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domingo, 31 de julio de 2011

DEBEMOS DEJAR DE SORPRENDERNOS, por Enrique Martínez (para "Tiempo Argentino" del 26-07-11)



Democracia y elecciones

Publicado en TIEMPO ARGENTINO el 26 de Julio de 2011


Presidente del INTI.


A partir de 2003, se produjo una situación política que probablemente no haya estado en los planes de los sectores más poderosos. Apareció un gobierno de corte popular que no fue cooptable y que –aquí está lo más inesperado– construyó una política económica y social exitosa.



La relación entre la sociedad argentina y la dirigencia política no ha sido ni permanente, ni lineal, ni de las mejores. El uso de la fuerza militar para frenar o lisa y llanamente destruir los intentos de democratización y de mejora de las perspectivas de los sectores más humildes, viene desde el fondo de nuestra historia. Desde la instalación del voto masculino universal y obligatorio, en 1912, es conocida la serie de golpes con que se buscó bloquear los intentos de recorrer caminos de cambio, como resultado del voto popular.
Los golpes se fueron con la guerra de Malvinas, en que quedó en claro hasta qué punto la cúpula castrense y sus mandantes civiles podían ser fácil presa de maniobras como las de Margaret Thatcher para recuperar su imagen. En 1983 comenzó un período cuyo fin formal no está siquiera en las mentes más febriles, por el cual desaparecieron las proscripciones y se regularizó el uso de las urnas para elegir a los gobernantes. Casi 30 años de ejercicio continuado del instrumento muestra que es eso, un instrumento, al que se le puede dar una gama de usos, no uno solo.

En particular, los mentores de los golpes militares, por supuesto han mantenido sus objetivos –preservar sus privilegios– y han ido construyendo una forma sistemática de adaptar esa búsqueda al uso del sistema electoral.

Tienen un solo camino bloqueado: exponer con crudeza sus metas y encarnarlas en un personaje. La derecha explícita no gana elecciones en la Argentina de hoy, que aún tiene muchas deudas sociales internas. Sólo las puede ganar en países con mucho menores asimetrías al interior de su comunidad y, aun así, se cuida bien de diseñar campañas de manipulación donde el objetivo de concentrar el poder no aparezca de manera tan brutal.

Si no pueden decir la verdad, les quedan tres variantes:


a) Poner un títere en el gobierno –en el caso óptimo, un socio– que tenga cierto predicamento social que le permita competir electoralmente.


b) En caso de no ser exitosa la primera alternativa, cooptar o comprar al elegido por el voto popular.


c) Si ambas opciones no son posibles, desacreditar con todos los medios al alcance la gestión de los elegidos, aspirando a su reemplazo en el siguiente turno electoral.


Cualquiera de los tres escenarios, que ya se han dado en estos 30 años, está lleno de tensiones, porque es casi obvio que, en plazos de duración variable, por esas vías varios sectores sociales serán perjudicados. De tal modo, la sociedad queda lejos de la posibilidad de reflexionar con serenidad y orden sobre el mejor futuro común. Y los resultados negativos, tanto sobre los sectores más humildes como sobre la clase media, producen el deterioro de la credibilidad en el sistema político, que deja de ser deseado para pasar a ser soportado. La factura la pagan los que están a la vista –los dirigentes políticos– en lugar que los beneficiarios últimos de la inequidad. Esta lógica funciona en una espiral descendente, que es la explicación más inmediata y certera de la crisis de 2001 con su reclamo de “que se vayan todos”.

A partir de 2003, sin embargo, se produjo una situación política que probablemente no haya estado en los planes ni en el imaginario de los sectores más poderosos del país. Apareció un gobierno de corte popular que no fue cooptable y que –aquí está lo más inesperado– construyó una política económica y social exitosa. A mucha gente empezó a irle mejor en el país. En realidad, a toda la gente, porque las empresas más poderosas ganaron y ganan más dinero que nunca gracias a un mercado interno fortalecido y exportaciones que crecen en un mercado internacional con demanda insatisfecha.

Uno diría, entonces, ¿por qué los poderosos no se suman al proyecto? Pues porque el gobierno ha ido progresivamente achicando los espacios de inequidad, lo cual elimina lo que se podría calificar como la ganancia más perversa, la ganancia abusiva. En particular, se ha bloqueado la especulación financiera, esa que permite hacer dinero sólo con dinero y que lleva al capitalismo mundial de crisis en crisis. En este sentido, Argentina es hoy un “mal” ejemplo, que si fuera imitado masivamente podría lesionar muchos intereses financieros en el planeta.

Por lo que fuera, los adversarios del actual camino son varios y fuertes.

¿Y la fracción de la sociedad cuya confianza tocó fondo hace diez años y luego se encuentra con una situación económica positiva que no esperaba?

Allí está el nudo. Estos compatriotas, en alta proporción, siguen sin recuperar la confianza en los gobiernos; siguen descreídos de la política; piensan que el nuevo entorno favorable se debe en buena medida a su propio esfuerzo y en consecuencia se ocupan del tema electoral con cuenta gotas y como un hecho administrativo. Es más: la participación en la política ha pasado para mucha gente a ser un episodio cuasi deportivo, donde se compite; se gana o se pierde y luego se cambia de equipo preferido, ante una nueva competencia.

Del lado de la dirigencia, aparecen candidatos mediáticos; se hacen alianzas que se destruyen a la primera elección perdida –o hasta ganada–; desaparecen las internas de los partidos más consolidados, porque las listas se ordenan puertas adentro.

Del lado de los ciudadanos, se pierde el vínculo partidario; se vota al conocido, que es aquel que muestra la televisión, ya que el interés por informarse se evapora. La participación efectiva, de tal modo, queda reducida a su mínima expresión.En ese contexto se dan elecciones como la de la provincia de Santa Fe, en que el socialismo oficialista gana sólo 21 intendencias sobre 43 en juego y pierde la elección de diputados provinciales, pero gana la gobernación.

La alianza conducida por Agustín Rossi pierde lejos la gobernación, pero gana la elección en Diputados y gana 19 intendencias, número mayor al que tenía.

El PRO obtiene el segundo lugar –muy cercano– para gobernador, pero saca sólo el 14% para Diputados y no gana una sola intendencia.

A mi criterio, perdieron –perdimos– todos, porque la combinación de un instrumento electoral apto para sociedades más informadas, como la boleta única, con el clima social arriba descrito, lleva a un aquelarre donde una cara conocida en televisión, sin haber dicho nada propositivo en una campaña corta, casi es elegido gobernador. Creo que así se marcha hacia la pérdida de jerarquía de las convocatorias electorales, lo cual es lamentable.

Sin ir más lejos, el próximo 14 de agosto serán las primarias abiertas, que buena parte de la oposición descalifica de antemano porque ya ha hecho su rosca propia y no presentará opciones múltiples. Lo que es una deficiencia de los actores, se le asigna a la estructura legal, que es muy valiosa y debe fortalecerse.

Es imperioso entender cómo se recupera el instrumento electoral, como expresión plena de una sociedad comprometida, que pueda conocer los desafíos pendientes y también las asechanzas presentes. Cada uno de nosotros algo puede hacer. Por empezar, descubrir los títeres cuando aparecen en el horizonte y no darles piedra libre a los titiriteros, que son la verdadera amenaza. En Santa Fe, en la Ciudad de Buenos Aires, donde sea que estén.


por Enrique Mario Martínez.

NORBERTO GALASSO : "vamos a tener unas buenas primarias y una gran elección nacional en octubre", entrevista realizada por T.Subijana y V.Russo.




Norberto Galasso: “Macri muestra todo como una cuestión de gestión. Esa es una ideología de derecha que está oculta bajo la máscara de la no-ideología”. Entrevista exclusiva al reconocido historiador.



29 Julio, 2011 Iniciativa

Reportaje de Telémaco Subijana y Vicente Russo





Iniciativa entrevistó en exclusiva al reconocido historiador y militante de la izquierda nacional, Norberto Galasso. Director del Centro Cultural Enrique Santos Discépolo, es autor de, entre otros, “Imperialismo y pensamiento colonial en la Argentina”, “Raúl Scalabrini Ortiz y la lucha contra la dominación inglesa” y “Los Malditos”, en los que reflexiona acerca de la influencia extranjera recibida por nuestra cultura y los desafíos para una política y una economía nacional. En esta entrevista analiza las transformaciones políticas y sociales instauradas desde el 2003, el escenario nacional y la importancia de la historia en el actual proceso político.



¿Cuáles considera que son los quiebres más significativos entre el modelo neoliberal profundizado por el menemismo y el modelo que el kirchnerismo viene desarrollando en la reconstrucción del campo nacional y popular? ¿Cuáles son las tareas y los desafíos para sostener dicho proceso?



Durante el gobierno de Carlos Menem se implementó un modelo de especulación, de libre importación, que evidentemente entró en crisis y se fue agudizando en los años 97-98, con una desocupación muy alta. En este sentido, gran parte de sus soluciones tuvieron que ver con la privatización de las empresas del Estado para tener ingresos, extranjerizando el aparato productivo y toda la franja de servicios que había creado Perón. El Plan de Convertibilidad -imposible de sostener- produjo un agravamiento del problema de la deuda, que creció hasta un punto insostenible. El gobierno de De la Rua no cambió la política iniciada durante el gobierno de Menem y es en ese periodo cuando se produce la crisis de 2001, que tuvo como dato curioso la asunción de 5 presidentes en una semana. Luego del breve periodo de Eduardo Duhalde, se inicia el gobierno de Néstor Kirchner, que se propone reconstruir el Estado y reconvertir al modelo de especulación recibido de los ´90 en un modelo productivo. Para ello utilizó una política de flotación administrada del tipo de cambio, la implementación de retenciones -que dan cuenta de una mayor preocupación por el mercado interno- y la recuperación de algunos resortes que estaban en manos privadas, como el Correo Argentino, Aerolíneas Argentinas y las AFJP; éste último, un hecho que significó un duro golpe al capital financiero que había realizado un gran negocio con esos fondos. Kirchner le dio importancia a la burguesía nacional para que pudiera jugar un papel reconstructivo. Todos estos factores fueron provocando una recuperación de la economía argentina, que desde el año 2003 mantiene altos índices anuales de crecimiento del Producto Bruto Interno. A partir de esto, el Frente para la Victoria pasó de aquel 22% de los votos en las elecciones presidenciales del 2003 a más del 40% cuando fue elegida Cristina Fernández. Se trata de un proceso de construcción que Néstor explicaba muy claramente cuando decía que estábamos “en el infierno: no podemos pasar del infierno al paraíso, apenas estamos en el purgatorio, hay muchas asignaturas pendientes”. Si bien todavía las hay, se comenzó con otro tipo de políticas que se destacan especialmente en términos de nuestra soberanía. En este sentido, el pago de U$S 9.600 millones al Fondo Monetario Internacional que permitió eliminar la presencia irritante de controladores extranjeros sobre nuestra economía; la negativa al ALCA en 2005 y el avance en materia de políticas de derechos humanos, se constituyen como hitos. Primero, a través de actos simbólicos -como cuando manifestó que no iba “a dejar sus convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno” o cuando se declaró “hijo y nieto de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo”- y luego a través de la política, Néstor Kirchner comenzó a reconstruir lo que se había perdido luego de años de implementación del modelo neoliberal. Así, permitió la recuperación de la CGT, los convenios laborales y la conciliación de algunos movimientos sociales que se identificaron con el gobierno, es decir, todo aquello lo que en América Latina es fundamental para poder realizar una política autónoma e identificada con el movimiento nacional. Otra medida importante fue el control del Banco Central. Con el argumento de que era un ente “independiente”: en todo caso, independiente de los argentinos pero dependiente de la banca mundial.



