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viernes, 30 de septiembre de 2011

Cristina: "Las energías alternativas van a ser muy rentables", por “El Argentino” del 30-09-11.



La Presidenta encabezó la puesta en marcha de la primera etapa que incluye 27 molinos, que representa el parque eólico más importante del país. El predio se encuentra en Rawson, Chubut, y aprovecha el viento patagónico para la producción de energía. "Estamos ante un nuevo concepto de interconexión en todo el país", dijo Cristina.

30.09.2011 | 19.14 |

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró el Parque Eólico Rawson que se convertirá en el más importante del país. El predio comenzó a aportar al sistema energético desde noviembre, aprovechando el viento patagónico como un recurso natural de la región. "Va a ser el parque eólico más importante de América Latina. Acá tienen lugar muchos profesionales que volvieron a trabajar al país. Son más de 800 los que tomaron esa decisión", afirmó Cristina.

"Estamos ante un nuevo concepto de interconexión en todo el país, que está distribuido por regiones. Había un concepto de país que olvidaba al resto de las provincias. Las distintas obras permite que cada uno aporte para concretar un valor agregado muy importante en materia de energías no renovables", agregó la presidenta.

"Hay otros 34 proyectos que generarán 900 megabatios de energía, con un total de 8500 millones de pesos. Hasta ahora hemos construido 4104 kilómetros de líneas de transportes de energía", precisó la jefa de Estado. "Las energías alternativas van a ser sumamente rentables. Todo esto pasó porque Argentina demanda más energía. Y esto se debió a que abrieron nuevas industrias y el crecimiento del país fue fundamental. Tenemos que seguir agregando energía", señaló.

La presidenta, además, pidió a los empresarios argentinos que estudien la forma de fabricar los molinos de vientos integramente en el país. "Los técnicos argentinos tienen que hacer estos molinos", dijo Cristina Fernández de Kirchner.

"El evento que encabezó la Presidenta es por los primeros 27 molinos que se levantan en esta primera etapa" explicó Maximiliano Ivanissevich, vocero de la empresa Emgasud que construye el polo energético. El Parque Eólico Rawson consta de dos etapas: el PER I que se inaugurará este jueves con 27 molinos para generar 48,6 megavatios y el PER II que sumará una producción de 28,8 megavatios y comenzará a operar en 2012, siendo en total 43 los aerogeneradores.

El plan estratégico de ENARSA (Energía Argentina S.A.) consiste en variar el origen de la energía que en la actualidad tiene al gas como fuente en el 52% de la provisión total, para llevar al menos en el 2016 a una producción del 8% proveniente de energías renovables. El estímulo a estas fuentes energéticas impulsados por el Gobierno federal dio lugar en 2007 a la sanción de la ley 26.190, que estableció el régimen de fomento para el uso de fuentes renovables.

Publicado en :

http://www.elargentino.com/nota-160194-Cristina-Las-energias-alternativas-van-a-ser-muy-rentables.html

En la nota original de “El Argentino” se incluye parte del video del discurso.

Más información en :

http://www.emol.com/noticias/economia/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=505942


El gobierno se comprometió a terminar las viviendas de Madres, por Martín Piqué (para“Tiempo Argentino” del 30-09-11.)

Julio De Vido explicó los motivos del corte de la financiación a Sergio Schoklender

Publicado en TIEMPO ARGENTINO el 30 de Septiembre de 2011

Por Martín Piqué


El ministro de Planificación aseguró que se garantizará la finalización de todos los emprendimientos de Sueños Compartidos en ejecución. Reveló que el ex apoderado buscaba iniciar nuevas obras para “cubrir agujeros”.

Vamos a concluir las obras que están comprometidas, con los saldos restantes que están comprometidos.” El ministro de Planificación, Julio De Vido, ratificó ayer que el gobierno garantizará la finalización de todos los emprendimientos de viviendas del programa Sueños Compartidos que están en ejecución. “Las Madres son intocables, no se pueden manchar”, subrayó De Vido, quien anoche compartió el estrado con la presidenta en la inauguración del Museo del Libro, realizado en la Biblioteca Nacional.
En relación con la responsabilidad de Sergio Schoklender, De Vido dijo que el secretario de Obras Públicas, José López, “le cortó el pedal” al ex apoderado de la Fundación, y que allí comenzó la “reacción de Schoklender con el ingeniero López”.
De Vido hizo sus declaraciones en el programa Ciudad Goti K, de Jorge Rial en La Red. “Lo que pasó fue triste, lamentable. Hubo una defraudación del apoderado de una entidad hacia la entidad. Nosotros en su momento vimos esa situación y por eso esa reacción que ha tenido Schoklender con el ingeniero López. Porque (López) es el que dice ‘no hay más recursos’, porque las obras tienen todo el avance representativo de lo invertido, a partir de cada una de las jurisdicciones (por las provincias o municipios), y no podemos iniciar nuevos planes. Ahí es donde se cortó el giro que tenía este hombre y saltó el fraude hecho a la Asociación”, fue la frase completa de De Vido ante la pregunta del conductor, como se puede comprobar en el sitio de Internet de la emisora.
En la misma respuesta, el funcionario retomó el argumento que ya había planteado en el programa 6,7,8 de Canal 7. Que Schoklender todo el tiempo intentaba iniciar nuevos emprendimientos de viviendas para cobrar anticipos que le permitieran tapar agujeros y baches financieros que podían paralizar la construcción de las obras en ejecución. “Si yo anticipo para otra obra lo que voy a lograr es que con ese anticipo se tapen los pozos de la problemática en la que se encuentran las Madres. En mi barrio decían que le cortó el pedal”, aseguró ayer De Vido. En aquella participación en 6,7,8, el funcionario había puesto el acento sobre la “bicicleta financiera” que, en su opinión, subyace en toda la operatoria de Schoklender. “Al no seguir avanzando se pone en evidencia el fraude y el desfalco que él había cometido con las Madres”, dijo allí.
Las declaraciones de ayer de De Vido fueron interpretadas por algunos medios como un reconocimiento de que el gobierno conocía de antemano las irregularidades que se estaban cometiendo en Sueños Compartidos. Anoche, en el programa de televisión Con voz propia, de Gustavo Sylvestre, De Vido objetó esa interpretación e insistió en que López decidió no aprobar el inicio de nuevos emprendimientos porque había comprobado que Schoklender no tenía capacidad como para seguir expandiendo su estructura por todo el país.
Consultados por Tiempo Argentino, desde la cartera de De Vido profundizaron esa explicación. “Era una actitud permanente de Schoklender. Todo el tiempo quería iniciar obras nuevas, pero no le daba para iniciar obras nuevas. En ese momento nosotros no sabíamos que había una irregularidad. Lo que sí estaba claro era que el tipo necesitaba expandirse porque se gastaba los anticipos o los manejaba mal, y entonces no podía tapar los agujeros, salvo que abriera nuevas obras”, se explayó en diálogo con este medio un funcionario del área de Planificación.
La mejor prueba de la “bicicleta financiera” que caracterizó a la misión Sueños Compartidos es el estado inconcluso del complejo de 340 viviendas de Los Piletones (Villa Soldati), cuyo financiamiento dependía del gobierno de la Ciudad, a través de la Corporación del Sur. Como publicó Tiempo hace 15 días, la Fundación Madres de Plaza de Mayo recibió de la Corporación del Sur un sospechoso pago adelantado por el 100% del presupuesto (un total de 29.749.492 pesos), cuando el certificado de obra de junio de 2011 indica que la construcción del emprendimiento habitacional apenas está ejecutada en un 52,87 por ciento.

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http://tiempo.elargentino.com/notas/gobierno-se-comprometio-terminar-las-viviendas-de-madres

jueves, 29 de septiembre de 2011

El día que EE UU desmintió a Magnetto, por Roberto Caballero (para “Tiempo Argentino” del 29-09-11.)

Publicado en TIEMPO ARGENTINO el 29 de Septiembre de 2011

Director del diario : Roberto Caballero

Una cosa es exigirle a su socio en Papel Prensa, La Nación, que colabore con títulos cartelizados a estas u otras operaciones en plena campaña; otra es engañar a toda la diplomacia estadounidense.

