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domingo, 31 de agosto de 2014

La clase media, luego de diez años de kirchnerismo, por INFOnews del 31.08-14

Una investigación del diario Clarín reconoció que ese segmento social "tan heterogéneo" creció desde la asunción presidencial de Néstor Kirchner.



Una investigación del diario Clarín reconoció que la clase media se consolidó y creció desde la asunción presidencial de Néstor Kirchner el 25 de mayo de 2003, y se mantiene hasta la actualidad, representando al 48% de la población.
El artículo del periodista Marcelo Larraquy titulado “Kirchnerismo y clase media: amor o guerra”, analiza la relación entre ese segmento social “tan heterogéneo” y el kirchnernismo, a partir de estudios elaborados por la Consultora W.
Guillermo Oliveto, titular de la consultora, explica que "el kirchnerismo volvió a colocar en la clase media a gente que había caído en el 2001. (Néstor) Kirchner entendió que había que seducirla y eso le redundó en rédito político”

La clase media en la actualidad representa al 48% de la población

“Le dio sensación de gobernabilidad, poder de compra, la posibilidad de comprar dólares, y además subsidió la energía y el transporte. Transformó el empleo como factor de poder adquisitivo. El consumo como validador de pertenencia”, destacó.
Cifras de organismos nacionales e internacionales
Los números de la consultora y publicados por el diario Clarín coinciden con los publicados hace dos años por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), que a fines de 2012 presentó el 'Informe Macroeconómico y de Política Monetaria', en el que la clase media representaba el 46,9% de la población urbana, frente a 41,7 % de fines de 2003.

El kirchnerismo produjo la movilidad social ascendente más importante de las últimas décadas y además mantuvo esos lugares

En igual sentido se pronunció el Banco Mundial (BM), cuando también en 2012, reconoció a la Argentina como el país de la región donde más se expandió la clase media durante la última década.
El trabajo, presentado por el presidente del BM, Jim Yong Kim, y el economista jefe para América Latina, Augusto de la Torre, sostiene que la población de la clase media aumentó entre 2003 y 2009, de 9,3 millones a 18,6 millones.

Publicado en:
http://www.infonews.com/2014/08/31/politica-159776-la-clase-media-luego-de-diez-anos-de-kirchnerismo-10-anos-de-kirchnerismo.php


TIMERMAN: “Muchos países creen que lo que pasa con Argentina puede ser su futuro", entrevista de Martín Granovsky para "Página 12" del 31-08-14



EXCLUSIVO: EL CANCILLER TIMERMAN EXPLICA POR QUE LA ARGENTINA QUIERE UNA CONVENCION SOBRE LA DEUDA

“Ahora, que la ONU vote”

En diálogo con Página/12, el ministro Héctor Timerman dijo que el G-77 representa más de la mitad de los votos de la Asamblea General de la ONU, opinó que no alcanza con una regulación privada, aseguró que el Gobierno no busca una pelea con los Estados Unidos y definió a los buitres como “la parte más extrema del sistema capitalista”.

 Por Martín Granovsky 

El canciller Héctor Timerman explicó a este diario qué busca el gobierno argentino tras el anuncio de que el Grupo de los 77 y China promoverán que el martes 9 la Asamblea General de la ONU vote la necesidad de redactar una convención sobre reestructuración de deudas soberanas.

–¿Por qué ahora?

–Porque después del fallo del juez Thomas Griesa y de la campaña encarada por los fondos buitre de lobbying y de ataque publicitario, muchos países se dieron cuenta de dos cosas. Una, que la situación se estaba volviendo explosiva. Y otra, que el vacío legal es enorme. Ante esta realidad muchos dijeron: “Lo que le pasa a la Argentina puede ser nuestro futuro”.

–¿En qué sentido?

–Las medidas de Griesa mostraron que es imposible la reestructuración de deuda soberana en condiciones justas sin un acuerdo entre todos los países. Hasta nuestro caso, muchos países habían aceptado negociar con los fondos y pagar lo que pedían los buitres. Este gobierno se negó a hacerlo porque las decisiones del juez Griesa son violatorias de la soberanía argentina. Si son violatorias, son inaceptables por parte de la Argentina. Y además son ilegales, porque entorpecen acuerdos de la Argentina con terceras partes que no formaban parte del litigio. Más aún: el fallo de Griesa es imposible de aplicar. De paso, conviene tener en cuenta que la ONU viene hablando de la cuestión de la reestructuración de la deuda. Lo debatió mucho en los últimos 12 años.

–¿Cuál es el cambio, entonces?

–Que evidentemente no alcanza con buscar consenso. El consenso total no existe. No se logró nunca. Por eso el G-77 lleva el tema a la Asamblea General. Ahora, que la ONU vote. La otra razón del cambio está dada por los propios hechos recientes. Por un lado, no hubo un acuerdo con los buitres que respetara lo pactado ya con el 92,4 por ciento de los bonistas. Por otro lado existió el fallo de Griesa. En tercer lugar, la Argentina no se dio por derrotada. Esa serie de factores es lo que converge en la moción ante la Asamblea General.

–El viernes mismo el sector privado emitió criterios para la autorregulación a través de la Asociación Internacional del Mercado de Capitales, la ICMA para usar las siglas en inglés.

El documento de la ICMA revela que los bancos, las financieras y las agencias colocadoras de deuda también se dieron cuenta de que la situación implosionó, que se está transformando en una bola sin freno y que los fondos buitre atacarán a otros. Entonces empezaron a buscar la autorregulación. El caso argentino le mostró al sector privado que no podían seguir así, y les mostró a los Estados que el riesgo lo pueden correr todos. La cifra de deuda soberana que circula en el mundo es enorme. Son 55 billones de dólares, y expreso la medida de la cifra en español: 55 millones de millones. En los Estados Unidos dirían que son 55 trillions. La cifra representa tres veces el Producto Bruto Interno norteamericano.


"La cifra de deuda soberana que circula en el mundo es enorme. Son 55.000.000.000.000 de dólares"

–¿El número incluye la deuda soberana de los países ricos?

–Están todas las deudas, sea cual sea la relación entre la deuda y el PBI, que en el caso de la Argentina es de las más bajas para un país que viene sufriendo el problema del endeudamiento, con el 42 por ciento del PBI. El documento del ICMA significa que se asustaron el sector privado y el sector público.

–¿Con ICMA y todo el G-77 avanzará igual?

–Sí. Los gobiernos decidieron que después de doce años de esperar y sacar resoluciones es mejor diseñar un marco regulatorio para que la reestructuración de deuda soberana tenga un carácter no solo económico sino también político y social. Las reestructuraciones deben considerar los factores que impactan sobre un país. No pueden comprometer su desarrollo social por la extorsión de un pequeño grupo de financistas que colocaron al borde de una situación insostenible a muchos países. La Argentina tomó contacto con muchos gobiernos y trabajó en muchos foros. Por eso en el mundo ya no solo es visible el punto de mira de grupos interesados en que el tema no se resuelva, sino un enfoque con preocupación sobre la reestructuración de deuda soberana. De hacer un planteo ante el Tribunal de La Haya la Argentina fue al G-77. Siempre buscamos lugares de debate y de acuerdo.

–El voto buscado en la Asamblea General es de mayoría simple.

–Sí. Debe votar en favor de la redacción de una nueva convención una cantidad superior en un voto a los que voten en contra.

–Y no hay veto del Consejo de Seguridad.

–No. Es el mecanismo de la Asamblea General. Después se redactará la convención, claro, y las discusiones seguirán. Esto se enmarca en la mejor tradición de este gobierno, que fue autor o coautor de convenciones como las que tratan sobre el comercio de armas y sobre la desaparición forzada de personas.

–¿Por qué en doce años no se logró un consenso?

–El tema de las reestructuraciones fue presentado como tabú y algunos países insistieron con mucha fuerza diciendo que las reestructuraciones de deuda eran parte de las atribuciones del Fondo Monetario Internacional. Si, en cambio, la ONU resuelve que es una cuestión soberana, eso supone que las reestructuraciones deben ser resueltas de acuerdo con un marco establecido por la propia ONU, donde todos los países tienen un voto. Los que se oponen dicen que la ONU no está capacitada para resolver el tema. Lo cierto es que tampoco el FMI lo resolvió. Hagamos una convención. Las convenciones establecen reglas de conducta y obviamente plantean un terreno pacífico. La Argentina cree en esto. El cambio climático, los derechos de la infancia o los ensayos nucleares no afectan a uno, dos o tres países. Son temas que influyen sobre el mundo entero. Todo el mundo tiene derecho a opinar. Y lo mismo ocurre con la deuda soberana, sobre todo cuando la situación global muestra que cada vez hay más conexión entre pobreza y violencia. Donde hay más pobreza la violencia es cada vez más salvaje. Como en Africa.

–¿Cuáles serían, en Africa, las condiciones que favorecerían la violencia?

Africa hizo enormes esfuerzos para reducir la pobreza, pero si no hay transferencia de tecnología, si no hay créditos, si ante la deuda los fondos buitre hasta confiscan la ayuda humanitaria, porque a eso llegaron, habrá actos de violencia desesperada que no se han visto en siglos. Juan Goytisolo, el escritor que se convirtió en experto en el mundo árabe, dijo que la violencia actual en Irak es como una vuelta al siglo VIII. Por supuesto que no voy a hacer la defensa de ninguna dictadura. Solo diré que Libia e Irak fueron invadidos y atacados pero después tuvieron que hacerse cargo incluso de las deudas generadas por los ejercicios militares. La reestructuración de deuda hasta genera conflictos militares.