En sus obras siempre destaca la importancia de analizar las causas económicas de nuestra dependencia y la necesidad de revertirlas. En este sentido, ¿cuáles cree que son los nuevos desafíos luego de la implementación de medidas como las que usted mencionó?



En su momento, Perón tomó dos medidas que fueron muy importantes desde el punto de vista de la independencia. Una de ellas tuvo que ver con el control del comercio exterior. Lo nacionalizó a través del IAPI, lo cual significó que el gobierno recibía los dólares por las exportaciones y los trasladaba a los estancieros exportadores al precio que el gobierno consideraba conveniente. Esta medida sirvió para evitar problemas financieros, que siempre existen, al impedir que el dólar tuviera una gran circulación y el drenaje de divisas. La segunda medida de importancia fue la nacionalización de los depósitos bancarios, que implicaba el control del crédito. No se nacionalizaron los bancos pero si los depósitos, por lo que tanto los bancos privados como los públicos recibían los depósitos por cuenta y orden del Banco Central. De esto modo, el gobierno se aseguró el manejo de la política crediticia en materia de tasas de intereses, plazos fijos y de ramas hacia las cuales debía orientarse el crédito. Ese tipo de medidas implicaron, también, una recuperación de la soberanía y un esquema de control unido a una planificación. Lo primero que se le ocurrió a Perón, después de la experiencia que habían hecho los mexicanos y los rusos, fue la elaboración de un Plan Quinquenal. Fue así que avanzó en la recuperación de algunas empresas que actuaban en áreas estratégicas como el gas, las comunicaciones, entro otras.
En el caso del gobierno actual, se ha avanzado mucho pero, como señalé, quedan asignaturas pendientes. Considero que tarde o temprano YPF va a tener que ser una empresa auténticamente estatal para contar con la renta petrolera. Lo mismo vamos a tener que hacer con la minería. La correlación de fuerzas y los obstáculos e impedimentos puestos por la oposición, concertada en una política de anti-proyecto que en la realidad únicamente critica permanentemente todo lo que hace el gobierno, han hecho que estas medidas todavía estén pendientes.



¿Qué lecciones considera que nos puede dar nuestra historia –especialmente el período caracterizado como de Industrialización por Sustitución de Importaciones- de cara a profundizar el proceso de reindustrialización iniciado a partir de 2003?



En primer lugar, se debe destacar que la disminución de la desocupación, que en nuestro caso bajó del 24 al 7%, es fundamental -aunque sigue habiendo una parte significativa de trabajadores informales. Esto le ha dado a la clase trabajadora la oportunidad de discutir convenios colectivos y de hacer respetar las leyes laborales. Esto era un asunto imposible de discutir cuando existía una gran desocupación porque los trabajadores tienden a resguardar el puesto de trabajo por sobre todo.
En lo que se refiere a aquel proceso de sustitución de importaciones, éste fue provocando una expansión del mercado interno que, en primer término, favoreció a los industriales nacionales y que permitió la generación de lo que Perón denominaba “Comunidad Organizada”, una especie de acuerdo o pacto social entre la Confederación General de los Trabajadores (CGT) y la Confederación General Económica (CGE). Esta última, dirigida primero por Miranda y luego por Gelbard, fue la expresión de lo que se esperaba de una burguesía nacional. A ese movimiento policlasista también se le incorporó una parte del Ejército, que en aquel tiempo tenía un sector de ingenieros industriales que impulsaba la creación de empresas siderúrgicas. La implementación de este tipo de políticas generalmente se ve dificultada cuando las empresas industriales por rama de actividad están muy concentradas. Ocurre aún cuando estas empresas sean nacionales. Pero el problema es mayor cuando el aparato productivo está muy extranjerizado. En nuestro país se esto sucedió durante la dictadura, en la época de Menem y en la de de la Rua. Estos dos fenómenos –concentración y extranjerización de la producción- se constituyen como los principales obstáculos a generación de pactos o acuerdos sociales. Si tomamos el caso de la Asignación Universal por Hijo (AUH), vemos que las medidas sociales de este tipo activan el consumo. Por su parte, la teoría de los economistas clásicos suponía que cuando aumenta el consumo hay muchos demandantes y muchos oferentes, por lo que el aumento de precios es explicado por el lado de la inversión y una mayor producción. Sin embargo, cuando la oferta está concentrada en pocas empresas, esas empresas en realidad no producen más sino que lo que hacen es aumentar los precios, aprovechándose de que hay una mayor demanda. Ante un reclamo de compra por parte de los sectores populares, se genera un proceso inflacionario como el que se produjo después de la AUH. Para avanzar en la implementación de medidas transformadoras, el gobierno tendría que fijar los costos: intervenir en los costos de las empresas que están actuando como oligopolios. De otro modo, frente al aumento de los precios, también los trabajadores pueden pedir otro aumento de precios y eso puede producir un fenómeno inflacionario. En Argentina, desde los últimos dos o tres meses la inflación se está deteniendo, pero de un modo u otro le licuó a la AUH una parte del ingreso.



¿Cree que se puede establecer un vínculo entre las ideas de la izquierda nacional con las expresiones actuales a favor del proyecto nacional y popular?



La izquierda nacional nace entre septiembre y octubre del ´45 con un pequeño grupo que venía de la izquierda que se llamó “Frente Obrero” y que entendió que se estaba frente a un movimiento nacional, popular, como otros que se habían producido en América Latina, como fue la Revolución Mexicana. Y como también había sido FORJA, que no había llegado al gobierno. La estrategia que tiene este pequeño grupo es actuar al lado del movimiento nacional y no a su interior por dos cuestiones: por un lado por la verticalidad que caracterizaría al gobierno de Perón y, por otro lado, porque el movimiento policlasista hace muy difícil toda postura crítica. Se trataba de fijar una posición muy clara de apoyo y al mismo tiempo de independencia para poder formular propuestas y profundizar el proceso.
En este sentido, considero que, en nuestra historia política reciente, Pino Solanas perdió la oportunidad de poder representar esa vertiente de apoyo. Reconocido mediáticamente, viniendo del peronismo de izquierda, y teniendo la simpatía de figuras importantes como Alcira Argumedo, Félix Herrero, entre otros, no lo supo aprovechar. En mi caso, mantuve una polémica con ellos porque tenían la posibilidad que no teníamos nosotros desde el Centro Cultural Enrique Santos Discépolo. Desde allí insistíamos en la necesidad de ponerse al lado del Gobierno, a la izquierda, de manera independiente. Se trataba de entender que no es posible pedirle a un gobierno que está resurgiendo y reconstruyendo al país que nacionalice de un día para el otro a YPF o las mineras que están en San Juan o Catamarca. En este sentido, desde nuestro humilde espacio, entendemos que el gobierno debe fortalecerse, tomando fuerza, construyendo poder popular. Si bien lo ha logrado y ha obtenido simpatía popular, en lo que respecta a la construcción para abajo sigue habiendo algunos déficits. Nuestro aporte consiste en la elaboración de un periódico, en la realización de conferencias, en recorrer el Conurbano apoyando todo lo positivo del gobierno. Lo hacemos desde una posición en la que, si separamos el país en kirchneristas y no kirchheristas, estamos con el kirchnerismo y si lo separamos ideológicamente, seguimos considerándonos como hombres y mujeres de la izquierda nacional que está al lado del movimiento nacional.



¿Cree que hay otros espacios que puedan asumir este rol?



Considero que sí. Es el caso de Nuevo Encuentro, la construcción que lidera Martín Sabbatella. Ese espacio ha tomado una posición de ese tipo. Lo que sucede es que su composición fundamental hasta ahora no se sustenta en los sectores obreros. Está basada en una muy buena gestión que realizada en Morón y en militantes de diversos partidos que confluyen en ese espacio. Su déficit a superar es la falta de sostén en los sectores populares.



En “Manuel Ugarte: un argentino maldito” Ud. da cuenta de cómo este militante socialista comprendió las necesidades de una América Latina dominada por imperios que la empobrecieron. En este sentido, ¿cómo evalúa el impulso que se le ha dado al UNASUR por parte de presidentes como Néstor y Cristina Kirchner, Lula Da Silva, Rafael Correa y Hugo Chávez?



En ese sentido hago una confesión. Cuando hace 30 años hablábamos de una mirada de América Latina basándonos en San Martín, Bolívar, Monteagudo, Moreno, Felipe Varela, es decir, en la verdadera historia, era casi una expresión de deseos. Jauretche tenía una posición bastante inclinada hacia la Unión Latinoamericana y Scalabrini Ortiz pensaba que Buenos Aires debía ser la capital de la Confederación Latinoamericana. Sin embargo, debo decir que yo jamás supuse que iba a ser un espectador de la creación de la UNASUR. No imaginé que iban a aparecer movimientos populares nacionales con distintos ritmos de profundidad y con distintos perfiles. Por supuesto, no es lo mismo Hugo Chávez que José “Pepe” Mujica, ni Evo Morales que Lula de Silva. Lo importante es que son los pueblos los que están cada vez más concientes de que solamente es posible resolver los problemas a partir del camino de la UNASUR, defendiendo la soberanía, complementando las economías, creando un Banco del Sur y articulando en materia energética. Esto se está dando en un momento en que, mientras Europa y EEUU están viviendo situaciones de crisis y gran desocupación, América latina tiene un crecimiento importante. Se está avanzando hacia lo que Martí proponía cuando decía “unámonos para que el vecino del norte nos respete”. Eso se ha producido históricamente, casi vertiginosamente, entre 1999 -que es el momento en que Chávez llega al poder y habla de “República Bolivariana de Venezuela”- y la creación, en 2008, de la UNASUR.