Argentina logró que los países socios del Banco Interamericano de Desarrollo votaran a favor suyo dos créditos, uno por U$S 230 millones y otro por 1,7 millones de la misma moneda, desoyendo la recomendación del Tesoro de los Estados Unidos, cuyo voto anticipado fue no positivo, a lo Julio Cobos. En un mundo cada vez más multipolar, con el capitalismo financiero en crisis y con Barack Obama piloteando como puede la tormenta en su propio territorio, el voto en el BID a favor de la Argentina......
Comprueba lo obvio: Washington ya no le escribe la Biblia económica al mundo; no, al menos, como lo hizo tras los acuerdos de Yalta. Sin embargo, desde la clandestinidad, Héctor Magnetto –y no Mike Amigorena– decidió atrasar el reloj de la historia y presentó desde Clarín una supuesta noticia devastadora, cuando no terrorífica: “EE UU votó en contra de la Argentina y no descarta nuevas sanciones.” Decidir así, como si nada, enfrentar a la mayor potencia militar del planeta y a nuestro país desde un titular manipulado, a tres semanas de las elecciones, se parece más a una expresión de deseo de una persona desesperada que a la realidad: como yo no puedo con el gobierno de Cristina Kirchner, voy a lograr que la sexta flota venga en mi ayuda. Es mucho pedir. Una cosa es exigirle a su socio en Papel Prensa, La Nación, que colabore con títulos cartelizados a estas u otras operaciones en plena campaña; otra es engañar a toda la diplomacia estadounidense, que algo de operaciones sabe. El resultado quedó en evidencia anoche: Clarín fue desmentido por el propio gobierno de los Estados Unidos. La cita es textual, tomada de la página web del Departamento de Estado. El que responde es su portavoz:
“Pregunta: ¿Estados Unidos tiene planes para recortar la ayuda bilateral a la Argentina?
Respuesta: El gobierno de los Estados Unidos no tiene planes de recortar la ayuda bilateral a la Argentina. Los Estados Unidos comparten una historia de cooperación, y estamos comprometidos a fortalecer y profundizar nuestra colaboración en áreas de interés común.”
No salió en 6,7,8. Que Beatriz Sarlo no se preocupe. Es la voz oficial de Washington desmintiendo a Magnetto. Un papelón, y una muestra más de cómo Clarín actúa en los hechos como un partido político off shore, ahora con más presión que antes porque el 23 de octubre es altamente probable que millones de argentinos no voten como quiere su oligopolio mediático. ¿Pensará Magnetto que sobredimensionar una diferencia menor entre Washington y Buenos Aires lo ayudará a retener la estampida de sus viejos socios en AEA, que ya se resignaron a un triunfo de Cristina Kirchner? ¿Lo hará para meterle miedo a la UIA, cada vez más kirchnerista en su discurso, con el cuco del aislamiento internacional de la Argentina? Magnetto lee The New York Times y The Guardian: no puede suponer que el gobierno de Obama, hoy preocupado, entre otras tantas cosas, por el destino inmediato del ahorro de sus carpinteros y plomeros, se entrometa en asuntos domésticos de la Argentina y lo consuele, poniendo en tensión las relaciones entre dos países, que muchas veces opinan distinto, pero no son enemigos. Lo puede intentar, pero no va a salirle.
Volviendo a Washington y su voto a lo Cobos en el BID, hay que decir que el Departamento del Tesoro tiene una única y grave preocupación: los bonos del Tesoro estadounidense que China, la nueva superpotencia económica que crece indefinidamente, tiene en su poder. En 20 años el mundo no será el mismo. El resto es anécdota. La explicación para negarse a apoyar a la Argentina con los créditos es Azurix, la empresa americana que fracasó en extender las redes potabilizadoras de agua en Buenos Aires, motivo por el cual se le retiró la concesión y acudió al CIADI en reclamo de una indemnización. El gobierno de Obama no puede dejar de apoyar a sus empresas. Puede decirse, entonces, que Estados Unidos estaría penalizando a la Argentina por hacer lo que el propio Estados Unidos hace: defender a sus plomeros y carpinteros. Ni tan terrible, ni tan incomprensible.
Es cierto que la relación entre ambos países está dominada por el prejuicio. Tanto, como que en algunas áreas, por ejemplo la lucha contra el terrorismo internacional, ambos países avanzaron en una agenda común productiva. Esto no implica desconocer que hay otros asuntos donde las miradas son diferentes y hasta enfrentadas, con matices entre demócratas y republicanos. Los más en Washington mantienen un resabio hereditario de los informes extraviados de Spruille Braden, elaborados 66 años atrás. Buena parte de ese reflejo, hoy de carácter más pavloviano que anclado en hechos o situaciones concretas, se alimenta del discurso de argentinos que, al estilo Magnetto, acuden al Departamento de Estado para interesarlo en la resolución de temas cuya localía e intrascendencia debería enrojecerlos de vergüenza. Lo hacen, a menudo, ciertos empresarios y hasta periodistas, y todavía quedan los ecos de la gira de Elisa Carrió por las embajadas denunciando que no existe la república en la Argentina. Nuestro país no fue en las últimas décadas un dechado de virtudes democráticas, es verdad, pero ir a decir a los Estados Unidos lo que creen que Estados Unidos quiere escuchar sobre lo que aquí sucede es una patología derivada de la colonización cultural. En boca, además, de muchos que se rasgan las vestiduras hablando de las instituciones que ayudaron a violar maniatadas, mueve a risa. Esa tendencia a convencerse de que si se asume con vehemencia el discurso imperial de Roma, los problemas de la Galia patriótica quedan resueltos de modo automático, es una zoncera que nos llevó, en el pasado, a sostener que un peso valía un dólar. Lo pagamos más caro de lo que el dólar vale. Fue un pésimo negocio.
Washington se quedó en el ’45 y sus adoradores argentinos, en los ’90. Nuestro país salió de su crisis sin ayuda externa, por eso su presidenta hoy puede decir en la ONU que el poder de veto de los Estados Unidos en el Consejo de Seguridad es un resabio imperial que no se condice con la agenda planetaria del siglo XXI, así como antes Néstor Kirchner pudo sepultar el ALCA en Mar del Plata porque no servía a los pueblos de América Latina. No se trata de locuras: son gestos, enormes, pero gestos al fin de autonomía, necesaria para crecer y desarrollarse con tasas que sólo son superadas por la economía china y que derivan en inclusión social. Heterodoxia que no puede tacharse de aislamiento o antinorteamericanismo infantil.
Nadie le reprocha a los Estados Unidos las fallidas interpretaciones de Braden, las políticas de patio trasero durante la Guerra Fría, el papel de la Escuela de las Américas en la formación de dictadores y represores sanguinarios –algo que ni la tibia defensa de los Derechos Humanos de James Carter logró borrar de la memoria de millones-, ni las relaciones carnales con ribetes de sadismo de las que gozaron hace apenas una década y media. Eso es historia. O no tanto, depende del cristal con que se mire.
La Argentina, que se sienta en el G-20 porque es una potencia precursora en energía nuclear con fines pacíficos, con capacidad para fabricar y exportar reactores, en apenas ocho años saldó gran parte de su deuda externa, incrementó su PBI y mejoró sus índices sociales, casi en soledad.
Pese a todo, es probable que Obama no tenga a Cristina Kirchner entre sus estadistas predilectas. Ni a la Argentina como modelo. Tampoco hace falta. Tiene sus propios inconvenientes con los cuales lidiar y nosotros, los argentinos, los nuestros.
Para los que se asustan con las resoluciones del Tesoro, hay que recordar que, si se analiza con algo de perspectiva histórica, toda vez que Estados Unidos elogió a un gobierno argentino, los argentinos la estábamos pasando mal o muy mal. Hay un viejo dicho atribuido a Juan Perón en una conversación con Braden, a mediados de los ’40, en la que este le dice que si acepta el protectorado de los Estados Unidos, va a ser “muy bien visto en el mundo”, a lo que Perón le responde: “Prefiero ser mal visto en el mundo a ser visto como un hijo de puta en mi país.” No sé si es textual, pero a esta altura, esa charla ya forma parte de la mitología y es, casi, un tratado político en sí mismo. Para cerrar esta columna voy a tomar prestada una reflexión del periodista Martín García: Alfonsín no pudo trasladar la Capital Federal a Viedma. El kirchnerismo, sin embargo, logró algo un poco más difícil: mudar la capital argentina, que ya no queda en Washington.
Ahora está en Buenos Aires.

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http://tiempo.elargentino.com/notas/dia-que-ee-uu-desmintio-magnetto

Apuntes para debatir acerca de la vigencia del marxismo , por Raúl Isman (para “Redacción Popular”).

Arriba : Bolívar y Marx

Raúl Isman
Docente. Escritor.
Miembro del Consejo Editorial.
de la Revistas Desafíos.
Director de la revista
Electrónica Redacción popular.
raulisman@yahoo.com.ar

Columnista del noticiero del canal Señal Oeste

Colaborador del periódico Socialista El Ideal

Todo lo sólido
se desvanece en el aire.
Karl Marx.

Introducción

En el presente trabajo, actualización de otro escrito hace un trienio, reforzaremos el perfil antidogmático del original, habida cuenta del deplorable papel jugado por ciertas izquierdas declamadoras de versículos consagrados; mas que militantes capaces de comprender lo central de la realidad. Hemos propuesto para polemizar algo que tradicionalmente era analizado como rotunda (y dogmática) afirmación por gran parte de las diversas iglesias, capillas y kioskos de la izquierda local y suponemos latinoamericana. Nos referimos a la vigencia de ciertos núcleos centrales del pensamiento de Marx, tomados- por añadidura- como verdad revelada y no sometida a constatación práctica y empírica alguna. A mediados de 2007 mediante ciertas declaraciones, el líder de la revolución venezolana, Hugo Chávez Frías, reposicionó la cuestión que nos ocupa en los medios de prensa y, desde allí, a todos los espacios de debate. Pero en realidad y desde otro punto de vista se trata de una polémica que se ha arrastrado por más de un siglo y medio.
Por cierto que contenidos de apariencia irrefutable hacia 1850, pueden aparecer como desactualizados en la primera década de nuestra centuria; dado que las condiciones materiales, económicas, sociales, culturales y políticas; tanto las mundiales, como las nacionales y aún las territoriales han cambiado enormemente. Digamos en más que apretada síntesis que el siglo XX puede ser presentado en forma sintetica, en términos de comprensión histórica, como la etapa del desafío de la revolución socialista hacia el sistema dominante del capitalismo mundial. Y por desgracia, tal desafío sufrió una rotunda derrota. No se trata de extraer lecciones del desastre del socialismo “real” del tipo de un Vargas Llosa o personajes similares que figuran como alcahuetes del imperio en cuanto programa televisivo especializado en banalidades se pudiere imaginar. Pero si nos parece imprescindible formular un balance de los conceptos teóricos que guiaron las prácticas de un conjunto de organizaciones revolucionarias. Además y por cierto, una exigencia del mismo Marx era someter sus propias ideas al juicio crítico y racional en continuo diálogo con la realidad social. Sin embargo, cierta lectura acrítica de los clásicos del marxismo resultó un pecado original de nuestras izquierdas, del cual nunca realizaron esfuerzo alguno por apartarse; como si hacer la revolución fuere tarea reservada para aplicados recitadores de vúlgatas escritas de una vez y para siempre.
En este artículo serán analizados algunos límites originarios de la literatura marxista clásica para resultar eficaz “guía para la acción” y no tanto a los desvaríos a los que nos tienen acostumbrados las fuerzas de izquierda nacidas de tales padres teóricos. Lo último- ciclópea tarea por cierto- quedará para elaboraciones futuras. Actividad de enormes proporciones y vana además, ya que cuando se logró aprehender la compleja variedad de los kioskitos de nuestra sinistra, nuevas divisiones exigen retomar la elaboración. En definitiva, es absurdo tener temor a ejercer la crítica, ya que la lealtad fundamental de todo intelectual comprometido con causas justas no es con los contenidos ideológicos, sino con la larga marcha de los pueblos por construir sociedades dignas de recibir el nombre de humanistas.

