de Ucrania, Semyon Semenchenko, convicto por contrabando de armas, lideraba una formación paramilitar, bajo la apariencia de una empresa militar privada. Su emprendimiento incluía a más de 150 personas y operaba bajo el status de una compañía de seguridad, hasta que la policía la desbarató. Importaba repuestos militares y otros productos bélicos desde Rusia que no pasaban por el control aduanero y se los vendía al Estado a precios inflados.


Semenchenko acaba de ser dejado en libertad a cambio de alistarse para defender su país. Pasó de ser acusado de mercenario por el gobierno de Zelenski a combatiente en defensa de la patria. Su grupo no tenía la reputación de combate del Batallón Azov, ni puede jactarse de haber actuado con éxito desde 2014 en las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk. Tampoco cuenta con el reconocimiento oficial de regimiento dentro de la Guardia Nacional ucraniana.


La reputación nazi que se ganaron los integrantes de Azov no es solo una obsesión atribuida a Putin para revalidar su campaña contra el gobierno de Kiev o justificar la invasión. El primer comandante del batallón fue Andriy Biletsky, exparlamentario y uno de los líderes de Cuerpo Nacional, agrupación política de extrema derecha que le permitió alcanzar un escaño en la Rada Suprema (el parlamento de Ucrania) entre 2014 y 2019. Cuando finalizó su mandato no pudo revalidarlo en las elecciones, ya integrado al partido Svoboda, ultranacionalista y que tiene como referente histórico a Stepan Bandera. Este último fue un dirigente al que se considera criminal de guerra y que colaboró con la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial. Después se dio vuelta contra los alemanes, fue deportado a un campo de concentración y sobrevivió. La KGB lo mandó a asesinar en 1959 en Munich. Hoy los ultraderechistas lo reivindican en Ucrania como a un héroe.


Desde su página oficial (https://azov.org.ua/) Azov define el perfil de combatiente que busca sumar a sus filas: “Ser un guerrero y defender a tu país es un asunto digno de respeto y honor. En un momento difícil, cuando el enemigo intentó invadir descaradamente nuestro país, los ucranianos más valientes se unieron para una resistencia digna. Porque el patriotismo son hechos reales, coraje y honor, no solo llevar un galón”. Las fotografías y videos que ilustran su web son un canto wagneriano a la defensa de Ucrania. Se ven alistamientos de tropas, ensayos de combates, utilización de armamento pesado y una envergadura de desplazamientos que no son los de un grupo improvisado o de voluntaristas.


El Batallón se confiere legalidad desde su propia constitución en 2014, durante el levantamiento contra el golpe de Estado en Kiev de las repúblicas ahora reconocidas por Rusia de Donetsk y Lugansk. “El Batallón Azov se estableció el 5 de mayo de 2014 en Berdyansk como un batallón del servicio de patrulla policial especial (BPSMOP) del Ministerio del Interior sobre la base de una decisión del Ministerio del Interior de Ucrania”. Las referencias que pueden leerse en su página oficial traducida del ucraniano al español abundan en detalles sobre su declamada legitimidad jurídica: “El 17 de septiembre de 2014, por orden del Ministro del Interior de Ucrania, el Batallón Azov se reorganizó y se amplió al Regimiento de Policía Especial Azov del Ministerio del Interior”.


Los neonazis de Azov glorifican a sus integrantes caídos en combate y las acciones militares que emprendieron en la región del este de mayoría rusófona. Dicen de Serhiy Ambros que “era un hombre muy inteligente y culto. Se graduó de la escuela secundaria con medalla de oro, se interesó por el deporte y la vida patriótica de su ciudad natal”. Cuentan de Mykola Troitsky que “murió bajo el seudónimo de Akela y dio su vida por Ucrania. Permanecerá para siempre en nuestra memoria como un verdadero lobo de Odessa”. De otros muertos en escaramuzas con las fuerzas prorrusas se remarca su pertenencia como “ultras” (nuestro equivalente a barrabrava) de diferentes clubes de fútbol como el Poltava, de la Primera División o el FC Sumy.


Un periodista canadiense, Michael Colborne, es autor de un libro sobre este grupo armado. Contó - citado por Télam - durante un seminario virtual organizado por la ONG Counter Extremism Project, que el Batallón Azov “dejó de ser solamente una unidad militar afiliada a la Guardia Nacional del país y generó extensiones como el llamado Cuerpo Civil Azov para alcanzar algo así como a los sectores no militares de la sociedad; en 2016 se expandió en el partido político Cuerpo Nacional y surgieron otras ramificaciones afiliadas y no afiliadas de lo que se conoce como el Movimiento Azov”. Colborne es el mismo que escribió: “Ucrania realmente tiene un problema de extrema derecha, y no es una ficción de la propaganda del Kremlin. Y ya es hora de hablar de eso”. Fue en Forward, un diario judío-estadounidense que se publica en inglés e idish, en diciembre pasado.


gveiga@pagina12.com.ar



Publicado en:

https://www.pagina12.com.ar/404472-ucrania-la-historia-del-batallon-azov

CRISTINA: "Hoy sigo pensando lo mismo"



Cristina Fernández y Héctor Timerman

 

 

El abuelo ucraniano, por Ricardo Krakobsky

No son todos nazis. Pero que los hay, los hay



Mi abuelo paterno, Jaime, era ucraniano. Habitaba en la provincia más sureña de las que el Zar permitía habitar a los judíos. Se trataba de territorios siempre en disputa, de sinuosas fronteras pero incuestionablemente parte del Imperio Ruso que, como todo Imperio, no andaba con chiquitas a la hora someter y suprimir nacionalidades, culturas y provincianías.

Durante gran parte del siglo XIX, los judíos de la región debían alojarse en un corredor que ocupaba comarcas que hoy pertenecen a Polonia –con centro en Cracovia-, el sudoeste de Bielorrusia, gran parte de Ucrania, Moldavia, norte de Rumania. Allí, y sólo allí, la comunidad hebraica gozaba de algún derecho civil, podía comerciar con acotada libertad y trasladarse sin ser muy molestada. Fuera de esos territorios, los cosacos tenían “libre disposición” de los cuerpos y las almas. Por este motivo, la población judía se instaló y creció entre los suburbios de Varsovia al norte y Besarabia al sur.

Justamente de Besarabia eran mis abuelos. Hoy es un territorio que se reparte entre Ucrania, Moldavia y Rumania. E incluye un curioso y novísimo país, llamado Transnitria -cuya independencia está en etapa de parto y Moldavia no quiere largar-. Mi abuelo, Jaime Krakobsky, era de un pueblito ucraniano cercano a Odesa. A mi abuela, Amalia Firdman, le tocó la nacionalidad rumana; nació en un pueblito a la vera del río Dniester. Digo “le tocó” porque con diferencia de décadas podría haber sido rusa, ucraniana, moldava y sus nietos, de haber nacido allá, transnitrianos. De algo estaba segura, era de Besarabia.



Pero todos sus nietos -y ella misma, por adopción y querencia- fueron son y serán argentinos. Justamente, es bueno aquí, hacer una digresión ponderando lo que significa “una tierra de paz”. Mis abuelos se conocieron aquí, vivían a pocos kilómetros en Europa pero se conocieron, se casaron y tuvieron sus hijos en una casa del Partido de Lincoln, al oeste de la provincia de Buenos Aires, donde Jaime se dedicó con pericia de gaucho a faenar y vender hacienda de sus vecinos criollos, italianos y vascos; y Amalia se convirtió en una paisanita cuyas trenzas podrían ser objeto del mejor verso de milonga campera. A nadie le importó procedencia o fe religiosa. Por el contrario, en Europa, los vecinos “nacionalistas” moldavos, ucranianos o rumanos de las aldeas los hubieran despreciado de por vida, con o sin guerras, sólo porque eran hijos de judíos.