¿Qué vínculos encuentra con el proyecto que vislumbraban San Martín y Bolívar y cuáles son las deudas pendientes?



Este tipo de unión, la conformación de la “Patria Grande”, es lo que Simón Bolívar intentó llevar adelante en 1826, en el Congreso de Panamá. Pero no lo pudo lograr. Tuvo sus dificultades, particularmente por haber contado con un presidente traidor, que fue Santander. También podemos encontrar rastros en la generación de 1880. Eduardo Wilde decía que “América del Sur debe ser un solo país” y Carlos Pellegrini, por su parte, decía que “si seguimos así nosotros vamos a ser la granja e Inglaterra va a ser el taller”. Ha estado latente a través de toda nuestra historia. También en Yrigoyen, cuando convocó un congreso de países latinoamericanos; Perón cuando intenta hacer el ABC (Argentina, Brasil y Chile) que se frustra con el suicidio de Vargas mientras los medios lo acosaban. A través de toda nuestra historia estas ideas han estado latentes. Y como contrapartida a todo este esquema, tenemos las ideas de los sectores más vinculados a los intereses externos, que han forjado actitudes racistas en algunos sectores de la población: ideas antibolivianas o antiparaguayas, por ejemplo. Encontramos expresiones como la de Anchorena, en 1816: “la gente de color chocolate”.



Volviendo a lo que señalaba en relación los desafíos hacia la industrialización, ¿avizora la posibilidad de una articulación entre los países de América Latina en cuanto a generar un proyecto de industrialización común?



Creo que sí. El proyecto del Banco del Sur es vital, aunque ha tenido bastantes dificultades para constituirse. Considero que esta articulación podría convertirse en un lugar de complementación entre los países agropecuarios y los países mineros. Eso va a favorecer la industrialización. Por otra parte, se debe estudiar como se llevará a cabo y el Estado tendrá que jugar un papel activo muy importante. Nos encontramos ante un escenario en el que hay países donde prácticamente no existen las burguesías nacionales como parte del desarrollo de sus capitalismos locales. Algunos fenómenos que se han dado en Argentina, como el de las fábricas recuperadas, las cooperativas, entre otros, han sido muy positivos y posiblemente este proceso vaya modificándose en el sentido de la producción. Hay que promover este tipo de iniciativas. Deben ser acciones en el sentido más progresivo posible porque no se trata de que los países sean independientes y ricos, y su gente sea pobre. Es vital que se produzca el ascenso de la igualdad social.



A los gobiernos populares que han apostado a la integración latinoamericana se los ha catalogado como gobiernos populistas -desde visiones positivas y negativas. El mismo Correa lo ha considerado un “cambio de época”. ¿Cuáles considera que son las principales características que asumen los gobiernos populistas de América Latina y cuales son sus desafíos?



Los movimientos llamados populistas surgen porque la izquierda pretendió entenderlos con el catecismo clásico de Marx y Engels que venía de Europa, donde ese fenómeno no se daba. Aquí se daba una presencia imperialista, británica especialmente en América del Sur, y estadounidense en América Central. Frente a ese escenario, no sólo hay confluencia de los trabajadores, sino que también de estudiantes, campesinos y el pequeño profesional. Es así que se forman movimientos amplios, más amplios que los movimientos de clase. Estos movimientos policlasistas son muy fuertes pero también su propia heterogeneidad interna que debe ser entendida. Es lo que vimos en el peronismo cuando llega al extremo de dirimir a balazos las diferencias antagónicas en el 73. El problema consiste en que este tipo de movimientos nacionales y populares, generalmente son inorgánicos. Es más fácil armar un partido de clase obrera en Europa que armar un partido nacional y popular; más aún: no son partidos sino “movimientos”. Como diría Jauretche, “en todos los movimientos tenemos cumbres, que son los líderes, pero también tenemos abismos, que son los oportunistas”. El decía que es como el río que baja de la montaña, trae barro y también trae oro. Entonces aparecen los oportunistas y, entonces, por ejemplo, uno se encuentra en actos kirchneristas con personas que uno sabe que fueron menemistas. Es la dificultad de los movimientos muy amplios. Además, la otra dificultad es que se necesitan líderes, que es algo que actualmente nos ocurre a nosotros en función del 2015. Si no podemos modificar la Constitución, Cristina no puede ser reelecta. Entonces, ¿Quién va a liderar la continuidad de este proyecto? No lo vemos ahora. Son fenómenos propios de países dependientes que enfrentan a grandes corporaciones mediáticas, que enfrentan a grandes capitales externos y a poderosas embajadas extranjeras.
Por otra parte, también hay una ambigüedad ideológica. Por eso los universitarios descalificaban la palabra populismo hasta que llegó Ernesto Laclau. Como es una figura importante, le dio un sentido progresivo al término “populismo” que ahora tiene mayor aceptación.



¿Qué rol juegan los intelectuales de izquierda y hacia dónde se debe orientar el pensamiento nacional?



En la Argentina, un fenómeno muy importante respecto de los intelectuales es el espacio de Carta Abierta. Es muy importante y no se había dado en el gobierno de Perón. Tampoco se ha dado, en general, en los movimientos populares. Posiblemente sí se exprese en el caso de Bolivia, porque el vicepresidente es un intelectual importante. Generalmente la intelectualidad, que lee bibliotecas traducidas del extranjero, no ha entendido los fenómenos nacionales y populares de liberación.
El problema fue que los intelectuales de izquierda han sido fieles en cuanto a levantar las banderas de Marx, Engels y Trotsky. Pero no han hecho lo que Marx, Engels y Trotsky señalaron, que era que el punto de partida para hacer una revolución: criticar el discurso de la clase dominante. Entonces esa izquierda aceptó la historia mitrista, aceptó la economía liberal, los socialistas fueron libre-importadores y aceptaron la geografía exótica. Si bien Jauretche decía que se había subido por la derecha y estaba bajando por la izquierda, él, que venía del radicalismo, hizo -junto con Hernández Arregui, Puiggrós y Ramos- una crítica implacable al discurso de la clase dominante,. Ese es el punto de partida que tiene que tener un intelectual en países como el nuestro. La clase dominante de la que Mitre y Rivadavia fueron sus principales héroes es la que defendió la política pro británica, de libre exportación, de bancos extranjeros.
En este sentido, desde nuestro Centro Cultural estamos asistiendo a un fenómeno nuevo para nosotros. Siendo una agrupación pequeña, elaboramos un diario para las escuelas de la Provincia de Buenos Aires con una historia nacional y popular. Incluso hemos realizado un curso para los futuros diplomáticos explicándoles quien fue Scalabrini Ortiz, Ugarte, Jauretche, etc. Se están dando avances marcados en ese terreno. Estamos teniendo seminarios en las universidades, donde los que piensan como yo no tuvieron acceso durante mucho tiempo. Eso es fundamental. Se debe criticar el discurso del enemigo, no permitir que la derecha juegue a la desideologización y, también, discutir las ideas a-políticas. Macri muestra todo como una cuestión de gestión. Esa es una ideología de derecha que está oculta bajo la máscara de la no-ideología.



¿Cómo analiza el kirchnerismo en relación al peronismo y al rol histórico que ha jugado en la Argentina?



Creo que hay una discusión, una polémica entre kirchneristas y peronistas. La polémica se daría a partir de las siguientes preguntas: ¿El peronismo se continúa en el kirchnerismo? ¿El kirchnerismo es lo mejor del peronismo que ha resurgido después de la debacle del peronismo del menemismo? ¿O el kirchnerismo tiene perfiles propios y distintos y entonces sería un tercer movimiento histórico? Esa polémica no está todavía saldada. Va a clarificarse si logramos profundizar el proceso. El kirchnerismo necesariamente toma las ideas de Perón y Eva pero tienen perfiles que son un tanto distintos. Se le quiere adjudicar autoritarismo y es un gobierno que no reprime y que ha levantado la bandera de los derechos humanos como elemento fundamental. Hay algunas cosas que son completamente distintas a las que ocurrieron entre 1945 y 1955. Creo que es una polémica abierta.



¿Cómo visualiza el escenario político a nivel nacional de cara de las elecciones?



Más allá de algunos malos ratos que pasaremos, vamos a tener unas buenas primarias y una gran elección nacional en octubre. Creo que la Presidenta va a ganar, va poder ser reelegida, y creo lo logrará de una manera muy contundente. Eso le va a permitir una presencia favorable en la Cámara Legislativa que contribuirá a generar esa profundización del modelo que asegurará la permanencia del kirchnerismo. Manuel Ugarte decía que no hay nada peor que una revolución a medias, porque cuando uno empieza a hacer transformaciones, el enemigo inmediatamente se pone en sobreaviso, urde conspiraciones, arma partidos, compra diarios, y si uno se estanca y no avanza mucho más, es peligroso.


sábado, 30 de julio de 2011

DE MENDIGUREN : "NADIE QUIERE UN CAMBIO DE MODELO", por Tiempo Argentino del 30-07-11.



Antes de la reunión bilateral que los hombres de negocios tuvieron en brasilia
De Mendiguren lo cruzó a Biolcati: “nadie quiere un cambio de modelo”


Publicado en TIEMPO ARGENTINO el 30 de Julio de 2011


El titular de la Unión Industrial le puso límites a las críticas de la Sociedad Rural, que reclamó una modificación de la política económica. Eduardo Eurnekian también se desmarcó del ruralista: “Lo que dijo corre por cuenta de él”, indicó.
A medida que se acercan las elecciones nacionales de octubre se empiezan a separar las aguas en el sector empresario. Ayer, el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), el “Vasco” José Ignacio de Mendiguren, un empresario moderado, salió a marcarle la línea de cal a la conservadora Sociedad Rural Argentina (SRA).Al hablar ante los medios antes de participar del almuerzo oficial que ofreció el gobierno brasileño, De Mendiguren envió un fuerte mensaje de apoyo a la política económica productivista que promueve el gobierno nacional. Cuando los periodistas le preguntaron su opinión sobre las críticas que Hugo Biolcati, titular de la Sociedad Rural, formuló contra la política oficial, De Mendiguren no dio muchas vueltas: “Nadie quiere en la Argentina un cambio de modelo”, subrayó. El sábado pasado, durante la apertura de la muestra de La Rural, Biolcati evocó el “modelo soñado” por las generaciones que gobernaron el país durante el siglo XIX con políticas liberales, para criticar las políticas actuales y al gobierno, en particular. “Existe un Estado carcomido por la corrupción, débil para controlar a los que le roban pero poderoso para negociar votos a cambio de ayuda para sobrellevar la miseria”, disparó el máximo representante de la Rural.

