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martes, 30 de noviembre de 2010

EL FILTRO DE LOS CINCO, por Eduardo Febbro (desde París, para "Página 12" del 30-11-10)

Imagen : Las Grandes Tijeras con las que los cinco diarios garantes de la libertad de expresión censuraron las filtraciones para dejar sólo lo que al Departamento de Estado y a los propios medios periodísticos les pareció conveniente.
[Pie de foto de "Mirando hacia adentro"]

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Según se desprende de los relatos ofrecidos por periodistas de The New York Times, El País, Le Monde, Der Spiegel y The Guardian, las cinco publicaciones se pusieron de acuerdo entre ellas antes de hacer público el contenido de la información, llegaron a una suerte de pacto con el portal WikiLeaks y, antes de publicar los documentos, advirtieron al Departamento de Estado.


Por Eduardo Febbro, desde París

Las condiciones en que cinco de los grandes diarios del mundo publicaron los telegramas provenientes de la diplomacia norteamericana y facilitados por el portal Internet WikiLeaks parecen inaugurar una nueva práctica de difusión de la información. Según se desprende de los relatos ofrecidos por periodistas de The New York Times, El País, Le Monde, Der Spiegel y The Guardian, las cinco publicaciones se pusieron de acuerdo entre ellas antes de hacer público el contenido de la información, llegaron a una suerte de pacto con el portal WikiLeaks y, antes de publicar los documentos, advirtieron al Departamento de Estado. En suma, contrariamente a lo que ha ocurrido en otras ocasiones con este portal de informaciones confidenciales, esta vez el contenido difundido ha sido prefiltrado por los cinco diarios e incluso remitido a la administración estadounidense. En un chat con sus lectores, Javier Moreno, director de El País, dice: “No hemos llegado a ningún tipo de acuerdo con el gobierno de EE.UU., a quien, sin embargo, sí se le informó con carácter previo. También a la Embajada de Estados Unidos en España”.

Sylvie Kauffmann, directora de la redacción de Le Monde, adelantó que los cinco diarios intercambiaron “muchas informaciones, análisis y peritajes” y se pusieron “de acuerdo en torno de un programa de publicación”. La misma fuente explicó que el grupo de los cinco llegó a un acuerdo sobre la publicación de los memorandos y que “son esos memos, corregidos por nosotros, los que WikiLeaks puso en Internet”. Marcel Rosenbach, periodista en el Der Spiegel, aporta algunos detalles suplementarios sobre esta curiosa aventura de periodismo de refritos entregados por una fuente y difundidos por otros luego de un estricto control. Rosenbach contó que “todos los diarios concernidos analizaron el material independientemente unos de otros”. No obstante, Sylvie Kauffmann, del vespertino Le Monde, dio cuenta de reuniones entre los rotativos, la mayoría de las cuales tuvieron lugar en Londres para un trabajo que, y así lo precisa el periodista de Der Spiegel, se llevó a cabo “durante varios meses”.

La directora de la redacción de Le Monde aclaró que “unas 120 personas” trabajaron en esos documentos de manera protegida”. En un editorial firmado por Sylvie Kauffmann, la periodista escribe: “En común, los cinco diarios editaron cuidadosamente los textos brutos utilizados para retirar todos los nombres e indicios cuya divulgación podía acarrear riesgos para las personas físicas. Le Monde también ofreció a los responsables norteamericanos expresar sus puntos de vista en nuestras columnas”.

De estas justificaciones se desprende otra evidencia: los cinco periódicos actuaron como verdaderos agentes de comunicación del Departamento de Estado. Hicieron el trabajo de limpieza en lugar de los servicios de Hillary Clinton. En suma, en nombre de la libertad de expresión y todos los bellos argumentos, The New York Times, Der Spiegel, El País, Le Monde y The Guardian publicaron lo que sólo ellos juzgaron conveniente, borraron los nombres que ellos consideraron oportunos y, antes de hacer todo el asunto público, consultaron con los representantes del Departamento de Estado. La responsable de la redacción de Le Monde cuenta por ejemplo que “tuvimos entrevistas corteses y civilizadas” con las respectivas embajadas norteamericanas. Luego, en el editorial, escribe: “The New York Times informó a las autoridades norteamericanas sobre los telegramas que contaba utilizar y les propuso que le presentaran las preocupaciones que podrían tener en materia de seguridad”.

Al parecer, WikiLeaks sólo tiene confianza en los grandes medios de comunicación de un puñado de países. El resto del planeta, concernido por su material, quedó excluido. Resulta, no obstante, un poco hipócrita constatar que estos cinco representantes de la libertad de expresión y de la democracia trabajaron estrechamente con los poderes frente a los cuales, por naturaleza, tienen otra misión: acosarlos allí donde la mentira pone el peligro la vida humana, allí donde la mentira y la manipulación van en contra del bien común. El último en enterarse fue, al final, el lector, que paga por el diario. Le Monde relata por ejemplo que “los representantes del Departamento de Estado tomaron contacto en los últimos días con numerosos gobiernos extranjeros para prevenirlos de las revelaciones y alertarlos ante cualquier impacto negativo”. En respuesta a una pregunta que le hace un lector sobre si se tomó en cuenta la “razón de Estado” antes de publicar los documentos, Javier Moreno, el director de El País, responde así: “Sí. Pero ha primado el derecho de los ciudadanos a disponer de información veraz y relevante sobre asuntos públicos de interés general. Los periódicos tenemos muchas obligaciones. Entre ellas no se encuentra la de proteger a los gobiernos, y al poder en general, de situaciones embarazosas”. Sin embargo, todo el operativo de la banda informativa de los cinco y su asociado de las sombras, WikiLeaks, tiende a demostrar lo contrario.

efebbro@pagina12.com.ar

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http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-157812-2010-11-30.html

GRAVÍSIMO, por Roberto Caballero (para "Tiempo Argentino" del 30-11-10)


WIKILEAKS , ESTADOS UNIDOS Y EL KIRCHNERISMO


Editorial publicado el 30 de Noviembre de 2010 por Roberto Caballero, Director de Tiempo Argentino, con el título de "Gravísimo".


Los papeles de la Inteligencia dados a conocer por el sitio WikiLeaks comprueban que el kirchnerismo fue –y sigue siendo– objeto de interés permanente para el Departamento de Estado, como lo fue ese primer peronismo, salvando los distintos períodos históricos. Ambas experiencias –el kichnerismo y el peronismo– expresan una heterodoxia política, social y económica que a los estadounidenses les cuesta decodificar. Es bueno revisar la historia en estos casos. Los contextos son imprescindibles. Ya en cables secretos, fechados entre el 15 de octubre de 1951 y el 13 de agosto de 1952 –desclasificados por la jefa de Investigaciones de Tiempo Argentino, Cynthia Ottaviano–, la CIA enumeraba sus especulaciones sobre la política de Juan y Eva Perón: “Los futuros planes de Perón pueden también verse afectados por la salud de su esposa (…) El panorama de la Argentina no ha mejorado mucho. Es difícil imaginarse a Perón atravesar 1952 sin ayuda externa (…) Argentina siempre ha representado un problema especial para los EE UU (…) Cuando Perón asumió el poder intensificó el problema llevando a cabo una política exterior en desacuerdo con los EE UU e iniciando un programa revolucionario social y económico dentro de la Argentina que tuvo repercusiones en Latinoamérica (…) Se considera probable que su mujer Evita muera antes de que finalice el año. La situación genera nuevos interrogantes para los Estados Unidos. ¿Es realmente probable que caiga Perón? ¿Cuáles serían las consecuencias de su caída? (…) Perón tuvo dos fuentes de poder: el Ejército y la organización de los trabajadores (…) El desarrollo del Estado Peronista ha sido cumplido con uso total de técnicas de propaganda y también de censura y control sobre los medios de información (…) La prensa controlada de Perón ha convertido a los Estados Unidos y al capitalismo en un villano y ha tratado con benevolencia a la URSS y al comunismo (…) Políticamente la cooperación entre comunistas y peronistas es particularmente notable en el caso de un pequeño pero influyente grupo de comunistas disidentes guiados por Rodolfo Puiggrós (…) Los disidentes comunistas esperan que Perón pueda adoptar doctrinas comunistas si encuentra dificultades insuperables en su propio enfoque de Tercera Posición.”En ambos casos, las coincidencias metodológicas y las preocupaciones son las mismas. Veamos, brevemente, qué dicen ahora, cuando “la mayor filtración de datos confidenciales de la historia de los Estados Unidos” –según el diario El País, de España– deja al descubierto las obsesiones, en tiempo real, de la primera potencia mundial: “Kirchner emplea para la ocasión una retórica de izquierda, populista (…) Eso no quiere decir que no tenga simpatía por la izquierda, sino que está completamente subordinada a sus intereses políticos y personales (…) La política exterior del gobierno se subordina a las consideraciones políticas internas (…) ¿Cristina llegará al fin de su mandato? ¿Kirchner toma sus remedios? ¿Cuáles son los detonantes de su cólera?”De la minucia a las decisiones de envergadura, interesa ver cómo y de qué manera los Estados Unidos interpretan aquello que no controlan, ni entienden. En el ’45 y en 2010, también.Conviene, a su vez, prestar atención a la similitud de agendas entre el Departamento de Estado y cierta oposición argentina, tanto política como mediática. La “inseguridad jurídica”, “el populismo”, la “ineptitud en política exterior”, el “control de los medios” y “la paranoia por el poder” son clichés que cotidianamente aparecen en Clarín, La Nación, Perfil (la prensa tradicional cartelizada) y en boca de media docena de dirigentes afectos a los relatos catastróficos.Pensar que algunos vieron en la anunciada asistencia técnica del FMI para solucionar el problema del Indec un giro proestadounidense del gobierno. Mientras la oposición y hasta los funcionarios oficiales sigan orbitando en los medios de Magnetto & Cía para entender qué es lo que pasa, van a seguir equivocándose.El mundo ya no es lo que era. Ahora las verdades, que antes demoraban medio siglo en ser descubiertas, se conocen en tiempo real.Esta no deja de ser una buena noticia: también se puede reaccionar, en tiempo real.