–¿La Argentina ya está buscando el voto?

–Ni puedo contar la cantidad de cancilleres y presidentes que me llamaron diciendo que sufren problemas parecidos a los nuestros y no hallan el modo de resolverlos. Tal vez sería bueno escuchar de nuevo los discursos de algunos países cuando fuimos a la ONU con el ministro de Economía Axel Kicillof. Yo mismo me sorprendí. La semana pasada hablé con varios cancilleres europeos. Varios me reconocieron que la Argentina tenía un buen argumento cada vez que yo insistía en que el tema de la deuda es un tema de derechos humanos. Se puede comprobar en la Argentina evaluando los niveles de pobreza, de desempleo y de eliminación de la ayuda social en el 2001. Se dirá que fueron producto del default. Pero a la vez fueron producto del endeudamiento y la dificultad para reestructurar la deuda. El default no es un problema argentino, más allá de que la Argentina hoy no está en default y que por eso no se pagaron los seguros de default correspondientes. Las consecuencias del default son expresión del fracaso producido por la falta de reglas internacionales. No hay mecanismos de salida regulados. Los países que han defaulteado no fueron solo los más pobres. La Argentina, ocho veces. Los Estados Unidos, seis.

–Hay muchas opiniones sobre los fondos buitre. ¿Son marginales o son el centro del sistema financiero?

–Son un engranaje más del sistema financiero. Está bien puesto el nombre. En la naturaleza los buitres cumplen una función. Escarmientan. Hacen el trabajo sucio.

–Sobre los animales muertos. Sobre la carroña.

–No solamente. También atacan a los ojos de animales que no están muertos. No son parias del sistema financiero. Son los disciplinadores. Trabajan con los principales bancos del mundo. Paul Singer es uno de los cinco principales donantes del Partido Republicano. Son la parte más fea del sistema capitalista. Tal vez la más extrema. También por eso es que recién ahora quienes integran el establishment financiero decidieron cortarles un poco las alas. Si no, el escenario previsible es que quedará destruido el sistema de deuda soberana. De todos modos, creo que es tarde para una regulación que solo sea privada.

–¿Por qué sería tarde?

–Porque el monstruo que representan los fondos buitre ha crecido de tal manera que no sé hasta qué punto es controlable solo por privados. El poder de lobbying en el Congreso estadounidense es muy grande. Puede llevar a que organismos del Estado dejen de aplicar determinadas políticas en cuya validez creen por temor a que los buitres motoricen aliados para frenar otros proyectos que también son imprescindibles para el gobierno de los Estados Unidos. Alguien podría decir que permitir que actúe libremente en el mundo gente como Singer forma parte del sistema de control del sistema financiero internacional. Pero agreguemos que en Inglaterra está prohibido comprar bonos para trabar una negociación.

–¿Parte del sistema económico o parte de las acciones de la Casa Blanca?

Parte de lo que hacen los poderosos dentro del sistema financiero internacional para disciplinar a los Estados. Dentro de los Estados Unidos hay una ley de quiebras. Pero los fondos buitre no pueden hacer en esas quiebras lo que hicieron con la Argentina, comprando bonos. En todo caso directamente tienen que comprar una empresa. En ese caso compran empresas y presionan a los obreros. Es decir que los fondos buitre en su carácter de tales solo pueden actuar fuera de los Estados Unidos. Por eso es necesaria la convención. Dentro de la sede de la ONU, en Nueva York, no hay una convención que establezca algo parecido a una ley de quiebras para naciones. Pero al salir de la sede sí hay ley de quiebras. Eso significa que los Estados Unidos se dan cuenta de que para sus problemas domésticos el accionar de los fondos buitre es negativo. Y significa que los Estados Unidos no les impiden actuar fuera de los Estados Unidos.

–¿No sería conveniente buscar una alianza con la Casa Blanca?

Según fui informado extraoficialmente, en este momento ningún funcionario del gobierno de los Estados Unidos puede hablar de ningún tema específico de la reestructuración de la deuda soberana de la Argentina. Por eso tenemos tanto interés en que el 9 de septiembre se vote y en que durante el 2015 se escriba la convención. Por supuesto, cuando llegue el momento la Argentina presentará su proyecto.

–Si no se cuentan los ausentes y tampoco las abstenciones y el resultado válido es votos positivos contra votos negativos, ¿la propuesta de redactar una convención sobre deuda tiene asegurados los votos positivos?

–El G-77 hará la propuesta. Y sé que ningún país de los 133 se opuso. En los dos últimos meses hubo mucha presión para no tratar el tema, aduciendo que la ONU no es el lugar indicado para hacerlo. Hablé varias veces con funcionarios a cargo de áreas económicas y sociales de la ONU y me decían que ellos sí estaban de acuerdo con alguna forma de instrumento multilateral. Bueno, hagámoslo.

–Pregunté antes si la Argentina no quería una alianza con la Casa Blanca frente a los buitres. ¿El gobierno argentino busca un enfrentamiento con los Estados Unidos?

–No. De ninguna manera. La prueba es haber propuesto concurrir a la resolución pacífica de este embrollo que creó Griesa al Tribunal Internacional de La Haya, que es donde se solucionaron los problemas en forma pacífica.

–Hago la pregunta de otra manera: además de lo legal, ¿la Argentina quiere un enfrentamiento en lo político con Washington?

–No. Una convención no es en contra de nadie sino a favor de todos. Viene a resolver un vacío legal que afecta a la mayoría de los países del mundo. Decir que hay un problema es una actitud propositiva. Decir que hay un vacío jurídico también es propositivo, porque busca solucionar el vacío. Los propios Estados Unidos dijeron en la presentación ante la Corte de Apelaciones que reivindicaban el principio del pari passu.

–Para la Argentina, ¿cuál debe ser el eje de una convención?

–El principio es que sean los propios países los que escriban el marco legal regulatorio para los procesos de reestructuración de deuda soberana, de manera que no afecte el desarrollo. Las condiciones de negociación deben ser equitativas. No se le debe impedir a un Estado que reestructure sus deudas. No se le debe imponer que la reestructuración afecte el bienestar de los países. El objetivo es que los países puedan reestructurar su deuda soberana y que puedan seguir desarrollándose, no empobreciéndose con peores condiciones de vida de las que tenían antes.

–¿El gobierno argentino no tuvo una expectativa excesivamente positiva ante la Corte Suprema de los Estados Unidos? ¿No confió demasiado en que trataría el caso cuando existía también la chance de que no lo hiciera, como ocurrió?

–Dada la magnitud de lo que implicaba la decisión no solo para la Argentina sino para todos los países que tienen problemas de reestructuración de deuda (y la Argentina con los canjes de 2005 y 2010 había dado muestras de que lo quería resolver con la aceptación de los acreedores), la Corte debió haber tomado el caso. El hecho de que no lo haya tomado marca la necesidad de una convención. No se puede dejar en mano de un solo sistema judicial decisiones que son soberanas de otros países. Y en el plano internacional cada Estado debe hacerse cargo de su Justicia, pero en el marco del derecho internacional el Estado está representado por el Poder Ejecutivo. Muchas veces el Ejecutivo argentino asume en el sistema interamericano fallas por sentencias judiciales, e incluso paga las multas correspondientes. La Argentina acepta la jurisdicción de todos los tribunales internacionales. Es uno de los países que más cree en el derecho internacional. Recordemos cuando la Justicia de Ghana hizo lugar a la incautación de la Fragata Libertad. ¿Qué ocurrió después? Existe una Convención de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar. La Argentina pensó que el embargo de la fragata era ilegal y recurrió al Tribunal del Mar. Es decir, había una convención y una jurisdicción. Ghana aceptó la incumbencia del Tribunal del Mar. Los jueces establecieron la responsabilidad de Ghana. El Gobierno dijo que era un tema de la Justicia. El tribunal dijo que, como Estado, Ghana era responsable. Ghana entonces ordenó liberar el barco. El problema se resolvió en dos meses. Por eso hacen falta las convenciones. Los países también se manifiestan mundialmente por su voluntad de pertenecer a un sistema internacional. Esa manifestación resulta incongruente con que si un país es pobre será tratado como un paria, y si es poderoso podrá ignorar al sistema internacional.

–Supongamos que el martes 9 la Asamblea General vota a favor de una convención. Supongamos que luego los expertos escriben velozmente esa convención. ¿Se aplicará a la Argentina o solo servirá hacia el futuro?

–No nos adelantemos tanto. Primero hay que ver qué se escribe. Y segundo, hay que tener en cuenta que el caso argentino está abierto. Incluso en los Estados Unidos.

–Me adelanto más. La necesidad de una convención se vota, el texto queda escrito, el instrumento pasa por todas las instancias mundiales y nacionales de ratificación y, luego, los Estados Unidos no aceptan la nueva norma.

Los países que no acepten la convención tendrán más dificultades al momento de que otros quieran emitir deudas en esos centros financieros. Hoy ya es más seguro emitir deuda en Inglaterra que en los Estados Unidos. Y estoy hablando de un país con el que tenemos pendiente un problema de soberanía. Pero el marco de seguridad es mayor. Lo mismo sucede con el marco vigente en los Estados Unidos hacia adentro de su territorio. Pienso en tres ejemplos. El primero, que en los Estados Unidos la ley del consumidor es durísima. El segundo, que no se permite ningún tipo de monopolio. Sucedió con el petróleo, con las telecomunicaciones y con los medios. El tercero, que los fondos buitre. no pueden actuar dentro de los Estados Unidos. ¿Por qué no nos comparan con los Estados Unidos, con Holanda o con Inglaterra? No digo que esos tres países deban ser necesariamente imitados en todo. Digo que los que cuestionan al Gobierno por esos temas y lo comparan con la situación en otros Estados deberían estudiar bien qué sucede en los Estados Unidos, en el Reino Unido y en Holanda. Y volviendo a los fondos buitre, nadie está exento de ser atacado. El gobernador de Puerto Rico dijo que no le cerraban ciertos números y decidió reestructurar la deuda pública. De inmediato se formó una task force, una fuerza de tareas como la que viene actuando contra la Argentina.