En el palco, el jefe de gobierno porteño Mauricio Macri, el ex presidente y actual candidato por el peronismo disidente Eduardo Duhalde, y el diputado Francisco De Narváez, se relamieron y aplaudieron a rabiar el encendido discurso de Biolcati. Pese a que el campo ha tenido una de las mejores cosechas de su historia, con ingresos superiores a los U$S 40 mil millones, los cuestionamientos de la Sociedad Rural al modelo económico han sido una constante. Biolcati, al igual que los dirigentes ruralistas neoliberales más recalcitrantes, profesa una libertad absoluta de comercio en el mercado agrícola, pero también mantiene diferencias ideológicas importantes con el gobierno nacional en torno al papel que debe jugar el Estado en una sociedad democrática.

Ayer, el presidente de la UIA le replicó con dureza al señalar que “que nadie quiere en la Argentina un cambio de modelo, será algún sector que quiere revivir la antinomia campo-industria”. Con algunos vaivenes, De Mendiguren ha sido históricamente uno de los empresarios que más ha defendido el modelo económico productivo. Hace poco más de dos meses, incluso, recibió fuertes críticas del ala interna más dura y conservadora de la propia Unión Industrial, que, al igual que Biolcati, simpatizan con las políticas neoliberales que llevó adelante en la década de 1990 el entonces presidente Carlos Menem.

Por su parte, el presidente de Corporación América, Eduardo Eurnekian –un hombre muy cuidadoso y respetado en el mundo de los negocios–, también se diferenció claramente de los dichos de Hugo Biolcati sin ingresar de lleno en la polémica. “Lo que dice Biolcati corre por cuenta de él y de la Sociedad Rural Argentina, pero hay que separar la paja del trigo. La función de los partidos políticos es una, y de las organizaciones empresariales es otra”, puntualizó Eurnekian, quien junto a otros nueve empresarios de primer nivel viajó ayer a Brasilia con lapresidenta Cristina Fernández para participar de la reunión bilateral entre el gobierno y el sector privado de Brasil y la Argentina.

TECNÓPOLIS : NUNCA LAS COSAS ESTUVIERON TAN CLARAS, por Adrián Corbella (para "Mirando hacia adentro")

















































































































Multitudes de gente entrando a la muestra ; multitudes saliendo ; colas interminables en todos los stands, colas más modestas en los baños químicos y los locales gastronómicos. Un público variopinto, pero con gran presencia de grupos familiares enteros. Con clara mayoría de niños y jóvenes.
Un predio enorme, interminable, lleno de maravillas ; es imposible ver todo en un solo día. Hacen falta varios, y tener un buen estado físico para caminar durante horas.
Cuando cae el sol, y se encienden las luces, uno cree estar en una ciudad extraña y supermoderna, y no alcanza a percibir cuáles son los límites de la muestra.
Una consistente presencia de efectivos de la PFA y Gendarmería, aunque parece casi innecesario, debido al ambiente festivo que hace recordar al de los festejos del Bicentenario.
Las dos grandes avenidas de acceso, de varios cientos de metros de largo cada una, están plagadas de atractivos carteles donde se destacan, año a año, los grandes logros científicos y técnicos de los argentinos a lo largo de los siglos XX y XXI.
En los stands y fuera de ellos uno encuentra un poco de todo : desde un espectáculo de Fuerza Bruta hasta un hábitat antártico, desde los molinos de una planta de energía eólica hasta los blindados de la serie TAM ; desde los aviones a reacción Pulqui, diseñados en tiempos de Perón cuando muy pocos países los tenían, hasta el cohete Tronador II …
La lista es muy larga, pero todo se pasa por el mismo tamiz : la ciencia y la tecnología al servicio del desarrollo económico. La inteligencia argentina trabajando en Argentina para desarrollar nuestra economía, nuestra sociedad. Los jóvenes estudiando para trabajar en su tierra, con un futuro distinto al del Aeropuerto de Ezeiza.
La muestra se había preparado en 2010, en un año no electoral, como cierre de los festejos del Bicentenario. Y se iba a realizar en Capital Federal, en la zona de Palermo.
La Tecnópolis de 2010 debió ser suspendida, a último momento, por una decisión del gobierno de Mauricio Macri, que no otorgó la habilitación municipal para que pudiera realizarse.
El gobierno nacional se tomó las cosas con calma, y la reprogramó para el 2011. Y la reorganizó en un predio perteneciente a las Fuerzas Armadas ubicado en Villa Martelli sobre la Avenida General Paz, en el partido de Vicente López,. Ubicado a metros de la Capital Federal. Coincidiendo además con la clásica exposición de la Sociedad Rural.
Lo que muestra a las claras lo que significa aquello de los “dos modelos”.
En un lugar tenemos una fiesta de la Argentina agroexportadora, semicolonial, de la Argentina donde es rey el que tiene la vaquita más gorda o la soja más verdecita. El país de los terratenientes a los que detestaba Sarmiento … La Argentina del siglo XIX que se niega a ingresar al siglo XXI…
En el otro lugar tenemos lo que ya logramos, lo que estamos logrando, y aquello a lo que aspiramos. Un país donde la ciencia y la tecnología sigan desarrollándose y se pongan al servicio de la sociedad. Un país que agregue valor a las materias primas generando trabajo bien remunerado. Un país para todos …
Por eso por un lado tenemos la muestra de un país para diez millones de argentinos. Un país con decenas de millones de pobres e indigentes. Un país plagado de inseguridad extrema, que sólo ofrecerá a sus jóvenes científicos y profesionales en general un pasaje de avión, sin retorno. Un país que sólo ofrecerá a sus trabajadores un trapito para acomodar coches en la zona norte de la ciudad de Buenos Aires.
Ese es el país de los Barones de la Soja…
Por el otro lado tenemos el país de la educación, de la ciencia y la tecnología, el país que aspira a desarrollarse, a exportar valor agregado en vez de materias primas y materia gris. Al país que sueña con darle en un futuro cercano trabajo digno y bien remunerado a cien millones de argentinos…
Las cosas nunca estuvieron tan claras. Sólo es cuestión de saber verlas, y sacar las necesarias conclusiones …

Adrián Corbella, 30 de julio de 2011.


Publicado con el consentimiento del autor en

"Diario24" de Tucumán :



y en "Redacción Popular"



jueves, 28 de julio de 2011

PERÚ : HUMALA NO JURÓ ANTE LA CONSTITUCIÓN FIRMADA POR FUJIMORI, por "El Argentino" del 28-07-11.

Arriba : Ollanta Moisé Humala Tasso jura como presidente de Perú.

Con la visita de Cristina, asumió como presidente y lo hizo ante la Constitución de 1979 y no por la vigente, firmada por el entonces mandatario. El titular del Congreso, que presidió la ceremonia, tuvo que pedir silencio ante los reclamos fujimoristas.

28.07.2011

Ollanta Humala asumió hoy como presidente de Perú y en la ceremonia de traspaso de mando, juró por la Constitución de 1979 y no por la vigente de 1993. Ante el titular del Congreso, Daniel Abugattás, el presidente peruano tomó posesión del cargo sin la presencia del presidente saliente Alan García, quien entregó la banda presidencial en el Palacio de Gobierno al jefe de la casa militar. Abugattás tomó el juramento de los vicepresidentes Marisol Espinoza y Omar Chehade, los cuales también invocaron la Carta Magna de 1979. Abugattás tuvo que pedir orden a los presentes, ante las demandas de los legisladores fujimoristas para que Humala y sus vicepresidentes juraran por la actual Constitución. El día elegido para el traspaso del mando es el 28 de julio, fecha en que se cumple un nuevo aniversario de la declaración de la Independencia peruana por parte del general José de San Martín

Publicado en :

http://www.elargentino.com/nota-150632-Peru-Humala-no-juro-ante-la-Constitucion-de-Fujimori.html

miércoles, 27 de julio de 2011

MACRI, EL KIRCHNERISMO Y LA IDEOLOGÍA, por Amílcar Salas Oroño (para "Página 12" del 19-07-11)

REFLEXIONES SOBRE EL RESULTADO DE LAS ELECCIONES EN LA CIUDAD .
LAS MOTIVACIONES DETRAS DE LOS VOTOS


Por Amílcar Salas Oroño *

I. Una elección es, también, un registro específico de cómo determinadas ideas políticas atraviesan las diferentes capas y segmentos de una sociedad. De cómo ciertos puntos de vista y discursos partidarios decantan hacia abajo, y a la inversa. La representación política tiene eso, momentos ascendentes y descendentes: el “intercambio” de significados entre representantes y representados. Pero es importante tener en cuenta que esta secuencia de sentidos no ocurre en el vacío: hay un mapa existencial de la estructura económica que prefigura los marcos de las disputas. Los resultados de la última elección en la ciudad de Buenos Aires deben también ser revisados en esta clave.

II. El crecimiento económico de los últimos años ha modificado sustantivamente la fisonomía de la ciudad de Buenos Aires. Está claro que no en el plano de lo público, aquello que es potestad del Gobierno de la Ciudad: allí el desmejoramiento ha sido verificable como consecuencia, principalmente, de las distribuciones presupuestarias realizadas por la gestión del propio Macri en áreas sensibles de la convivencia común. El cambio más evidente se ha dado en una dimensión íntima, privada, particular. El ciclo económico nacional ha recompuesto, desde los diferentes resortes complementarios de la dinámica económica, la posibilidad de una (nueva) autopercepción individual: la de que el progreso personal no es una quimera estacionada en el pasado histórico. Es en ese sentido que estos años de kirchnerismo se nos presentan como una superación al encierro de expectativas sociales característico del neoliberalismo: los proyectos de realización individual y las expectativas de “movilidad social” han encontrado este tiempo histórico para relanzarse, para volver a pensarse como parte de la propia existencia (incluso combinándose con otros reconocimientos, por ejemplo, el matrimonio igualitario). Se trata de un fenómeno federal, lo que no quiere decir que sea homogéneo ni universal, ni que este reparador optimismo social se presente de manera similar en todas las provincias ni para todos. Son cambios que también se verifican en otros países latinoamericanos, producto de una combinación heterodoxa de, por un lado, un rol más activo del Estado en la regulación económica y, por el otro, la ampliación del mercado y del consumo; extensión paralela y continua de Estado y mercado al mismo tiempo, generando un nuevo ciclo de las expectativas personales.