lunes, 29 de noviembre de 2010

LA SORPRESA POLÍTICA DEL KIRCHNERISMO, por Martín Sabbatella (para "Tiempo Argentino" del 28-11-10)


El desafío de defender el rumbo


Publicado el 28 de Noviembre de 2010
Por Martín SabbatellaDiputado nacional - Presidente del Bloque Nuevo Encuentro.


Lo que el establishment no esperaba es que al crecimiento económico le sumara medidas redistributivas, de mejora salarial y protagonismo de los trabajadores.


Hace un mes falleció Néstor Kirchner, el dirigente que desde 2003 asumió la responsabilidad de sacar al país del desastre al que lo había llevado el neoliberalismo y colocarlo en la senda de un desarrollo inclusivo, para todos y para todas. La conmoción que produjo su muerte es comprensible si se atiende al impacto que tuvieron sus políticas, en especial, entre quienes habían sido las mayores víctimas del modelo de marginación y desigualdad de la dictadura y de los ’90. El final de su vida fue tan sorpresivo como, para muchos, su decisión de transitar un camino distinto al que se venía recorriendo.Aunque algunos intentaron acotar las manifestaciones masivas de dolor y de apoyo a una actitud refleja y despojada de compromiso, es obvio que el estallido de conmoción tras su muerte nace del lazo de afecto y confianza que Kirchner y Cristina lograron generar desde hace tiempo con millones de compatriotas. Afecto y confianza que sólo consiguen en la historia de los países quienes representan intereses populares.Pero hay más. La huella trascendente que deja Kirchner tras su paso por la primera línea de decisiones nacionales tiene que ver con su capacidad de interpretar las necesidades emergentes de la crisis 2001-2002, recuperando la política como herramienta de transformación de la realidad. El ex presidente no sólo se ajustó a las demandas de una sociedad castigada por la recesión, la pobreza, el desempleo, la concentración y el desamparo. No sólo aprovechó las oportunidades de crecimiento económico que se abrieron para el país en el mundo. También le imprimió un sello innovador y rupturista a su gestión, avanzando por la senda de un desarrollo nacional, integrado a la región y orientado a revertir la matriz de desigualdad.Lo inesperado de Kirchner –y lo que mayor malestar le produjo al establishment político y económico– no fue su carácter exultante, su trato con los medios, sus modales descontracturados o su vestimenta poco protocolar. Tampoco su invitación a que el proceso de transformación incorporara aspectos supuestamente apolíticos como el amor o la alegría, a los que tanto apeló en los últimos años.Lo que ese establishment no esperaba de Kirchner es que al crecimiento económico, fruto sobre todo de la demanda internacional de materias primas argentinas, le sumara medidas redistributivas, de mejora salarial y protagonismo de los trabajadores y sus representantes; que a la recuperación de instituciones corroídas por el descrédito, como la Corte Suprema de Justicia, le incorporara la democratización de la palabra y la lucha contra los monopolios informativos; que a la integración comercial con los países de la región la enmarcara en una alianza política y económica latinoamericana, con una mirada ideológica común inédita desde hacía muchas décadas; que a la perspectiva de Derechos Humanos y de recuperación de la memoria colectiva la tradujera en reapertura de los juicios a los responsables del horror genocida, al lado de los organismos y al lado de los y las militantes que más lucharon por la Verdad y la Justicia en estas tres décadas.Entonces, la huella que deja Kirchner tiene que ver, al menos, con esos tres aspectos: con la adopción de gran parte de la agenda de demandas que emergieron de la debacle neoliberal, con el aprovechamiento de las oportunidades mundiales que se presentan para el crecimiento de nuestro país, y con que la absorción de aquellas demandas incluyó empezar a saldar muchas deudas históricas que no sólo no estaban entre las prioridades del establishment político, económico y cultural, sino que afectan directa o indirectamente sus intereses y su modo de vida. Ningún sector del variopinto conservadurismo le pedía a Kirchner que mantuviera los niveles de pobreza o de desempleo a los que se había llegado en el último cuarto del siglo XX. Pero la caridad de los poderosos se termina cuando se ponen en riesgo sus privilegios.

Cuando la derecha reclama moderación (cosa que hizo desde los primeros días del mandato del dirigente patagónico) no se refiere a buenos modales o trajes sobrios. La moderación conservadora tiene el propósito de que no se discuta si es justa la matriz productiva y distributiva del país, si es justo que el Estado se mantenga impasible ante el libre juego del Mercado, si es justa la forma en la que unos pocos administran la información y la expresión, o si es justo que representantes políticos se transformen en lobbistas de rentas empresarias, entre muchas otras cuestiones que la alternancia bipartidista se había ocupado de garantizar.

La política interpelando al poder es un problema para los poderosos, al mismo tiempo que el mejor terreno para que germine la sociedad que deseamos. Los jóvenes movilizados embanderando sus sueños, los trabajadores y las trabajadoras organizados gremialmente luchando por mejores condiciones laborales y salariales, los ciudadanos y ciudadanas participando en organizaciones, en agrupaciones, en partidos, debatiendo caminos, construyendo alternativas, acercándose a lo que parecía ajeno e intocable, son un desafío preocupante para quienes detentan privilegios ilegítimos.

Todo eso se despertó con fuerza en los últimos años, con el impulso militante de Néstor Kirchner. Se hizo evidente el deseo de muchas y muchos de ser protagonistas de la edificación de un país en el que nadie quede a la intemperie. Por eso la reacción. Por eso las ansias de la derecha y su esfuerzo por desacreditar e inhibir el accionar político. Porque el mejor escenario para saciar su ambición es un escenario vacío de protagonismo social, sin movilización popular, sin compatriotas involucrados luchando por sus derechos en el marco de la Democracia. Este entusiasmo militante, este reverdecer de ganar la calle es tan mala noticia para ellos como buena para el resto de la sociedad.Este es el presente que atravesamos, indudablemente mejor que el pasado, aun cuando queda mucho por hacer y a pesar de los evidentes claroscuros y contradicciones que también existieron en los siete años de este proceso histórico. El desafío es defender el rumbo, profundizar los pasos dados y, al calor de estos tiempos, impulsar la construcción de una nueva fuerza política que esté en sintonía con lo que vive el país y la región. Una fuerza política que una lo mejor de nuestra historia con lo que despertó este presente.