Mi abuelo hablaba ruso, el idioma del imperio. Y también hablaba idish, el idioma de la resistencia. Y aquí aprendió el castellano con bastante ductilidad. La ductilidad que otorga la necesidad. No tengo noticias de que haya hablado ucraniano. Este dato es importante para empezar a entender que ni antaño, ni en la actualidad, los límites geográficos políticos y culturales tienen por qué coincidir. Nunca negó su nacionalidad ucraniana, por la que sentía un excéntrico orgullo. En su amor por la Argentina, solía comparar la pampa con la campiña ucraniana como si fueran tierras paralelas por su riqueza agropecuaria. Conoció allá, e implementó acá, los secretos del facón y del lazo. 

No me sorprende en lo más mínimo que el gobierno de Ucrania de Zelenski tenga pelaje de nazi, camine como nazi y levante la patita como nazi. Ni que pululen las esvásticas en improvisadas banderas amarillas y cerúleas. Tampoco que persigan a los habitantes de dos de sus provincias que se reconocen “rusos” y lleven adelante una política de “exterminio” con ellos.

Que un comediante mediático, acabado producto de la televisión -ese artefacto acumulador de basura que ha creado la humanidad y que ha perpetuado en otros formatos más interactivos, íntimos y subliminales- haya acumulado votos con su propaganda xenófoba y violenta, tampoco asombra, en la época de los Bolsonaro y los Johnson. Más aún después del recursivo Berlusconi.

Y no asombra tanto neofascismo (divina tv führer) sencillamente porque hace ochenta años el ejército alemán de Hitler recorrió las antiguas “provincias judías” (llamo así a las que estaban permitidos los judíos) bien recibido por muchos de los vecinos “no judíos ni gitanos”, a punto tal que le facilitaron el trabajo entregando familias enteras -después de más de un siglo de “convivencia” bajo las normas del Imperio y de más de quince de poblarlas y trashumarlas-, en nombre del nacionalismo ucraniano (también ocurrió en nombre del rumano, el moldavo, el polaco…).

Los nazis “aliviaban” a Ucrania tanto del “comunismo ruso” como del “judaísmo apátrida” y encontraron, entre los serenos pobladores que extrañaban los tiempos del precolectivismo,  a cómplices perfectos de sus crímenes más alevosos. Es incontable cuántos ucranianos judíos, gitanos, o simplemente funcionarios soviéticos, terminaron en Auschwitz u otros campos, pero fueron muchos más que los 45.000 encontrados en una fosa común en el propio territorio ucraniano. 

Descuento que hubo actitudes solidarias como ocurrió a lo largo y ancho del continente. Seguramente algunas heroicas. Como en otros países, durante la ocupación nazi hubo resistencia partisana, fundamentalmente porque Ucrania ya era una República Soviética. Pero estas excepciones no pueden ocultar la vergüenza de la delación generalizada, del señalamiento, de la entrega en plaza pública. En aquellas circunstancias es difícil juzgar y distinguir entre el miedo (que habrá habido) y el odio (que hubo).

Puedo suponer que algunos de esos cuerpos, como algunos de los 60.000 hallados del lado “rumano” de la frontera habían pertenecido a primos, padres, sobrinos, tíos, amigos, vecinos, de Jaime y de Amalia. Pero nunca se enterarán, por la sencilla razón de que ambos habían cruzado el Atlántico en 1905, y en pocos años fueron cortando toda comunicación con Europa.

La salida del joven Jaime de Ucrania es novelesca y requiere un artículo extra. Pero fue otra guerra la que lo expulsó: el enfrentamiento del Imperio ruso con el japonés. Cuando el ejército ruso fue a alistarlo compulsivamente como a tantos, mi abuelo ya acariciaba ideas anarquistas y se alejaba de todo tradicionalismo hebraico. Tomó valor y huyó. La leyenda familiar cuenta que se travistió como mujer para evadir el control zarista en la frontera. Es raro. Osado. Pero no había modo de que un “varón” pudiera escapar del alistamiento. Como haya ocurrido, fue novelesco; atravesó el continente europeo y llegó embarcado a Buenos Aires.

No sólo escapó de esa guerra que se libraba en la Manchuria (tan lejos de Besarabia como del Golfo de México), sino que ya estaba argentinizado y se había hecho seguidor del peludo Hipólito Irigoyen cuando la Ucrania de la Rada burguesa y nacionalista se enfrentó con la Rusia del bolcheviquismo que significó una herida imborrable en la historia de ambas naciones, y que pareciera regresar un poco más de un siglo después con otras ropas ideológicas.

Esa osadía de Jaime (del viaje de Amalia no hubo relatos familiares) le evitó también asistir a la transformación de Ucrania en nación comunista. No sabemos cómo le hubiera asentado tal acontecimiento al ya no tan joven ni tan rebelde Jaime. Es imaginable tanto que se hubiera adaptado de forma entusiasta como que hubiera ido a parar a la Siberia. Y por último, sí lo salvó de la prácticamente asegurada muerte nazi.

Por no haber vivido nada de eso, el abuelo sentía cierta añoranza por las praderas ucranianas de su infancia, y agradecía a la Argentina tanto parecido físico sumado a tanta libertad y trato fraterno.

La inestabilidad política, las ideas de exclusión del otro, el fragor de las ideologías impuestas, monarquía imperial, stalinismo, la democracia actual que legitima al neonazismo, y la guerra como horizonte cierto de resolución de los conflictos parece signar aquellos territorios que hoy vuelven a arder.

Es bastante extraño indagar en la historia de Ucrania y advertir que hace exactamente 100 años, sus soviets lideraban la necesidad de integración con Rusia y con otras naciones fraternas y socialistas. Todo de lo que hoy abjura y repudia.

Las independencias de Donetsk y Lugansk del dominio ucraniano; la independencia de Ucrania del posible dominio Ruso; la súplica de las naciones residuales de la Europa oriental por ingresar a la OTAN (que significa pedir que un ejército extranjero imperial se haga cargo de la debilidades propias o tal vez de la sinrazón de las fronteras); la independencia de Transnitria de Moldavia, y la de ésta de Rumania; son, todas, cuestiones que mueven a otra nostalgia (ya no del abuelo, que falleció hace 55 años en el conurbano bonaerense, sino de su nieto): la de la unidad, la paz y la convivencia mundial.

Enunciado así parece una paparruchada, un lugar común de circunstancia, una publicidad de pasta dental. Pero se trata de otra cosa que paso a explicar: las luchas populares que enaltecieron la historia de la humanidad son aquellas que pretendieron construir bloques comunes y hasta comunitarios, de comprensión y ayuda mutua. Tradición nuestra que me llega por todos lados: desde un cosmopolitismo heredado de tanta migración acumulada hasta la sentencia constitucional de “para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino”; desde el sueño fraterno de la Patria Grande, sanmartiniano, bolivariano, hasta la creación de concretos organismos multilaterales entre “iguales”.

La disolución de la URSS, la hegemonía de capitalismo imperial y financiero y el mercado empobreciendo ideologías y mesas populares han traído como consecuencia que ya ningún líder que se precie convoque a la solidaridad mundial como nos tuvieron acostumbrados los movimientos del tercer mundo, las cartas y libros del General Perón o las alocuciones de Fidel Castro en organismos internacionales.