–¿La consultora de Madeleine Albright no fue contratada?

–Para mí ése es otro dato importante. El hecho de que los fondos buitre donantes del Partido Republicano hayan contratado a una ex secretaria de Estado de tradición fuertemente demócrata demuestra que son parte del sistema económico internacional, no marginales.

martin.granovsky@gmail.com
Publicado en:

FALLAS DEL SISTEMA A LA VISTA, por Raúl Dellatorre (para "Página 12" del 31-08-14)



EL RECHAZO A LA EXTORSION DE LOS BUITRES DESATO UN DEBATE MUNDIAL

Por Raúl Dellatorre

Tanto la resistencia argentina al chantaje y la extorsión desatada por grupos financieros depredadores, ya caracterizados mundialmente como fondos buitre, como la oposición y rechazo a las arbitrarias resoluciones de la Justicia norteamericana, permitieron generar un debate internacional de una magnitud y una celeridad mucho mayores de lo que se hubiera esperado. Sin embargo, ni el pronunciamiento de una de las organizaciones bancarias de mayor peso internacional (ICMA) proponiendo nuevas pautas para la reestructuración de deudas soberanas, ni la iniciativa del Grupo de los 77 más China de llevar a las Naciones Unidas una propuesta de convención internacional respecto de las reglas que deberían regir para tal tipo de situaciones, le garantizarán a la Argentina librarse, en lo inmediato, del acecho de los buitres y los tribunales que le son funcionales. Pero aun así, la repercusión internacional del caso puso en discusión el planteo de reformas al sistema financiero internacional que hasta aquí se habían ido postergando, pese a la gravedad y las consecuencias de la crisis financiera de 2008.
El ICMA, asociación internacional de mercados de capitales, nuclea a bancos e inversores de más de 50 países. El G-77 es un conjunto de países que actualmente supera el número de 130, cuyo rasgo de identidad está dado por ser naciones emergentes o “en desarrollo”. Ambos conglomerados coincidieron esta semana en pronunciamientos que buscan evitar que una muy estrecha minoría de acreedores pueda frustrar o burlar el acuerdo de una amplia mayoría con el país deudor para reestructurar los compromisos del último. Haciendo eje en el problema argentino, se formula una solución general y permanente. El problema no es nuevo, pero la actitud del gobierno argentino lo puso en boca de todos.
En septiembre de 2008, cuando el ex canciller nicaragüense Miguel D’Escoto, asumió la presidencia de la Asamblea General de la ONU, nombró una “comisión de expertos” para analizar las reformas necesarias al sistema monetario y financiero internacional. Dicha comisión, que encabezó el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, propuso un año después “diez medidas de acción directa” como parte de “un programa de reformas sistémicas imprescindible para una pronta recuperación mundial”. El octavo punto proponía, textualmente, crear “mecanismos para el manejo de la reestructuración de la deuda soberana y de las quiebras transfronterizas; entre otros, la armonización de las legislaciones nacionales en relación con las controversias sobre inversiones transfronterizas relativas al comercio de servicios financieros”. Ni ésta ni las demás propuestas formuladas por esa “comisión de expertos” mereció ni siquiera un intento de implementación.
“Ese era un documento interesante, porque abordaba dos problemas, el de las deudas soberanas y los mecanismos de arbitraje, que con la globalización primero y con la crisis después, fueron haciendo evidente las fallas del sistema financiero mundial”, subrayó Jorge Marchini, economista e investigador del Ciges (Centro de Investigación y Gestión de la Economía Social), al ser consultado por Página/12 sobre la propuesta de la Comisión Stiglitz. “La crisis financiera de 2008 fue una oportunidad para reformular un sistema que ya era endeble, pero se diluyó –recordó–; ya entonces se veía que existía una desproporción entre el poder del acreedor y el del deudor: los primeros eran los que fijaban las reglas.”
La “novedad” que trajo el conflicto de Argentina con los fondos buitre es haber puesto en debate cuestiones que no se habían podido revisar ni aun frente a la crisis financiera mundial, sostuvo Marchini. “Hoy vuelve a discutirse sobre la soberanía jurídica, o las condiciones diferenciales que se deben contemplar hacia un Estado respecto de un privado; son todos temas que habían sido barridos por la globalización. Ya el hecho de que se esté cuestionando la subordinación al fallo de un tribunal de Nueva York, hasta por parte de una asociación internacional de banqueros, es de por si un cambio importante.”
En cuanto a la presentación argentina ante la ONU, acompañada por el G-77, para la elaboración de una Convención internacional sobre reestructuración de deudas soberanas, en opinión del especialista en derecho internacional Eduardo Barcesat “es una decisión magnífica, una decisión política correcta que cuestiona la hegemonía estadounidense en el plano jurisdiccional, una iniciativa que se debe apoyar”. Pero advirtió que no se puede esperar una aprobación rápida de la cuestión. “Puede que se vote una declaración a favor, pero la aprobación y ratificación por cada país de una nueva Convención lleva tiempo, como mínimo dos años”, señaló.

En cambio, Barcesat consideró que en esta disputa “se sigue vacilando en terreno propio: me refiero al proyecto de pago soberano que fue enviado al Congreso, porque es un paso adelante pero pequeño, debió ir más adelante”. En su opinión, el paso adelante está dado por la declaración de interés público de la deuda y su forma de pago, en el marco de la soberanía nacional. “Pero que después la misma ley le dé un carácter negocial con los acreedores a la definición de la jurisdicción es un claroscuro. La garantía de pago dada por el lugar de pago, que es acá, no se lesiona estableciendo que cualquier controversia también se resuelve acá: decir que el compromiso está bajo jurisdicción argentina hubiera sido un acto de soberanía sin perder la garantía para el acreedor de que va a cobrar.”
En diversos ámbitos regionales también se discute la situación argentina y la necesidad de replantear la arquitectura financiera mundial, desde una perspectiva más autónoma. La Secretaría de Unasur también cuenta con un proyecto de creación de un tribunal de cooperación y resolución de conflictos. Hasta ahora, las propuestas han sufrido inexplicables demoras en su tratamiento. La emergencia planteada por la disputa argentina con los fondos buitre no sólo reaviva discusiones, sino también, con gran probabilidad, tomas de posición.

Publicado en:
 http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-254198-2014-08-31.html

Total apoyo a la posición de Cristina y Kicillof contra los fondos buitres, por León Cristalli (para "cuartainternacionalposadista.org" del 30-08-14)


Aceptar la resolución Griesa sería enajenar el país en varias generaciones...

 Por León Cristalli, director de la revista Internacional “Conclusiones”.

FONDO BUITRES, DEFAULT, SINDICALISMO, POLÍTICA Y PERSPECTIVA

Aceptar la resolución del Juez Thomas Griesa que obra por mandato de la legislación de los EEUU y compromete al gobierno de los EEUU que muestra claramente cuál es su verdadera política exterior, sería enajenar el país en varias generaciones a una verdadera depredación de su progreso económico y desarrollo social.
Aceptar la resolución del Juez Thomas Griesa que obra por mandato de la legislación de los EEUU y compromete al gobierno de los EEUU que muestra claramente cuál es su verdadera política exterior, sería enajenar el país en varias generaciones a una verdadera depredación de su progreso económico y desarrollo social.
 Reducir la crisis a los llamados “Fondos Buitres”, representados por la legislación de los EEUU. como perjudicados por la reorganización de la Deuda Externa Argentina, a partir de la renegociación de ésta en el 2005 y 2010, es como solo ver la pequeña punta de iceberg que flota a la deriva en un océano que esconde su parte más prominente sumergida en el. Una condición reduccionista que quiere pasar por debajo de la mesa el fondo de la cuestión.
 La realidad es que esta crisis bien podría llamarse “mini” de acuerdo al monto en divisas que reclaman en un principio los fondos que no entraron en la renegociación de la Deuda Externa porque solo representan el 7.6% del total mientras el 92.4 % restante está cobrando en tiempo y forma el total acordado. Máxime si comparamos este cuadro de situación con algunas deudas externas como la de España, Grecia, Portugal que cubren el total y hasta dos veces sus PBI o incluso con el mismo EEUU cuya deuda externa equivale al 106% de su PBI, que en 2013 registraba un déficit de su balanza comercial de 752.395,4 millones de dolares, un 4,48% de su PBI, y que sin embargo, “paradójicamente” para algunos, tiene el derecho de emitir -fabricar- su moneda, el dólar, sin control alguno, usufructuando el hecho económico de que todavía juega el rol de “dinero mundial”, es decir, de reserva de valor y medio de pagos a escala internacional. Pero lo que hace espectacular esta crisis entre los “fondos buitres” y Argentina como nación, gobierno y pueblo, es que termina destapando el fondo de la cuestión del curso actual de la historia.
 Allí aparecen como dos definiciones claramente opuestas que en nuestra opinión solo se pueden ver y analizar desde un campo: EL POLÍTICO. No es el pago de mil millones y medio de dólares que exigen los Fondos Buitres, con una ganancia de 1700% el eje de la cuestión; no es la posibilidad de que este pago destape la aplicación automática de la cláusula RUFO en el 92.4% de los bonistas que al igualarse con los buitres pasarían a tener una “opción de ganancia” similar a estos “bonistas” que recompraron en pleno default a un precio menor del 10% de su valor de emisión; no es el tiempo que se pueda ganar para lograr un arreglo que en principio podría tener vía libre a partir del 1 de enero de 2015 en que se cae la cláusula RUFO; no es tampoco una problemática estrictamente basada en las relaciones del funcionamiento de la economía capitalista.
 La estructura, el armazón de esta lucha política que aparece como económica, es justamente que lo que se está discutiendo por una vía tangencial a la realidad, pero que no deja de ser totalmente material, concreta y objetiva, es hacía donde va el curso de la historia de la civilización humana, y del planeta mismo.
 Posiblemente se pueda cuestionar este punto de vista, o eje central de lo que está aconteciendo, pero la discusión dentro de Argentina, en los EEUU, en América latina y el mundo no es un pago de mil millones y medio de dólares sino la independencia y soberanía que el sistema capitalista imperialista, al que también se lo identifica como “financiero”, puede aceptar o sostener entre sí con los capitales que han desarrollado iniciativas y proyectos propios, nacionales.
 Por ello aparece el tema de la “Soberanía y Dignidad” como parte indivisible de esta controversia que ya es ahora una disyuntiva entre capital imperialista mundial y su política de concentración mundial y los intentos de desarrollar economías nacionales y regionales fuera de su conducción política.
 En síntesis, es una misma condición que se presentó en todas las crisis del sistema capitalista en etapa anteriores y terminaron en la I y II Guerras mundiales, pero con una condición inédita que antes no se expresaba, más allá que se estaba construyendo. Que es lo que venimos planteando desde hace años: “la Rebelión de las Fuerzas Productivas” cuyo nacimiento se genera en el mismo desarrollo del capitalismo pero que en esta etapa ya no puede ser “neoliberal o liberal” en cuanto al papel y función de los mercados como reguladores de la economía.