RAFAEL BIELSA : "DESDE LA REVOLUCIÓN FUSILADORA, NINGÚN GOBIERNO FUE MÁS PERONISTA QUE ÉSTE" , por Gimena Fuertes (para "Tiempo Argentino")


Entrevista al ex canciller rafael bielsa
“Desde la revolución fusiladora, ningún gobierno fue más peronista que este”


Publicado el 28 de Noviembre de 2010 por "Tiempo Argentino"


Reportaje realizado por Gimena Fuertes


El precandidato a gobernador de Santa Fe aseguró que la oposición se sorprendió con el duelo masivo por la muerte de Néstor Kirchner.

Desde el amplio ventanal de su oficina en un alto edificio del centro porteño, el ex canciller Rafael Bielsa puede ver cada vez que el helicóptero de Cristina Fernández aterriza en la explanada de la Casa Rosada. “La presidenta tiene un cometido indelegable que es lo político, la función de comunicarse con grandes mayorías populares no hay modo de delegarlo. Eso es personal. Tiene que ver con cómo es ella, con qué transmite, cómo alimenta la presencia colectiva”, aseguró a Tiempo Argentino el precandidato a gobernador de la provincia de Santa Fe, y añade que “desde la revolución fusiladora, ningún gobierno fue más peronista que este en el sentido más clásico del término”.


Gimena Fuertes –En su provincia, ayer se anunció que fueron reglamentadas las elecciones, ¿en qué situación queda hoy el peronismo?


Rafael Bielsa –El general Perón siempre decía que la estructura partidaria es sólo una herramienta electoral. Un segundo eje es el gobierno, que a su vez tiene dos aspectos, uno es el estrictamente político y el otro está vinculado con la gestión. La presidenta tiene un cometido indelegable que es lo político: porque la función de comunicarse con grandes mayorías populares no hay modo de delegarlo. Eso es personal. Tiene que ver con cómo es ella, con qué transmite, cómo alimenta la presencia colectiva. Por otro lado, la gestión no puede perder un milímetro de eficiencia y eficacia y tiene que aspirar a ser cada vez mejor. Pero eso sí es delegable si hay directivas políticas claras y compromiso. Por último, está el dispositivo de construcción de poder, y todavía hay dos asignaturas pendientes: una tiene que ver con la construcción de qué significa el peronismo en el siglo XXI o cuáles son las 20 verdades relativas del kirchnerismo, como decía Néstor. Eso está por ser escrito. El segundo eje que está pendiente es la construcción de un sujeto político y social. El kirchernismo aparece por primera vez cuando muere Néstor. La sorpresa del pensamiento opositor es la siguiente pregunta: “¿Y esta gente dónde estaba?” El corte generacional en la plaza era muy marcado, eran personas menores de 30 o mayores de 50. Faltaban los que nacieron a la madurez en los ’90, con esos valores y creación de subjetividad.


G.F. –¿Cómo son los que estaban?


R.B. –Estaban los que sentían que hay una nueva agenda pública, que la militancia volvía a tener una lógica como instrumento para cambiar la realidad, los que pensaban que la voluntad no es una expresión setentista, sino que es actual. Estaban los que pensaban que el ex presidente, cada vez que tuvo que tomar una decisión, la tomó en favor de los que menos tenían y no para proteger a los que más tenían. Ahí hay un sujeto político que hay que transformarlo en un sujeto político movilizable. Siempre hay un episodio fundacional, como el del 17 de octubre. El peronismo armó un sujeto político, lo constituyó. Nosotros no lo hemos construido y apareció solo en una circunstancia dolorosísima. Ahora la tarea es saber cómo se hilvanan esas voluntades, de modo tal que cuando la gente sienta que deba ocupar los espacios públicos para apoyar ciertas políticas, esto funcione de manera más orgánica. Si hay pensamiento y hay movilización, se construye poder real y no hay interés concentrado que se pueda oponer a un pueblo movilizado.

G.F. –¿Cree que los medios oligopólicos pueden atentar contra la construcción de ese sujeto político?


R.B. –Al leer unos medios de prensa, algunos relatos son como cuentos elementales para individuos impúberes mentales. Para algunos medios, el castañazo o soplamoco de (Graciela) Camaño a Carlos Kunkel tiene que ver con que el gobierno instaura un clima de crispación. Otra de las asociaciones que hacen es la muerte de Kirchner con el martirologio, como si se pudiera generar o sofocar un sentimiento colectivo en función de una operación de prensa. Piensan que la ciudadanía es impúber. Hay que denunciar las operaciones culturales.


G.F. –¿Qué balance hace de los dos gobiernos kirchneristas?


R.B. –Hay que construir poder de una manera generosa, con una enorme convocatoria a la comprensión y al apoyo explícito a los programas nacionales que se están llevando a cabo. Desde la revolución fusiladora, ningún gobierno fue más peronista que este en el sentido más clásico del término. ¿Qué es la Asignación Universal sino justicia social?, ¿qué es la presidencia de la Unasur sino soberanía política?, ¿Qué es el desendeudamiento sino independencia económica? La pregunta que yo le hago al autodenominado peronismo disidente es: ¿ahora con quién disiente? Hoy está claro dónde está el peronismo, esta versión moderna. El peronismo tiene pasado, y de ese pasado tiene algo maravilloso que es el Día de la Lealtad. El vicepresidente Julio Cobos nunca va a tener un Día de la Lealtad. La Argentina es una patria posible e inclusiva.


G.F. –¿Cómo analiza la situación de la oposición?


R.B. –Uno ejerce el poder como construye el poder. Si uno construye el poder como lo hizo (el gobernador santafesino) Hermes Binner, escapándose de los debates por la puerta trasera, después gobierna como él. Por otro lado, el Congreso es una institución que emite leyes, pero que tiene una función importante de control, no de impedimento. La actitud que tiene la oposición es dificultar la gestión de gobierno: no debaten, no ponen por encima las ideas. No me gustan las discusiones de dirigentes, o si vamos a discutir de la pequeñez de formar o no parte de un bloque porque no gusta el estilo.


G.F. –A partir del alejamiento de Carlos Reutemann del peronismo federal, ¿usted le abriría las puertas al kirchnerismo?


R.B. –Las puertas están abiertas para todos los que reconozcan que mantener un superávit fiscal es bueno, que desendeudarnos es bueno, que tendríamos que pensar reformar la carta del Banco Central para reinvertirlas en obra pública, que es dadora de mano de obra. El peronismo tiene que discutir estas cosas. Si no, tiene que explicar por qué no es peronismo apoyar la integración latinoamericana, o qué tiene de antiperonista pagar al Club de París y poder acceder al mercado internacional en condiciones más ventajosas.


G.F. –¿Cómo recuerda a Néstor Kirchner?


R.B. –Siempre hay una correlación entre un hombre notable y una época propicia. Una de las características de Néstor era esa ductilidad para sentirse presidente de la República desde el primer día, como si toda su vida no hubiese hecho otra cosa. Eso tiene que ver con la época, que exigía la restauración de la autoridad presidencial. La Constitución es presidencialista y esa institucionalidad también moldea subjetividades presidencialistas. Su personalidad lo llevaba a sentirse cómodo tuteándose con el poder, no sólo de manera horizontal, sino de manera vertical, porque él estaba atento tanto al armado territorial como a la macroeconomía, la política monetaria y energética. Se juntó una época, y sobre todo un hombre, que requería esas condiciones.