En terminos peronistas… el conflicto en Ucrania me trae nostalgia por la “hora de los pueblos”, que en lugar de fiebres separatistas tuvieron voluntades de cambio en la casa común.



por 

Ricardo Krakobsky

domingo, 27 de febrero de 2022

¿Qué tiene Putin en la cabeza? , por Dante Augusto Palma



 

En los últimos meses, y a partir de una serie de acusaciones que retoman las teorías conspirativas de la denominada “Guerra Fría”, Rusia ha vuelto a estar en el eje de la prensa occidental para ir, de a poco, constituyéndose en uno de los “Cucos” de Occidente. Ya no tenemos a Iván Drago con cara de malo peleando contra Rocky pero Netflix y HBO hacen su aporte con una profusa cantidad de material propagandístico que estimula las pesadillas de quienes, de este lado del mundo, sobre todas las cosas, sabemos muy poco de lo que sucede y de lo que es Rusia. 

En este sentido, antes de brindarles un material que reproduzca prejuicios e ignorancia, propongo aproximarnos a la mirada de alguien que puede ayudarnos a comprender el rol de Rusia y el pensamiento de Putin. Se trata de un autor que ha trascendido los límites de su país a tal punto que ya es posible conseguir parte de su obra traducida al castellano. Me refiero a Aleksandr Dugin.

Con total sensacionalismo, algunos medios presentan a Dugin como “el Rasputín” de Putin y estupideces por el estilo, abonando, una vez más, la fantasía de que detrás de todo siempre hay un hombre malo que, si es ruso y tiene barba larga, debe ser muy malo y debe tramar cosas muy pero muy feas. Pero si pretendemos ser algo más serios digamos que Dugin nació en Moscú, en 1962, posee una vasta formación en disciplinas humanas y sociales que lo ha llevado a publicar enorme cantidad de libros sobre temas diversos y tiene alguna cercanía crítica con Vladimir Putin. En lo que a nosotros concierne, Dugin ha sobresalido por la defensa del “eurasianismo”, su perspectiva de un “mundo multipolar” y por lo que dio en llamar “Cuarta Teoría Política”.

Combinando elementos de dos controvertidos filósofos alemanes como Carl Schmitt y Martin Heidegger, Dugin construye una teoría compleja y abarcativa que se puede leer como una gran crítica al liberalismo universalista desde la perspectiva de las relaciones internacionales y la constitución de la subjetividad.

Para comprender esto comencemos con aquello que Dugin entiende por “Geopolítica” y que en una de las conferencias que diera en la Escuela Superior de Guerra Conjunta de las Fuerzas Armadas en Argentina, publicada dentro de un libro de editorial Nomos titulado Geopolítica existencial. Conferencias en Argentina, ha sido definido así: “Geopolítica es la teoría que mira la estrategia mundial como la concurrencia de dos civilizaciones o de dos grandes espacios: el espacio atlantista y el espacio continental o eurasista”. Esta definición que Dugin adjudica al geopolítico europeo Halford John Mackinder, permitiría repensar la Guerra Fría y también comprender el conflicto actual en el que, caído el comunismo, pareciera no haber razón para la tensión. Así, la Guerra Fría no habría sido una guerra ideológica entre capitalismo y comunismo sino una “guerra entre continentes”, entre espacios civilizacionales, que estaba presente antes de la creación de la URSS y que ha sobrevivido a su desaparición. Es que lo que determina la identidad y las disputas es el territorio, independientemente de las circunstancias que puedan derivar en que esté ocupado por ortodoxos o no ortodoxos, comunistas o liberales, demócratas o zaristas. Este elemento es importante porque, según Dugin, Putin sigue hoy este modelo eurasista.

El libro de donde Dugin abreva es Tierra y mar de Carl Schmitt, siendo “la tierra” lo que caracteriza a la civilización eurasista y el mar lo que caracteriza al occidente liberal globalista. Según Dugin, en el libro de su autoría antes citado: “La tierra, como concepto geopolítico, es la forma de una civilización (…) “Tierra” es un tipo de sociedad (…) Es el paisaje constante, inmutable, inamovible (…) la sociedad que tiene un centro (…) Esta civilización [es] jerárquica, y en el mismo momento, trascendente, religiosa, teniendo un dios eterno como la representación del valor máximo, del valor más alto [para] construir todos los otros valores: el Estado, la familia, la sociedad, la cultura, las jerarquías (…)”.  

La civilización de la tierra es una civilización premoderna, estamental y anticapitalista que, según Dugin, a su vez, puede servir para justificar perspectivas continentalistas como aquellas que pretenden afirmar la unidad y autonomía latinoamericana como algo diferente de occidente y del atlantismo que no es otra cosa que la civilización que, en oposición a la de la tierra, estaría emparentada con el mar. 

Volviendo a traer a Schmitt, Dugin afirma que la civilización del mar “está basada [en] el cambio (…) El cambio es algo líquido, es el mar. Si la tierra es una constante eternamente idéntica a sí misma, el mar cambia siempre. El mar no puede ser organizado en base a fronteras, porque no es posible trazarlas en él. El mar es universal, está desencarnado. El mar es cambio, es una metáfora del tiempo (…). Sobre el concepto del mar como renovación, progreso, cambio, dinámica, movilidad, se construye la civilización alternativa (…) frente a la civilización de la tierra. El mar es otra manera de escoger (…) el tiempo en lugar de la eternidad, de escoger la igualdad en lugar de la jerarquía, de escoger el progreso en lugar de la tradición, de escoger la ausencia de la jerarquía en contra de esta idea de la verticalidad de la sociedad (…) Es puro capitalismo”.

Dicho esto, es muy interesante observar que la metáfora de “lo líquido” sobre la que tanto ha transitado el sociólogo Zigmunt Bauman para definir a la posmodernidad, tiene antecedentes y que, frente a todas las naturales objeciones o excepciones que el lector pueda realizar, cabe mencionar que el propio Carl Schmitt advierte que esta civilización del mar, atlantista, ha sido hegemonizada por los anglosajones (primero por Londres y luego por Washington). ¿Desde cuándo? Desde que cayó la Gran Armada española, porque tanto los españoles como los portugueses eran civilizaciones “de tierra” tal como demostraron cuando intentaron fomentar este tipo de sociedad en la América del Sur. Pero hoy Occidente está dominado por lo líquido, el único tipo de sociedad donde puede florecer el capitalismo y el liberalismo, y la globalización no es otra cosa que una proyección de la civilización del mar. 

Esta afirmación nos permite hacer una breve referencia a lo que Dugin llama “Cuarta Teoría Política”. Es que, para él, la modernidad arrojó tres teorías generales: el liberalismo, el comunismo y diversas formas del nacionalismo (incluye allí también al fascismo). Durante la primera parte del siglo pasado, las primeras dos se unieron para vencer a la tercera. Y luego, en la segunda mitad del mismo siglo, las dos grandes teorías vencedoras se enfrentaron hasta que la caída del muro decretó el triunfo del liberalismo. A partir de allí, esta teoría que originalmente fue revolucionaria, devino totalitaria y la respuesta a ella no puede venir de los simulacros de marxismos y fascismos de la actualidad que, siempre según Dugin, ya no son un peligro para el capital. La salida estaría en una “Cuarta Teoría Política” que no sería ni comunista ni nacionalista y que, a juicio de quien escribe, resulta algo inasible y difícil de precisar. Con todo, podría decirse que para Dugin, el sujeto político de la transformación sería el da-sein heideggeriano arrojado a las determinaciones de su tierra y su civilización como una forma de límite a la pretensión del imperialismo del capital financiero. 