La obra de Marx:
una lúcida mirada crítica

En principio digamos, antes de avanzar, cual es el máximo aporte de la creación de Kart Marx al conjunto de la teoría social. Se trata básicamente del carácter implacable de una mirada crítica fuertemente cuestionadora sobre el conjunto de las bases y de los fenómenos constitutivos de la dominación capitalista. En efecto, el bisturí conceptual del filósofo nacido en Treveris- aunque a él no le gustare contarse como miembro pleno de la tradición del saber originado en las antiguas polis- se hunde tan a fondo viviseccionando en lo profundo de los mecanismos de la economía y la sociedad del siglo XIX que los autores pro-burgueses posteriores serios- como el francés Raymond Arón, uno de los ensayistas conservadores más lúcidos de la pasada centuria, por ejemplo- deben dar un rodeo y no mencionar cuestiones en absoluto irrefutables, como que la plusvalía es una de los pilares decisivos sobre los que se asienta la sociedad burguesa. El autor de Das Capital llamaba plusvalía al trabajo generado por los obreros que no les era retribuido. Podría ironizarse mentándola como la “cara oscura u oculta del salario”, parafraseando la creación de Pink Floyd. Es decir que la plusvalía se define en tres sintéticas palabras: trabajo no pagado. Al criticar al autor del 18 Brumario, Arón escapa con escasa elegancia de realizar una crítica de la teoría de la plusvalía- piedra angular de la teoría Marxista, al decir de Lenin- ya que demostrar su no vigencia o inviablidad, resulta absolutamente imposible o más bien equivale a postular la famosa cuadratura del círculo o la existencia del agua seca. La ganancia capitalista- centrada en la exacción de plusvalía- es una de las bases decisivas de la desigualdad social y de toda sociedad capitalista.
Pero existe una lectura meramente economicista de la obra de Marx. Tal mirada consiste en una interpretación limitada y lineal impulsada por cierto sentido común debido a lecturas derechistas de sus ideas, y, a no pocos izquierdistas aquejados de un profundo y rígido mecanicismo. Dichas miradas han sacralizado una lectura de nuestro autor, en la cual los únicos aspectos de su obra que siguen en pie son los relativos a los factores de producción. Por cierto que no faltan citas clásicas que avalarían tal mirada. Pero a contrapelo de estas corrientes, nuestra interpretación postula que la crítica de Marx se sirve de un profundo conocimiento del mundo económico para demoler conceptualmente todos los andamiajes, mecanismos simbólicos y recursos materiales de la sociedad burguesa. Para decirlo en palabras simples: Marx no sólo condenaba al sistema Capitalista debido a su carácter explotador; si no también (y fundamentalmente) por obturar y anular las posibilidades de una vida medianamente digna para gran parte de la humanidad. Por cierto que para verificar los referidos rasgos del capitalismo sólo hay que leer el diario, aún en diversos medios de la derecha más cerril. Las referencias acerca de las inequidades e inquinidades que desgarran al conjunto del orbe son parte de los paisajes rurales, urbanos y massmediáticos. Con relación a si la crítica del Marx se refiere únicamente a la explotación o avanza en otras direcciones, démosle la voz al susodicho autor en palabras, por añadidura, formuladas en uno de sus textos más clásicamente económicos: “Das Kapital”.
“La burguesía, que al crear para sus hijos las escuelas politécnicas, agronómicas, etc., no hacía más que obedecer a las tendencias íntimas de la producción moderna, sólo dio a los proletarios la sombra de la enseñanza profesional”. (Karl Marx. El Capital. Versión electrónica)
Al argumentar acerca de la segmentación que se verifica en una sociedad capitalista con relación al fenómeno educativo, Marx demuestra que muy lejos se hallaba de criticar sólo el aspecto económico de la suerte de las masas; sino al conjunto de los fenómenos propios y constituyentes de la dominación burguesa. Es decir que la crítica al capitalismo no se limitaba al fenómeno de la explotación, si no que se ampliaba al hecho que el sistema efectivamente lograba (y lo sigue consiguiendo) reducir a gran parte de las personas a la condición de objetos pasivos. De modo que su pensar se orienta a fundamentar de modo concluyente una sólida perspectiva humanista. Parafraseando a Atilio Borón- uno de los interpretes de Marx dotado del conocimiento más profundo de su obra en todo el mundo de habla hispana- era preciso servirse de una profunda formación en economía política, para formular una concepción de carácter filosófica con verdadero alcance social. De modo que podríamos denominar su concepción como humanista, siendo esta última palabra no necesariamente resultado de la interpretación boroniana.

Los ejes fundamentales
del debate

De resultas que el autor de los Manuscritos económico-filosóficos puede ser considerado uno de los más sagaces críticos de la construcción burguesa, sino el más. El problema aparece en el momento de transformar la crítica al sistema en construcciones políticas alternativas anticapitalistas concretas. Es sabido que a lo largo de la vida y la obra de Marx aparecen algunas cuestiones de índole teórica y práctica que trataremos de sintetizar para luego criticar.
1) En primer lugar, que tipo de sociedad reemplazaría al capitalismo. Sistemas socialistas fueron enunciados anteriormente- y también a posteriori- al postulado por Marx y su amigo Federico Engels. Dejando de lado algunas variedades nostálgicas de la edad media o reaccionarias, nuestros autores los agruparon bajo el común denominador de socialismo utópico, para diferenciarlo del sistema soñado por ellos, que (auto) denominaron (socialismo) científico. La razón de tal diferenciación es que los autores de La Ideología Alemana consideraban haber comprendido y formulado en leyes irrefutables la propia marcha de la sociedad y sus contradicciones hacia la revolución. Y además haber definido el sujeto encargado de realizar tal transformación: el proletariado industrial. En el célebre prólogo a La Crítica de la Economía Política se halla una sintética explicación de tales leyes que guían el desarrollo capitalista (hacia su derrumbe). Quien pretendiera hallar un eco del positivismo en esta concepción, puede. De todos modos, en la obra de Marx palpita la tensión constante entre la revolución como fenómeno objetivo, hacia la cual lleva la propia lógica de la crisis capitalista, y la necesidad perentoria que el cambio social se realice por medio de la acción (consciente) por parte de las masas. Veamos las palabras del autor de tantos textos decisivos. “El resultado general al que llegué y que una vez obtenido sirvió de hilo conductor a mis estudios puede resumirse así: en la producción social de su vida los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase determinada de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. Al llegar a una fase determinada de desarrollo las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas, y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base económica se transforma, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas transformaciones hay que distinguir siempre entre los cambios materiales ocurridos en las condiciones económicas de producción y que pueden apreciarse con la exactitud propia de las ciencias naturales, y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en un a palabra las formas ideológicas en que los hombres adquieren conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo. Y del mismo modo que no podemos juzgar a un individuo por lo que él piensa de sí, no podemos juzgar tampoco a estas épocas de transformación por su conciencia, sino que, por el contrario, hay que explicarse esta conciencia por las contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de producción. Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más elevadas relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado dentro de la propia sociedad antigua. Por eso, la humanidad se propone siempre únicamente los objetivos que puede alcanzar, porque, mirando mejor, se encontrará siempre que estos objetivos sólo surgen cuando ya se dan o, por lo menos, se están gestando, las condiciones materiales para su realización. A grandes rasgos, podemos designar como otras tantas épocas de progreso en la formación económica de la sociedad el modo de producción asiático, el antiguo, el feudal y el moderno burgués. Las relaciones burguesas de producción son la última forma antagónica del proceso social de producción; antagónica, no en el sentido de un antagonismo individual, sino de un antagonismo que proviene de las condiciones sociales de vida de los individuos. Pero las fuerzas productivas que se desarrollan en la sociedad burguesa brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales para la solución de este antagonismo. Con esta formación social se cierra, por lo tanto, la prehistoria de la sociedad humana.
La cita tal vez pudiera ser calificada como excesivamente extensa; pero da cuenta de modo harto elocuente de la visión marxiana de la historia y en particular de su visión de las leyes que guían su desenvolvimiento. Lo menos que puede decirse del párrafo es que “la prehistoria de la sociedad humana” ha durado demasiado.
2) Por otra parte, en la mirada de Marx, la economía mundial es el teatro de una verdadera guerra civil en la que el proletariado internacional libra diversas (aunque constantes) escaramuzas contra la clase capitalista de todo el orbe. Primero, para resistir la expoliación, para alcanzar condiciones de vida más dignas para los trabajadores y por ampliar las condiciones de libertad política (democracia). Avanzando en las luchas, el combate se daría para derrocar a la burguesía y liquidar toda forma de explotación. La visión internacional y de conjunto- para los marxistas- es un imperativo gnoseológico y político, del cual surge la necesidad de organizar las fueras proletarias en el ámbito mundial, producto de la cual es la interesante experiencia de las tres o cuatro- si contamos a la cuarta- internacionales, de la cual hablaremos más adelante. “La revolución es nacional por su forma e internacional por su contenido. Es muy conocido el modo en que diversos autores de la izquierda nacional intentaron moderar el efecto cuasi brutal de las palabras anotadas en Manifiesto Comunista. Pero no logró eliminar la (perdurable) influencia que tuvieron sobre la práctica de muchos partidos de izquierda, que hicieron durante décadas caso omiso a la existencia de las diversas nacionalidades, ni de las peculiaridades de cada formación social y menos diferenciaron estados imperialistas de periféricos.
3) Por causa de mecanismos insuficientemente demostrados en lo teórico y jamás verificados empíricamente, la clase obrera resultó depositaria de un imperativo de condición mesiánica: Marx la convirtió en sujeto único de la revolución, nada menos. Y por cierto que no era cualquier clase obrera, sino más bien la industrial y de los países centrales. Y tampoco era cualquier revolución, si no una transformación tan profunda que redimiese al conjunto de la humanidad. Cierto es que hay en la obra de los teóricos varias veces mencionados diversos aspectos que moderarían la afirmación precedente. Por ejemplo, la cita que sigue a continuación: “si la revolución Rusa da la señal para una revolución proletaria en occidente, de modo que ambas se complementen, la actual propiedad común de la tierra en Rusia podrá servir de punto de partida a una revolución comunista”. (Carta de Marx). Pero nótese que aquí lo que provee visibilidad a la transformación social posible en Rusia es la relación con la revolución social (proletaria) en occidente. Es, ni más ni menos, que la vieja concepción eurocéntrica consistente en afirmar que el mundo periférico es constituido por los países centrales. Si no, la vida social en el mundo periférico carece de visibilidad y aún de existencia.
Una de las ideas centrales en el corpus teórico de Marx es que la revolución proletaria, no sólo viene a solucionar los problemas más urgentes, sino a resolver de modo definitivo los dilemas de fondo y cruces éticos que han atormentado a la humanidad desde tiempos ancestrales. Veamos como lo enuncia en sus propias palabras:
... que ahora esta lucha ha llegado a una fase en que la clase explotada y oprimida (el proletariado) no pueda ya emanciparse de la clase que la explota y la oprime (la burguesía), sin emancipar, al mismo tiempo y para siempre, a la sociedad entera de la explotación, la opresión y la lucha de clases. (Marx y Engels. Manifiesto Comunista. Versión electrónica)
Objetivos loables y plausibles, sin dudas. ¿Pero realizables? Para responder tales interrogantes se hace necesario cotejar los dichos de la teoría con el acontecer histórico recurriendo a la experiencia proporcionada por el archivo formidable de más de dos centurias de movimiento obrero y socialista.