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LA MIRADA K, por Alfredo Zaiat (para "Página 12" del 28-11-10)





El establishment está desorientado. Voceros del poder económico obsesionados con la opinión del mundo sobre el país están descolocados. Profesionales con títulos de licenciados en Economía dedicados a dar pronósticos que no se cumplen están perturbados. Medios de comunicación relevantes del mercado local están desconcertados con declaraciones de personalidades de prestigio mundial. A lo largo de la historia el bloque dominante estuvo pendiente de la mirada externa, al tiempo de imitar pautas de consumo y culturales de las elites europeas y más recientemente de la estadounidense. Para reafirmar ese rasgo de ajenidad sobre lo doméstico adquirieron la costumbre de convocar al país a referentes internacionales para que hablen de las maravillas de ese otro mundo en comparación con las miserias propias. Algo ha empezado a fallar en esa dinámica de autoflagelación. Por eso expresan cierto aturdimiento. Esas figuras de renombre que invitan a sus eventos para señalar el camino correcto no dicen lo que ellos anhelan. Azorados escuchan que la economía argentina no tiene grandes problemas, que el actual recorrido de la inflación no es preocupante, que está creciendo mucho y que es correcto continuar con el control de capitales especulativos. Esas definiciones que van a contramano de las ideas establecidas por los economistas de la city corresponden al Premio Nobel de Economía Paul Krugman en su reciente visita al país.
La mirada K sobre la economía argentina tiene la virtud del sentido común sobre rasgos generales de la macroeconomía en un contexto de grave crisis en Estados Unidos y Europa. Krugman les explicó a los miembros de las principales cámaras empresarias reunidas en el Grupo de los Seis que el alza de precios en Argentina “tiene que ver con el aumento de los commodities y el ingreso de divisas por exportaciones”. Es lo que se conoce como “inflación importada” que las retenciones amortiguan y que las móviles hubieran podido intervenir con mayor eficacia aún en estos momentos. Ese instrumento derrotado por una extraordinaria confluencia conservadora y progresismo votando con la Sociedad Rural es una referencia ineludible ante tantos expertos en política antiinflacionaria que ofrecen recetas que consideran infalibles y fueron un fracaso.
Krugman no mencionó aspectos monetarios ni fiscales, sobre los que insiste la ortodoxia local, haciendo un comentario que cualquier estudiante aprende en la facultad: una economía con un ritmo elevado de crecimiento, como la argentina, genera tensiones en la estructura de precios. El columnista del New York Times y hoy uno de los principales referentes mundiales para entender qué está pasando con la crisis internacional siguió sorprendiendo a sus ocasionales interlocutores. Afirmó una obviedad mayúscula: la suba de precios que se registra en la economía argentina es una situación “claramente mejor que la depresión y deflación que padecen varios países debido a la crisis” internacional.
Las observaciones de la ortodoxia han sido una colaboración significativa para la consolidación del relato económico de la administración kirchnerista. La inconsistencia de sus críticas respecto a imaginarios desbordes monetarios o fiscales, acompañados de previsiones negativas que no se cumplieron, han permitido convalidar el discurso económico oficial. Así se fueron desplazando del debate central aspectos relevantes, como el régimen tributario, la regulación al sistema bancario o el patrón de especialización productiva. La corriente conservadora batalla con escaso éxito sobre las fortalezas del actual proceso económico. Así ayudan a resaltarlas aún más.
El establishment empresario y mediático exhibe su confusión no sólo por las explicaciones básicas de Krugman, sino por la escasa capacidad que manifiesta de reconocer que las potencias económica con las que se identifican, están transitando una profunda debacle. La crisis es de tal magnitud que varios analistas la comparan con la vivida por Argentina en 2001 y especulan con alternativas de escape similar. En un reciente artículo publicado en el diario español Público se afirma que “parecería que el fantasma del ex presidente argentino Néstor Kirchner, recientemente fallecido, está ahora mismo recorriendo Europa. Es decir: el espectro de reestructurar la deuda exterior con acreedores bancarios y tenedores de bonos”. El periodista Ernesto Ekaizer señala que durante su mandato Argentina anunció, en septiembre de 2003, la reestructuración de su deuda de 102.500 millones de dólares, la mayor de la historia financiera hasta entonces, con una reducción cercana al 70 por ciento de su valor. “Toda una herejía”, advierte, para luego explicar que “esta decisión formó parte de un programa dirigido a obtener un superávit fiscal basado no en la contracción sino en el relanzamiento de la actividad económica apoyada por un tipo de cambio favorable”.
En ese mismo sentido, esta semana Dean Baker escribió en The Guardian que Irlanda debe estudiar las lecciones de la Argentina. “La decisión de hacer que los trabajadores de Irlanda, junto con los trabajadores en España, Portugal, Letonia y otros países, paguen por la imprudencia de los banqueros de su país es una decisión política impuesta por el Banco Central Europeo y el FMI.” Baker recuerda que a fines de 2001 era políticamente imposible para el gobierno argentino aceptar más austeridad. “Como resultado, se rompió el vínculo supuestamente indisoluble entre su moneda y el dólar y dejó de pagar su deuda.” Rescatando el antecedente argentino concluyó que para esos países “es más probable que el dolor de la ruptura sea menor que el dolor de permanecer” atado al euro.
Krugman & otros, como el economista coreano Ha-JoonChang, uno de los grandes expertos de la economía del desarrollo, observan con elogios la experiencia argentina del kirchnerismo, despreciada por el establishment y sus voceros. Esos referentes internacionales la exhiben para encontrar lecciones para los países europeos sometidos a un feroz ataque especulativo del capital financiero. El desconcierto de esos empresarios y gurúes de la city así se entiende: se les rompió el espejo, se resisten a aceptarlo y les muestran que están equivocados.








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domingo, 28 de noviembre de 2010

¿EXISTE REALMENTE EL PERIODISMO "PROFESIONAL" E "INDEPENDIENTE"?, por Adrián Corbella (para "Mirando hacia adentro")



Película norteamericana de la década del ’60. Un pueblito del medio oeste. Un periodicucho local, consistente en dos habitaciones, 3 o 4 destartaladas máquinas de escribir Remington con ganas de jubilarse, y una imprenta crujiente fabricada por el propio Gutemberg. Un staff periodístico integrado por un viejito flaco y canoso, pícaro e inteligente, un veterano de mil batallas a cargo de la imprenta, y de todo lo que los demás no puedan hacer. Un periodista gordo y pelado, eterno bebedor de Whisky, pero con buena labia y dueño de una pluma envidiable. El tercer personaje, infaltable, joven y con pinta de galán, se encarga de hacer los reportajes, o quizás es el fotógrafo, y es el protagonista de la película. Una secretaria infartante con aspecto de vampiresa es una presencia opcional. Pero nunca debe faltar. Puede trabajar en el diario o ser empleada de un empresario local.
El galancete comienza una investigación periodística sobre un político local corrupto, o sobre una empresa tenebrosa y explotadora. Los del diario la pasan mal. Todos los presionan. El gordo o el viejito van a parar al hospital... , o al cementerio. Al periodista joven quizás le dan unas piñas.
Al final, el político o el empresario corrupto van a parar a la cárcel, o mejor aún se suicidan, el galancete se transforma en héroe y se queda con la minita más linda del pueblo (que seguramente es la secretaria de la que ya hablamos).


Esa es la imagen de periodismo “profesional” e “independiente” que parecen tener aún algunos. Pero esos diarios no existen más, al menos en las grandes urbes (Quizás aún se encuentren en las ciudades pequeñas, pueblos grandes, del interior).


Hoy los diarios principales son empresas enormes, con cientos de empleados. Sus propietarios tienen intereses muy diversos. Poseen diarios, canales de TV, distribuidoras de TV por cable, fábricas de Papel, productoras de programas de televisión o emprendimientos agrícolas o industriales. E incluso a veces algunos de sus dueños son políticos que ocupan escaños en el Congreso, nacional o local. Aunque esté prohibido. En ocasiones forman parte de grupos periodísticos con intereses en el exterior, que poseen diarios, radios o canales de televisión en otros países.
Y, por supuesto, estos grandes conglomerados mediáticos , oligopolios cartelizados cuasi monopólicos, tienen una línea ideológica y política que defienden. Y son poderosos. Generalmente son más poderosos que los propios gobiernos.


Por eso esos periodistas héroes al estilo del galancete de la peli yanqui son hoy escasos. Podemos encontrarlos en los diarios pequeños de las ciudades más chicas, podemos encontrarlos entre los blogueros, pero difícilmente aparezcan en los grandes diarios de circulación masiva, de Buenos Aires o de cualquier ciudad grande del interior.


¿Qué entienden estos muchachos por “periodismo profesional e independiente”?... Porque el periodista no es independiente ni de su ideología, ni de la línea editorial del medio en el que trabaja. Entonces o busca un medio cuya línea editorial lo satisfaga o deberá someterse a situaciones desagradables. Poner su firma en notas que no lo convenzan demasiado, que le generan cierto asco.


Imaginen ustedes un periodista que piense que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual es un instrumento democratizador y necesario para garantizar que la “libertad de prensa” no sea reemplazada por la “libertad de los dueños de la prensa” ; que piense que la existencia de oligopolios periodísticos es una amenaza a la libertad de expresión ; que crea que hay que investigar el destino de los chicos nacidos en cautiverio en los setenta, caiga quien caiga. Aunque el que caiga sea un empresario multimillonario.

¿Podría ese periodista trabajar en Clarín?...
Seguramente no. Le iría mejor en, por ejemplo, Página 12.