Ese sujeto concreto, que en la cerrada terminología heideggeriana es el “ser ahí” “siendo con otros” pensado en el marco de una sociedad jerárquica, es la base desde la cual Dugin arremete contra la perspectiva del “sujeto descarnado” que ofrecería el liberalismo, en una crítica que existe ya desde Hegel y que es sostenida por los neocomunitaristas de la actualidad. En este sentido, Dugin entiende que conceptualmente el liberalismo ha sido una extensa carrera por construir un individuo vaciado sin referencia alguna a las identidades colectivas. De hecho, el ruso entiende que el origen del liberalismo es el protestantismo que intentó “liberar” a los individuos de la identidad católica que constituía a Europa; luego seguiría con la creación de los Estados modernos y el nacionalismo, como forma de deshacerse de la identidad vinculada a los imperios pero, una vez que los Estados modernos cumplieron esa función, el liberalismo habría arremetido contra las identidades nacionales en un proceso paulatino cuyo corolario estaría dado por la creación de los Derechos Humanos (es decir, unos derechos inherentes a la humanidad, determinados por encima de las soberanías de los Estados nacionales) y por una serie de instituciones supranacionales. Este triunfo globalizador se profundizó cuando, caído el comunismo, el liberalismo también barría con la identidad de clase y de esa manera, desde mi punto de vista, inauguraba las políticas de las minorías, esto es, identidades colectivas vinculadas a referencias como la etnia o el género. Pero Dugin advierte que el liberalismo también avanzará sobre éstas y que los discursos actuales de la deconstrucción, especialmente vinculados a algunos sectores al interior de lo que se conoce como “nueva ola feminista”, son funcionales al liberalismo en la medida en que poder optar por un género presupondría un individuo abstracto y racional que toma decisiones y opera independientemente de toda determinación histórica. Es más, Dugin afirma que el próximo y último ataque del liberalismo a la identidad colectiva es el ataque a lo humano mismo a través del “transhumanismo” y en el libro antes citado lanza la siguiente provocación: [el liberalismo buscará] liberar al individuo de la humanidad. Podremos ser humanos, pero seremos libres de escoger en caso de que no queramos seguir siéndolo. Esta es la política del transhumanismo (…) Políticamente hablando, es el mañana. Para nosotros el gay pride es algo habitual, mañana lo será el robot pride. Y si a alguno se le ocurre decir: “Aquel no es robot, es humano”, será acusado de fascista, habrá dicho algo horrible y habrá insultado al pobre robot”.  

Así, el verdadero fin de la historia no es el que auguraba Fukuyama al momento en que la ideología liberal triunfaba por sobre el comunismo y globalizaba sus instituciones sino el que está próximo a llegar y se apoya en la realización del sujeto metafísico y descarnado en el que se sustenta el liberalismo desde sus orígenes.    

Hay un sinfín de aspectos para discutir sobre las posiciones de Dugin, las cuales son, desde mi perspectiva, en algunos casos, sólidas y originales y, en otros, transitan senderos con una carga metafísica que los debates actuales han superado para bien. En cuanto a las advertencias acerca del porvenir el tiempo dirá si Dugin tiene razón. No obstante, mientras tanto, siempre es bueno saber qué se está pensando lejos del microclima occidental.  

 



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sábado, 26 de febrero de 2022

Rusia y Ucrania: Al filo del abismo, por Luis Bruschtein (para "Página 12" del 26-02-22)


Imagen: AFP


 Dónde está parado el gobierno argentino


A diferencia de lo que difunden medios y partidos opositores, el conflicto de Rusia y Ucrania no es ideológico. No hay choque izquierda-derecha, capitalismo-socialismo o democracia-autoritarismo. Hay conflicto de intereses en medio del surgimiento de una nueva multipolaridad.


Por Luis Bruschtein

26 de febrero de 2022 


La guerra en Ucrania puso al mundo al borde de una crisis de extinción que depende de la escalada del conflicto entre las principales potencias nucleares. Y se produjo cuando comenzaba a descomponerse el mundo post guerra fría sin que se terminara de establecer un nuevo orden multipolar. Gran parte de los respaldos o críticas con fuerte contenido ideológico queda sin sentido en esta nueva realidad al igual que el alineamiento por bloques que no terminan de conformarse. Argentina está inserta en un área de influencia de los Estados Unidos, que le exige un alineamiento incondicional al tiempo que promueve el ahogo financiero a través del FMI. Por el contrario, encontró en Rusia y China acuerdos para inversiones multimillonarias en infraestructura que le ayudarían a salir de la crisis.


No hay bloques ideológicos en disputa. Estados Unidos no respalda democracias que no se alinean con ellos. Y ha respaldado y promovido dictaduras para voltear gobiernos democráticos. El problema de Rusia es la seguridad de sus fronteras y la preservación de su área de influencia y no la “desnazificación” de Ucrania. En ese escenario, tras la caída de la URSS, Estados Unidos provocó la reacción rusa al avanzar con la OTAN sobre los países que rodean a Moscú. Rusia permitió ese avance porque no tenía fuerza para impedirlo pero era obvio que reaccionaría cuando fuera acorralada.


De Macri a Palmiero, falsedades y burradas

La crítica del macrismo porque la Argentina no asumió una posición pronorteamericana se basó en un argumento ideológico falso: Washington-democracia versus Moscú-autoritarismo. En ambos polos hay de las dos cosas. Y este falso desarrollo sostenido en las declaraciones del macrismo, sobre todo por los radicales macristas, se mezcla con las burradas que caracterizan a las redes.


Como la de Flavia Palmiero que mezcló la guerra en Ucrania con la vacuna Sputnik que salvó decenas de miles de vidas. Pero lo que ahora se muestra como bizarro con la Palmiero, fue afirmado en serio cuando empezaron a llegar esos medicamentos desde Rusia al mismo tiempo que Donald Trump los acumulaba en EE.UU. e impedía su distribución en el mundo.


Para el trotsquismo argentino, Vladimir Putin es un equivalente de Stalin y de allí deducen su posición. Y una parte de la izquierda --incluso un sector que apoya con muchas críticas al oficialismo-- acusó al Gobierno de alinearse con Washington porque no respaldó la invasión rusa y porque el comunicado de la Cancillería pide a Rusia el “cese de las actividades bélicas”.


La nostalgia criolla por la Unión Soviética

Esas posiciones están atravesadas por una especie de nostalgia ideológica por la vieja Unión Soviética, una reminiscencia que estaría encarnada en la figura de Putin. Pero el presidente de la Federación Rusa se encargó de tomar distancia del pasado soviético al responsabilizar a Lenin de haber concedido la independencia de Ucrania, que hasta ese momento había sido parte del imperio zarista.


Para criticar la declaración de Cancillería, algunos quisieron hacer una comparación con Lula. Pero el líder popular de Brasil --que está en pleno intento de cerrar una alianza con sus viejos adversarios del centro neoliberal para confrontar en las presidenciales con Jair Bolsonaro-- fue mucho más crítico con Rusia.


No hay conflicto izquierda-derecha, capitalismo-socialismo o democracia-autoritarismo. Hay conflicto de intereses en el contexto de resquebrajamiento de una institucionalidad global anacrónica y el surgimiento de una nueva multipolaridad.


La economía no es puro gas

El nuevo gasoducto que llevará el gas ruso a través del Báltico y Alemania resolverá gran parte de la carencia energética de Europa, pero creará una relación de interdependencia con Rusia que vuelve anacrónica a la OTAN.


Estados Unidos ve con preocupación esos realineamientos y ha tratado de boicotear el Nord Stream 2, cuya aprobación fue frenada ahora por Alemania. En la monumental obra participaron cinco empresas europeas además de las rusas. Otras empresas que hubieran participado desistieron de hacerlo por las amenazas de represalias formuladas por Trump. El gasoducto está terminado y sólo resta esa aprobación de los alemanes.