LOS JUSTOS TÉRMINOS DE CRISTINA FERNÁNDEZ Y AXEL KICILLOF:

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El planteamiento del gobierno argentino, desde su presidenta Cristina Fernández y el ministro de Economía Axel Kicillof, es absolutamente claro en lo económico como en lo que hace a la política.
 El planteamiento del gobierno argentino, desde su presidenta Cristina Fernández y el ministro de Economía Axel Kicillof, es absolutamente claro en lo económico como en lo que hace a la política. Aceptar la resolución del Juez Thomas Griesa que obra por mandato de la legislación de los EEUU y compromete al gobierno de los EEUU que muestra claramente cuál es su verdadera política exterior, sería enajenar el país en varias generaciones a una verdadera depredación de su progreso económico y desarrollo social. Sería dejar en manos del imperialismo la enorme potencialidad de sus riquezas naturales y su misma integridad geográfica. Que de fondo es la verdadera política que esgrime el sistema imperialista de los EEUU y sus aliados para apropiarse de las naciones.
 Tenemos ejemplos lejanos, o no, como por ejemplo la colonización y depredación del continente africano, del sudeste asiático, medio oriente y la historia reciente de América latina a la que con la sumisión estratégica querían coronar su dependencia final con al ALCA. Hechos no siempre por los EEUU pero sí por sus socios Inglaterra, Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, etcétera con un mismo común denominador: controlar la economía mundial productiva a través de la imposición política, dominando los gobiernos de cada nación y, cuando los pueblos se rebelan, haciéndolo abiertamente con la invasión militar o la amenaza nuclear como hace ahora en Medio Oriente en Gaza con su mano derecha el nazisionismo y en Ucrania intentando aplicar política y sistema de destrucción como lo hizo antes en Yugoeslavia y de otras formas en los antes mal llamados “países socialistas”.
 Por ello es que es estrictamente correcta y necesaria la política del gobierno Argentino en esta acción que cada día tiene más al pueblo en lucha antiimperialista que en meramente una controversia económica. Se está discutiendo el futuro del país, de América latina y el mundo en los términos de esta etapa de la historia en que el sistema capitalista necesita imperiosamente lograr aniquilar a todo competidor que le impida su centralización y para ello necesita fagocitar a toda competencia externa a su eje el imperialismo de los EEUU y sus socios más cercanos.
 El imperialismo no puede sostener su sociedad en los EEUU, ya por más tiempo con “burbujas inmobiliarias o financieras”. Los tiempos de dinero virtual, plástico, etcétera están llegando al agotamiento de sus posibilidades reales de sostenimiento porque ha entrado en el campo del progreso una fuerza que no puede controlar o negar porque lo haría sobre sí mismo, sobre su desarrollo. El crecimiento de la inteligencia productiva, sea cibernética, informática, espacial, científica aplicada a la medicina, la industria, la producción y la productividad se le rebelan a su centralización, como lo hace Cristina Fernández de Kirchner y su ministro Axel Kicillof en esta lucha contra los fondos buitres que no son otra cosa que el capitalismo en su fase superior imperialista- como analizó y predijo V.I. Lenin en 1916-, pero que en esta etapa, tiempo y espacio de la historia ya aparece claramente como un depredador cuyo dientes al ser atómicos puede producir su propia destrucción. En otro plano, también la conclusión del Nobel Stiglitz, en el sentido que esta resolución es “una bomba contra el sistema financiero mundial y no solo contra Argentina”

LOS BRICS, ALBA, BANCO DEL SUR, CELAC Y LOS SINDICATOS:

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Entre los BRICS, al que calificamos ya hace mucho tiempo de un Frente Económico Antiimperialista para el desarrollo de la economía pero también de la sociedad -y por tanto de la política necesaria-, y la función de los Sindicatos, Centrales Sindicales, los Partidos de la clase Trabajadora, clases medias del campo y las ciudades hay una unidad objetiva indestructible.
 A esta realidad se enfrenta la humanidad. Porque bajo otras formas y más criminales en lo inmediato, son las acciones del nazisionismo en Gaza, o las bandas nazis que parapetadas en el “ejército Ucraniano” cometen barbaridades en las zonas de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, las acciones del islamismo alentado por la CIA en Irak, Siria, Afganistán, Yemen, Somalia etc. Y como ya lo han hecho anteriormente en América latina, levantarán y sostendrán económicamente a aventureros seudo radicales de izquierda como punta de lanza para desestabilizar la región. En el desarrollo previo del campeonato mundial de fútbol del Brasil en esa tarea gastó mucha plata el imperialismo.
 Todo ello no es nuevo y ha sido derrotado ya muchas veces en la historia de nuestro continente. Desde Carlos Castillo Armas invadiendo con aviones yanquis a Guatemala y derrocando militarmente al legitimo presidente Jacobo Árbenz Guzmán, o al presidente de Chile Salvador Allende en 1973 y así en varios países de esta región pero que ahora visto desde la historia son solo unos segundos de ella, rearmándose la capacidad de los pueblos de resurgir una y otra vez como sobre sus cenizas el ave fénix y reencontrarse en un camino de liberación nacional y social.
 Desde el mismo sistema capitalista sin variar por ahora su estructura económica como sí al mismo tiempo preñado de una experiencia histórica de liberación y viva en los pueblos la vida de los Estados Obreros y la URSS (cuyo seudónimo actual es Rusia), del Estado Obrero sui géneris de la república popular China, surgen los BRICS, el CELAC, el ALBA, el nuevo Mercosur, de los gobiernos nacionales, populares, democráticamente revolucionarios y firmemente antiimperialistas en nada ajenos al curso de progreso de la historia. Un proceso en que se van combinando factores de avance en lo que hace a las relaciones de la economía, productividad con el social que se expresa en la nueva Democracia en Construcción con la contradicción ya en su fase antagónica de las viejas democracias representativas en que los pueblos delegan su mandato y son medianamente sometidos al poder imperialista por los gobiernos de turno. Una etapa en que una sociedad, una hegemonía, no termina de morir y otra sociedad superior no acaba de nacer.
 En este curso, sobre el que hace tiempo venimos escribiendo, el papel de la organización social, política, sindical es fundamental. Justamente porque al estar en una etapa de Transición a una Nueva Sociedad, las fuerzas que empujan la historia no siempre tienen todas las herramientas, o el poder para poder realizar esa transformación revolucionaria. Creemos que en esta etapa no hay “margen para el error”, como al mismo tiempo hay que generar todas las formas y contenidos que permitan avanzar en medio de la contradicción para que, atenuándolas en principio terminen siendo eliminadas esas contradicciones como parte del progreso en construcción.
 Es una combinación de política y economía, como de partido y organización social, sindical. Si no vemos esto con claridad, si nos retrotraemos a mirarnos el ombligo de cada quien, sea personal u organización, terminaríamos siendo lo exactamente funcional al sistema moribundo. Por ello, creemos necesario, fundamental a la vida, entender, comprender cómo sentir y vivir este curso con toda la fuerza que exige la historia de la lucha de clases y la construcción de una nueva sociedad.
 Entre los BRICS, al que calificamos ya hace mucho tiempo de un Frente Económico Antiimperialista para el desarrollo de la economía pero también de la sociedad -y por tanto de la política necesaria-, y la función de los Sindicatos, Centrales Sindicales, los Partidos de la clase Trabajadora, clases medias del campo y las ciudades hay una unidad objetiva indestructible. Todos dependen de transformar un Frente Único Objetivo en una ALIANZA ANTIIMPERIALISTA MUNDIAL PARA ENFRENTAR LA GUERRA CONTRA LA HUMANIDAD QUE ENCABEZA EL IMPERIALISMO.
 No hay Tercera Posición, o como dicen los pueblos “mirar para otro lado…”. La historia de la humanidad cada cierto tiempo así como se concentra y pega sus saltos dialécticos en lo que hace a la economía, las ciencias y la cultura también lo hace en la estructura de las sociedades. De eso que denominamos la mayoría de las veces eufemísticamente “Las Democracias”, hoy están en el centro de la vida de la humanidad. Qué, cuál y cómo queremos construir la Nueva Sociedad, que en nuestra opinión deberá ser socialmente abierta, absolutamente participativa como a su vez completamente responsable en cuanto al papel del individuo en este curso.
 Que sea abierto como una necesidad imprescindible ya no solo de la lucha de clases sino como parte de todo lo que hace a la humanidad y por ende a la naturaleza, el que asumamos la responsabilidad de discutir esa nueva sociedad en construcción. Curso que es desigual y combinado, pero aún en los aspectos más atrasados de él en que se producen crímenes como lo que hoy vivimos en Gaza, en Siria, Irak etc. la humanidad como tal busca el progreso, SU PROGRESO.
 Nosotros creemos que es necesaria la discusión del socialismo como propuesta materialista dialéctica del curso histórico. Basada en las experiencias ya hechas, en forma crítica y autocrítica de lo que fueron las revoluciones sociales como la Mexicana en 1910/11, la Rusa en 1917, la China que triunfa en 1949, la Cubana, Venezolana, etcétera. Aprendiendo y superando burocracias, corrupción, atraso con las fuerzas de una juventud mundial que ve y siente que el sistema la arrincona al basurero social. De los científicos, de los trabajadores y exponentes de la cultura que son explotados por el sistema reduciendo su papel en el progreso humano.
 Todo ello está expuesto en la realidad profunda en la discusión de los Fondos Buitres y el progreso de Argentina, América latina y el mundo. Por ello la compañera presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el compañero Ministro de Economía Axel Kicillof no solo no están solos sino que cuentan con el apoyo de la inmensa mayoría de la sociedad en el país y el mundo. Por eso queremos destacar lo que hace a una nueva estrategia política de discutir lo que aparece en la superficie solo como una cosa económica, cuando encierra en los muros de indignidad del sistema capitalista, lo que hace a su única y concreta forma de vida. La de vorazmente tragarse a sus competidores y reducir a los pueblos a la servidumbre. Y hay ejemplos claros de esa estructura del sistema imperialista en suelo latinoamericano con la ocupación absolutamente ilegal de las Islas Malvinas por el imperialismo Inglés. Ellos junto con los EEUU. han transformado a las Islas Malvinas en una BASE NUCLEAR DE LA OTAN IMPUESTA POR UNA POLITICA BUITRE/IMPERIALISTA que aplica el mismo sistema a la geopolítica militar. Por eso apoyamos y saludamos lo expresado por el compañero Ministro Axel Kicillof: “Nuestra mejor defensa es el pueblo argentino”. Pero ni el imperialismo, ni sus lacayos internos como los Massa, Macri, Sans, Biner, Carrio, etcétera; ni tampoco los “tibios” que claman por “arreglar a cualquier costo”, los que priorizan la economía a la política y los pueblos que las sostienen, pueden engañar al pueblo UNIDO Y ORGANIZADO. El olfato natural de la humanidad siente que detrás de todo lo que está ocurriendo en este punto como en otras latitudes ya no es cuestión individual sino de toda la especie humana y la naturaleza.
 Por todo ello LOS BRICS, ALBA, BANCO DEL SUR, CELAC, LOS PARTIDOS Y SINDICATOS del campo nacional, popular, revolucionario antiimperialista debemos apoyar inclaudicablemente esta lucha de la que todos somos parte y de la cual estamos todos defendiendo el derecho de todos. Como dice el revolucionario cantautor venezolano, Ali Primera, “Vamos cumpa carajo que para amanecer no hace falta gallinas sino el cantar de gallos” Hay un país por desarrollar, un mundo por construir. El default es arma de los débiles, el país, pueblo y gobierno tienen la razón de la verdad y la justicia social. Ni un paso atrás: Vamos adelante con las banderas de la Liberación Nacional y Social construyendo una nueva sociedad democrática y revolucionariamente socialista.

LC. director
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http://cuartainternacionalposadista.org/?p=535

El 69 de Clarín, con Hugo y Luis, por Roberto Caballero (para "Tiempo Argentino" del 31-08-14)

Luis Barrionuevo y Hugo Moyano festejaron el cumple del diario con un paro deslucido, pese al apoyo de ADEPA. Cuál es el partido alemán que coopta políticos locales para llevarse puesta la Ley de Medios en 2015.


Con el paro del jueves 28, día del cumpleaños 69 del diario Clarín, la Argentina perdió 1000 millones de dólares de su PBI, según la consultora Orlando Ferreres y Asociados. Fue una fiesta cara, pero menos onerosa que la del 10 de abril, cuando el cálculo económico negativo rondó los 2000 millones de la moneda estadounidense. La discusión sobre el porcentaje de adhesión real a la medida, elevadísimo para Luis Barrionuevo y Hugo Moyano y mínimo para el ministro Carlos Tomada, es un asunto secundario. La verdad es que la última huelga hizo la mitad de daño, o quizá un poco menos, que la de hace cuatro meses. Comparado con el perjuicio cotidiano que genera el pool sojero que liquida su cosecha en cuentagotas, es casi nada.

Volviendo al paro, las razones de la merma, siempre hablando de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, se pueden atribuir a cuestiones de logística: esta vez, los trenes no funcionaron pero sí lo hicieron los colectivos y casi todo el subte. En el resto del país, la protesta del sindicalismo opositor fue de irregular a irrelevante, según la provincia que se mire. Tampoco hay que olvidar que, para vastos sectores de la sociedad argentina, sus convocantes principales, Barrionuevo y Moyano, tienen peor imagen que la inflación, la inseguridad o el piso del Impuesto a las Ganancias. El esfuerzo que pusieron los diarios que ya sabemos en erigirlos como líderes obreros sin intencionalidad corporativa o como expresión genuina de sus bases no rindió demasiados frutos.

Si estos sindicalistas no estuvieran tan cegados por su antikirchnerismo podrían leer que la derecha empresaria está diseñando su regreso para cuando el actual oficialismo deje de ser un estorbo.
La izquierda maximalista, en cambio, avanzó en su grado de referencialidad. Es la relativa ganadora de una jornada deslucida para el movimiento sindical opositor, pero que tuvo en los folklóricos piquetazos y cortes de puentes la garantía de un siempre excitante raid mediático para el clasismo.
Las expresiones gremiales del PTS, el PO y aledaños, una vez más corrieron de la foto a Barrionuevo y Moyano y sus acuerdos cupulares. No es para menos: mezclado con las proclamas redentoras típicas, marcharon por los suspendidos y echados de Lear y otras fábricas de la zona norte del Conurbano cuyas patronales comenzaron un ajuste preventivo contra los trabajadores y contra el gobierno kirchnerista, aunque esto no entre en el análisis habitual de sus dirigentes.
En medio de tanto relato difuso de la burocracia opositora, y aún envuelto en su artificio de consignas pertinaces, las corrientes de izquierda lograron encabezar un reclamo concreto, una insatisfacción real de trabajadores que no quieren perder su trabajo ni resignar el bienestar que produjo la última década en sus condiciones de vida.
Al menos este sector, que es tan antikirchnerista como las patronales agrupadas en el Grupo de los Seis y el Foro de la Convergencia Empresarial que conspiran contra la política económica del gobierno, mencionó en sus proclamas a algunos –no a todos– de los verdaderos dueños del poder y del dinero. Es llamativo, de todos modos, que terminen confluyendo con Barrionuevo y Moyano en un paro, habiendo convalidado en la práctica que la agitación y la propaganda del mismo corriera por cuenta y militancia de los medios de comunicación de esas mismas patronales monopólicas que dicen enfrentar.
Lo cierto es que el gran parate que soñaban resultó un enorme bostezo en medio de la semana política. Pero sería peligroso no tomar en cuenta que la coincidencia táctica entre sectores patronales y sindicales –burocráticos y clasistas– va en alza, aunque no logren en lo inmediato su objetivo de aislar al gobierno de las expectativas sociales mayoritarias. Enardecer las calles y generar pesimismo económico son los dos extremos de una misma mecha.
El frustrante resultado gremial también se explica por la rústica caracterización que el universo sindical opositor hace de los gobiernos kirchneristas. Habrá malestar, del mismo modo que hay inflación e inseguridad, pero en el balance de la última década todavía pesan más los derechos restituidos que los tropiezos. La situación económica será delicada y el Impuesto a las Ganancias un tributo irritante, sin duda, pero Argentina acaba de alcanzar esta semana la cobertura previsional total de sus adultos mayores gracias a la ley de moratoria, único país en América Latina en alcanzar la meta. El kirchnerismo sigue garantizando un piso que cualquiera de sus críticos, por historia o por ideología, no podría garantizar ni de lejos. Y no sólo eso: en su lidia con los sectores más concentrados de la riqueza, logró visibilizar para el grueso de la ciudadanía la apetencia desmedida de grupos empresarios y la necesidad de un Estado que equilibre las relaciones desiguales entre los sectores de la producción, el trabajo y el consumo.
Si hay algo que el neoliberalismo detesta, eso se llama kirchnerismo, porque es lo único que le impide retornar como nueva hegemonía. Es la fuerza de los hechos contra las promesas ideales del mercado. A ese gobierno, que las patronales quieren desbancar, le hicieron paro los sindicalistas que, cuando el neoliberalismo gobernaba, no tenían afiliados, ni salarios, ni paritarias. Por eso, también, en su versión sciolista, el paro fue triste.
Si estos sindicalistas no estuvieran tan cegados por su antikirchnerismo podrían leer que la derecha empresaria está diseñando su regreso para cuando el actual oficialismo deje de ser un estorbo. Que no lo duden: van primero por el kirchnerismo, después por el Estado y, con él, por las conquistas de los trabajadores en todos estos años.
Pero no ven o no quieren ver, sino podrían detectar el accionar sibilino en el país de la Fundación Friedrich Naumann. Se trata de "una organización política no gubernamental, dedicada a la revaloración del Liberalismo como filosofía por medio del fomento de la Democracia, la Economía de Mercado, el Estado de Derecho y los Derechos Humanos y Civiles.
La labor de la Fundación se basa en la formación democrática de ciudadanos responsables, la asesoría política de líderes, el diálogo político internacional y la colaboración con sus contrapartes para el desarrollo y el impulso de estrategias que generen propuestas liberales para el desarrollo de los países en los que trabajamos, que hagan énfasis en la importancia de una sociedad informada y participativa, y que promuevan el valor de la libertad, las virtudes de la democracia liberal y el respeto a los derechos individuales y a las instituciones de la Democracia y el Estado de Derecho.
La Fundación es ideológicamente afín, pero independiente en su actuar, del Partido Demócrata Libre (Freie Demokratische Partei - FDP por sus siglas en alemán)." Traducido, un think tank liberal que copta líderes locales para que ayuden a despojar al Estado de su influencia en la economía y restaurar un mercado, oligopólico y monopólico, sin controles molestos o "distorsivos".
Esta fundación, en conjunto con ADEPA, la cámara patronal que agrupa a los dueños de los diarios conservadores del país, realizó el martes 26 en Buenos Aires un encuentro de legisladores, ex funcionarios, dirigentes políticos y representantes de diversas instituciones para discutir "los temas que deben configurar la agenda en la materia a partir del próximo año".