III. Este cambio subjetivo –recostado sobre cambios objetivos– presenta en la ciudad de Buenos Aires características particulares. Automóviles, gastronomía, equipamientos domésticos, inclusión en general. El consumo situó en estos años la idiosincrasia de la Ciudad en otra dimensión, bien lejos de la recesión económica de hace una década y con otra imagen; aquellos agregados colectivos originales o el clima político de diciembre del 2001 se transformaron: ahora hay faltantes de... ¡blackberry! Lo que se dio en la ciudad de Buenos Aires, con el consumo como vector de la integración, fue una (re)socialización desde el mercado, a diferencia de otras regiones y provincias del país donde el Estado tuvo un protagonismo más quirúrgico y determinante, estructurador de las identidades poscrisis. Es precisamente esta situación la que está detrás de la última elección: a fin de cuentas, el PRO es básicamente eso, una ideología del mercado, del consumo; su compaginación con el contexto fue virtuosa. Su discurso gira en círculo sobre unos pocos elementos: la imagen del confort, la negación de la condición social del ciudadano y una estética del entretenimiento. No hay ética de la solidaridad, no hay tradiciones políticas, no hay patrimonio histórico a compartir, entre tantas otras cosas. Pero es precisamente por ser una ideología del mercado que el PRO ha realizado una excelente elección en general; en ese sentido, se trata de una fuerza política contemporánea a la época en la que se sitúa. El PRO elabora su discurso tomando como punto de partida ese mismo imaginario renovado del progreso personal a partir del consumo, sin retocarlo: se asienta sobre una percepción real, la metaboliza y ofrece un destino electoral compatible con la misma.

IV. Dado el contexto, el kirchnerismo no hizo una mala elección. El problema es que se enfrentó a una fuerza política con una determinada ideología para la Ciudad, con una determinada ideología para esta etapa histórica de la Ciudad. Por circunstancias múltiples y entrecruzadas, que van desde el vértigo de la agenda política del gobierno nacional hasta el contradictorio y sinuoso legado del progresismo de raíz antimenemista, el kirchnerismo nunca logró componer una ideología propia para la Ciudad, es decir, no identificó aquel punto de vista transformador –propio de su identidad como proyecto político– en la clave de la dialéctica social porteña. Esto hubiera supuesto, en primer lugar, estructurar un vínculo representativo desde hace varios años, con un mando de acción organizado y, en segundo lugar, registrar, analizar y elaborar esta época de la Ciudad. Un trabajo de mediano plazo que no se resuelve simplemente con “escupir al gorila”; tampoco lo resuelven únicamente el “periodismo militante” y el twitteo maratónico. Componer una ideología alternativa a la mera expresión del mercado, un programa que agregue la dimensión de la politicidad, del Estado, precisamente aquello que es la originalidad del kirchnerismo y de los otros gobiernos latinoamericanos. Que coloque a la (re)socialización desde el mercado en otro nivel, con otra mezcla cultural y diseños institucionales, y que la desplace de su funcionalidad afín a los sectores dominantes. Una combinación política contemporánea e híbrida en ideas y actores, que no implica obligatoriamente insistir en lo que se ha venido denominando progresismo.

V. Ni el “asco” ni la desafección política suprimen la tarea para el kirchnerismo de realizar una fotosíntesis ideológica en la ciudad de Buenos Aires. Su representación política lo espera. Una ideología que enmarque y potencie a la voluntad política, esa misma que, aún bajo estas circunstancias, llegó a un tercio del electorado. Siempre hay espacio para reorganizar estratégicamente las ideas; como nos apuntalan nuestras mejores tradiciones: la única lucha que se pierde es la que se abandona.

* Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe (IealcUBA).

Publicado en :
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-172552-2011-07-19.html





lunes, 25 de julio de 2011

OTRA VEZ CON LA CRISPACIÓN, por Eduardo Aliverti (para "Marca de Radio" y "Página 12" del 23 y 25-07-11)


Por Eduardo Aliverti, para "Página 12".

¿A qué tanto problema con el grado de irritación política que estaría viviéndose?
La ciudad facha. Los presuntos exabruptos de funcionarios, dirigentes y algún famoso. El escándalo por las (auto) críticas en una asamblea de Carta Abierta. Casi otro tanto frente al paso discursivo de la Presidenta por las cercanías de Rosario. Los hijos adoptivos de Ernestina. Las provocaciones. Los cruces en el acto de la AMIA. El debate sobre la pobreza del proselitismo kirchnerista porteño. Puede seguir, y hasta dejando de lado las patéticas bravatas de Biolcati y los ya graciosos anatemas de Carrió. Es una lista intensa, atractiva. Pero hay que medirle mejor los alcances porque, de lo contrario, puede dar idea de haberse ingresado en un campo minado, inédito y de consecuencias imprevisibles.
En primer lugar, es una temperatura tan declarativa como típica de las etapas electorales: una obviedad que parecería no serlo, a estar por la sorpresa y críticas manifestadas. Lo caldeado del clima se da mucho más en los medios y en el juego de los protagonistas que a través del interés popular. Expresado con una ampulosidad que parece válida para hallar puntos de equilibrio, ¿anda medio mundo sin poder dormir por lo que escribió Fito Páez? ¿Las masas se precipitan angustiadas sobre YouTube para determinar la verdad de lo ocurrido en la Biblioteca Nacional? ¿Las alternativas del caso Noble Herrera representan un giro completo de la percepción social y el paisaje electoral? ¿Las denuncias de estratagemas apestosas son acaso insólitas, siendo que se está en campaña?
Quizá sólo habría realmente una novedad respecto de esto último, si avanza la confirmación de cómo se las gastó el macrismo, desde una “encuesta” telefónica, para escaldar a Daniel Filmus. Primero, porque no se recuerda algo igual de repugnante que de falaz. Y después, porque cuesta creer que el amigo Durán Barba haya sido tan torpe. ¿O es al revés? ¿O es que la sensación de impunidad absoluta del gobierno porteño, entre otras cosas gracias a su malla de protección mediática, llegó al punto de permitirse descuidar lo burdo y judiciable de semejante maniobra? ¿O es que, aun así, confiaron en que a “la gente” le importaría tres pitos la denuncia, porque esa gente que los vota no tiene en cuenta aspectos morales?
Por lo demás y así como no es cuestión de negar lo impactante de ciertos disparadores, tampoco debe rechazarse su consideración. Nadie dice que los temas mencionados carezcan de interés. Sí, que debería enfocárselos de otra manera. Atendamos lo contradictorio de algunos análisis. Carta Abierta se prestó a un duro debate o marcaje internos, que quedan al margen del “recorte” hecho por la prensa ultraopositora. En efecto, lo dicho fue segmentado. Pero que se dijo lo que se dijo es irrebatible. Se punteó buena parte de lo que todo el arco político y politizado, empezando por el propio kirchnerismo, ya decía en plena campaña de la primera vuelta: que faltó garra, que falló la militancia o los objetivos en que debía concentrarse, que no hubo conducción unificada, que los medios y programas afines se pasaron de excitabilidad pro K.
¿Cuál es el drama? Visto desde los valiosos bríos intelectuales que se aglutinan en Carta Abierta, y aunque pueda discutirse si era el mejor momento para dejar los trapos al sol, ¿qué sentido tiene repudiar el tratamiento dado a la reunión por el adversario mediático, en vez de reivindicar que son un lugar que no renuncia al pensamiento crítico y que justamente es eso lo que los diferencia del discurso único de la vorágine contrera? Y visto desde ésta, ¿no era que el kirchnerismo es incapaz de señalarse errores, de enmendar tácticas y estrategias, de no someterse a dictados verticales? ¿Cuando lo hace solamente es el reflejo de que está en medio de un problema serio, y no de la capacidad de revisarse?
La Presidenta pasó por Santa Fe y apuntó a que la provincia, con su impresionante potencial productivo, crece menos que el resto. ¿Es correcto o no? ¿La única respuesta que se merece es decir que eso “no les hace bien a los santafesinos” o dejar que las cifras sigan de largo para ensimismarse con el significado de otra de las fantasmales apariciones del Menem blanco?
Una víctima del atentado en la AMIA, desde el micrófono de la jornada aniversario, les pone nombre y apellido a quienes sindica como cómplices o co-responsables de la ausencia de justicia. ¿No es ésa la lógica requerida para intentar que “impunidad” no sea un concepto vacío? ¿La afectación a la memoria de muertos y vivos transita por si Sergio Burstein opera para el Gobierno, en reemplazo de refutar sus acusaciones? Notable: quienes retrucan espantados la alocución del familiar, adjudicándole tinte político, ensalzan la reacción indignada del rabino Bergman y reproducen el método que impugnan. Si el que objeta es acusable de favoritismo oficial, es un asqueroso que se extravió en una manifestación llamada al recogimiento. Pero si quien protesta es un diputado macrista electo que no se preocupó por desmentir su convocatoria a “enterrar” la causa AMIA; que participa de una fuerza con un detenido por encubrir el atentado, no es una acción política. No, es simplemente un asceta encrespado.
Por favor, tengan algún gramo de seriedad. El mismo que debiera valer para no animarse a exigir que las Abuelas pidan perdón. ¿Once años embarrando la cancha y ahora deben disculparse los demandantes del procedimiento obvio, esquivado hasta concluir en un sospechoso cambio de timón de la noche a la mañana?
Lo antedicho testifica que son susceptibles de buena polémica los desafíos de la agenda mediática. Y al fin y al cabo, es de lo que debe preciarse un régimen democrático. Calentura, apasionamiento, desbordes, bajezas; incluso operaciones de prensa, para que después rezume. Veámoslo por la contraria. ¿Por cuál alternativa a eso construyen simbolismo los militantes de la anticrispación? Por la de callarse. Y no levantar olas que hieran su comodidad de clase, pecuniaria o mental. Y que no haya siquiera una décima de embate contra los poderes corporativos. Militan por la figuración de propender a una porfía que en verdad los jode. Con Menem estaban mejor. Con los milicos estaban mejor. Esta cosa desprolija pero provocativa que nació en 2003, o tal vez antes pero desarrollada desde entonces, los incomoda severamente.
No la entienden, no la esperaban, no se la bancan. Y, lo peor, no aciertan a encontrarle la vuelta ni tienen la dirigencia política que lo haga. Un grupo comunicacional por aquí, una aristocracia agropecuaria por allá, unos espasmos tilingos más allá, una burguesía berreta más acá, casi siempre tuvieron a los gerentes indicados para hacer el laburo sucio de que la impotencia argentina se endilgara a “los políticos”. Hoy no. Están en dificultades. Y entonces saltan esos mandobles nada más que mediáticos, incapaces –por ahora, quede claro– de trasuntar en algo que los represente como otrora.
Bienvenida la crispación, mientras sea como producto de que por fin hay materias importantes en disputa y no como maquillaje.

por Eduardo Aliverti

Publicado en :
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-172992-2011-07-25.html

LA POLÍTICA DE LA NO POLÍTICA, por Adrián Corbella (para "Mirando hacia adentro")

Arriba : Mauricio Macri, Miguel Torres del Sel y los globitos de colores.