Mientras Alemania congeló “por el momento” esta decisión, toda Europa está en vilo, porque Rusia provee el 40 por ciento del gas al continente. No hay reemplazo para ese volumen, ni de gas natural ni de GNL. Ni Qatar, ni Estados Unidos, ni Noruega ni Azerbaijan están en condiciones de reemplazar esa cantidad. Sin embargo, Rusia también tiene una fuerte dependencia económica de la exportación de su gas.


En ese contexto de interdependencia, la corporación rusa Gazprom tranquilizó a los europeos al anunciar que no suspenderá la provisión del fluido, a pesar de las represalias financieras que se están tomando contra dirigentes de ese país, de todos los ámbitos, incluyendo a la editora de Russia Today. Pero no han tocado a ninguno de Gazprom.


De la OTAN al FMI

Mientras Estados Unidos y Gran Bretaña insisten con la OTAN, Alemania y Francia han puesto objeciones y circula entre otros países la necesidad de conformar una alianza europea más definida por los intereses europeos. La guerra en Ucrania pone en evidencia también la ineficacia de la ONU para resolver estos conflictos. Lula hizo hincapié en el Consejo de Seguridad donde la capacidad de decisión está sólo en las cinco potencias que la integran con derecho a veto y presencia permanente.


Aunque no está relacionado con la guerra, el préstamo insólito del FMI a la Argentina mostró claramente su objetivo de someter a los países asociados a la esfera de influencia norteamericana. Como institución global fue creado por los acuerdos de Bretton Woods supuestamente para asistir problemas del sector externo de los países asociados. Pero de hecho, la dinámica del FMI obedeció a la necesidad de Estados Unidos en la Guerra Fría de afianzar la hegemonía neoliberal en el sector del planeta que controlaba. El libremercado garantiza la hegemonía de las economías más fuertes y somete a las más débiles.


Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad, la OTAN y el FMI representan una realidad que va quedando atrás mientras no termina de mostrarse la nueva configuración global. Han quedado obsoletos como instituciones globales. O desaparecen o se reformulan.


La posición argentina

La forma como repercutirá en Argentina la guerra en Ucrania dependerá de su desarrollo. Si Rusia vuelca a China su producción agropecuaria, Argentina tendría que buscar los mercados que ellos estarían obligados a dejar. Y sin duda rebotará fuertemente la suba del precio del petróleo y el gas. Pero el conflicto recién empieza y a nadie le conviene que se prolongue. Rusia anunció que no ocupará Ucrania y que está dispuesta a parlamentar. El Papa, que expresó su preocupación por la guerra, podría convertirse en una vía de interlocución. Y también puede suceder lo peor: todos los involucrados tienen arsenales nucleares.


La posición del gobierno argentino fue criticada por izquierda y derecha. Pero ha sido muy cuidadosa. Argentina tiene para perder si se pelea con Washington, con el que tiene un futuro largo de negociación y puja permanente por la deuda. Pero eso es lo único que tiene para ofrecer la potencia del Norte.


En cambio Rusia y China han comprometido inversiones para la construcción de centrales de energía y otras grandes obras de infraestructura en caminos y ferrocarriles. La declaración de la Cancillería es muy cuidadosa, no habla de “invasión”, ni de “agresión”, como exige la derecha, pero plantea desescalar el conflicto y le pide a Rusia “el cese de las acciones bélicas”, lo que enoja a un sector de izquierda, aunque todos coincidan en que la guerra siempre es sinónimo de desgracia.



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¿Para donde va el conflicto #UcraniaRussia ?, por Carlos Riello

 

EL SITIO DE KIEV, por Dominique Galeano (para "Página 12" del 26-02-22)





El presidente ruso, Vladimir Putin, llamó a las fuerzas armadas ucranianas a derrocar al gobierno de Volodimir Zelenski

Conflicto Rusia Ucrania: las tropas rusas avanzan sobre Kiev

Al anochecer, con la capital rodeada, el mandatario ucraniano hizo un dramático llamado a la resistencia: "la noche será muy dura...no podemos perder la capital."

Por Dominique Galeano

26 de febrero de 2022 


Kiev amaneció con el sonido de las alarmas anti aéreas y el avance de tropas rusas a unos kilómetros del centro de la ciudad. El ministerio de Defensa de Rusia anunció que sus unidades militares bloquearon la capital ucraniana desde el oeste. Mientras que soldados ucranianos se mantienen vigilando puntos clave en los puentes de la ciudad y patrullando las calles en vehículos blindados. Según indicó Naciones Unidas, unas 50 mil personas ya salieron del país escapando de la guerra. En tanto las personas que permanecen en Ucrania buscan refugio en las estaciones de subte y en sótanos. Por la noche el presidente de Ucrania Volodimir Zelenski hizo un dramático llamado a la resistencia. "Esta noche será la más difícil. El enemigo irá con todo. Debemos resistir. La noche será muy dura," dijo en un discurso.


Horas antes el presidente ruso, Vladimir Putin, había llamado a las tropas ucranianas a derrocar al gobierno del presidente Volodimir Zelenski, al que calificó de terroristas y “una pandilla de drogadictos y neo-Nazis”. Poco antes de los dichos de Putin la diplomacia del Kremlin se había mostrado a favor de un diálogo entre Kiev y Moscú que solicitó el mandatario ucraniano. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschkó pidió a los residentes de la capital que eviten salir a las calles o mantenerse en refugios durante los ataques aéreos y predijo una noche difícil para la capital ucraniana."La noche y las primeras horas de la mañana van a ser muy duras. Las tropas rusas se concentran cerca de Kiev", afirmó.



Kiev

El ministerio de Defensa ruso informó que bloquearon la capital ucraniana desde el flanco oeste y afirmaron que contínuan “cumpliendo cumpliendo sus misiones en la región de Kiev y en otras ciudades”. A unos siete kilómetros del centro de Kiev en Hostomel el aeropuerto de carga Antonov fue capturado por las fuerzas rusas. Mientras que el ministerio de Defensa de Ucrania indicó que en Obolón, al noroeste de la capital fue detectado un grupo de exploración y sabotaje ruso y pidió a sus habitantes que tomen las armas. "Pedimos a los ciudadanos que nos informen de los movimientos enemigos, que hagan cócteles molotov y neutralicen al ocupante", dijo el ministerio en un comunicado. Además, en las fuerzas rusas intentan avanzar por el oeste en Vorzel, Irpen y en Buch. En el centro, cerca de la catedral Santa Sofía se escucharon fuertes disparos.


Mientras las tropas rusas se aproximan a la capital, Ucrania manifestó que derribó un aeroplano ruso Ilyushin Il-76 con soldados a bordo, según el comandante en jefe de las fuerzas armadas. Las autoridades ucranianas informaron que la aeronave cayó en Vasylkiv, cerca de Kiev, luego que las defensas antiaéreas lo atacaran.


Por la noche Zelenski le habló al país y afirmó que esta noche sera una de las más duras, especialmente para Kiev. Según indicó el mandatario, "el enemigo irá con todo". "Esta noche será más dura que el día. Muchas ciudades de nuestro Estado están siendo atacadas: Chernihiv, Sumy, Kharkiv, nuestros muchachos y muchachas en el Donbas, las ciudades del sur, con especial atención a Kyiv. No podemos perder la capital", precisó.