Por supuesto que el caso opuesto también es válido. Imaginemos un periodista que crea en la teoría de los “dos demonios” y piense que Jorge Rafael Videla es un prócer que merece una estatua en la Plaza de Mayo.

¿Lo imaginan trabajando en “Página 12”?...
Yo creo que le iría mejor en una diario como “La Nueva Provincia” de Bahía Blanca.

Por eso me resulta tan difícil entender a qué llaman, algunos renombrados periodistas, periodismo “profesional” o “independiente”. Todo periodista es rehén de su propia ideología ... y a veces de la ideología del dueño o el editor del medio en el que trabaja. Y me parece que “profesionalismo” significa que el periodista diga lo que piensa, o al menos no diga lo que no piensa. Es decir, que tenga honestidad intelectual.
Pero hay algo más profundo que me preocupa. Porque estos periodistas tan preocupados por la independencia periodística dividen el mundo de la información en dos equipos : el de la prensa profesional e independiente, y el del periodismo “militante”.
Es decir, para estos periodistas su ideología, su verdad, no es suya. Es la verdad profesional, independiente, objetiva.
La verdad de los otros es una “verdad militante”, la verdad del que milita en una fuerza política o apoya a un gobierno y sigue sus directivas. Seguramente por presión o por oscuras razones económicas.
Por lo tanto, si yo digo que mi verdad es profesional e independiente, y la del otro es “militante”, me transformo en el dueño de la verdad. Rechazo cualquier opinión opuesta a la mía : Yo soy la Verdad, yo soy la Objetividad, yo soy el Profesionalismo, yo soy la Independencia, yo soy la Razón, yo soy la Justicia. No acepto que otro pueda opinar distinto y ser una persona decente y objetiva. El otro oculta algo. Alguien lo manda a decir eso.
Esta actitud de los periodistas “profesionales” e “independientes” es profundamente soberbia e intolerante. Es profundamente antidemocrática.


Y aclaro que esta es MI verdad.


No es LA Verdad.


No es la verdad absoluta.


Y estoy seguro de que otros, con toda honestidad intelectual, pueden pensar distinto.

Adrián Corbella, 28 de noviembre de 2010.
Esta nota fue publicada el 5 de diciembre de 2010 por el diario digital tucumano "elDiario24.com" (http://www.eldiario24.com/nota.php?id=210730)

QUE FLOREZCAN MIL FLORES, por Jorge Giles (para "El Argentino" 28-11-10)




Con esa consigna central, expresada en nuestro título de hoy, fue recordado y homenajeado en todo el país el ex presidente de los argentinos, Néstor Carlos Kirchner. No hubo pueblo o ciudad donde no se realizara algún acto de homenaje en su nombre. Y es más, la América del Sur en pleno lo recordó decidiendo que la Sede Central de la UNASUR, en Quito, Ecuador, tanga el nombre de Néstor. Lo recordaron, ahogando el llanto, sus amigos mandatarios; el presidente de Brasil, Lula Da Silva, el de Venezuela, Hugo Chávez, el de Ecuador, Rafael Correa, todos los presidentes lo recordaron como el hombre que posibilitó la unidad de los latinoamericanos, en pensamiento y acción. Se dijo en la Cumbre de UNASUR que Kirchner no ocupó “burocráticamente” el cargo sino que lo vivió y ejerció a pleno. El presidente Juan Manuel Santos de Colombia y su canciller, María Ángela Holguín, describieron y valoraron emocionados a Néstor Kirchner como el amigo argentino que posibilitó la paz en la región durante el conflicto con Venezuela, como jamás hubiesen imaginado ellos, fuese posible lograrlo en tan corto tiempo. Toda la Cumbre fue llenada con el recuerdo permanente a quien fuera el primer secretario general de la UNASUR. Las resoluciones adoptadas en defensa de la soberanía argentina en Malvinas y la firma de la Carta en defensa irrestricta de la democracia, también tienen el sello de homenaje a Néstor. Pero volvamos a esa Plaza de Mayo que volvió a ser la caja musical de resonancia de este gran pueblo que somos. Miles de jóvenes, con sus banderas y sus canciones, fueron la voz multiplicada de aquel que amaron tanto y que hace exactamente un mes, se fue de campaña por el cielo. Esa imagen del Eternauta Néstor Kirchner caminando hacia nosotros, sonriendo en paz y decidido a todo, lo vuelve vivo en la memoria. Entremezclado en la multitud que cantaba sin parar, mirando sus rostros pudorosamente, prestando atención a las consignas que cantaban, uno no podía dejar de pensar que si “se cerraron dos ojos y se abrieron millones”, como ellos pintan en las paredes, en la plaza se hacía audible que si “una voz calló, hablaron millones de otras voces”. Y esas voces nuevas son las de los pibes. Ese es el dato más significativo para valorar esta etapa: los pibes ganaron las calles de la democracia. Y cuando eso sucede, toda la vida rejuvenece. Estremece sentirse parte de esta página histórica, así como emociona el amor que sienten por Cristina. No es para ellos “la señora Presidenta”, dicho reverencialmente, sino es a secas “Cristina, Cristina, Cristina corazón, acá tenes los pibes para la liberación” o simplemente ese “Cristina” que se repite incansable y melódicamente y recorre la plaza como una canción de amor. Lo que tenía que nacer, nació. Y tiene en un nombre y perfume de mujer, su mayor emblema, su timonel, su conductora, su compañera, su más pura bandera. Porque es cierto que la tristeza de haber perdido a Néstor, le sigue clavando puñaladas de dolor a tanto joven. Nadie oculta ese sentimiento, ni en la plaza mayor de nuestra historia ni en ninguno de los actos realizados a lo largo y ancho del país. Es el dolor por una muerte apresurada. Es el dolor de un adiós que jamás hubiesen querido darle a Néstor tan temprano. Y es el desgarro propio de todo crecimiento. Para esta nueva generación, haber perdido a Néstor les significa sentir dolorosamente en carne propia las muertes y desapariciones de las que escucharon hablar tantas veces a las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo. Cada uno de esos pibes que el viernes y ayer sábado, saltaban y bailaban y cantaban y lloraban, se parecían en el dolor compartido, a los jóvenes que los precedieron en los años del genocidio y el terrorismo de estado. Pero que sabia y maravillosa que es la historia. Porque estos pibes nacieron y se formaron en democracia, crecieron con Néstor y Cristina y aman y defienden a una Compañera Presidenta a la que sienten tan cerca en el afecto. Nos ponemos de pie una vez más: el futuro ha llegado.

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http://www.elargentino.com/nota-116193-Que-florezcan-mil-flores.html

LA PRESIDENTA DESTACÓ EL TALENTO DE KIRCHNER PARA AFRONTAR DIFICULTADES, por Martín Piqué (para "Tiempo Argentino" del 27-11-10)


Durante el homenaje al ex mandatario en la cumbre de la Unasur
La presidenta destacó el talento de Kirchner para afrontar dificultades