El marxismo que (si)
ha caducado

Alrededor de estas tres temáticas sucintamente planteadas girará nuestra objeción crítica. Con relación al primer item, discutiremos en primer lugar la supuesta dicotomía socialismo utópico-científico. Puede certificarse como científica a una concepción que se adecue plenamente a la realidad y sirve para leerla y/o transformarla. Y la realidad de los siglos XIX, XX y lo que ha corrido del XXI demuestra que existen vacíos conceptuales e hipótesis que no resisten los contrastes empíricos por parte de las teorizaciones marxianas. Es preciso analizarlas mínimamente. El desarrollo de la economía y la sociedad burguesas en la centuria pasada siguió senderos más complejos que los pensados previamente; particularmente en la comprensión de la profundidad de las crisis cíclicas del capitalismo. En palabras de Marx “Al llegar a una fase determinada de desarrollo las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas, y se abre así una época de revolución social”. (Prólogo a la Contribución a la crítica de la Economía Política. Versión electrónica).
Campea en todos ellos un cierto catastrofismo- muy influyente por otra parte en teóricos de comienzos del siglo XX, como Lenín, Rosa Luxemburgo o Trotski- que no puede sostenerse en la actualidad. Algunos de los mecanismos compensatorios ya fueron anticipados por el propio Marx en el prólogo ya citado. La capacidad de readaptación del sistema capitalista a las crisis, más allá de los sufrimientos individuales de algunos burgueses y de la inmensidad de las masas en ellas, resultó muy superior a lo previsto por el pensamiento crítico en general. Dicho sea de paso, aunque no sea el tema de este artículo, el dinamismo y la capacidad transformadora del capitalismo deja reducido a la condición de soñador pre-científico a León Tortski cuando afirmaba que “las fuerzas productivas de la humanidad han cesado de crecer”. (León Trotsky. El programa de transición. Versión electrónica).
Dramáticamente planteadas en el contexto de 1938, en que el mundo se encaminaba a la barbarie de la segunda guerra mundial, estaríamos tentados de afirmar que el propio revolucionario ruso no suscribiría en la actualidad- en los últimos veinte años se han desarrollado más que en toda la historia previa de la humanidad- dichas palabras. Sin embargo, los partidos trotskistas, prosiguen recitando los mismos versículos, a contramano de la realidad social. Como toque exótico puede citarse que frente a cada nueva crisis profetizan el inminente derrumbe del capitalismo. Algunos espectadores ingenuos en actos de dichas fuerzas se colocan a buen resguardo para no quedar aplastados por sonoros derrumbes de escombros. Pero por fortuna para los transeúntes y por desgracia para los profetas de semejantes hecatombes, la caída de guijarros nunca acontece. Por lo tanto, resulta insostenible seguir repitiendo frases como la anterior. Y mucho menos otra como la que sigue: “Las condiciones objetivas de la revolución proletaria no sólo están maduras sino que han comenzado a descomponerse”. (León Trotsky. El programa de transición. Versión electrónica).
A casi setenta años de pronunciadas estas palabras, el hedor a podrido debería haber dado la vuelta al mundo ya. Y estas son las raíces teóricas fundamentales de las posiciones de los partidos trotskistas. Pero, como decíamos, no es este el centro del análisis y la vivisección de tales contradicciones la pasamos hacia un incierto futuro (las calendas griegas o troskas).
A comienzos del siglo XXI nada coloca en un lugar de superioridad teórica al socialismo de raíz marxista, por su condición científica, de otras variantes del socialismo. De hecho, en todo el orbe, existen movimientos que intentan gestar espacios de liberación, aunque más acotados. Inscriptos en el anarquismo, en el socialismo (utópico), o en las actualmente llamadas organizaciones autonomistas, disputan con agrupaciones de tipo marxista la adhesión de las masas populares en el mundo entero. A la vez, intentan poner un límite a la voracidad del gran capital globalizado. Todas deberán revalidar el título de la formación teórica más acertada en el juicio- de todos modos, polémico y apelable- de la lucha histórica concreta. Si algún día logramos comprender que la ciencia útil para transformar la realidad social no es un conjunto bíblico que nos fue dado de una vez y para siempre, la crisis del marxismo no habrá transcurrido en vano.
El segundo plano de análisis- el carácter internacional de las luchas revolucionarias- es tal vez el más controvertido y central para el debate político, en nuestra opinión. Aunque suene antipático y está clarísimo que la economía capitalista es de carácter mundial, las luchas de los pueblos son fundamentalmente nacionales y en el marco del estado nacional. El proceso abierto en nuestra Latinoamérica con la llegada a fines del siglo XX del comandante Hugo Chávez Frías al gobierno en Venezuela (continuado por Rafael Correa, Evo, Lula y los Kirchner) cuenta con un concepto central para ser comprendido: la recuperación de los estados nacionales en países periféricos. El marco de las luchas es nacional y por lo nacional (y popular). Luego, pueden (y deben) intentar captar solidaridades más allá de sus fronteras. El objetivo marxista de unir en una sola fuerza político-organizacional al conjunto del proletariado internacional contra el poder del capital (globalizado, se diría hoy) jamás pasó de ser un enunciado formulado en textos muy plausiblemente intencionados, pero carentes de concreción práctica. Argumentaremos a continuación a favor de nuestras objeciones.