En tanto, Klitschkó, exboxeador ucraniano y hoy alcalde de la capital, pidió cautela a los residentes de la ciudad. "Pedimos a los residentes, en particular a los que viven en el distrito de Obolón, que eviten salir a las calles o se mantengan en los refugios durante los ataques aéreos para evitar pérdidas", afirmó el alcalde en una rueda de prensa. Además, se refirió a los ataques con misiles registrados a la madrugada. "Un edificio fue destruido, con cuatro residentes heridos. Un tanque ruso aplastó un automóvil con un conductor adentro, que se encuentra en estado grave en una unidad de cuidados intensivos", declaró. En varios distritos de la ciudad se escucharon explosiones y disparos.


El alcalde de Kiev también advirtió que las tropas rusas estaban muy cerca de la capital y advirtió que sería una noche difícil en la ciudad. "La situación ahora es amenazante para Kiev, no exagero. La noche y la mañana serán difíciles", dijo Klitschko en su canal de Telegram. Por otra parte, dijo que los grupos de sabotaje rusos están neutralizando a las fuerzas militares y policiales de la ciudad, aunque afirmó que los puentes están bajo protección y control especial.


Regiones en combate

Ante las continuas alarmas anti aéreas que se escuchan en la mayoría de las ciudades ucranianas, miles de personas buscan refugio en sótanos y en estaciones de subte. Al sur del país hubo reportes de enfrentamientos en Melitopol y en Kherson, cerca del Río Dniepr. Cerca de Crimea, en Mariupol también continuaron los combates. Mientras que al noreste las fuerzas rusas tomaron el control de la ciudad de Sumy, con 250 mil habitantes, y Kharkiv, que cuenta con una población de 1,4 millones de personas, está siendo rodeada. El gobernador regional de Sumy, Dmytro Zhivitsky, aseguró que las fuerzas ucranianas combatieron a las tropas rusas durante la noche pero los convoys rusos seguían llegando con destino a la capital Kiev. "Muchos equipos han pasado y se dirigen directamente al oeste", indicó el gobernador que también dijo que fue asediada la ciudad de Konotop, de 85 mil habitantes, ubicada al noreste del país. 


Putin: "Banda de drogadictos y neonazis"

Este viernes Putin llamó al ejército ucraniano a tomar el poder en Kiev y derrocar al gobierno Zelenski. El mantario ruso además calificó al entorno del presidente de Ucrania como “neonazis y drogadictos”. "Tomen el poder entre sus manos. Me parece que será más fácil negociar entre ustedes y yo", señaló Putin en un mensaje televisado. Según el jefe del Kremlin, Rusia no combate unidades del ejército sino a formaciones nacionalistas que se comportan “como terroristas” al usar a civiles “como escudos humanos” y colocan sus armamentos en zonas civiles. "Luego quieren acusar a Rusia de provocar víctimas entre la población civil" añadió. Según Putin, Zelenski y sus ministros son una “banda de drogadictos y de neonazis, que se ha instalado en Kiev y toma como rehén a todo el pueblo ucraniano”.



Apenas unas horas antes de los dichos de Putin, su vocero había asegurado que el mandatario ruso está dispuesto a enviar una delegación a Bielorrusia para negociar con Ucrania. "Vladimir Putin está dispuesto a enviar a Minsk una delegación rusa" de alto nivel para "negociaciones con una delegación ucraniana", declaró Dmitri Peskov, el portavoz presidencial que a su vez precisó que la “desmilitarización y la desnazificación” eran una parte importante para discutir el la neutralidad de Ucrania. Más temprano el presidente Zelenski había pedido a Moscú comenzar negociaciones.


Biden y Zelenski

Este viernes el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski y su par estadounidense, Joe Biden, tuvieron una nueva conversación telefónica en la que abordaron el fortalecimiento de la asistencia para la defensa de Kiev ante el avance de las tropas rusas en territorio ucraniano. Por su parte, Zelenski resaltó el diálogo entorno al reforzamiento de sanciones contra Moscú y agradeció a Washington por su “gran apoyo”.


Fuerzas de respuesta de la OTAN

En tanto, Biden se reunió con los líderes de la alianza militar de occidente “mientras el presidente Putin amenaza los fundamentos mismos de la paz y la seguridad internacionales” según indicó la Casa Blanca en un comunicado. Biden ordenó el despliegue de fuerzas adicionales para aumentar las capacidades en Europa se saludó la decisión de activar los planes defensivos de la OTAN y sus elementos de Fuerza de Respuesta, dice el texto.


Respecto al despliegue de las fuerzas de respuesta de la OTAN, su secretario general, Jens Stoltenber afirmó que se trata de miles de efectivos. “Hablamos de capacidades aéreas y marítimas. Todos son en realidad parte de los grupos habilitados permanentes”, explicó Stoltenberg, que añadió que serán tropas estadounidenses y europeas, sobre todo Francia y Alemania.


Huir de la guerra

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, indicó que más de 50 mil ucranianos huyeron de su país desde que comenzó la invasión rusa la madrugada del jueves. "Más de 50.000 refugiados ucranianos huyeron de su país en menos de 48 horas, la mayoría en dirección de Polonia y Moldavia- y muchos otros se dirigen hacia las fronteras", tuiteó Grandi, que el jueves dio parte de unos 100.000 desplazados internos en Ucrania a causa del conflicto.


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viernes, 25 de febrero de 2022

Contundente respuesta de Sacachispas a una ironía de Macri: «Con la que te patinaste hacíamos el mundial en Soldati», por "Portal de Noticias" del 24-02-22



Fue la respuesta de "El Lila" a una agresión del expresidente que comparó la relación de Argentina y el mundo con ese Club y la FIFA.


24/02/2022


Sacachispas respondió a la agresión sin sentido que les propinó el ex presidente de la Nación Mauricio Macri, alguien que apenas puede hablar, al que nadie le pide el título de ingeniero cuando no sabe ponerse ni un casco, pero que es especialista. en denostar a los demás


Otra vez Macri volvió a utilizar una analogía futbolera para intentar bajar un lineamiento político. Esta vez se la agarró con un humilde club de Villa Soldati, que está pasando por el mejor momento de su historia.


Macri fue entrevistado por María Eugenia Vidal, que al estilo de los periodistas militantes del canal de La Nación, le hizo preguntas que tuvo que leer debido a que siguió un guión estricto.



«Ahora es como que Sacachispas quiera decirle a la FIFA cómo organizar un Mundial«, chicaneó al referirse a las relaciones que mantiene la Argentina con otros países del mundo.


Lo que Macri evidentemente no sabe es que el violeta está en el mejor momento de su historia y juega en la Primera Nacional.


La respuesta de Sacachispas

«Mauri con la plata que patinaste del Fondo hubiéramos hecho el Mundial en Soldati y de noche», le contestó Sacachispas a Macri (MinutoUno)



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https://portaldenoticias.com.ar/2022/02/24/contundente-respuesta-de-sacachispas-a-una-ironia-de-macri-con-la-que-te-patinaste-haciamos-el-mundial-en-soldati/



Por qué Putin habla de desnazificar a Ucrania, por Daniel Kersffeld (para "Página 12" del 24-02-22)



Por Daniel Kersffeld

24 de febrero de 2022


La intervención rusa contra Ucrania finalmente comenzó este 24 de febrero. Dentro de los argumentos presentados por el presidente Vladimir Putin se encuentra el de la urgencia por “desnazificar” al país vecino.


Así, el mandatario ruso utilizó un término común entre las potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial, por el que se planteaba la necesidad de erradicar la ideología totalitaria de los territorios vencidos, de encontrar y enjuiciar a los criminales de guerra nazis y a sus colaboradores (tanto militares y especialmente civiles) y, sobre todo, de educar a las nuevas generaciones de alemanes en valores fundados en la paz, el diálogo y la democracia.