“Esta huelga es política”… ¿Quién no ha escuchado denostar una medida de fuerza sindical a partir de ese argumento? … Quien hace esa afirmación pretende sostener que las razones aducidas por los trabajadores y sus representantes sindicales para realizar la huelga (salarios, condiciones de trabajo), no son el verdadero motivo, sino que hay detrás, ocultas, intencionalidades “políticas” inconfesables …
El problema es que se está usando mal el término “política”, ya que todo paro es “político”, y no puede ser de otra manera. Una huelga es un reclamo para que se modifique la política salarial o laboral de una empresa o gobierno. Si ese reclamo no es el motivo real de la protesta, deberíamos hablar de un interés partidario, de la defensa de intereses supuestamente ajenos al motivo del conflicto. Y no de una huelga “política”…
Muchísima gente utiliza la palabra “política” con un sentido que no es el que realmente tiene.
Sin embargo este uso no refleja un problema lingüístico, sino una concepción ideológica.

El gran problema es que “ideología” es otra palabra que suele utilizarse mal. Porque la ideología de una persona no es otra cosa que la suma de las ideas, concepciones, criterios y puntos de vista que guían el accionar social de esa persona. Si uno toma a un ciudadano común y le hace una encuesta sobre temas tan diversos como inseguridad, inflación, aborto, adicciones, control de natalidad, matrimonio igualitario, problemáticas laborales , o cualquier otro tema social, político o económico que se quiera incluir (la lista podría ser interminable), sus respuestas nos brindan un auténtico “mapa” de la ideología de esa persona. Hay personas que tienen una ideología “con nombre y apellido”, y uno puede decir de ellas : “es liberal”, o “es socialista”, o “es fascista”, o “es anarquista” ; pero la inmensa mayoría tenemos una mezcolanza que constituye una ideología muy personal, híbrida, ecléctica, “impura”. Pero de lo que no cabe duda es de que todos tenemos una ideología …
Sin embargo, hay personas que utilizan el término “ideológico” como algo negativo, como algo que descalifica el pensamiento de otros (contraponiéndolo a la supuesta “pureza” no ideológica del pensamiento propio).
Este uso tan particular de conceptos como “política” o “ideología” refleja un pensamiento neoliberal.

El neoliberalismo se planteó en los noventa, tras la caída del Muro de Berlín y el ocaso del bloque soviético, no como una postura político-ideológica más sino como la Verdad Final de la Historia de la Humanidad. Por eso insistían con conceptos como el del “Fin de las ideologías” y el “Fin de la Historia”. Eso es lo que se llamó el “Pensamiento Único”.
En esta concepción, el neoliberalismo se ve a sí mismo como representante de la Verdad, mientras que las demás posiciones son “ideologías” perimidas, superadas, que representan al pasado.
La lógica consecuencia de este pensamiento es que la política deja de tener sentido, ya que la política es, en un sistema democrático, la puja ideológica y electoral para definir que ideas o proyectos triunfan en cada elección… Y si hay un único proyecto que representa “La Verdad”, y los demás son “ideológicos”, la política no tiene sentido, porque no hay nada que decidir. El libreto de la obra ya está escrito, y sólo necesitamos conseguir a los mejores ejecutantes, a los actores que la representen.
En el mismo orden de pensamiento, el siguiente paso lógico es la desvalorización de los políticos como “clase”, porque representan la puja entre concepciones “superadas”. De allí la sublime y definitoria afirmación que se hizo tan popular : “Los políticos son todos iguales”.
Los políticos dejan de ser necesarios. Incluso son peligrosos, porque muchos portan ideas e ideologías propias que se contraponen a esta Verdad única. Por eso, más que políticos hace falta conseguir personas “comunes” que se ocupen de “gestionar” (es decir, de aplicar las políticas que indica esa Verdad neoliberal).
Las personas ideales para aplicar estos conceptos son aquellas que han alcanzado cierto prestigio o notoriedad en alguna rama de la actividad humana, aunque dicha actividad no tenga la más mínima relación con las tareas políticas. Allí comienza entonces el reclutamiento de empresarios, cantantes, periodistas, deportistas o humoristas para encabezar proyectos políticos neoliberales. A primera vista parecería que estas personas pueden tener un absoluto desconocimiento de la tarea que deben asumir-y generalmente es así-. Pero en realidad esa carencia es una virtud. Como no saben nada acerca de la tarea que van a emprender, se limitarán a ocupar la función que les ha sido asignada : ser actores que representen un libreto que ya está escrito, libreto que no es otro que esa Verdad casi revelada por el Dios del Neoliberalismo.
Cuando tienen éxito, generalmente son figuras que poseen una profunda ignorancia acerca de temas políticos, jurídicos, económicos y sociales, que no saben elaborar un discurso, que no pueden enfrentar un debate, que son capaces de, como hizo Miguel Del Sel, presentarse a una elección sin ninguna experiencia o inclinación política previa (ni siquiera hace humor político), prometiendo "trabajo y alegría", y con ese pobre capital casi gana una elección a gobernador ...
Todo eso importa poco, porque detrás de ellos hay “equipos”, es decir, políticos y economistas neoliberales que son los que verdaderamente realizarán las tareas, con la supervisión continua de ciertos grupos económicos concentrados que sugieren, aconsejan y coordinan… Que ejercen un auténtico poder de veto.
Estos “políticos” apolíticos , pese a su ineptitud e ignorancia, o justamente debido a ella, son muy peligrosos. Se suben al discurso de la “No Política”, que entronca con la prédica realizada por décadas de Neoliberalismo, para llevar adelante políticas muy concretas ; pero no las presentan como su política, su ideología, sino como una “gestión” neutra cuyo único objetivo es “resolver los problemas de la gente”.
La gente los vota porque son figuras mediáticas, porque ven sus caras en la televisión desde hace años y les tienen cariño ; pero en realidad no los están votando a ellos, sino a ese “equipo” de asesores que permanece en las sombras, a esos grupos económicos totalmente “invisibles” que los impulsan, que son quienes auténticamente tomarán la decisiones en caso de ganar “sus” candidatos.
La esencia de toda democracia es la disputa entre distintas fuerzas políticas (que representan distintas ideas, distintos proyectos, distintas ideologías) , por alcanzar el poder mediante el voto y llevar a la práctica esos planes.
Ser democrático implica aceptar que el otro tiene otra ideología, otras ideas, y que esas ideas son para él tan válidas como son para cada uno de nosotros las nuestras.
Aquellos que descalifican la política, aquellos que plantean su desconocimiento en temas políticos como un mérito, aquellos que utilizan términos como “político” o “ideológico” como adjetivos descalificantes, son personas que piensan que sus ideas son la Verdad Absoluta, que piensan que las ideas de los demás son arcaicas supervivencias de otros tiempos ya superados. Y que ellos son los portadores de la Luz de la Razón, de la Verdad y del Sentido Común. Estos criterios reflejan un pensamiento neoliberal no confesado. Un pensamiento que se asume como “Pensamiento Único”. Y son, por ende, profundamente antidemocráticos.
Los políticos y pensadores liberales siempre acusaron a las fuerzas políticas de sesgo más o menos “populista” (desde el viejo yrigoyenismo hasta el primer peronismo) de gobernar aplicando la vieja máxima romana : “Pan y Circo”.
El neoliberalismo ha tenido en cuenta ese principio, y ha sacado las necesarias conclusiones. Ellos rechazan la política de “Pan y Circo”.
Y decidieron simplificarla.
Ellos eligen los globos de colores.
Ellos, se quedan con el Circo.

Adrián Corbella, 25 de julio de 2011.

ESTE ARTÍCULO FUE PUBLICADO TAMBIÉN EN :

Revista digital "Redacción Popular"
http://www.redaccionpopular.com/articulo/la-politica-de-la-no-politica

El Diario24 de Tucumán
http://www.eldiario24.com/nota.php?id=228327

Revista digital "Nos Comunicamos"
http://www.nos-comunicamos.com.ar/content/politica-de-no-politica

Agencia Paco Urondo
http://agenciapacourondo.com.ar/formacion/4401-la-politica-de-la-no-politica-por-adrian-corbella.html

Revista digital "La Plata Joven"
http://nada.viejolobo.net/20110725192274/la-politica-de-la-no-politica-por-adrian-corbella.html

LATORRE : "Del Sel se para en el lugar de la no política", por "El Argentino" del 25-07-11.



Lo dijo la senadora nacional por Santa Fe, Roxana Latorre, en diálogo con Radio América. “Hubo un empujón de Reutemann y ayudaron los intendentes radicales del interior”, dijo sobre los resultados del PRO en la provincia.

25.07.2011 12.31

La senadora nacional por Santa Fe, Roxana Latorre, dialogó con Radio América y dijo que Miguel “Del Sel se paró en el lugar de la no política” en las elecciones de esa provincia. “Una parte del electorado radical ahora votó a Del Sel”, agregó sobre el origen de los sufragios que fueron para el candidato PRO” y agregó que hubo un “empujón de Reutemann y ayudaron los intendentes radicales del interior”. “Es evidente que hizo una buena elección”, añadió.
Por otra parte, dijo que “la elección nacional es otra cosa. Si bien los encuestadores no han sido la vedette, lo que mide Cristina es muy diferente a lo que midió (Agustín) Rossi”.
En otro orden, afirmó que “hay que destacar la excelente elección de Maria Eugenia Bielsa. La veo como una referente del peronismo y del progresismo”. Encabeza la lista ganadora en las elecciones a diputados provinciales y le gana así el control de la Legislatura al oficialismo.

Publicado en :
http://www.elargentino.com/nota-150164-Del-Sel-se-para-en-el-lugar-de-la-no-politica.html

Bonfatti ganó la gobernación y el kirchnerismo, diputados, por "El Argentino" del 25-07-11.

Arriba : Antonio Bonfatti , del socialismo santafesino.

Escrutadas el 91% de las mesas en los comicios de Santa Fe, el candidato del Frente Progresista se impone con el 38,4%. Miguel Del Sel, 35,7%. Y Agustín Rossi, 22%. En tanto, en diputados está al frente María Eugenia Bielsa.