Acerca de la (decisiva) cuestión nacional y
otras objeciones al marxismo

En principio, existe un modo de concebir al mundo (capitalista) moderno como resultado de una lucha de clases mundial que enfrenta a la burguesía con el proletariado, visto este desgarramiento desde el conjunto global; es decir, internacional. Sin negar que existe fundamento empírico y material para tal afirmación; en nuestra opinión no puede soslayarse que la dominación imperialista se superpone con la contradicción recién referida y aparece (sensiblemente) la que enfrenta a los países periféricos con las formaciones nacionales causantes del sometimiento de la mayor parte del orbe: es decir los estados imperialistas. De este modo se crea en las naciones atrasadas las bases materiales para la formación de coaliciones más vastas, a favor del desarrollo nacional; aunque en muchas de ellas participen fuerzas hostiles a una salida socialista. Tal es una síntesis de lo que se denomina cuestión nacional (perdón por la reiteración) que además incluye aristas de carácter cultural (defensa de la propia identidad), político (un estado independiente de los poderes globalizados es una forma sustantiva de democracia), además de las razones económicas mencionadas líneas arriba.
Con relación a la experiencia de las internacionales obreras, digamos que las mencionadas organizaciones fueron los intentos concretos para crear el Partido Internacional de la clase obrera y… no pasaron de resolver sus disputas, conflictos y realizaciones en los marcos y referencialidades (para Marx estrechos) de los estados nacionales. Veamos una breve síntesis que fundamente nuestros dichos. La primera internacional- la única creada en vida de Marx- se destacó porqué lo más importante de su accionar fue su participación en la heroica Comuna de París (1871). La insurrección citada fue una reacción defensiva del proletariado (y el pueblo) de la ciudad luz frente a la defección del ejército (nacional) burgués, frente al recién creado Segundo Reich alemán. Sin negar sus métodos y contenido de clase claramente proletario, los alcances de la revuelta se reducen claramente al marco (nacional) francés; a la defensa del estado nacional amenazado en su existencia por la potencia del nuevo imperio de los Hohenzollern y por la defección burguesa y del emperador Napoleón III. La Comuna fue, en apretada síntesis, el episodio último de la revolución burguesa, ya que luego de ella nunca más hubo ningún intento serio por (re)crear formas monárquicas o imperiales en la nación gala. Y los efectos posteriores de la derrota precipitan la disolución de la internacional, ya que concentra la furia represiva de los poderosos. Jamás paso de ser un destacamento centrado fundamentalmente en el continente europeo. Es más, cuando Marx trasladó su sede a New York fue, en realidad, su partida de defunción. Se debatió mucho sobre problemas teóricos e internacionales. Pero a la hora de la lucha política concreta, la cuestión se resolvió en los marcos del estado nacional.
La segunda internacional es fundada en 1889, ya muerto Marx y poco antes del final de la vida de Engels. Por añadidura, los años de gestación y máximo desarrollo coinciden con el apogeo del imperialismo moderno; años en los cuales se exacerba el carácter decisivo de la cuestión nacional, por cierto. La partición entre socialistas “reformistas” y “revolucionarios” se halla presente casi desde sus orígenes. La distinción entre una y otra fracción lejos esta de ser conceptualizada sólo en términos éticos, es decir en términos de “leales y traidores” para con la revolución social; es preciso conceptualizarla en los siguientes términos. Es que, en realidad, un modo materialista de ver la cuestión reside en analizar las relaciones entre los aparatos partidarios y sindicales; por un lado, y, por el otro, el estado burgués; tomando como variable decisiva la capacidad creciente de este último para regular el flujo de recursos, que merced al desarrollo capitalista, son volcados para moderar el conflicto social. Lo cierto es que en la mayoría de los partidos de la segunda internacional predominan las orientaciones que visualizan cambios paulatinos y no revoluciones radicales. Y pese a las sorpresas que acarreó, la decisión de la mayoría de los partidos y dirigentes de alinearse junto a sus respectivas burguesías en la primera guerra mundial no tendría que haber provocado incredulidad ni asombro. Los intereses propios de cada partido- en el marco de sus respectivos estados nacionales- resultaron un límite más que tangible para la construcción de una organización mundial. Cada destacamento priorizó los vínculos en su propia “patria” antes que la identidad internacional. De hecho, sólo muy pocos cuadros se opusieron a esta orientación mayoritaria, los más conocidos, Lenín y Rosa Luxemburgo. La segunda internacional- en cuanto organismo revolucionario- estaba muerta desde hacia cierto tiempo, pero el revolucionario ruso recién pudo proclamar la necesidad de construir su sucesora luego de la revolución bolchevique (1917).
Así, la tercera internacional nació ligada a un estado nacional y toda su experiencia está íntimamente ligada a la defensa del proceso ruso; es decir del citado estado nacional. Con el requisito de las veintiún condiciones de ingreso en la Internacional- modelo de sectarismo, en la acertada opinión del español Fernando Claudín- se verificaron dos circunstancias igualmente perjudiciales para los movimientos revolucionarios. Ellas son:
a) Existió un “recetario” único y excluyente para realizar transformaciones sociales: elaborado de espaldas a la realidad social y cultural de cada país y motivado únicamente por la necesidad soviética de no quedar aislada a merced del capitalismo dominante en el resto del mundo. Tales son los mecanismos que llevaron a la “teorización” de un engendro que se denominó “socialismo en un solo país” (logomaquía debida a Stalin). Argumentar copiosamente a favor de nuestras afirmaciones excede largamente los objetivos del presente trabajo; por lo cual en futuras elaboraciones realizaremos esta necesaria tarea.
b) La internacional quedó reducida a un conjunto de “elegidos” partidarios del leninismo, sin mayor diálogo con los “réprobos” socialdemócratas, anarquistas u otras fracciones (integrantes por mérito legítimo) del movimiento obrero. El purismo ideológico de la tercera no le impidió caer en oportunismos de todo tipo, cuando no en la defección contra-revolucionaria; de la cual la acción desplegada en la guerra civil española (1936-1939) es el mejor ejemplo.
Hemos demostrado la centralidad del problema nacional. Pero además no puede soslayarse ni desaprovecharse el hecho que la defensa de la identidad cultural propia, de los recursos naturales y estratégicos del país pretendidos por la voracidad imperialista resulte al mismo tiempo fuente de conflictividad y punto de articulación de diversos sujetos que pueden operar cambios en la sociedad. ¿Por qué dejar estas importantes banderas abandonadas para que las retomen ciertos defensores del sistema?
En otro orden de cosas, digamos que la pretensión de aprehender el conjunto de las leyes que rigen la historia, la economía, la cultura y la sociedad en un único sistema desentrañado de una vez y para siempre implica- desde el punto de vista epistemológico- una pretensión que como mínimo puede calificarse como pedantescamente prometeica; y en términos máximos de simplemente absurda y exagerada. Seguramente el anciano sabio de Tréveris sonreiría con sorna si pudiera observar la compleja multidireccionalidad que tomo la realidad social, más aún (tomando distancia) con relación a muchas de sus previsiones. Seguramente no suscribiría el error de las izquierdas contemporáneas; que al ver como las sociedades existentes no se adecuan a sus esquemas acometen contra la realidad pretendiendo asesinarla. Pero lo cierto que en el propio Marx anida y palpita la vieja pretensión positivista de formular leyes ineductables e ineludibles para todo proceso histórico. Hacia el pasado de la sociedad humana, está fuera de discusión los innumerables aciertos de Marx y Engels a la hora de formular teorizaciones. Pero proyectado a futuro, sus pensamientos arrojan límites, errores e inconsistencias que los cambios verificados en el mundo capitalista desde fines del siglo XIX no han hecho más que agrandar.

Conclusiones pesimistas desde la razón aunque
de modo de optimizar la voluntad

Para cerrar estas líneas, formularemos algunas conclusiones del análisis desplegado a modo de balance.
1) Lo más acertado de Marx es su crítica a la dominación capitalista; tanto desde su carácter de sociedad explotadora como en la cerrazón para que las personas accedieran a un modo de vida humanista.
2) La pretensión de Marx de haber desarrollado (y casi agotado) las leyes a futuro de la humanidad resultan de un carácter ingenuamente positivista y además insostenible desde el punto de vista epistemológico.
3) No existen fundamentos serios para calificar al socialismo pensado por Marx como científico, por oposición a otros mentados como utópicos.
4) También resulta objetable la idea que la única clase verdaderamente revolucionaria es el proletariado industrial.
5) Por otra parte, existe en nuestro autor un inocultable matriz de eurocentrismo.
6) No puede dejar de señalarse que el mejor modo de utilizar el corpus marciano es con la subjetividad firmemente anclada en la comprensión de las especificidades de nuestra sociedad y no obligando a la realidad a someterse al tamiz de las ideologías.
Pese a los límites y errores señalados, las teorías de Marx ocupan un merecido sitio entre las concepciones que guían a los pueblos en sus siempre recomenzadas luchas por construir- en un futuro lo más pronto posible- modos de vida dignos de ser llamado humanista,

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http://www.redaccionpopular.com/node/3976

Clarín está feliz porque EE.UU. "sanciona" al país, por "Diario Registrado" del 28-09-11

Arriba : Clarín: vocero oficioso del gobierno de Barack Obama.


Prensa Cipaya


Clarín y su staff jerárquico exhiben hoy su felicidad porque EE.UU. quiere "sancionar" a la Argentina: el "problema" es que el gobierno nacional no "obedece" cuando el Departamento de Estado baja sus órdenes.

Diario Registrado. Miércoles 28 de septiembre de 2011


Hacía rato que, al menos en su portada, Clarín no se comportaba como oficioso boletín del Departamento de Estado norteamericano. Ocupado como estaba en “encolumnar” al conjunto de la oposición tras su política, hasta hoy parecía dar prioridad a las cuestiones domésticas.

Sin embargo, al ir de fracaso en fracaso, el diario de Noble-Magnetto ha decidido retornar a uno de los roles que mejor le quedan: el de vocero de la embajada de Estados Unidos en la Argentina, dedicando el principal título de tapa a algo que lo hace muy feliz: “EE.UU. no descarta nuevas sanciones contra Argentina”.

Desde hace tiempo pero especialmente después de las PASO, Clarín, como el resto de los monopolios mediáticos e incluso algunos candidatos (recuérdense los “reclamos” de Elisa Carrió a diversas embajadas), vienen pidiendo algún tipo de “intervención” extranjera para poner coto a lo que ellos no pueden: el fortísimo apoyo social y, por ende, electoral al gobierno de Cristina.

Así, Ricardo Kirschbaum, editor general de Clarín, muestra su alegría en la columna editorial titulada “Síntomas del deterioro con EE.UU.”, en la que advierte alborozado: “Cada día hay más síntomas de que las relaciones con Estados Unidos están pasando por un momento complicado. A los votos en contra de los créditos que la Argentina pide en el Banco Mundial o en el BID, ahora se sumarían otras sanciones, tal como lo explica hoy un funcionario del Departamento de Estado a la corresponsal de Clarín en Washington y Nueva York, Ana Barón”.

Aunque reconoce que “las nuevas sanciones, según lo que se dijo ayer, pueden no tener un efecto material muy grande”, el alborozo del editor viene a cuenta porque “revelan el concepto actual que tiene la Casa Blanca del relacionamiento con Argentina”.

Pero, ¿por qué las “sanciones” que tanta felicidad traen al staff jerárquico del Grupo Clarín? Barón lo explica: “el Gobierno no paga los fallos establecidos por el Centro Internacional para Disputas en Inversiones del Banco Mundial (CIADI), se niega a negociar con sus acreedores (los bonistas que quedaron fuera del canje de la deuda) y a involucrarse con las instituciones internacionales”.

Es decir: porque el gobierno argentino no sigue a rajatabla las “órdenes” que bajan desde el Departamento de Estado a la Argentina en particular y para América Latina en general.

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http://www.diarioregistrado.com/politica/53441-clarin-esta-feliz-porque-eeuu-sanciona-al-pais.html

CFK . “EL MEJOR COMBUSTIBLE QUE TENEMOS ES EL PUEBLO ARGENTINO” , por “El Argentino” del 28-09-11.

“Hemos incorporado 45,4% de megavatios desde el 2003”

La Presidenta puso en marcha la Central Nuclear Atucha II, que aportará 700 megavatios a la red energética. "Somos el segundo país después de China que más ha crecido, por eso necesitamos más energía”, destacó.

28.09.2011

En la ceremonia de la puesta en marcha de Atucha II en la localidad de Lima, partido de Zárate, Cristina Kirchner destacó los avances del país en materia energética e informó que " hemos 45,4 por ciento más megavatios de los que teníamos cuando asumió Néstor Kirchner".

A su vez, la Presidenta recalcó: "Incorporamos energía porque en este año se abrieron fábricas, comercios y necesitamos más". Atucha II aporta 700 megavatios al sistema interconectado nacional, y es la tercera del sistema eléctrico argentino, sumándose a Atucha I (335 Megavatios) y Embalse (600 Megavatios), que proveen actualmente el 7% de la energía eléctrica del país.

Además, Cristina afirmó hoy que las próximas metas del plan nuclear argentino "tiene que ser la puesta en marcha del alargamiento de vida de la central Embalse y la puesta en marcha de Atucha III".

Además, sostuvo que "los argentinos hemos protagonizado en estos ocho años el crecimiento más importante de toda nuestra historia", y tras manifestarse "orgullosa como presidenta", remarcó que "esto ha significado mejor calidad de vida para todos los argentinos y tenemos que ir por más".