Lo que sigue es el programa político del Partido Demócrata Libre de Alemania y los diarios Clarín y La Nación, que controlan ADEPA:

* "Una regulación en base a pautas objetivas de la publicidad oficial".

* "La sanción de una ley de acceso a la información pública".

* "La regulación del funcionamiento de los medios públicos para evitar su uso político".

* "Una reforma de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual para eliminar sus contradicciones y anacronismos".

* "La preservación de la libertad de expresión en eventuales regulaciones en el campo de Internet".

* "La revisión del programa Fútbol para Todos".

Como se ve, la Naumann y ADEPA ya tienen un plan para cargarse la Ley de Medios, en defensa de la libertad de los monopolios y en detrimento del derecho democrático a la comunicación.
El primero en exponer durante la reunión, realizada en el Auditorio de la Prensa Argentina, fue el representante de la Naumann, Jörg Dehnert, quien destacó que "sin libertad de expresión no hay democracia".
Faltó que dijera que, tal como prescribe el Pacto de San José de Costa Rica, con monopolios tampoco hay libertad de expresión, ni democracia informativa ni pluralismo comunicacional. Pero Dehnert no atiende esos progresos: es un restaurador liberal, no un defensor de derechos.
Luego habló, en castellano, Daniel Dessein, vicepresidente primero de ADEPA, y dijo que "la salida de escena de protagonistas de la ofensiva gubernamental contra los medios (como Guillermo Moreno), la relativa apertura y moderación de algunos funcionarios, la desatención parcial del frente mediático para concentrarse en el económico y el impulso de medidas beneficiosas para el sector plasman una disminución de la intensidad de los ataques oficiales a la prensa". Entiéndase como "ataques a la prensa" la acción desmonopolizadora del kirchnerismo en la materia y la aplicación de la LSCA, constitucionalmente avalada. Lo de Dessein es interesante. Permite asomarse a la mirada corporativa sobre el estado de una política que tuvo otros impulsos hasta no hace mucho.
Siguió Dessein, bajo la atenta mirada del alemán: "Subsisten, sin embargo, el mantenimiento de un gigantesco aparato comunicacional dedicado a deslegitimar a ciertos medios y periodistas, el uso discriminatorio de la pauta, la aplicación arbitraria de leyes contra ciertos medios y un discurso oficial que sigue colocando a buena parte del periodismo como artífice de conspiraciones destituyentes".
Este párrafo merece relectura. Es lo que dicen los periodistas y voceros de los grupos monopólicos, pero es la voz de ADEPA, que convenia con el partido alemán liberal, financista de la Fundación Naumann. Por último, el vice de la cámara patronal de prensa, planteó: "El 2015 aparece como terreno fértil para retomar las asignaturas pendientes." Es obvio: la valla entre su sueño restaurador y la realidad, no es otro que el gobierno de Cristina Kirchner.
¿Quiénes estaban en la reunión, además de Denhert y Dessein? ¿A qué políticos y líderes la fundación liberal coptó para sus propósitos? Al radical macrista Jorge Enríquez, miembro del Consejo de la Magistratura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. A Ricardo López Murphy, presidente de la Fundación Cívico Republicana. A la dirigente del PRO Gabriela Michetti, que citó informes del Freedom House para alertar sobre "el deterioro de la libertad de expresión en la Argentina durante los últimos diez años", precisamente, en los que se derogó nada menos que la Ley de Radiodifusión de la dictadura cívico-militar. A la radical Silvana Giudici, que resumió los objetivos de ADEPA: "Reforma de la Ley de Medios, del sistema de medios públicos y protección de la libertad de expresión en eventuales regulaciones de internet".
Al GEN, Gerardo Milman, integrante del directorio de la AFSCA, quien cobrando sueldo en un organismo creado por la LSCA afirmó –sin renunciar a cobrarlo– que "la Ley de Medios es vieja y presenta incompatibilidades que obstaculizan su aplicación porque la ley está pensada para un mercado que no existe". Y a la bullrichista Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, hoy en el macrismo –mañana no se sabe–, quien sostuvo que "el proyecto de reducción de IVA para medios gráficos apunta a fundir al diario La Nación", en una parábola militante como mínimo incongruente con su pasado en la Juventud Peronista, aunque indudablemente en paz con el linaje de su apellido familiar completo.
¿Los sindicalistas que le quisieron hacer un paro al gobierno con la cooperación en la agitación y propaganda de los diarios de ADEPA en serio creen que una vez que debiliten al kirchnerismo estos diarios los van a ayudar a defender los derechos de los trabajadores? Es como interpretar la realidad en alemán. El problema no es que una huelga sea política. Lo que hay que preguntarse es a qué tipo de políticas responde la huelga. En este caso, todo indica que a la necesidad de un frente empresario –Foro de la Convergencia, Grupo de los Seis, ADEPA– que propone que el Estado renuncie a su papel inclusivo y vuelva a ser neoliberal. Como en los '90, donde los salarios eran más bajos, un trabajador de cada cuatro estaba desocupado, la jubilación era privada y para pocos y la mitad de la población estaba bajo la línea de pobreza. Conviene no olvidarlo nunca.

Otra vez, Magnetto amenaza con la cárcel 

Parece que al abogado pelirrojo del Grupo Clarín SA le levantaron las sanciones internas después del flojo, flojísimo papel que hizo durante las audiencias públicas en la Corte por la LSCA. Al fin de cuentas, Héctor Magnetto demostró tener corazón y Damián Fabio Cassino volvió una noche, al menos, a firmar cartas documento como su abogado corporativo.
En este caso, firmó seis contra las autoridades de la AFSCA; entre ellas, una en especial contra Martín Sabbatella, titular del organismo que debe adecuar al grupo a la ley. ¿Qué dice? Lo amenaza con denunciarlo penalmente por "incumplimiento de funcionario público" y "abuso de autoridad". ¿La razón? Le pide que "cese de aplicar le ley discriminando al Grupo y favoreciendo a sus competidores", "trate el plan de adecuación de Telefe y Prisa, que llevan una demora inexcusable de 20 meses", "fiscalice la ejecución y exija el efectivo cumplimiento de los planes de adecuación de otros grupos a las fechas pendientes de cumplimiento" y "cese de amenazar con una improcedente adecuación de oficio".
Si no fuera el mismo abogado que pasó a la fama por balbucear ante Ricardo Lorenzetti una insólita defensa del monopolio comunicacional como garante de la libertad de expresión –tal como piden los alemanes de la Naumann–, uno podría confundirse por el tono bravo, imperativo de la epístola prelegal. Pero no, se trata de Cassino y de su jefe queriendo ordenarle a un funcionario cuándo se adecúa a la competencia, en qué tiempos y de qué modos, bajo intimación de meterlos presos a todos, como si se tratara de los propietarios de la LSCA, de la AFSCA, del Código Penal, del Poder Judicial y de las prisiones argentinas, a las que llenarían de periodistas, funcionarios y dirigentes que no le rinden pleitesía, si este fuera otro país donde no gobernaran las mayorías que creen que la comunicación es un derecho humano y los monopolios conspiran contra las democracias

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sábado, 30 de agosto de 2014

Destacan el papel de Néstor Kirchner en la construcción del satélite ARSAT 1, por INFOnews del 30-08-14



El secretario de Comunicaciones de la Nación, Norberto Berner, destacó que haber logrado el primer satélite de comunicaciones argentino se debe al ex presidente porque "en lugar de pensar en las siguientes elecciones lo hizo en el futuro del país".