Publicado el 27 de Noviembre de 2010



“Nunca conocí a alguien que viviera tan intensamente como él”, dijo Cristina sobre su compañero de vida ante los mandatarios reunidos en Guyana. “A él lo fácil lo aburría, lo difícil lo convocaba, así fue con todas las cosas”, afirmó.
Entre un lugar en la Historia y congraciarse con los poderosos, Néstor Kirchner eligió un lugar en la Historia. Es el legado más importante que me dejó a mí y a mis hijos.” La presidenta Cristina Fernández pronunció esa frase, sentida pero visiblemente orgullosa, y luego hizo un silencio para tomar aire. Buscaba mantener la serenidad en medio del clima de emoción que conmovía, por dentro, sin perder las formas contenidas de la diplomacia, a los jefes de Estado. Todo el auditorio del centro de convenciones tenía la mirada fija en ella. De negro y más delgada, Cristina hacía el balance de los seis meses de actuación de su marido y compañero al frente de la secretaría general de la Unasur. “Nunca conocí a alguien que viviera tan intensamente como él”, había dicho a modo de presentación. Y luego, como ejemplo de esa intensidad, la presidenta dijo que Kirchner había llevado adelante “una auténtica diplomacia de bajo perfil, sin estridencias”. “Él, que tanto tiempo fue acusado de ser poco diplomático”, se rió.La presidenta había escuchado con una leve sonrisa, aplaudiendo de cuando en cuando, las palabras en homenaje a su esposo que iban pronunciando los otros jefes de Estado. Y cuando llegó el momento de su discurso, luego de la intervención en inglés del presidente anfitrión Bharrat Jagdeo, Cristina quiso recordar algunas anécdotas. Eran historias conocidas, otras de carácter más íntimo, que permitían trazar un retrato de la personalidad de Kirchner. También de su trayectoria política. “Él era frontal cuando había que ser frontal, y diplomático cuando se necesitaba ser diplomático”, dijo para presentar la primera anécdota. Y entonces contó que cuando se produjo el intento de golpe contra Rafael Correa, hace apenas dos meses, Kirchner pensó en viajar de urgencia al lugar de los hechos. “Quiso subirse a un avión e irse a Ecuador, pero en Guayaquil estaba la oposición y en Quito no nos dejaban bajar”, recordó.El relato de la presidenta permitió asomarse, también, al trabajo en equipo que solían realizar ella y su esposo cuando lo demandaba algún hecho inesperado de política exterior. Como un golpe de Estado en curso, que en el caso de Ecuador incluyó toma del aeropuerto, intento de copamiento de la TV pública y secuestro del presidente en el hospital militar de Quito. “Nunca hablé con tantos presidentes como ese día”, confió Cristina. En aquel 30 de septiembre, mientras Correa seguía detenido contra su voluntad por los policías sublevados, Néstor y Cristina optaron por convocar de urgencia a todos los mandatarios de la Unasur para realizar una reunión extraordinaria en Buenos Aires. “Fue inédito que se pudiera hacer una reunión en tan poco tiempo donde absolutamente todos fueron a Buenos Aires. Todos querían estar presentes y dar testimonio de sus convicciones democráticas”, fue su balance.Tras destacar la intensidad con que se manejó aquella crisis, la mandataria volvió luego sobre la actitud de vida frenética e impetuosa que según ella siempre caracterizó a su marido. “Fueron 60 años de una intensidad bien fuerte. Desde que fue intendente, tres veces gobernador de la provincia de Santa Cruz, presidente de mi país en la crisis más terrible. Y si hay algo que lo caracterizó, es que nunca se amilanó, que nunca se achicó, a pesar de la difícil que fueran los problemas. A él lo fácil lo aburría, lo difícil lo convocaba. Así fue con todas las cosas”, recordó. Y entonces, en un gesto de coquetería que dibujó sonrisas en la mayoría de los presentes, Cristina aseguró que entre los desafíos difíciles que Néstor había encarado con éxito se encontraba también el haberse acercado a ella para proponerle una relación amorosa. “Así fue con todas las cosas y así fue cuando logró conquistarme a mí”, contó, sonriente y orgullosa.Las revelaciones de Cristina eran traducidas en simultáneo al inglés, idioma oficial de Guyana, ex colonia británica independizada en 1966, y también al portugués. Los presidentes y los cancilleres la escuchaban concentrados. Los jefes de Estado estaban sentados a lo largo de un semicírculo de sillas que se había formado en el centro del auditorio. En la punta izquierda, la presidenta tuvo a su lado a Lula, quien ayer se despidió de las cumbres de la Unasur como presidente en ejercicio. Enfrente, al otro lado del semicírculo, estaba Hugo Chávez. El venezolano había sido el único presidente sudamericano en viajar hasta Santa Cruz para acompañar a Cristina en la despedida final de su esposo, que se realizó en el cementerio municipal de Río Gallegos. La mandataria dedicó una parte de su discurso a dar gracias. Y en ese punto los únicos mencionados fueron, precisamente, Lula y Chávez. Al primero le reconoció por haber derribado “el mito de la competencia por el liderazgo” entre la Argentina y Brasil. Al venezolano le agradeció “por habernos ayudado tanto cuando el mundo nos daba la espalda”. “La Argentina había defaulteado su deuda soberana y nadie nos quería prestar”, recordó. Chávez retribuyó haciendo el gesto de sentirse honrado. La mención de los dos presidentes que compartieron vivencias con Kirchner –ambos asumieron antes de 2003– se completó con el recuerdo de la Cumbre de las Américas de Mar del Plata de 2005. “Fue la gran batalla de la América del Sur por darse un sistema de crecimiento económico propio”, rememoró la presidenta. En una semana, Cristina será anfitriona de la cumbre iberoamericana en la misma ciudad que hace cinco años vio debatir a Kirchner con George Bush. “Las cosas que se decían que no se podían hacer, él las pudo hacer. Eso le valió la ira de los poderosos y el estigma de los poderes fácticos”, insistió la presidenta. Para la despedida dejó un párrafo cariñoso, que completaba el balance de una vida y que al mismo tiempo desbordaba sentimiento. “Él vivió la vida que quiso vivir. En ese sentido fue un afortunado. Me hubiera gustado tenerlo más tiempo al lado mío. Pero bueno, Dios lo quiso así”, dijo sobre su marido con la autoridad de quien mejor lo conocía.


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sábado, 27 de noviembre de 2010

HOMENAJE DE DOLINA A NÉSTOR KIRCHNER, por geometríaargentina.fullblog.com.ar , 23-11-10,


HOMENAJE DE LA POLÍTICA Y LA CULTURA A NESTOR KIRCHNER

18-11-10 Alejandro Dolina : “El peronismo”

El peronismo ha sido muchas veces integrador o actor principal de acuerdos, de concertaciones políticas.
Hay por otra parte un arsenal de pensamientos burgueses que garantizan la conveniencia de buscar coincidencias. Algunos llegan a decir que en realidad todos deseamos lo mismo, y que discrepamos acerca de las metodologías. Se ha llegado a sostener, no hace mucho, que las ideologías han muerto, que entonces basta con elegir buenos administradores para que nos gobiernen. Todo eso viene acompañado por un continuo elogio de las buenas maneras en las discusiones políticas y aún en los conflictos sociales . A cada momento se nos propone a nuestra admiración, la conducta de antagonistas sonrientes , que se dispensan elogios mutuos, durante las negociaciones.
Bueno, estas escasas palabras que diré yo, servirán primero para saludar a todas esas ideas que acabo de mentar. Quien soy yo para no ovacionarlas de pie.
Pero también, y como humilde despacho en disidencia, propongo un tímido elogio del desacuerdo, de la bifurcación, de la heterodoxia, de la herejía. Después de todo, las revoluciones surgen sólo de desacuerdos. El hombre es un mono disidente.
Me permito entonces subrayar la acción política de Néstor Kirchner, como venturoso gestor de desacuerdos.
El se atrevió a recorrer el camino que nadie se atrevía a transitar, y que parecían alejarse de la concurridas avenidas centrales que recomendaban los poderosos del mundo global.
Y se metió entonces por unas callecitas ya olvidadas, cuyos nombres sólo se pronunciaban en foros estudiantiles, o en las reuniones de obreros soñadores, y en rincones que siempre estaban alejados del poder político.
Esas calles de desacuerdo , ahora pueden reconocerse. Una conduce al crecimiento del mercado interno, otra, al control del comercio exterior. Está también el boulevard de la intervención del Estado, el veredón de los Derechos Humanos, la plazoleta de la Ley de Medios, la peatonal de la Asignación por Hijo. Por esas calles andaba este hombre. Algunas de ellas habían sido recorridas también por otro señor, en 1946.
Cuando alguien del poder político , se aventura por esos andurriales, termina por llegar a un distrito donde el poder político no está en el mismo lugar que el poder económico.
Y la bifurcación se produce, y son inevitables los ataques de las corporaciones y los poderosos, bueno, tratarán de conseguir el regreso de los gobernantes tránsfugas hacia las avenidas iluminadas de sus intereses.
Hace muchos años acá hubo un (muchos años)… un debate entre un político socialista, un líder socialista, que era intendente de Mar del Plata, se llamaba Teodoro Bronzini, con el doctor Beccar Varela , que era miembro del partido que entonces por lo menos tenía la decencia de admitir que era el partido conservador.
Ahí, hicieron un debate por televisión ; cuando terminó el debate , el moderador (que no recuerdo quien era) , se asombró de las coincidencia que habían tenido… ¡Pero claro! De reconocimiento mutuo. Pero en realidad no era sorprendente porque ambos políticos formaban parte de una visión liberal del mundo, y eran funcionales a los intereses de las corporaciones . Cómo no van a ser amables , si los dos pensaban los mismo.
Bueno, Néstor Kirchner no le parecía amable a las corporaciones. En verdad ningún otro presidente , salvo aquel otro señor, les pareció tan desagradable. ¡Lo atacaron como a nadie!...
Y todos preguntaban, ¿porqué lo atacan a éste, y a nosotros no?. Pero no porque Kirchner tuviese mal carácter , o fuera confrontativo, como quien es cascarrabias. No se trataba de alguna cuestión de estado de ánimo. Este tipo había tocado sus intereses, y fue el único que lo hizo.
Todos los demás parecían aceptables en algún punto ; porque también, en algún punto, eran funcionales a los intereses del poder económico.
Y eso es todo lo que quería decir. A veces no hay más remedio que disentir , que persistir en el desacuerdo. Hoy, casi por única vez en nuestra historia, el poder político no está donde está el poder económico.
Y este hombre, que ahora se ha ido, produjo un último acto de insujeción ; su muerte encendió la luz , y como en un refusilo, vimos algo , aquellas calles, laterales, desoladas, que estaban ocultas por la oscuridad y por la cerrazón de los otros medios, al hacerse la luz , estaban llenas de gente.