25.07.2011 00.11
El candidato a gobernador del Frente Progresista, Antonio Bonfatti, se proclamó ganador de la elección a gobernador de la provincia de Santa Fe al declarar, pocos minutos antes de la medianoche, que "el cambio está en marcha, el cambio continúa, el Frente Progresista sigue gobernando Santa Fe".Escrutadas el 91% de las mesas en los comicios para elegir gobernador en Santa Fe, Antonio Bonfatti se impone con el 38,14%. Según los datos oficiales, Miguel Del Sel aparece en el segundo lugar en las elecciones con el 35,7% mientras que Agustín Rossi consigue el 22,3%. En tanto, la candidata provincial por el kirchnerismo María Eugenia Bielsa está al frente en las elecciones de diputados. Hasta ahora, el postulante del Frente Progresista, Raúl Alberto Lamberto, ocupa el segundo lugar.A su vez, el ministro de Justicia y Derechos Humanos de Santa Fe, Héctor Superti, que concurrió a las urnas más del 73 por ciento de los empadronados, un número similar al de las primarias del 22 de mayo. "Había votado el 73 por ciento del padrón hasta las 17.30. Después queda esa media hora que podría subir el porcentaje. El número es similar al de la elección primaria", dijo el funcionario del Gabinete del gobernador Hermes Binner. En los comicios, en los que se elige el gobernador, el vicegobernador, intendentes, presidentes comunales, diputados y senadores provinciales, están habilitados a participar 2.438.796 ciudadanos
Según el padrón electoral, Santa Fe es el cuarto distrito electoral del país, detrás de las provincias de Buenos Aires y Córdoba, y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con 2.438.796 electores habilitados y una incidencia de 9 de cada 100 votos nacionales. Estas elecciones fueron las primeras en Santa Fe que se realizaron utilizando la boleta única, en la cual los ciudadanos marcan con una cruz los candidatos que apoyan en cada categoría. El sistema es el mismo que se empleó en las recientes primarias del 22 de mayo. Bonfatti, quien cuenta con el respaldo de Binner, su jefe político, logró su postulación al vencer en las primarias al intendente de Santa Fe, Mario Barletta (UCR), al senador nacional Rubén Giustiniani (PS) y al dirigente radical Luis Cáceres. Su discurso remite esencialmente a "continuar con el cambio" implementado desde 2007 por el socialismo, luego de 24 años de administraciones justicialistas. En tanto, Rossi se alzó con el triunfo en la compulsa interna del Frente Santa Fe para Todos, relegando al intendente de Rafaela, Omar Perotti, al ex canciller Rafael Bielsa, y al senador provincial Juan Carlos Mercier. Por su parte, Del Sel –quien de cumplirse los pronósticos rompería la tradicional polarización provincial- concurrió en soledad a las primarias de Unión Pro Federal y postula "hacer feliz a la gente", con un marcado perfil de “outsider” de la política y enunciados amplios como "construir viviendas, cloacas, agua potable, trabajo, educación y seguridad". Al contestar una crítica de Bonfatti, quien declaró que "no se le cae una idea", Del Sel dijo que tiene "muchas ideas" y aludió a que "por algo" sucedió su éxito de 30 años con el grupo Midachi. La campaña en esta provincia tuvo como particularidad también la realización en Rosario de un debate acordado entre Bonfatti, Rossi y Del Sel, que se transmitió en directo por radio y televisión, el sábado 16 de julio.

Publicado en :
http://www.elargentino.com/nota-149999-Santa-Fe-hay-expectativa-en-el-comienzo-del-escrutinio.html



El Frente Santa Fe gana en diputados y legisladores, por "Pägina 12" del 24-07-11

Arriba : María Eugenia Bielsa (FpV), ganadora de la elección de diputados provinciales en Santa Fe. Su colega Alberto Crosetti ganó la elección para elegir senadores.

Con el sistema de boleta única que impide el efecto arrastre de los candidatos a gobernador, la candidata a diputada provincial por el kirchnerismo santafesino María Eugenia Bielsa se imponía esta noche con el 35,31 por ciento de los votos, escrutadas el 76 por ciento de las mesas escrutadas. Lo mismo ocurrió con el candidato a senador del kirchnerismo Alberto Crossetti, cercano al ex gobernador Carlos Reutemann, que obtuvo el 40,04 por ciento de los votos, con el 100 por ciento de las mesas escrutadas.
La candidata Bielsa es seguida por el postulante del Frente Progresista, Raúl Alberto Lamberto, que obtenía el 32,38 por ciento del total. Y en tercer lugar figuraba el candidato por Unión Pro Federal, Norberto Nicotra, con el 14,18 por ciento.
Para el Senado, el podio también quedaba invertido, con el candidato del Frente Progresista Juan Carlos Valdano a casi dos puntos (37,49) y lejos el candidato del PRO, Jorge Balbi, con 11,29 por ciento.

Publicado en :
http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/subnotas/20-54844-2011-07-24.html



domingo, 24 de julio de 2011

LAS PRÓXIMAS TRES SEMANAS , por Horacio Verbitsky (para "Página 12" del 24-07-11)








DE SANTA FE AL BALOTAJE PORTEÑO, CORDOBA Y LAS PASO

Santa Fe hoy, el balotaje porteño, Córdoba y las PASO clarificarán en las próximas tres decisivas semanas las perspectivas de la elección presidencial de octubre. En 2009, el Frente para la Victoria se derrumbó en esos distritos, en los que apenas promedió el 10 por ciento. Ahora Filmus casi triplicó ese porcentaje y superó incluso el obtenido en 2007, el año de la elección de Cristina. La clave estará en las PASO.


Por Horacio Verbitsky, para "Página 12".


Comienzan hoy tres semanas decisivas con vistas a las elecciones presidenciales de octubre. Hoy se elegirá al nuevo gobernador de Santa Fe, el próximo domingo se realizará la segunda vuelta por la jefatura de gobierno porteño, el domingo 7 de agosto Córdoba decidirá su gobernador para los próximos cuatro años y el domingo siguiente se realizarán en todo el país las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, en las que se consagrarán las candidaturas presidenciales de los tres partidos y las siete alianzas oficializados.

Gobierno y oposición tienen expectativas antagónicas e interpretan en forma distinta los posibles resultados de cada uno de estos comicios, pero nadie minimiza su importancia. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe representan un cuarto del padrón nacional y forman el eje político y administrativo del agropower, que hace tres años libró una batalla a todo o nada con el gobierno nacional. Su importancia cuantitativa equivale a la del conurbano bonaerense, por lo que en esos distritos está depositada la ilusión de las fuerzas opositoras de obstaculizar la reelección presidencial.


Sin encuestas


Casi sin excepciones, los análisis políticos y periodísticos se basan en las encuestas (que rara vez son mencionadas y casi nunca con la correspondiente ficha técnica ni su fecha de realización). Una mayoría abrumadora de las columnas de opinión se limitan a glosar esos sondeos en apoyo del partido ya tomado por el expositor que, de tan evidente, no requiere ser explicitado. En un contexto de polarización sin precedentes, esta dependencia de las encuestas reduce el campo de la información disponible a las infinitas variantes de dos hipótesis: CFK será reelecta o no lo será. Con lo cual el periodismo político, sin excepciones, se deleita en el agua tibia de sus propios deseos.

La falibilidad de esos sondeos y los grandes márgenes de error constatados (sin poner en discusión la seriedad ni la honestidad de quienes los realizan), desaconseja su uso ya sea ingenuo o interesado. Una constatación corriente es que las encuestas que se divulgan suelen favorecer a quien las encargó, de modo que ni faltó una que soñara a Proyecto Sur en el balotaje porteño. Políticos y consultores deberían someter a examen la presunción del efecto contagio de las encuestas, que a menudo deriva en autoengaños.

Otra confusión de la que se derivan erróneas decisiones políticas, consiste en la comparación de elecciones ejecutivas y legislativas. En 2007, Maurizio Macrì obtuvo 45,6 por ciento de los votos en la primera vuelta para la jefatura de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Daniel Scioli el 48,1 en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, en las legislativas de 2009, el PRO cayó al 31 por ciento y el FpV al 32 por ciento, con una merma de un tercio de sus caudales. En 2007, el segundo lugar porteño correspondió a Proyecto Sur, con más del 24 por ciento.

Ahora, con el 12,8 por ciento, ese frente hizo una excelente elección pero el único que aún no se dio cuenta es su líder, Fernando Solanas, porque sus expectativas eran tan desmesuradas como sus resultados de dos años atrás.

En la primera vuelta de las elecciones porteñas de este mes, ninguna encuesta publicada estuvo más cerca de las cifras reales que los resultados de los comicios anteriores para el mismo cargo en el distrito. Maurizio Macrì aventajó a Daniel Filmus por 19,3 puntos y la distancia entre los mismos candidatos en 2007 fue de 21,8 puntos, es decir a 2,5 puntos de lo ocurrido ahora. Por supuesto, esto no equivale al absurdo de creer que en todo tiempo y lugar las cifras oscilarán en torno a los mismos valores que la vez anterior, lo cual implicaría negar la propia realidad, cuya índole está hecha tanto de estabilidad cuanto de cambio.

Pero dadas ciertas condiciones, que no siempre se dan, constituyen un elemento orientador no desdeñable.


Santa Fe


En septiembre de 2007, el socialista Hermes Binner y la radical Griselda Tesio obtuvieron la gobernación de Santa Fe con el 48,7 por ciento de los votos, superando por 10 puntos a los candidatos del Frente para la Victoria, Rafael Bielsa y Carlos Galán.

Entre ambas fórmulas rondaron el 80 por ciento de los votos. Esta vez es improbable que se repitan semejantes resultados, ya que a las fórmulas de los frentes Progresista y Santa Fe para todos se suma un tercer candidato de fuerte inserción en los sectores populares, el actor Miguel Del Sel, que fue designado sin rivales en su propio sello de ocasión, Unión PRO Federal.

Los procesos de selección fueron muy distintos en las otras fuerzas. Antonio Bonfatti fue sostenido por el gobernador saliente Hermes Binner, lo que le permitió vencer a dos aliados, uno radical y otro socialista.

Como Filmus en la Capital, tampoco Agustín Rossi era el candidato preferido del gobierno nacional, porque consideraba que podría vencer en la interna (como ocurrió), pero que le costaría mucho imponerse en la general, cosa que se dirimirá hoy. Cualquiera sea el resultado, no habrá reproches ni en público ni en privado para él: “Los que tiene en contra se los ganó por defendernos a nosotros durante el conflicto con las patronales agropecuarias”, es la reflexión que lo explica. Y en este caso, la presidente se involucró en la campaña, con un acto en el que puso en aprietos a Binner, al señalar que Santa Fe crecía por debajo del promedio nacional.