"Se han formado mas de 900 soldadores nucleares en estos años. Mas de 100 tecnicos. Esto es capacitación y aumentar la matriz energética", agregó. "Somos el segundo país después de China que más ha crecido, por eso necesitamos más energía”, comentó.

En tanto, la Presidenta recordó que "en 2007 vine con él (por Néstor Kirchner) la primera vez a este lugar para cerrar el núcleo, y la verdad es que siento mucha emoción porque sé que desde algún lado él lo está viendo, y que no fue en vano y que valió la pena".

La ceremonia también contó con la asistencia del gobernador bonaerense, Daniel Scioli; el ministro de Planificación, Julio De Vido, el director del Proyecto Atucha II, José Luis Antúnez y otras autoridades, así como representantes del comercio, la industria, la producción, dirigentes políticos, gremiales y sociales.

Publicado en :

http://www.elargentino.com/nota-159899-Cristina-El-mejor-combustible-que-tenemos-es-el-pueblo-argentino.html

Más información en :

El director de la OIEA felicitó a Cristina por Atucha II

http://www.elargentino.com/nota-159983-El-director-de-la-OIEA-felicito-a-Cristina-por-Atucha-II.html

DISCURSO COMPLETO DE CRISTINA FERNÁNDEZ EN :

http://www.presidencia.gov.ar/discursos/25426-puesta-en-marcha-de-la-central-de-atucha-ii-en-zarate-buenos-aires-palabras-de-la-presidenta-de-la-nacion-

VIDEO DEL ACTO EN :

http://www.presidencia.gov.ar/videos

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Cómo prevenir una depresión, por Nouriel Roubini (para “Proyect-syndicate.org” e “Iniciativa”)


28 Septiembre, 2011 Iniciativa

Artículo de Nouriel Roubini*

ÁMSTERDAM – Los últimos datos económicos sugieren que la recesión está regresando a las economías más avanzadas, con los mercados financieros llegando a niveles de estrés no se veían desde el colapso de Lehman Brothers en 2008. Son significativos los riesgos de una crisis económica y financiera aún peor que la anterior – ya que ahora involucra no sólo al sector privado, sino también la cuasi insolvencia de bonos soberanos. ¿Qué se puede hacer para reducir las posibilidades de caer en otra contracción de la economía y evitar una depresión y una crisis financiera más profundas?

En primer lugar, debemos aceptar que las medidas de austeridad, necesarias para evitar una caída fiscal en cadena, tienen efectos recesivos. Por lo tanto, si los países de la periferia de la eurozona se ven obligados a adoptar medidas de austeridad fiscal, los países capaces de ofrecer estímulos a corto plazo deben hacerlo, y posponer sus esfuerzos de austeridad propios. Entre ellos se encuentran Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, el núcleo de la eurozona y Japón. Además, se hace necesaria la creación de bancos que apunten a financiar la infraestructura pública.

En segundo lugar, si bien la política monetaria tiene un impacto limitado cuando los problemas son la deuda excesiva y la insolvencia en lugar de la falta de liquidez, puede ser útil la flexibilización del crédito, en lugar de una distensión sólo cuantitativa. El Banco Central Europeo debe revertir su decisión equivocada de elevar las tasas de interés. Un mayor nivel de flexibilización monetaria y del crédito también es necesario para la Reserva Federal de EE.UU., el Banco de Japón, el Banco de Inglaterra y el Banco Nacional Suizo. La inflación pronto será el último problema que los bancos centrales deban temer, a medida que nuevamente una menor actividad en los mercados de bienes, trabajo, vivienda, materias primas y alimentos genere presiones antiinflacionarias.

En tercer lugar, para restaurar el crecimiento del crédito, los bancos y sistemas bancarios de la eurozona que no están suficientemente capitalizados se deben reforzar con financiamiento público en un programa que abarque a toda la Unión Europea. Para evitar una crisis del crédito adicional a medida que los bancos de desapalancan, deberían contar con una cierta indulgencia de corto plazo en cuanto a exigencias de capital y liquidez. Además, dado que sigue siendo poco probable que los sistemas financieros de EE.UU. y la UE proporcionen crédito a las pequeñas y medianas empresas, es esencial la prestación directa de créditos a las PYME solventes pero sin liquidez.

En cuarto lugar, es necesaria la prestación a gran escala de liquidez a los gobiernos solventes para evitar un repunte de los diferenciales y una pérdida de acceso al mercado que termine por convertir la falta de liquidez en insolvencia. Incluso con cambios de políticas, se necesita tiempo para que los gobiernos restablezcan su credibilidad. Hasta entonces, los mercados mantendrán la presión sobre los diferenciales soberanos, haciendo probable que se produzca una crisis autoinfligida.

Hoy en día, España e Italia están en riesgo de perder acceso al mercado. Se deben triplicar los recursos oficiales -a través de un mayor Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, Eurobonos, o medidas masivas del BC – para evitar un segundo y desastroso ataque sobre estos bonos soberanos.

En quinto lugar, la carga de deuda que no se pueda mitigar mediante el crecimiento, el ahorro o la inflación se debe hacer sostenible a través de su reestructuración ordenada, su reducción y su conversión en capital. Esto debe llevarse a cabo del mismo modo para los gobiernos insolventes, los hogares y las instituciones financieras.

En sexto lugar, incluso si Grecia y otros países periféricos de la eurozona reciben ayudas importantes para paliar su deuda, el crecimiento económico no se reanudará hasta que se restablezca la competitividad. Y, sin un rápido retorno al crecimiento, será imposible evitar más impagos y un mayor nivel de agitación social.

Hay tres opciones para restablecer la competitividad dentro de la eurozona; todos requieren una depreciación real… y ninguno de ellos es viable:

· Un fuerte debilitamiento del euro, apuntando a una paridad con el dólar estadounidense, lo cual es improbable, ya que EE.UU. se encuentra también en una posición débil.

· Tampoco es probable una reducción rápida de los costes laborales unitarios, mediante la aceleración de la reforma estructural y crecimiento de la productividad en relación con el crecimiento de los salarios, ya que fueron necesarios 15 años para que ese proceso restableciera la competitividad de Alemania.

· Una deflación acumulada del 30% a cinco años en los precios y los salarios -en Grecia, por ejemplo- lo que significaría cinco años de profundización de una depresión socialmente inaceptable; incluso si fuese posible, este nivel de deflación agravaría la insolvencia, dado un aumento del 30% en el valor real de la deuda.

Debido a que ninguna de estas opciones puede funcionar, la única alternativa es que Grecia y algunos otros miembros actuales abandonen la eurozona. Sólo la vuelta a una moneda nacional -y una fuerte depreciación de la misma- puede recuperar la competitividad y el crecimiento.

Por supuesto, el abandono de la moneda común podría causar daños colaterales para el país que lo haga y aumentar el riesgo de contagio para otros miembros débiles de la eurozona. Por consiguiente, los efectos sobre la hoja de balance de las deudas en euros causados por la depreciación de la nueva moneda nacional se tendrían que manejar a través de una conversión ordenada y negociada de los pasivos en euros a las nuevas monedas nacionales. Se necesitaría un uso adecuado de los recursos oficiales, lo que incluye la recapitalización de bancos de la eurozona, para limitar los daños colaterales y el contagio.

En séptimo lugar, las razones que explican el alto desempleo y el anémico crecimiento de las economías avanzadas son estructurales, y entre ellas se encuentra el aumento de la competitividad de los mercados emergentes. La respuesta adecuada a tales cambios masivos no es el proteccionismo. En cambio, las economías avanzadas necesitan un plan de mediano plazo para restaurar la competitividad y el empleo a través de nuevas inversiones masivas en educación de alta calidad, capacitación laboral y la mejora del capital humano, infraestructura, y energías alternativas/renovables. Sólo un programa así puede proporcionar a los trabajadores de las economías avanzadas las herramientas necesarias para competir a nivel mundial.

En octavo lugar, las economías de mercado emergentes cuentan con más herramientas de políticas que las economías avanzadas, y deben flexibilizar la política monetaria y fiscal. El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial pueden servir como fuentes de crédito de último recurso para los mercados emergentes en riesgo de perder acceso al mercado, condicionado a reformas políticas adecuadas. Y los países que, como China, dependen excesivamente de las exportaciones netas para el crecimiento deben acelerar las reformas, incluida una apreciación más rápida de la moneda, con el fin de impulsar la demanda y el consumo internos.

Los riesgos por delante no son solo de una leve recaída en la recesión, sino de una severa contracción que podría convertirse en una Gran Depresión II, especialmente si la crisis de la eurozona se convierte en desorden y conduce a un colapso financiero global. Las políticas erróneas durante la primera Gran Depresión generaron guerras comerciales y monetarias, impagos desordenados de la deuda, deflación, un aumento de la desigualdad del ingreso y la riqueza, pobreza, desesperación y una inestabilidad social y política que condujo a la aparición de regímenes autoritarios y la Segunda Guerra Mundial. La mejor manera de evitar el riesgo de repetir una secuencia así es adoptar hoy mismo medidas audaces y proactivas de políticas globales.

Publicado originalmente en :

http://www.project-syndicate.org/commentary/roubini42/Spani

y en :

http://espacioiniciativa.com.ar/?p=4605

Ricardo Rouvier: “El discurso kirchnerista tiene un registro de largo plazo”, reportaje para Iniciativa de F.Ghelfi y A.Goldstein (28-09-11)


Ricardo Rouvier: “El discurso kirchnerista tiene un registro de largo plazo. Expresa su pretensión de permanencia con su visión regional y continental y con el planteo redistributivo”. Entrevista al reconocido sociólogo

28 Septiembre, 2011 Iniciativa

Reportaje de Federico Ghelfi y Ariel Goldstein

Iniciativa entrevistó en exclusiva a Ricardo Rouvier, Sociólogo – Director de Ricardo Rouvier & Asociados, reconocida consultora en el campo de la opinión pública y la investigación de mercado. En esta oportunidad analiza las causas del triunfo de Cristina Kirchner, el desempeño de los candidatos a Gobernadores del FpV y la proyección política de los partidos de la oposición. También reflexiona sobre la influencia de los medios de comunicación en el plano político y hacia donde debe orientarse el trabajo de los militantes.