El secretario de Comunicaciones de la Nación, Norberto Berner, destacó que haber logrado el primer satélite de comunicaciones argentino se debe al ex “presidente Néstor Kirchner" porque "en lugar de pensar en las siguientes elecciones lo hizo en los futuros 15 ó 20 años del país”.
Berner asiste en Bariloche a la despedida del satélite ARSAT1, que será trasladado a Guayana Francesa para su lanzamiento y puesta en órbita, y consideró que “este hito en la industria satelital argentina nunca hubiese sido posible sin un presidente como Néstor y una presidenta como Cristina Fernández de Kirchner, que apuestan a desarrollos para las próximas generaciones”.
“Nadie puede decir que la fabricación, lanzamiento y manejo de un satélite sea una cuestión electoral. Ni Néstor ni Cristina piensan en eso, sino que diseñan políticas de Estado a futuro, y eso los hace estadistas”, dijo el funcionario en diálogo con Télam.




Berner recordó que en los 90 Argentina estuvo a punto de perder las dos posiciones orbitales de satélites de comunicaciones que posee por administración de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (de la ONU), la 71 y la 82 Oeste, por no usarlas.
El país alquiló un satélite a la empresa privada extranjera Nahuelsat, que en el año 2000 abandonó la concesión nacional, y las posiciones argentinas volvieron a estar en riesgo.
“Estas posiciones son recursos naturales escasos, porque son lugares en el espacio que están y no se pueden crear nuevos. Las asignadas a Argentina permiten a un satélite ‘iluminar’ nuestro territorio completo, incluidas las islas Malvinas y la Antártida, además de la región, todos sitios en los que se pueden prestar servicios satelitales”, explicó Berner.
Agregó que si Argentina perdía las órbitas, el organismo internacional se las hubiese adjudicado a otro país que las demandara, y en una lista importante el primero en pedirlas era Gran Bretaña.
“Por eso el presidente Kirchner resolvió estratégicamente defender las órbitas, recuperar para Argentina el servicio satelital, hacerse cargo del satélite Nahuelsat e incorporar otro, el ANC6, también de origen extranjero. Pero lo más importante es que decidió desarrollar satélites de comunicaciones propios”, afirmó.
Así, Kirchner creó la empresa ArSat en 2006, conformada con especialistas en el tema satelital formados con el Nahuelsat y el ANC6, y dispuso recursos y un plan espacial para la fabricación de tres satélites de comunicaciones, recordó.
El primero, ARSAT1, viaja a Guayana Francesa. El ARSAT2 ya fue construido por Invap y tiene fecha de lanzamiento para julio de 2015, y el ARSAT3 aún está en diseño. Cada uno supera en prestaciones al anterior, y amplía el área y calidad de cobertura. El programa prevé alianzas con los países de la región y prestación de servicios en Estados Unidos y otros países de fuerte desarrollo en el sector.
“Argentina no sólo no perdió un recurso clave. Dejó de perder divisas en este servicio, es uno de los ocho productores de satélites de comunicaciones, y se sumó al grupo que puede producirlos para exportarlos. El país está en un lugar muy relevante en el mundo satelital”, definió Berner.
El funcionario resaltó que “todo esto Néstor lo definió cuando Argentina estaba saliendo del infierno, lo que lo hace mucho más valorable. Eso es lo que diferencia a un pragmático, que como mucho hubiese comprado o alquilado un satélite, de un estadista como él”.

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Tras la chicana a Macri, ahora Scioli le pegó a Massa, por INFOnews del 30-08-14


"Una cosa es gestionar 26 puertos y otra es administrar el Puerto de Frutos de Tigre", aseguró esta mañana el gobernador bonaerense desde el Teatro Argentino de La Plata.



El Gobernador bonaerense, Daniel Scioli, encabezó un acto en el Teatro Argentino de La Plata desde donde lanzó una chicana al legislador Sergio Massa. "Una cosa es administrar el puerto de Frutos (Tigre), y otra es administrar 56 puertos en toda la Provincia" disparó.
Durante su discurso, destacó además las políticas que llevó adelante durante sus siete años de gestión como Gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Y se diferenció de Mauricio Macri, otro de sus principales contrincantes para 2015. "Él hace bicisendas, yo hice 4.000 kilómetros de rutas", sentenció retomando la misma frase que pronució ayer.
Por otro lado, el Gobernador destacó los créditos del Banco Provincia como un "herramienta para el desarrollo de Pymes e industrias". Y habló de inseguridad, uno de los mayores problemas que atraviesa la Provincia. "Desde el decreto de Emergencia en Seguridad, sumamos efectivos y patrulleros, que permiten reducir el delito". En este sentido, agradeció al Ministro Alejandro Granados y a los intendentes que adhirieron a los Comandos de Patrullas Comunitarias (CPC).

"Sumamos efectivos y patrulleros, que permiten reducir el delito"
 
El acto del sciolismo tuvo lugar en el Teatro Argentino de La Plata, el escenario elegido por Cristina Kirchner para sus lanzamientos electorales.


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RELATO FICCIONAL, por Alfredo Zaiat (para "Página 12" del 30-08-14)




 Por Alfredo Zaiat

Como la economía es un espacio de disputa de poder donde intervienen actores sociales con intereses enfrentados, existe una fuerte tensión en los relatos sobre los acontecimientos según quién sea el emisor. Esas explicaciones de eventos económicos tendrán más o menos predicamento de acuerdo con el grado de captación logrado en la atención social y qué tipo de hegemonía discursiva fue conseguido en los canales de difusión. Se trata de una disputa válida de relatos económicos desplegados en el debate público. Por caso, la inflación será entendida por unos como una derivación del aumento de la emisión monetaria para financiar el gasto público, mientras que para otros será la expresión de la intensidad de la puja distributiva y alimentada por el mercado cambiario. Son manifestaciones de posturas políticas diferentes con raíces interpretativas en corrientes del pensamiento económico opuestas. Es una disputa por la orientación de la política económica con impactos distintos en los sujetos económicos. En forma esquemática, unos postulan el ajuste (fiscal y monetario) para alcanzar el bienestar y otros proponen la expansión (fiscal y monetaria) para lograr ese mismo objetivo. En esa legítima pelea política e ideológica por el sentido, cada relato privilegiará cifras, tendencias o iniciativas que permitirán fortalecerlo y minimizará o ignorará las que lo debilitaría. Si la dinámica de esa pelea fuera sólo así, los debates serían de más fácil comprensión y sería más sencillo precisar cuáles son los objetivos y efectos de las opciones de política económica. Sin embargo, ese marco de tensión está siendo contaminado por un penetrante relato ficcional, como si fuera una narración literaria de lo fantástico, con elementos no naturales, magia o seres que no existen. Varios eventos económicos están siendo inundados con relatos ficcionales, pero uno se está destacando del resto: la categoría default sobre la deuda argentina ha adquirido esos rasgos con más profundidad en gran parte de los medios y en el elenco de economistas de la city.
Sentencian el default de la deuda surgida del canje 2005 y 2010 cuando no se cumple ninguna condición de un default. Elaboran las perspectivas de la economía doméstica incorporando como un dato central el acontecimiento de un default. Afirman que la estrategia del Gobierno en el litigio con los fondos buitre, como el envío al Congreso del proyecto de ley de pago soberano local de la deuda, prolongará el estado de default. Parten del supuesto falso de la existencia del default, con obvia intencionalidad política, y de ese modo construyen un relato ficcional, que no tiene nada que ver con la tensión discursiva de visiones contrapuestas sobre la realidad económica.
Un acontecimiento inédito como el bloqueo judicial en el eslabón de pago del banco fiduciario es definido como un default, cuando no lo es en términos del contrato y tampoco lo es en el aspecto financiero y económico. Argentina cumplió con sus obligaciones, giró los dólares al agente pagador y tiene solvencia para cumplir con sus próximos vencimientos. Estas condiciones no califican para ser definido como default. Así lo evalúan los propios bonistas del canje que no cobran por culpa del juez Thomas Griesa. No dirigen sus reclamos al país deudor, sino que han decidido demandar al Bank of New York Mellon: los fondos de George Soros y Kyle Bass. Adelantan que aceptarán el pago local: el fondo Fintech de David Martínez Guzmán. Deciden apelar el fallo ante la Cámara de Nueva York: el grupo Euro Bondholders. Y el Citibank, como agente pagador, también apeló ante esa cámara. Ninguno consagró el default de la deuda argentina ni proponen aplicar la cláusula de “aceleración”. Esta dispone que si existiera incumplimiento en el pago de un vencimiento podrían reclamar el cobro de la totalidad del capital del bono.
Pese a la frustración de los hombres de negocios dedicados a la comercialización de información económica, algunos de ellos ampliando su radio de actuación de los medios hacia la reciente audiencia pública en comisiones del Senado, reiterando sus conmovedoras actuaciones sin explicar por qué sigue sin pasar lo que nunca dejan de decir que va a pasar, el mercado bursátil no está castigando a la Argentina por el default. ¿Será que no existe el default deseado? Además de las mencionadas cuestiones contractuales, financieras y económicas, la evolución de las cotizaciones de las principales variables financieras y bursátiles refleja que los inversores evalúan en los hechos, más allá de rechazar la política económica de CFK, que Argentina no le paga a los fondos buitre porque está ejerciendo su potestad de nación soberana de no cumplir con una orden judicial injusta. Y que ratifica su voluntad de pago a los bonistas del canje, que no cobran por el bloqueo de Griesa.
Es ilustrativo comparar el comportamiento de las acciones y títulos públicos, como así también del dólar, en los meses posteriores de un verdadero default, como el de 2002, y el construido en el relato ficcional, de los últimos dos meses. El compañero de la sección de Economía Cristian Carrillo acercó las siguientes cifras que permiten observar la reacción del mercado ante esos dos diferentes acontecimientos financieros. Para despistados, cuando cualquier país declara el default de su deuda, las cotizaciones de los activos se derrumban.
- El índice MerVal, que reúne a las acciones líderes, descendió de 470 a 270 puntos, una caída de 42,6 por ciento, de enero a junio de 2002. En cambio, desde el 26 de junio de este año, cuando Argentina depositó los dólares de los bonistas en el Bank of New York Mellon, desafiando a quienes atemorizaban con la posibilidad del embargo de ese dinero por parte de Griesa, el MerVal subió de 7820 a 9817 puntos, un alza de 25,5 por ciento.
- La paridad cambiaria pasó de 1,75 a 3,90 pesos por dólar en ese turbulento primer semestre de 2002, alza de 122,9 por ciento. En los últimos dos meses, la cotización oficial avanzó de 8,15 a 8,42 pesos, 3,3 por ciento, y la del denominado blue, subió de 12,05 a 14,05 pesos, 16,6 por ciento. La variación en esa plaza informal es menor si se calcula desde el máximo alcanzado el 23 de enero pasado, cuando se ubicó en 13,06 pesos. El alza sería entonces de apenas 7,6 por ciento.
- Los activos más sensibles en un default son los títulos públicos, porque el país que se declara insolvente no pagará los vencimientos de intereses ni capital de esa deuda, además que el paso siguiente será el de una reestructuración con una probable quita y reducción de la tasa de interés. Por ese motivo, las cotizaciones retroceden. Eso es lo que sucedió en la primera mitad de 2002. Los bonos Brady FRB descendieron 28,8 por ciento; los Globales 2017, 10,0; los Brady Discount, 7,9; los Brady Par, 6,0, y los Globales 2027, 2,6 por ciento. Un recorrido opuesto registraron los bonos en los últimos sesenta días: el Par en dólares subió 23,1 por ciento; el Boden 2015, 21,7; el Bonar 2017; 17,3, y el Descuento, 11,3 por ciento.
- El movimiento de las acciones es un indicador de las expectativas de los inversores sobre el futuro de la economía. En un escenario de default, son malas, porque estiman quebrantos y recesión. Por ese motivo, en los meses posteriores al default de 2002 los papeles empresarios en el recinto bursátil bajaron con fuerza: Banco Galicia lo hizo 76,3 por ciento; Telecom, 68,4; Banco Francés, 53,4; Indupa, 26,9, y Acindar, 20,0 por ciento. La respuesta de inversores bursátiles a la actual situación ha sido la opuesta a un escenario de default: subieron las cotizaciones. Las principales alzas fueron las de Petrobras, avanzando 65,3 por ciento; Aluar, 35,0; Siderar, 32,2; Banco Macro, 26,0; Banco Francés, 12,9, y Banco Galicia, 8,4 por ciento.
- Desde el 26 de junio hasta el cierre de ayer, la acción de YPF subió 26,8 por ciento. Como prueba que los grandes inversores internacionales no consideran que Argentina está en default, el financista George Soros informó hace dos semanas que se convirtió en el cuarto mayor tenedor de acciones de YPF, al adquirir el 3,5 por ciento del paquete invirtiendo en la operación 450 millones de dólares.
Estas cifras muestran que para el mercado bursátil no existe el evento de default de la deuda argentina.
El relato ficcional, como en esta ocasión con el default, está al servicio de modelar las expectativas económicas y, en última instancia, para consolidar la economía del miedo con la pretensión de que una mayoría termine defendiendo intereses que no son propios para que el resultado sea proteger o recuperar privilegios de unos pocos.