Luego de su utilización por Estados Unidos, el Reino Unido y Francia entre 1945 y mediados de los años ’60, tanto en Alemania como en los territorios ocupados por el Tercer Reich, el verbo “desnazificar” fue quedando de a poco en el olvido. Hasta el 24 de febrero de 2022.


Ahora bien, por qué Putin invocó la necesidad de “desnazificar” a Ucrania como un proceso que no se habría realizado anteriormente o que, en todo, no se habría llevado a cabo sin buenos resultados. En este sentido, la “desnazificación” operaría en un sentido histórico, pero también con un claro objetivo en torno a la política actual.


Los debates sobre el desempeño de Ucrania durante la Segunda Guerra Mundial han cobrado fuerza en los últimos años, sobre todo, a partir de la conflictiva relación establecida entre Kiev y Moscú durante el establecimiento de la Unión Soviética, Pero empeoraría significativamente, sobre todo, durante el Holodomor, la gran hambruna que tuvo lugar en Ucrania entre 1932 y 1934 y que fue atribuida al régimen de Stalin y a Rusia.


En ese contexto se produjo el ascenso del dirigente nacionalista Stepan Bandera, quien encabezó la resistencia contra Rusia una vez comenzada la guerra en 1939. Dos años más tarde, una vez producida la invasión alemana a la Unión Soviética, Bandera consolidó a la Organización de Nacionalistas Ucranianos y cobró más protagonismo como colaborador del nazismo en contra de rusos y judíos por igual,


Si bien Bandera estuvo recluido en el campo de concentración de Sachsenhausen entre 1942 y 1944, sus miles de seguidores en todo el territorio ucraniano llevaron a cabo cruentas masacres en contra de pobladores rusos, además de polacos y húngaros. De igual modo, el desbordante antisemitismo de los colaboracionistas ucranianos ocasionó cientos de miles de víctimas: todavía hoy es recordado el exterminio de Babi Yar, en las afueras de Kiev, cuando en apenas dos días de 1941 fueron eliminados más de 30 mil judíos de la región.


Con toda la controversia existente en torno a su figura, en 2019 la Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania declaró oficialmente el 1° de enero como día conmemorativo del nacimiento de Stepan Bandera. La fecha se ha convertido en una fiesta nacional y en un día de celebración para los crecientes sectores de la ultraderecha ucraniana.


Por otra parte, no se puede pensar en la “desnazificación” de Ucrania si se desconoce la presencia y actividades en ese país del llamado “Batallón Azov”. Se trata de un movimiento político creado en 2014 por el ex diputado Andrey Biletsky y que dos años más tarde dio origen al partido “Cuerpo Nacional”.


Los miembros del Batallón son reclutados de organizaciones de ultraderecha, y también admite a activistas y mercenarios provenientes de una veintena de países entre los que se cuentan los Estados Unidos, Reino Unido y Francia.


De hecho, el Batallón Azov contrató a supremacistas blancos mientras mantiene una simbología heredera del nazismo. Sus seguidores llaman a Biletsky el “Führer Blanco” en tanto que el escudo de la organización son una runa “wolfsangel” estilizada, y detrás de ella, un Sol Negro, ambos símbolos profusamente utilizados en la Alemania Nazi e incluso por divisiones enteras de las SS.


En 2014 el Batallón Azov tuvo su bautismo de fuego cuando se enfrentó directamente a las fuerzas pro rusas en la región del Donbass, logrando refrenar el proceso independentista.


Debido a su creciente importancia política y estratégica, el Batallón Azov fue incorporado como regimiento dentro de la Guardia Nacional, dependiente del Ministerio del Interior ucraniano, como una forma de institucionalizar una creciente fuerza paramilitar que pronto sobrepasaría los 10 mil integrantes. Paralelamente, el batallón fue transformado en “regimiento de fuerzas especiales”, por lo que fue provisto con tanques y gran cantidad de piezas de artillería en disputa.


Desde 2019 el Batallón Azov actúa en la primera línea de Donbass, y se caracteriza por la ferocidad de sus ataques en contra de los pobladores rusos. Se la señala como una de las principales responsables de las más de diez mil muertes causadas en los últimos años en esa región y ha recibido condenas tanto por parte del gobierno de Estados Unidos como por parte de las Naciones Unidas.


Pero el problema de la “desnazificación” como argumento para la intervención en Ucrania tiene un costado todavía más complejo ya que su actual presidente, Vladimir Zelensky, es de origen judío y, según sus recientes declaraciones, tres de los hermanos de su abuelo murieron en el Holocausto. Se afirma además que desde Kiev ni se controla ni se incentiva al Batallón Azov y que las organizaciones de la ultraderecha sólo tienen un 2% de representación parlamentaria.


Sin duda, este conflicto abrirá una línea de discusión sobre la problemática del nazismo y de la “desnazificación” en países como Ucrania y sobre la actualidad de las ultraderechas en buena parte del mundo.




Daniel Kersffeld es doctor en Estudios Latinoamericanos (UNAM). Investigador CONICET-Universidad Torcuato di Tella. 


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https://www.pagina12.com.ar/403780-por-que-putin-habla-de-desnazificar-a-ucrania?s=08

Zelenski: "Nos hemos quedado solos. No veo quién esté listo para luchar con nosotros", por "RT" del 24-02-22


 El presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski.


24 feb 2022 

"No tenemos miedo a hablar de un estatus neutral (ahora no estamos en la OTAN). Pero, ¿qué tipo de garantías tendremos? Y lo más importante: ¿qué países, concretamente, nos las darán?", se preguntó el presidente de Ucrania.


El presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, se ha dirigido a la nación acerca de la situación en el país tras horas del operativo especial militar ruso.


El mandatario afirmó en sus declaraciones que supuestamente "Kiev ya ha sido invadido por grupos de sabotaje del enemigo". Según sostuvo, 137 efectivos militares ucranianos han muerto en las últimas 24 horas, mientras otros 316 resultaron heridos.


Zelenski: "No fue Ucrania quien inició la guerra, pero es Ucrania quien propone volver al camino hacia la paz"

Zelenski: "No fue Ucrania quien inició la guerra, pero es Ucrania quien propone volver al camino hacia la paz"

Zelenski informó a la nación que, a pesar del apoyo de algunos países, actualmente Ucrania se encuentra sola: "Nos quedamos solos para defender el Estado". Asimismo, subrayó que no ve "quien esté dispuesto a darle a Ucrania una garantía de unirse a la OTAN".


"Estamos respaldados. Estoy muy agradecido con todos los Estados que ayudan a Ucrania en términos concretos. Pero en lo concreto, no en palabras", declaró. "Pero hay un segundo punto: nos quedamos solos para defender el Estado. ¿Quién está listo para luchar con nosotros? Honestamente, no los veo. ¿Quién está dispuesto a darle a Ucrania una garantía de unirse a la OTAN? Honestamente, ¡todos tienen miedo!", sostuvo el presidente ucraniano.


En paralelo, Zelenski señaló que no tiene miedo de abordar con Rusia el tema del estatus neutral de Ucrania, ya que los líderes europeos "no están listos" para aceptarla en la Alianza.


"Hoy hemos escuchado de Moscú que ellos quieren hablar sobre el estado neutral de Ucrania", declaró. "Les digo a todos los socios de nuestro Estado: ahora es un momento importante, se está decidiendo el destino de nuestro país. Les pregunto: ¿están con nosotros? Responden que están con nosotros, pero no están listos para llevarnos con ellos a la Alianza", admitió Zelenski.