Iniciativa -¿Cuáles considera que han sido las causas de la recuperación y el crecimiento en el apoyo a la gestión de Cristina Kirchner desde el conflicto agropecuario de 2008 hasta la coyuntura actual? ¿En función de qué factores ha ido variando este crecimiento?

Ricardo Rouvier -En las elecciones de 28 de Junio de 2009, como corolario del conflicto con el campo del 2008, 7 de cada 10 ciudadanos que votaron no lo hicieron por candidatos oficialistas. Ahí tuvimos lo que llamamos un punto de inflexión, porque el kirchnerismo estuvo en un momento bastante complicado. De todas maneras, las elecciones habían sido adelantadas y los mandatos legislativos seguían hasta el 10 de diciembre. Lo que hicieron Néstor y Cristina Kirchner después de la renuncia de Néstor a la titularidad del Partido Justicialista el 28 de Junio fue algo muy sorprendente tanto para los analistas, como para todos en general. Recuerdo incluso el discurso de Cristina 48 hs después de la derrota electoral, en que señaló a Proyecto Sur como posible alianza en el Congreso; inmediatamente después Pino Solanas salió a desmentirlo y separarse de esa propuesta. Pero, lo que hizo el kirchnerismo fue lo contrario de lo que se esperaba, que era sentarse a negociar; decidió apretar el acelerador. Eso sorprendió a todos: apretó el acelerador bajo las condiciones de tener todavía primera minoría en diputados y senadores; allí podía luchar por algunas leyes importantes. En lugar de poner esas leyes a dormir lo que hizo fue impulsarlas: la estatización de las AFJP, la Ley de Medios, el Matrimonio Igualitario. En algunas de esas situaciones logró un voto transversal y en relación a los 7 de cada 10 que habían votado contra Kirchner, se trataba de 7 votos desperdigados y fragmentados.

Así como en el 2003 Kirchner había comprendido bien la crisis del 2001, en esa oportunidad percibió bien el escenario político y lo que hizo fue poner más vehemencia, más decisionismo político y marchó para adelante a toda velocidad. Esto sorprendió a la oposición y a partir de allí empezó a girar lentamente la opinión pública. Ante la expectativa de creer que la oposición iba a emerger con perfil propio y fuerza, lo que se vio fue una oposición fragmentada y un oficialismo que no abandonaba el centro de la escena. Entonces, se pueden marcar dos etapas: la recuperación desde el 28 de julio del 2009 hasta el 27 de octubre de 2010 -con el fallecimiento de Néstor Kirchner- en que se inicia otra etapa. En esta primera etapa del 2009 al 2010 se asiste a un proceso de paulatina recuperación de la imagen positiva de Cristina y su intención de voto. Sin embargo, una semana antes del 27 de octubre, Cristina perdía las elecciones en segunda vuelta. En primera vuelta el Frente para la Victoria tenía mayoría de votos, pero en segunda vuelta perdía con diversos candidatos. La tendencia de recuperación tuvo que ver con varios factores. Uno de ellos tuvo que tiene que ver con la reactivación económica después de la crisis del 2009, que fue un año en que el nivel de actividad decayó. Luego, vino una cierta recuperación económica y esto empezó a mejorar lentamente la imagen de Cristina, ante una oposición que no supo aprovechar su oportunidad. Hay un factor, que se menciona poco, que es muy importante: el tema de la gobernabilidad, porque este es un gobierno que gobierna. Hay gente a la que no le gusta Cristina, sin embargo la vota porque entiende que gobierna, y prefiere a un gobierno que gobierna que un candidato opositor que genera incertidumbre. La gobernabilidad es un factor muy importante a tener en cuenta. Hasta el 26 de octubre de 2010, Cristina estaba perdiendo la elección nacional en segunda vuelta, y el 27 de octubre fallece sorpresivamente Néstor Kirchner y la tendencia de recuperación se acelera a través de un proceso de identificación con la figura de Cristina, con su viudez, con su tragedia. Esto genera una mirada diferente de los sectores medios, donde Cristina había tenido problemas de imagen y eso impulsó una recuperación de la situación donde la semana siguiente al 27 de Octubre se podía decir sin temor que Cristina ganaba la primera vuelta; de ahí en más nunca dejó de estar en esa situación. Cada vez fue afianzándose más, frente a una oposición que quedó muy desorientada, muy desubicada, en el individualismo y en la discusión interna. Entonces, aquellos valores que habían sido negativos empezaron a ser positivos. Uno de ellos es la “figura internacional” de Cristina, que fue tomada casi en chiste en la primera etapa 2007 /2008. La clase media se burlaba de Cristina, la miraba con sorna en los foros internacionales, de forma desvalorizante pero luego empezó a darse cuenta de que estábamos en una situación diferente. Le empezaron a dar valor a sus viajes y su relación con importantes figuras extranjeras con las que Cristina se manejaba muy bien. Y entonces aquello que era malo, improvisado y ordinario para los sectores medios pasó a ser “que bueno, habla y dice sus discursos sin leer”; y ésta es la situación de gran parte de la opinión pública hoy. Es una recuperación extraordinaria; existen pocos antecedentes de una recuperación semejante en la opinión pública. Esta etapa que comenzó con la muerte de Néstor Kirchner en 2010, donde se puso a prueba la capacidad de conducción de Cristina, terminará el 23 de octubre de 2011 con su consagración.

Los Festejos del Bicentenario también tuvieron un efecto muy importante. Fue sorprendente tanta gente en la calle y que no se produjera ningún problema. Eso le dio un marco que ayudó muchísimo a la popularidad de Cristina. También hay otro aspecto que hay que considerar, que tiene que ver con la puesta en escena y la teatralización de la política. El kirchnerismo maneja la teatralización de la política como no he visto nunca antes en la Argentina. Cristina tiene gente alrededor que tiene mucha idea de lo que es la puesta en escena de la gestión. Y en esto Cristina tiene un sentido estético de la política que expresa los cánones más modernos en la acción política mundial.

I.-En función de lo que mencionaba respecto de valores que eran percibidos como negativos y se transformaron en positivos en la percepción de los sectores medios, ¿cree que actualmente persisten marcas del conflicto por la 125?

R.R.-Hay diversas lecturas sobre las recientes elecciones primarias. En algunos casos tengo interpretaciones que son diferentes a las de otros colegas. La diferencia tiene que ver con que considero las variaciones sobre el promedio. Cristina sacó el 50% en las PASO, pero en algunas provincias sacó 20 puntos menos y en otras provincias sacó 15 o 20 puntos más. Con una mirada sociológica-electoral, esos saltos sobre el promedio nos lleva a pensar algunas cuestiones. Hubo renuencia del voto de las zonas sojeras respecto de CFK pero fue menor la intensidad que el voto castigo de junio 2009. Si uno analiza los resultados de Santa Fé, Entre Ríos, Córdoba y otras zonas granarías, se observa que gana Cristina, pero por menor diferencia. ¿Por qué gana a pesar de los pocos votos? Porque “no hay oposición”. Por su parte, en las regiones del noroeste y noreste se superó ampliamente el promedio. En las zonas de mayor concentración de la pobreza es en dónde CFK logró su mejor performance.

I.-¿Cómo analiza el alto rendimiento de los gobernadores alineados con la política nacional?

R.R.-La Argentina está constituida sobre la base de liderazgos personales muy fuertes, entre los cuales están los gobernadores que, en su mayoría, son peronistas. Todo eso funciona como un sostén político-institucional del kirchnerismo. La relación del kirchnerismo con el peronismo es muy compleja pero hay una consustanciación entre uno y otro. En este sentido, el problema del peronismo se da cuando no hay poder. El peronismo se pierde cuando no hay poder. Por su parte, cuando está en el poder, el peronismo se encolumna, el poder es un elemento ordenador. En cambio, para la UCR, el poder la desorganiza. El peronismo que queda fuera del kirchnerismo es muy poco, muy limitado. En ese marco, el liderazgo de Cristina repite un liderazgo tradicional del peronismo. La conducción simultánea del Estado y del peronismo-kirchnerismo. Por otro lado, este es un elemento ordenador de todo el tablero político y afecta inclusive a la oposición. Ahora, si uno se pregunta si todos los gobernadores están convencidos del kirchnerismo, seguramente algunos si y otros no. Pero siempre pasó así en el peronismo: la convicción está dada por el control del poder, que uniforma. Después, si se empieza a trastabillar, ahí es donde emergen los “desobedientes”.

En realidad, el mandato de Cristina no es solo un mandato presidencial: eso es lo que hace interesante la política argentina. El mandato de Cristina es un mandato presidencial y de jefatura de un conglomerado. Se trata de un conglomerado que tiene sectores. Tiene un núcleo duro integrado por el gobierno, algunos sectores juveniles, algunos gobernadores, intendentes y no mucho más. Y luego la CGT, la CTA -con menos poder-, algunos gobernadores e intendentes, algunos sectores de la UIA que están con el kirchnerismo y los transversales (que hoy se encuentran un poco en las orillas del conglomerado). Esta es la configuración tradicional del peronismo: entre los actores hay contradicciones y la conducción, que es Cristina, tiene que manejar esas contradicciones. En este contexto, en los cuatro años que vienen se ponen a prueba las dos cosas: CFK como presidenta en la gestión y como conductora.

I.-¿Cómo analiza la proyección política de los candidatos de la oposición?

R.R.-Desde el ’83 hasta la fecha, cuando se recuperó la democracia, nunca he visto una oposición tan débil en la Argentina. Inclusive cuando en 1973 Perón ganó obteniendo casi el 62% de los votos, había una oposición radical importante. Considero que nos encontramos ante una crisis de la dirigencia de la oposición, salvo dos excepciones. Una es Binner, que seguramente tendrá un buen desempeño en octubre. De todos modos, el FAP tiene un problema latente con un sector que está más a la izquierda de un Binner socialdemócrata y habrá que seguir los acontecimientos para observar cómo el gobernador santafesino sobrelleva esas contradicciones. Es probable que sea segundo en las posiciones. Están bajando Duhalde y Alfonsín, y está desapareciendo la Coalición Cívica.