Por Alejandro Dolina

Puede ver el video con la voz e imagen de Dolina en :

http://geometriaargentina.fullblog.com.ar/post/nestor-kirchner-homenaje-de-dolina/

miércoles, 24 de noviembre de 2010

CUANDO RESUCITARON ZURDOS Y PROGRES, por Héctor Valle (para "Página 12" y "albertonadra.blogspot.com"15-11-10)




Una joyita de Hector Valle, "padrino" de Mercedes Marcó del Pont en FIDE, con quien compartí durante los duros años del menemismo un programa en cable, "Política en Acción", a contramano de la avalancha neoliberal. Ambos aprendimos a respetarnos, surgió el afecto y con el aprendí y aprendo siempre. El titulo original era "El futbol es como la vida", y la bajada es la que ahora es titulo, porque así fue publicada. [ Alberto Nadra]


La opinión que recientemente emitió Beatriz Sarlo a propósito de la muerte de Néstor Kirchner (“La vida a cara o ceca”, publicado en La Nación del 28/10/2010), es valiosa por muchas razones pero, en particular, a la hora de entender la adhesión que el ex presidente despertó en un tramo social que históricamente estuvo lejos del Peronismo. Se trata de ese variopinto conglomerado que integran muchos de los que genéricamente se definen como “progresistas”, sumados a una variada gama de veteranos que alguna vez militaron en las distintas capillas de la izquierda. A la hora de superar el duelo, a esta gente se la ve fuerte en sus ideas de toda la vida y convencidos en que, a partir de esta dramática coyuntura histórica, se puede avanzar más todavía en la construcción de un modelo, que alguien definió como “neo desarrollista con inclusión social”. Esta realidad no parece haber sido tomada aún demasiado en cuenta por quienes analizan el devenir político. Y ello valora, todavía más el aporte de Sarlo.

Pero no solo se trata de aquellos que, con distinto grado de militancia siempre se han involucrado en la cuestión política, o de los jóvenes que masivamente se viene acercando a la misma y las tantas señoras del la clase media que jamás soñaron llorar por la muerte de un líder peronista ni en terminar identificándose con Cristina. Es además llamativa la adhesión que ha despertado el kirchnerismo en una notable suma de actores culturales.

Dicho con todo respecto y salvando las distancias, quizá para encontrar antecedentes de este último fenómeno debemos remontarnos a los que ocurrió durante la Guerra Civil Española que tuvo el masivo apoyo de tantos escritores, gente de teatro y artistas plásticos que abrazaron la causa republicana. Otro tanto aconteció con quienes adhirieron fervorosamente a la épica de la Revolución Cubana. Me dirán que se trató de circunstancias con alcances internacionales y dotadas de infinitamente mayor trascendencia política y social, nada que ver con nuestra actualidad. Es verdad, pero convengamos que se trata de otra novedosa experiencia de cabotaje que no es irrelevante y cuenta con escasos precedentes en la Argentina.

Eran otros tiempos y otras las circunstancias, por cierto, pero no recuerdo un período político en este país (salvo en la primavera alfonsinista) donde tantos personajes del mundo cultural se incorporaran con tanto fervor a un proyecto de gobierno. Su actitud es más valiosa si se advierte que se movilizan en contra de las señales permanentemente negativas que emiten los medios hegemónicos. Por cierto tal no es el caso de Beatriz Sarlo y, precisamente por ello, su valioso aporte analítico viene con el valor agregado que supone emitirlo desde un punto de vista que ha sido muy coherente y siempre desde el extremo más critico a la gestión Kirchnerista y a su estilo.
Es cierto, para muchos comprobar, no solo cuanta vigencia aún tenían las viejas aspiraciones políticas en las cuales militaron durante casi toda la vida - y que vieron pulverizarse por los 30 largos años del neoliberalismo -, sino también (y resulta más valioso) advertir el grado en que pese a todo, esas viejas utopías podían ser puestas en marcha, hecho constituyó una tan agradable como estimulante sorpresa. Veníamos de un largo destierro interior, transitando cada vez más agotados, esa difícil época donde los políticos que el pueblo había votado para gobernar se sometían absolutamente a los dictados de aquellos poderosos ministros de Economía, los que solo habían sido votados por el poder establecido.

En realidad, la mayoría de los militantes del campo popular envejecieron sin abandonar el ejercicio de sus convicciones. Y siempre lo hicieron a la intemperie: reclamaron justicia para las victimas de la dictadura, propusieron alternativas a la economía neoliberal, pugnaron por ruptura con el FMI, clamaron por la recuperación del dinero apropiado por las AFJP, proyectaron en el FRENAPO una remuneración por hijo de hogar pobre, entre otras batallas que fueron ignoradas por el poder de turno, no sin un tonito sobrador.

Repentinamente, a partir del 2003 esas ilusiones que se insinuaban en el discurso del flamante Presidente se empezaron a materializar. Sarlo advierte con agudeza que este no fue un tema menor, y no solo para la dorada juventud de los 70 sino también para aquellos muchos que sobrevivimos de frustraciones anteriores. Seamos realistas, la mayoría ya jugábamos tiempo de descuento, y parecía solo restarnos esperar el final de nuestra vida instalados en el papel de meros espectadores frente al desfile de nuevas frustraciones; resignados como artefacto obsoletos, virtuales estorbos sin espacio en la hegemónica post modernidad.

Un símil deportivo

Probablemente para entender mejor las cosas, vale la pena buscar similitudes en las vivencias cotidianas del pueblo y hacer el ejercicio de asimilarlas, en el análisis, con la renovada pasión que despierta el kirchnerismo entre muchos veteranos de la política – por ejemplo aquellos que alguna vez se ilusionaron con la izquierda y no se privaron de las previsibles decepciones que les deparó el bochorno del Frepaso -, así como entre esas gentes de la cultura y los tantos jóvenes ahora dispuestos a intentar una nueva épica.

Quiero permitirme practicar una osadía. Por ejemplo, si rastreamos en el folclore del futbol, la mayor pasión de los argentinos, encontraremos en alguno de sus dramas similitudes conmovedoras con el devenir de los progres que hoy pinta canas. Espero que la estimada intelectual cuya interpretación me he atrevido a tomar como punto de referencia para estas nota no se moleste, pero cualquier fanático, más en el caso de quienes somos hinchas de un club chico, hemos experimentado en nuestra existencia sentimientos, con más derrotas que victorias, que guardan muchas similitudes con nuestra vivencias cotidianas en otros planos, como el de la lucha política.

Probemos con un ejemplo. Imaginemos uno de esos clubes que transitan la mayoría de su existencia en los duros campeonatos del ascenso, siempre acompañado de sus incondicionales simpatizantes de toda la vida “la parcialidad” que le dicen. Se trata de individuos tan acostumbrados a derrotas y frustraciones que, en el caso de los más veteranos, ya poca ilusión les queda de alguna vez volver a ver su equipo jugando en primera. Este ejemplo sería asimilable, en este ejercicio, al destino de los insobornables veteranos progresistas de nuestro país.