El líder socialista replicó con acidez que CFK le creía al Indec, pero Rossi presentó pruebas de que fue el propio Binner quien firmó los datos comparativos citados por Cristina. Para llegar a su candidatura, Rossi debió recomponer relaciones con los otros sectores del justicialismo, mediante un trabajoso convenio: en vez de presentar una fórmula propia el FpV apoyaría a los candidatos provinciales del PJ, que de otro modo serían vencidos, a cambio de la adhesión partidaria a Cristina en octubre. Luego de las primarias, las principales líneas internas se reunieron con Cristina y allí se convino que el reutemista Omar Perotti, quien fue el segundo candidato más votado para gobernador, encabezara la lista para diputados nacionales en octubre.

Este es el acuerdo que el ex gobernador Carlos Reutemann rompió, con el guiño que le hizo a Del Sel, para disgusto de sus seguidores que ocupan puestos en la lista común. Lo hizo como si respondiera a un sino personal, cuando faltaban pocos metros para la meta. Retirado de la política electoral, se verá si aún conserva cierta capacidad de daño. Tanto Macrì como el ex senador Eduardo Duhalde se ilusionan con que el escrutinio de hoy sea el segundo eslabón de una cadena que comenzó con el propio Macrì en Buenos Aires, con la que esperan bloquear el paso a Cristina.

Acaso influido por su candidato, el líder del Peornismo Opositor también recurrió al humor en su campaña, con la admonición “No agredan, pelotudos”. La referencia más reciente sobre lo que pueda ocurrir hoy son las primarias realizadas hace dos meses: el oficialismo nacional, con la sigla Frente Santa Fe para Todos, obtuvo el 42,63 por ciento; el oficialismo provincial, como Frente Progresista, el 40,98 por ciento y la Unión Pro Federal, el 14,88 por ciento. Si los acuerdos que Reutemann procura torpedear se mantuvieran, Rossi sería el próximo gobernador. Pero también deben tenerse en cuenta los resultados dentro de cada frente.

Dada su heterogeneidad, es difícil que Bonfatti y Rossi conserven los porcentajes que sus respectivas fuerzas sumaron en las primarias. En ambos casos, las posibles fugas, de radicales y de peronistas, se dirigirán a Del Sel. Lo único que falta es medir su magnitud.

La fragilidad del bando justicialista es evidente, pero tampoco los progresistas parecen unidos con firmeza. De hecho, las fuerzas que integran ese frente responden a tres candidatos presidenciales: el propio Binner, Ricardo Alfonsín y Elisa Carrió. En las primarias, Bonfatti fue el más votado, con el 18,4 por ciento de los sufragios emitidos, un punto y medio por encima del 17 por ciento de Rossi.
Más allá del resultado provincial, importa discernir qué consecuencias podrían proyectar sobre la elección presidencial de octubre. En la de 2007, celebrada un mes después de las locales, CFK se impuso sobre Carrió-Giustiniani por 35,5 a 34,8 por ciento. Es decir, de cada diez votos emitidos por sus candidatos santafesinos conservó nueve, mientras su principal oponente sólo siete.


Pobres corazones


En la primera vuelta de 2007, Daniel Filmus obtuvo en la Capital el 23,8 por ciento de los votos, igual que Cristina en la presidencial de octubre. En la primera vuelta de este año, Filmus elevó en cuatro puntos ese porcentaje. Ese es el piso del que parte CFK en el distrito. Acaso bajo la influencia de Fito Páez, la campaña de Filmus y Carlos Tomada para el balotaje del próximo domingo opone pobres corazones a los globos del PRO. Lo hace, además, utilizando como consigna el nombre de otro partido, Buenos Aires para Todos.

Está por verse qué impacto tendrán la negativa de Macrì a debatir con su contendiente y la constatación judicial sobre la participación del consultor Jaime Durán Barba en la difusión de mentiras ofensivas sobre la familia de Filmus. Tienen, por cierto, distinta gravedad. Los debates preelectorales al uso constan de una sucesión de consignas recitadas de apuro, que sólo pueden influir en el electorado a través de la imagen que transmita cada candidato, campo en el que el ex presidente de Boca es más ducho que el ex director de Flacso. No parecería que Filmus pierda gran cosa con su cancelación, pero tampoco que gane algo con la retirada de Macrì, dado el comprensible desinterés general por ese formato de discusión.

En cambio, el uso de falsedades, difundidas desde el anonimato bajo disfraz de encuesta, constituye un delito. Además pone en evidencia el pozo de víboras sobre el que se monta la campaña de las buenas ondas y la alegría, reducidas a mero simulacro. En este sentido, puede decirse que Macrì constituye una nueva derecha, tan moderna como la norteamericana o las europeas.

La respuesta de su campamento consistió en omitir los datos muy precisos recogidos en los allanamientos ordenados por el juez federal Ariel Lijo a Durán Barba&Asociados e insistir en abstracciones descalificatorias del adversario, como la afirmación de Macrì de que los kirchneristas son los reyes de la campaña sucia. El ejemplo que puso su jefe de gabinete Horacio Rodríguez Larreta fueron las acusaciones contra Francisco de Narváez durante la campaña de 2009.

Esta concepción política, basada en slogans e independizada de los hechos, ignoró que la denuncia de la AFIP según la cual De Narváez no podía justificar un incremento patrimonial del 900 por ciento en el lustro 2004-2008, cuyos fondos provenían de fideicomisos de existencia no probada, es tan seria que la justicia dispuso la inhibición general de sus bienes, hasta cubrir 87,3 millones de pesos. Así lo dispuso el juez federal Carlos Alejandro Faggi, titular del Juzgado Federal de Ejecuciones Fiscales y Tributario N° 2, quien señaló que “la totalidad de los bienes que constituyen el patrimonio neto del demandado del último ejercicio resultan insuficientes ante la cuantía de la deuda, configurándose los requisitos que habilitan el dictado de la inhibición general de bienes solicitada”. De Narváez reemplazó esa inhibición por un seguro de caución provisto por la empresa “Chubb Argentina de Seguros S.A.”


Córdoba


En 2007, Schiaretti venció a Juez por 37,17 a 36,04 por ciento, y Cristina obtuvo en las presidenciales de octubre el 23,8 por ciento. El Frente para la Victoria no presentará candidato a gobernador dentro de dos semanas, dada la falta de acuerdo con el justicialismo, que allí conducen el ex gobernador y candidato José de la Sota y el actual gobernador Juan Schiaretti. De la Sota le ofreció la candidatura a la vicegobernación a la rectora de la Universidad Nacional de Córdoba y simpatizante kirchnerista Carolina Scotto y también aceptó que la lista de candidatos a diputados nacionales fuera compuesta en la Casa Rosada. Pero Scotto rechazó el ofrecimiento, porque no siente la menor afinidad con De la Sota y prefiere encabezar la conmemoración del cuarto centenario de la Universidad, en 2013. De la Sota nominó entonces a la intendenta de Laboulaye, Alicia Pregno, quien había militado a favor de las cámaras patronales en el conflicto de 2008. El gobierno nacional se declaró engañado y así se rompió la posibilidad de zurcir la ruptura de 2007, cuando el gobierno nacional jugó a dos puntas (Ricardo Jaime respaldaba a Schiaretti y Alberto Fernández a Luis Juez) y terminó enemistado con ambas, cuando el escrutinio se empantanó en un virtual empate, a Juez se le salió la cadena y acusó a Kirchner de apoyar el fraude. El kirchnerismo puro y duro quiso enfrentar a De la Sota con una fórmula propia, pero Cristina lo desautorizó, porque no tiene candidatos propios confiables y con algún atractivo electoral, un drama que se repite en otros distritos y que abre un grave interrogante para el día después de la hipotética reelección. De la Sota competirá con Juez y con el radical Oscar Aguad (próximo al PRO y a su ventrílocuo ecuatoriano). Juez, cuya compañera Norma Morandini fue designada por Binner como candidata a la vicepresidencia, ha abierto una línea de comunicación con el gobierno nacional y lleva meses de abstinencia de exabruptos (una de las frases más frecuentes que dirige a sus colaboradores es “Tápenme la boca”). Por ese conducto pidió apoyo económico para la campaña que, sugirió, podría canalizarse a través de empresarios, y prometió apoyar a Cristina en una eventual segunda vuelta presidencial. El ofrecimiento fue rechazado, del mismo modo que el gobierno nacional se negó a incluir en sus listas la candidatura a intendente de San Miguel de Aldo Rico, quien recaló en el Peornismo Opositor de Duhalde, y le negó a Carlos Menem la posibilidad de pegar su boleta a la de Cristina en las primarias. Así lo confirmó el secretario de la Cámara Electoral, Nicolás Deane, por más que en Internet siga circulando una boleta falsa que los muestra juntos. La presidente tampoco admitió la adhesión de la lista de diputados justicialistas armada por De la Sota, y dispuso enfrentarla con una propia en diciembre. Quienes acusaban a Kirchner de pragmático podrán llamar ahora sectaria a su viuda.


Paso a PASO


Estos datos de Santa Fe, la Capital y Córdoba sugieren, como hipótesis que los hechos deberán validar, que ninguno de esos distritos se interpone como un escollo inquietante en la marcha de Cristina hacia octubre, como ocurriría si se repitieran los porcentajes obtenidos por el Frente para la Victoria en las legislativas de dos años atrás: 11,6 en la Capital, 9,5 en Santa Fe y 9,1 en Córdoba. La primera vuelta porteña lo dice a las claras: Filmus obtuvo dos veces y media los votos de Carlos Heller. Recién en la tercera fecha del ciclo analizado, podrán extraerse conclusiones más significativas, cuando se realicen las primarias del 14 de agosto. Apenas dos meses antes de las presidenciales, darán un panorama más preciso que cualquier encuesta sobre las perspectivas de cada candidato. El objetivo de Cristina es pasar del 40 por ciento, el de todos los demás salir segundo, con cualquier porcentaje, con la esperanza de alinear a los demás detrás suyo en octubre. Los viejos pactos entre Duhalde y Raúl Alfonsín se continúan ahora con su hijo Ricardo. Sus operadores son dos amigos de toda la vida: Javier González Fraga, miembro del equipo económico de Duhalde hasta el momento de anunciar su candidatura a la vicepresidencia con Alfonsín, y Eduardo Amadeo. Para Alfonsín como para Macrì, Duhalde es como un vicio oculto, compulsivo y vergonzoso. Aunque nadie lo dirá tienen avanzada la preparación de un acuerdo electoral, en función del cual la UCR incurrió en el sacrilegio de soslayar a la Convención Nacional, el órgano que designa la fórmula y redacta el programa, y delegar esa tarea en el Comité Nacional.





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