El otro dirigente que se “salva del incendio” es Macri, que no compitió en la presidencial y volvió a retener el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Seguramente liderará la representación de centroderecha para el 2015, pero sus posibilidades dependerán de cómo le vaya al oficialismo en estos cuatro próximos años.

La Unión Cívica Radical sufre una profunda crisis. Habrá un retroceso del sector de Alfonsín y un avance de los sectores más liberales de derecha como Sanz y otros sectores provinciales del radicalismo. Por su parte, observo a la Coalición Cívica en una situación terminal. En cuanto al Peronismo Federal, no logra constituir una propuesta sólida y los sobrevivientes probablemente se unirán a Macri.

Respecto a la situación del oficialismo, considero que se puede sintetizar en tres conceptos: continuidad, profundización y sucesión. Continuidad supone el escenario después del 23 de octubre, ante un tercer gobierno kirchnerista. Doce años de gobierno continuo es un número importante para la Argentina e implica luchar contra el desgaste lógico que significa el paso del tiempo. La Profundización es otro concepto clave. No sabemos bien qué es pero sospechamos lo que puede ser. Está en debate y discusión aunque Cristina nunca va a “develar” lo que es la profundización. El kirchnerismo no se caracteriza por tener un texto liminar; no hay Libro Verde, Libro Rojo o Libro Blanco. El futuro no es un programa escrito. Se hace la política día a día. Profundización se puede entender como mayor profundización de los trabajadores en las ganancias, más Estado, también puede ser construcción de derechos, mayor estatización (por ejemplo, de las empresas petroleras) mayor control sobre las exportaciones, etc. Es interesante ver la política económica de Cristina en un país dual como el nuestro. El gobierno se define como “industrialista” porque el peronismo es industrialista y eso es indubitablemente la expresión moderna de la cultura económica. Pero la crisis mundial vaticina que cae la demanda de industria y crece o se mantiene igual la de alimentos, entonces se producen alimentos y el área sembrada de soja se incrementa con precios internacionales buenos. Entonces, sin abandonar el discurso industrialista y a la par que se trata de generar mayor valor agregado, el peronismo, con su impronta pragmática, trata de movilizar aquellos recursos que permitan mantener el superávit comercial.

I.-¿Entre estos instrumentos piensa en un mecanismo similar al IAPI en los 40-50?

R.R.-Es probable que aparezcan propuestas de volver a una Junta Nacional de Granos o un IAPI -porque va a sobrevenir una lucha por la renta agraria nuevamente- y una mayor presencia estatal en la producción petrolífera. El segundo gobierno de Cristina atravesará por una coyuntura internacional no favorable en cuanto a que tanto China como Brasil pueden demandar menos nuestros productos. No obstante, la salud financiera de la Argentina es sólida y, por lo tanto, está en condiciones de seguir creciendo durante el 2012.

I.-Se viene discutiendo crecientemente desde 2008 hasta hoy la influencia de los medios de comunicación en la esfera política. ¿Cómo cree que se da esta relación?

R.R.-Es un tema interesante. Actualmente, el PT brasileño está presentando una nueva ley de medios en Brasil, el Frente Amplio Uruguayo tiene un proyecto similar al nuestro y al de España, y Bolivia también está construyendo su proyecto. La relación de los medios de comunicación y la política es muy complicada, y es difícil saber cómo se va a resolver. La tendencia es que los gobiernos apuntan a una regulación y la prensa contesta con la “inviolabilidad” de la libertad de expresión. Los medios tienen cada vez más poder, más presencia, y la política a veces retrocede. Se da una situación de complejidad y conflicto que no tiene una solución fácil. Es indiscutible que, en Occidente, la libertad se ensancha pero también crece la reacción frente a la intervención mediática.

En mi caso, le doy importancia a los medios pero no al punto de que los medios masivos tengan tanta capacidad como para regular las decisiones de los electores. Sino, Cristina no sería la candidata más votada. Conozco personas que piensan que Clarín puede echar o poner un gobierno, pero no conozco ningún medio en el mundo que ponga o saque un presidente. Desde ya, los medios influyen, ayudan u obstaculizan en los procesos. Marcan una agenda todos los días, pero de allí a que los ciudadanos hagan exactamente lo que dicen los diarios, eso es algo que todavía no he visto.

I.-Algunos analistas señalan que de aquí hasta 2015 las principales referencias de la política van a estar entre los miembros del oficialismo. ¿Qué opina en relación a la sucesión?

R.R.-La sucesión se abre con el tema de la continuidad. Depende de cómo se profundice y cómo le vaya a Cristina, se abrirá la posibilidad o no de una sucesión hacia tal o cual candidato. Este tema es delicado porque hay que separar las funciones del jefe de estado del jefe político. Con N. Kirchner se daba una separación de estas funciones: él era el presidente del PJ y el jefe del kirchnerismo mientras Cristina, por su parte, era la Presidenta de la Nación. Esta separación de funciones tuvo un buen desarrollo porque el matrimonio, en términos políticos, actúo muy consustanciado uno con el otro. Cuando Cristina era senadora y Kirchner presidente, jamás vi que Cristina le pusiera un pié o realizara una declaración en su contra. Tampoco pasó algo al revés. Independientemente que tuvieran o no diferencias en la intimidad, hacia el exterior siempre fue una pareja política perfecta. La otra experiencia argentina de separación de la jefatura política de la presidencia, fue la de Perón y Cámpora, que no terminó bien. Era muy difícil para Cámpora gobernar, cuando el poder real lo tenía Perón y había tendencias internas muy marcadas que jaqueaban al gobierno. Volviendo al escenario del 2015, habrá que tomar una decisión. Cristina no tiene re-reelección y si hoy fuéramos hacia una reforma de la Constitución, la sociedad no la admitiría. En general la sociedad argentina -incluyendo a los votantes de Cristina- no recibe bien que una persona concentre demasiado poder. Existe una visión más republicana, democrática y plural en una parte importante de la sociedad. En este marco, si está vetado el camino de la re-reelección, Cristina tiene que tomar una decisión ya que va a seguir siendo, sin dudas, la jefa del kichnerismo. Hoy es difícil saber quién será su candidato a presidente. Faltan 4 años, que en la Argentina equivalen a un siglo, y pueden pasar muchas cosas. Depende mucho de la performance del próximo gobierno.

I.-Considerando que se plantea la irreversibilidad de muchas de las definiciones y medidas del kirchnerismo. ¿Cree Ud. que puede tener lugar en la sociedad argentina un proyecto de centro-derecha?

R.R.-Para que emerja un gobierno de centro-derecha, el kirchnerismo tendrá que ser derrotado en el mandato, producto de no haber conducido bien el país o debido a una crisis. Considero que hay un desafío del kirchnerismo, aunque en realidad no lo expresa como tal. El duhaldismo está muriendo y el menemismo ya murió, pero el kirchnerismo parece tener una propuesta político-ideológica para 30 años. El discurso kirchnerista tiene un registro temporal de largo plazo. Expresa su pretensión de permanencia con su visión regional y continental y con el planteo redistributivo. ¿Qué va a ocurrir? No lo sabemos, pero la mayoría de la población está muy conforme con la gestión de Cristina. En cuanto a la oposición, si a Cristina le fuera mal -como ocurre en Europa entre las socialdemocracias y las derechas- la centro-derecha de Macri podría fortalecerse y llevarse el voto peronista. Pero si a Cristina le fuera bien, le quedaría poco espacio a la centro-derecha. Tenemos que ver qué pasa en las elecciones legislativas del 2013. En las primarias se observó una dispersión del voto para cargos legislativos a diferencia del voto a cargos ejecutivos. La tarea del oficialismo es concentrar el voto alrededor del P.J. y del FpV; y el de la oposición, impedirlo.

I.- De parte del kirchnerismo, se habló de la “politización de la sociedad”, una cuestión que incluye a la juventud en particular. ¿Cuáles piensa Ud. que fueron los alcances del fenómeno en la opinión pública?

R.R.-En esta cuestión el cambio es importante. Desde el 2003 a la fecha el kirchnerismo recuperó la “gobernabilidad”, recuperó la política, la lucha política y el discurso político e ideológico. Se generó una esperanza desde la política que convocó a parte de la juventud, durante el período de Néstor Kirchner, y en particular desde su muerte. Se produjo un entusiasmo juvenil importante, de militancia. El kirchnerismo es el espacio político que más militancia tiene. Apareció una causa, una tarea por realizar.

En este sentido, a veces tengo algunas reservas sobre ciertas prácticas de la militancia, que en realidad no ayudan a la política sino que la obturan. A veces la militancia actúa como si fuera el ombligo del mundo y se mira en un espejo a sí misma. Falta todavía, y se nota, una relación entre la militancia y la sociedad. Al kirchnerismo le falta avanzar mucho en esa cuestión: es como si la militancia le pusiera barreras a la relación entre el gobierno y la sociedad. La militancia tiene que entender que debe ampliar su accionar.

I.-¿Cuál debería ser la estrategia?

R.R.La militancia es maravillosa por su entusiasmo, por su utopía. Pero tienen que tener más contacto con los vecinos, tienen que conocer los problemas de los distritos, no se pueden quedar en el nivel de un militante como si fuera un funcionario. Tienen que ser como un pez en el agua de la sociedad. La gente está votando a Cristina porque le está yendo bien, hay consumo; pero lo que tiene que hacer la militancia es adoctrinar y plantear el porvenir del proyecto. Sé que hay muchos militantes abnegados que trabajan mucho en la Ciudad o en las Provincias, pero hay que mejorar la metodología.

Todavía hay mucha gente que no sabe cuál es el proyecto. Nosotros (Ricardo Rouvier & Asociados) nos hemos preocupado por investigar el conocimiento de la ciudadanía sobre el proyecto, sobre el modelo. Y el nivel de conciencia sobre el mismo es, por ahora, débil. Cristina es la imagen fuerte del kichnerismo y la titular de los votos que tuvo y que tendrá. Las principales políticas no tienen alternativas, tales como la Asignación Universal, su extensión a las embarazadas, la entrega de computadoras a los estudiantes secundarios, el aumento a los jubilados, entre otras. Nadie puede oponerse. Estas políticas empiezan a ser comprendidas como una visión coherente de un gobierno.

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