Publicado en:
http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-254164-2014-08-30.html

Reglas nuevas después del zafarrancho de Griesa, por "Página 12" del 30-08-14


LA ASOCIACION INTERNACIONAL DE MERCADO DE CAPITALES REFORMULO LAS PAUTAS DE REESTRUCTURACION

Los principales bancos del mundo propusieron modificaciones para que en los canjes futuros se respete a las mayorías. Los cambios implican el uso de Cláusulas de Acción Colectiva y de una interpretación “correcta” de la pari passu. No será retroactivo.


 Por Cristian Carrillo

Los principales bancos del mundo propusieron una serie de modificaciones para que en los canjes futuros se respete a las mayorías, a partir de que el acuerdo sea vinculante a todos los acreedores. La Asociación Internacional de Mercado de Capitales (ICMA, por sus siglas en inglés) dispuso nuevas pautas de reestructuración con el objetivo de evitar que, como sucedió en el caso argentino, un grupo minoritario de acreedores haga fracasar la operación. Los cambios implican el uso de Cláusulas de Acción Colectiva (CAC) y de una interpretación “correcta” de la pari passu. El grado de adhesión para que gatille la CAC deberá ser del 75 por ciento, nivel que el canje argentino cumple de manera holgada, aunque –aclararon– estos cambios no tendrán efecto retroactivo. El documento elaborado por el equipo técnico del organismo que nuclea a más de 450 bancos e inversores en 52 países, con sede central en Suiza, sostiene que “la interpretación de la cláusula pari passu (igualdad de trato entre acreedores) que realizó la Justicia estadounidense conlleva una considerable incertidumbre para las futuras reestructuraciones”.
El gobierno argentino había alertado en distintas oportunidades sobre la falta de un mecanismo de quiebras, similar al que existe para estos eventos entre privados. La reestructuración de 2005 –que se relanzó en el 2010– permitió un nivel de adhesión de 92,4 por ciento del universo de tenedores alcanzados por el default de 2001. La falta de una arquitectura legal que permita que este tipo de arreglos se haga extensivo a todos los acreedores es lo que abrió la puerta para que fondos especulativos accionaran judicialmente para conseguir un trato preferencial. Es así que un grupo de fondos buitre, que representan el 1,6 por ciento de la emisión de títulos públicos defaulteados, consiguió un fallo favorable para que les paguen hasta el ciento por ciento del valor nominal de sus tenencias, mientras traban el pago de deuda reestructurada.
“Los riesgos potencialmente adversos a nivel mundial del cese de pagos y la restructuración de la deuda argentina demuestran la importancia de disponer de términos contractuales claros y sin ambigüedades en los bonos soberanos”, explicó el abogado asesor del ICMA, Leland Goss. Según los documentos publicados en su página web, se dispusieron nuevos términos para las Cláusulas de Acción Colectiva y pari passu, que determinarán qué cambios aceptados por una mayoría de tenedores de bonos vinculen legalmente a todos. “Estas nuevas reglas ofrecen una solución práctica al problema del bloqueo de las minorías”, aseguró el organismo con sede también en los centros financieros de Londres, París y Hong Kong. El número de miembros en la asociación incluye emisores primarios, intermediarios del mercado secundario, gestores de activos, inversores y a proveedores de infraestructura.
El éxito de los buitres se sustenta en realizar distintas presentaciones hasta obtener fallos que les confieran derechos sobre países en crisis. Este accionar es posible por la falta de un mecanismo internacional que arbitre en los problemas de insolvencia soberana. En 2001 –en plena crisis argentina–, la entonces economista jefe del Fondo Monetario, Anne Krueger, introdujo una propuesta para establecer nuevas reglas en la materia, que el lobby financiero logró que se abandonara. El argumento fue que se trataba de un problema de índole privada entre deudores y acreedores. Las modificaciones del ICMA son una primera solución privada para este tipo de inequidades.
Los bonos que nacieron con los canjes además no contaban con la Cláusula de Acción Colectiva, que hubiese dejado sin margen de maniobra a estos fondos especulativos. Por el contrario, al igual que la mayoría de los bonos de países de la región, se adaptó al esquema legal de Nueva York, el cual plantea que el emisor debe obtener el consentimiento de todos y cada uno de los acreedores para reestructurar su deuda original. Las nuevas cláusulas se incluyeron en el Handbook ICMA, el manual rector del mercado europeo, que establece recomendaciones y directrices en relación con deudas soberanas, cuya aplicación no es obligatoria. Este nuevo esquema debería ser adoptado y las cláusulas podrán incluirse en los términos y condiciones de los futuros bonos que se emitan. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional debería publicar un documento en relación con ambas cláusulas (CAC y pari passu), luego de someterlas a discusión de su junta directiva.
Este tipo de cláusulas permiten a los bonistas llamar a asamblea y nombrar a un representante que negocie con los deudores. Las resoluciones que surjan de esa asamblea y sean respaldadas por la mayoría, establecida en 75 por ciento, serán de cumplimiento obligatorio para todos los tenedores. El esquema mantiene el mínimo de 25 por ciento de los tenedores de una serie de bonos para solicitar la aceleración de pagos en caso de incumplimiento del cronograma de pagos de vencimientos de deuda performing. En una nota accesoria, señala que la cláusula pari passu, en el caso de una quiebra, implica que todos los acreedores deben ser tratados igual. Sin embargo, aclara que eso significa que todos tendrán la misma categoría, “sin preferencia entre ellos”. Además, señala que el emisor (el soberano) no tendrá una obligación de pago igual o a prorrata en cualquier momento como condición de pago para otros acreedores. Los bonistas con deuda argentina están siendo impedidos de cobrar sus servicios por una orden del juez Griesa, el cual considera que el país debe pagarles a los tenedores de bonos reestructurados sólo si al mismo tiempo les paga a los buitres

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