"Hoy pregunté a 27 líderes europeos si Ucrania se uniría a la OTAN, pregunté directamente. Todos tienen miedo. No contestan", lamentó, asegurando que, en cambio, Kiev "no tiene miedo a nada".


Zelenski impone la ley marcial en todo el territorio de Ucrania y afirma que Rusia ataca infraestructura militar

Zelenski impone la ley marcial en todo el territorio de Ucrania y afirma que Rusia ataca infraestructura militar

"No tenemos miedo a defender nuestro Estado, no tenemos miedo a Rusia, no tenemos miedo a hablar de todo: sobre las garantías de seguridad para nuestro país, no tenemos miedo a hablar de un estatus neutral (ahora no estamos en la OTAN). Pero, ¿qué tipo de garantías tendremos? Y lo más importante: ¿qué países, concretamente, nos las darán?", se preguntó el presidente de Ucrania.


"Hablar del fin de esta invasión, es necesario. Sobre el final de esta guerra, es necesario. Pero ahora el destino del país depende completamente de nuestro ejército, de nuestros héroes, de nuestras fuerzas de seguridad, de todos nuestros defensores. De nuestro pueblo, de vuestra sabiduría. Del gran apoyo de todos los amigos de nuestro país", concluyó.


El presidente ruso anunció este jueves que ha decidido realizar "una operación militar especial" para defender Donbass, detallando que el objetivo del operativo es "proteger a las personas que han sido objeto de abusos y genocidio por parte del régimen de Kiev durante ocho años".


El Ministerio de Defensa de Rusia aseguró que las Fuerzas Armadas rusas apuntan a la infraestructura militar ucraniana y no están atacando a las tropas rendidas ni a la población civil.



Publicado en:

https://actualidad.rt.com/actualidad/421366-zelenski-hemos-quedado-solos-nadie-luchar-nosotros

jueves, 24 de febrero de 2022

Pulseada final por los aumentos en la previa al acuerdo con el FMI, por Leandro Renou (para "Página 12" del 24-02-22)



El dilema de las tarifas y los subsidios 

El Gobierno rechaza subas cercanas a la inflación, como pide el Fondo para alcanzar las metas de déficit. En paralelo, el Frente de Todos administra el delicado equilibrio interno. 

Por Leandro Renou

24 de febrero de 2022


A horas de conocerse el acuerdo final de Argentina con el Fondo Monetario (FMI), una pulseada de último momento sobre un tema espeso para la interna económica del Gobierno volvió a sacudir la escena. El organismo sugirió que para que Argentina cumpla su meta de reducción del déficit fiscal, debe contraer más el gasto en subsidios energéticos, en un cálculo que debería estar más relacionado con la evolución de la inflación. La respuesta de la Casa Rosada fue inmediata: "es imposible lo que piden", contó a Página I12 un alto funcionario oficial. Es que ese pedido llevaría los aumentos, por lo menos, a un 50 por ciento, según los números del organismo. 


Así, la cuestión tarifaria es un dilema de compleja resolución: el ministro de Economía, Martín Guzmán, está parado hoy en una doble negociación sobre el tema. En primer lugar, consensuar con el FMI algo realizable y, en la otra esquina, no incumplir con lo que se acordó internamente en el Frente de Todos. A saber: un aumento del 20 por ciento para todos los usuarios domiciliarios de gas y un 15 para las pymes (que se publicó hoy en el Boletín Oficial y regirá desde marzo); más un proceso de recorte de subsidios a altos ingresos. Según el borrador del Memorando de Entendimiento que el Gobierno envió como idea previa general al Congreso, se quitaría el subsidio eléctrico al primer decil de Capital y GBA, más otras 9 regiones urbanas en todo el 2022. 


Técnicamente y según lo acordado a priori con el organismo que comanda Kristalina Georgieva, el gasto en subsidios debería pasar de 2,3 del PBI en 2021 a 1,7 por ciento este año. Eso es una parte central en el proceso de reducción del déficit fiscal, que tiene que pasar de 3 puntos a 2,5 en 2022. En los papeles, el FMI no le exije a Argentina que ponga en números cómo hará para reducir el déficit, sino que muestre una idea y un sendero. El problema allí es que el descongelamiento de subsidios, que al fin y al cabo se traduce más allá de los tecnicismos en boletas más onerosas, fue lo que llevó a enfrentamientos internos entre Guzmán y el Gobierno y el ala de la energía más vinculado a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. La referencia es para los cuadros que están al frente de los entes reguladores de la luz y el gas, Federico Basualdo y Federico Bernal, que estuvieron atrás del informe que confirmó un 20 por ciento de aumento. 


Cerca de la vice aseguran que "ya no hay lugar para sorpresas", y tienen allí un punto: ese aumento del 20 al gas y el proceso de segmentación de subsidios, fue una propuesta de los entes y de Energía, pero con total aval del Ministerio de Economía. Ergo, si en el Memorando de Entendimiento que iría al Congreso en estos días, aparecieran cambios inconsultos, sería un inconveniente serio, más a nivel político que económico. En la Casa Rosada, en tanto, le restan importancia o lo leen diferente: detallan que hay una especie de amenaza final para un mayor ajuste y una posición argentina más dura. Esto no quita -admiten tanto cerca del Presidente Alberto Fernández como de la vice- que no se proceda en adelante con otras fases de segmentación de subsidios. De hecho, el propio informe de Energía asegura que la segmentación por barrios es una primera instancia de varias. Todos están de acuerdo que muchos que pueden deben pagar más, el asunto son los tiempos y cómo es técnicamente realizable una segmentación precisa que no deje inequidades. 


En paralelo, hay hechos recientes que muestran cuál es la posición de los entes reguladores, asociados a la figura de CFK. Uno de ellos, que las audiencias públicas para informar aumentos ya se hicieron. Otro hito, que hoy el ENRE les negó a Edenor y Edesur un pedido de fondeo extra por 100.000 millones de pesos para continuar operando en 2022. Las empresas plantearon que eso debería hacerse con un nuevo aumento de tarifas o bien un mix de tarifas y subsidios. Hubo un rechazo de plano del Gobierno, lo que no parece mostrar en el corto plazo modificaciones tarifa al alza. 


Las posibilidades hacia adelante

Ahora bien, qué alternativas están sobre la mesa en el mano a mano de Guzmán con el FMI? Que, por ejemplo, el recorte del gasto en subsidios sea unos puntos menor al sugerido, por caso, que no sea 1,7 del PIB. La otra opción, que haya discusiones semestrales de corrección tarifaria que consideren otras variables. Por esta horas, en la Casa Rosada preocupa el aumento del costo internacional de los energéticos a raíz del conflicto en Ucrania. Este imponderable también debería entrar en un juego de revisión, sobre todo considerando el impacto del gasto en importación del GNL que tiene Argentina. 


Los más metidos en el tema apuntan, además, que hay que dejar en claro en esa pulseada con el FMI cuánto de recuperación de las tarifas congeladas durante el cristinismo se logró con los tarifazos del 3000 por ciento que hizo Mauricio Macri. Algunos aseguran que fueron muy por encima de números normales y que, aún con estos dos años de congelamiento actuales, todavía queda "un puchito" de impacto de aquellos aumentos. 


En este escenario, los tiempos de presentación del acuerdo se demoran y en el Gobierno confirmaron que trabajan contrarreloj para tener la ley cuanto antes en el Parlamento. Algunos hablan del próximo sábado o bien después de la apertura de sesiones ordinarias. 



Publicado en:

https://www.pagina12.com.ar/403530-el-dilema-de-las-tarifas-y-los-subsidios