Así las cosas transcurre un año más, y nuevamente el equipo viene en franca decadencia. Esa tarde le toca jugar de visitante, por ejemplo, en una cancha “difícil” como siempre fueron la de Chacarita , Chicago o el Deportivo Morón. Van 30 minutos del segundo tiempo y se pierde uno a cero, en conclusión “otra vez sopa”. El rival domina a voluntad, no les dieron un penal clarito y ya nos metieron dos pelotas en los palos. A los nuestros les cuesta pasar el medio de la cancha. Se trata del panorama ya convertido en habitual durante los últimos tiempos.

Casi burocráticamente, el DT mete dos cambios, los mismos que siempre hace a esta altura del partido. Entra un 9 veterano, grandote y ya medio pelado, que llegó con el pase libre desde Chipoletti; el hombre porta una pancita que confirma las versiones acerca de adhesión al vino tinto. Lo acompaña un pibe bajito y medio chueco, de esos zurditos habilidosos que siempre parecen tener destino de crack pero inevitablemente termina errando goles imposibles y fastidiando a la hinchada. Los cambios no despiertan mayor entusiasmo en la barra visitante y los hechos inmediatos les dan la razón. El equipo “sigue sin aparecer”.

Para complicarlo todo, en el minuto 40, luego de una sucesión de rebotes, llega el segundo gol local y nos expulsan al arquero por protestar. Estamos liquidados y ganados por la tristeza empezamos a bajar lentamente los escalones de la tribuna – como en la escala que desciende a los infiernos -en dirección a la salida, entre otras cosas para evitar que la hinchada contraria, que ya festeja, nos espere en la vereda. Pero justo en ese momento, aprovechando una actitud sobradora del seis contrario que bartolea una pelota fácil, nuestro veterano recién ingresado, tropezando mete un gol empujándola con la panza.

Nos quedamos aferrados al alambrado con una renovada ilusión de, por lo menos, llegar al empate. Se trata de una quimera que a cada instante parece apagarse, porque el poco tiempo que resta se consume rápido. Ya estamos en el minuto 45 cuando el chiquilín pesca un desprolijo rebote de nuestra defensa y se manda, gambeteando rivales desde la banderita del corner por la raya del fondo; y cuando desesperado le sale el arquero rival se la pica por arriba de la cabeza: golazo, Junto al alambrado de los visitantes se desata la locura. Ahora toca defender el empate, porque faltan los 4 minutos de descuento que decretó el árbitro.

El empate es negocio y nuestro DT prepara otro cambio para ganar tiempo y reforzar la defensa. Pero no, en ese mismo momento el nueve cultor del vino tinto se tiene fe y, ya pasado el tercer minuto de descuento, desde 30 metros saca un patadón de caballo que se le cuela en el palo izquierdo al paralizado arquero rival.

Y ahí si, se desata la locura, nos colgamos del alambrado como si fuéramos pibes, cada cual se abraza con cualquiera, no falta a quien el viene un dolor raro en el pecho, hay lagrimas y sonrisas. Claro, en tales circunstancias probablemente habrá algún carterista que hace de las suyas o el atorrante que le meta mano a una minita exaltada que perdió al novio en el alboroto. Los jugadores, muy exaltados, se acerca a saludar y les gritamos: sigan metiendo, no aflojen, ponga huevos que ascendemos, que no ni no; el pobre nueve después de los abrazos cayó desmayado en el centro del campo.

Se termina la cuestión con los habituales cortes de manga a los contrarios sumado al ofensivo gritarles “hijos nuestros” y salimos presurosos para evitar la lluvia de piedras que nos espera en el portón que amablemente se titula “entrada del público visitante”. No importa, la ilusión revivió en las peores circunstancias, provocando demostraciones que difícilmente pueda ocurrir en el Santiago Bernabeu o en el estadio del Arsenal Inglés. Se trata de un producto exclusivamente nacional, como el dulce de leche. Pero ¿existe algo más parecido a las pasiones, ilusiones y frustraciones del mundo real que las imprevisibles de un partido de fútbol?

¿Alguien, en 2002, esperaba que nos salváramos del descenso y que, a poco andar recuperáramos la ilusión del campeonato?

por Héctor Valle


Héctor Valle es Economista. Presidente del Fondo Nacional de las Artes. Presidente de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE).

Publicado por "Página 12" del 15-11-10:
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-156896-2010-11-15.html

Publicado por Alberto Nadra el 15 de noviembre en su blog :
http://albertonadra.blogspot.com/2010/11/cuando-resucitaron-zurdos-y-progres.html

martes, 23 de noviembre de 2010

Un diario inglés recomienda salvar a Irlanda copiando a la Argentina, por "Tiempo Argentino" del 23-11-10.


Arriba : Manifestantes irlandeses.
PRIMER CARTEL : "Este cuento no tiene un 'Y vivieron felices para siempre' ".
SEGUNDO CARTEL : "No te metas con las vidas de nuestros chicos"


Un economista sugiere el abandono del euro



En un extenso artículo firmado por el estadounidense Dean Baker, se recuerda paso a paso el modelo de recuperación argentino y las desastrosas consecuencias de seguir las políticas del FMI y del Banco Mundial.


Irlanda debe ‘hacer la gran Argentina’” sería la traducción rioplatense del título del artículo en el diario británico The Guardian, recomendándoles a los irlandeses las medidas que adoptaron los “argies” para superar los efectos de la crisis de 2001. “Irlanda debe estudiar las lecciones de la Argentina” escribe Dean Baker, codirector del Centro de Investigaciones Económicas y Políticas de Washington y autor de la nota, donde sugiere que así como la Argentina –“un publicitado niño de la tripulación neoliberal antes de verse en dificultades”– supo “romper el vínculo supuestamente indisoluble entre su moneda y el dólar y dejó de pagar su deuda”, Irlanda “debe romper con el euro, pues el dolor de la ruptura será seguramente menor que el dolor de permanecer”.Baker repasa rápidamente el panorama que se vivía en nuestro país a finales de 2001: “El FMI estaba empujando a la Argentina para seguir medidas de austeridad cada vez más estrictas. Su programa bajó el PBI argentino en un 10% y empujó la tasa de desempleo a los dos dígitos.” El economista aclara que luego de salir de la convertibilidad con el dólar, “el efecto inmediato fue que la economía empeoró, pero para el segundo semestre de 2002 estaba nuevamente creciendo. Este fue el comienzo de cinco años y medio de crecimiento sólido, hasta la crisis económica de 2009.”Este macroeconomista estadounidense de 52 años –con un frondoso prontuario como luchador por los derechos civiles en su tierra y habitual columnista del The New York Times y The Washington Post– es tajante para explicar las consecuencias: “El FMI hizo todo lo posible para sabotear a la Argentina, que llegó a ser conocida como una mala palabra (dentro de los círculos financieros). Incluso utilizaron proyecciones falsas que subestimaban las predicciones del crecimiento con la esperanza de socavar la confianza” en este país. Baker insiste en que “sólo una persona afectada de muerte cerebral puede todavía creer que las medidas tomadas por los organismos de crédito internacionales no son políticas”, y por eso aclara que el problema actual de Irlanda es que el rescate del Banco Central Europeo (BCE) y del FMI es un salvavidas de plomo que “consiste en imponer una austeridad rígida y que requiere que la fuerza laboral de Irlanda esté dispuesta a sufrir el desempleo en los próximos años”. “El dolor infligido a Irlanda por el BCE y el FMI es completamente innecesario. La decisión de hacer que los trabajadores de Irlanda, junto con los de España, Portugal, Letonia y otros países, paguen por la imprudencia de sus banqueros es absolutamente de carácter político”. Su argumento es que si estas medidas son básicamente decisiones políticas, entonces los pueblos que pagarán los costos tienen el derecho a votar si quieren aceptar estas condiciones. Como toda buena fábula proveniente de las islas británicas, no podía faltar un final con moraleja: “Lo que todos los países deben darse cuenta es que si están de acuerdo en jugar con las reglas de los banqueros, van a perder.” En la foto que acompaña una pancarta sostenida por una activista recuerda que “Esta historia no tendrá un final feliz.”




La nota original en inglés del prestigioso periódico conservador "The Guardian" (un medio equivalente a "La Prensa" o "La Nación" aquí) puede leerla en :


COMENTARIO DE "MIRANDO HACIA ADENTRO" :
Me permito hacer una poco relevante crítica a los muchachos de "Tiempo Argentino".
Yo hubiera titulado :
KIRCHNERISMO FOR EXPORT